Israel no es más que un peón de Yanquilandia en la zona, por eso hace impunemente lo que le da la gana y se permite violar las resoluciones de la ONU sin el menor problema.
Por tanto, no debe cabernos ninguna duda de que de todo lo que hace Israel es responsable el centro del imperio.
Los fanáticos islamistas de Hamás o grupos similares lanzan un pequño ataque bombardeando y matando algún israelita y ya tienen los otros un pretexto para matar a cientos de palestinos inocentes.
Yanquilandia y su peón Israel siguen no sólo ocupando el territorio de un pueblo como el palestino sino también fomentando a base de crímenes el fundamentalismo islámico.