21 de Agosto de 2014
Evitó referirse a su imputación en el asesinato de dos obreros gráficos
Massot, con discurso desafiante en el foro de abogados de ultraderecha
El director de La Nueva Provincia se movió como pez en el agua en el panel. Fue presentado como "alguien muy querido y admirado".

Amigos - El empresario periodístico dialogó con la "militante" Cecilia Pando - Foto: Maximiliano Luna
Imputado por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca, el dueño del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot, fue la principal figura de la segunda y última jornada del Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia y la Libertad que reunió a ex militares y abogados de represores de varios países de Latinoamérica. "(El Che) Guevara era un desafío para los estados del subcontinente pero Chávez no lo es. No confundamos un loro barranquero latinoamericano con un peligro continental", dijo desafiante.
"No voy a hablar con periodistas", repitió varias veces ante la insistencia de los medios de comunicación presentes en la sala. Además de evitar a la prensa, eludió referirse a la causa judicial en la que se lo acusa como coautor de la desaparición de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola en la última dictadura. No necesitó hacerlo: los asistentes al foro se encargaron de aclarar a quien insistiera que Massot es un periodista "muy respetado", que era muy joven al momento de los hechos y que la causa, como todas las demás, es ilegal.
Vestido con un fino traje negro a rayas y una corbata salmón, los casi dos metros de alto de Massot no pasaron desapercibidos cuando ingresó al hotel Meliá minutos antes de las 11. Luego de un saludo fraternal con Cecilia Pando, de Familiares y Amigos de Presos Políticos en la Argentina, subió al escenario para participar del panel La Defensa Nacional y la función política de las Fuerzas Armadas junto al capitán de navío retirado de Chile Adolfo Paúl Latorre y el coronel retirado de uruguay ElmarCastiglioni, miembro Foro Libertad y Concordia del país vecino.
Su presentación estuvo a cargo del abogado Nicolás Márquez, quien ofició de moderador, cuya juventud contrastó con los poco más de 50 asistentes ya entrados en canas. "Alguien muy querido y admirado por todos nosotros", introdujo, y la sala aplaudió con entusiasmo.
A diferencia de sus compañeros de panel, quienes defendieron el accionar del terrorismo de Estado en la región, el empresario evitó referirse a las violaciones a los derechos humanos en la última dictadura o a los “presos políticos”, como menciona a los detenidos por delitos de lesa humanidad la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, organizadora del foro.
Con tono academicista y con la ‘chapa’ de haber sido secretario de Defensa del primer gobierno de Carlos Menem, Massot pidió revalorizar a las Fuerzas Armadas y enfocar los esfuerzos en la lucha contra el ‘narcoterrorismo’: “Los tiempos cambian y cambian los enemigos, por eso el único enemigo común en la región es el narcoterrorismo. A nadie en su sano juicio se le puede ocurrir que el narcotráfico pueda comprar un gobierno europeo, pero no puedo decir lo mismo de los países hispanoamericanos”, sostuvo.
A Massot lo siguió el uruguayo Castiglioni, ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado, quien pidió solidaridad de las fuerzas con “los camaradas privados de su libertad que son víctimas de la justicia” en Uruguay, y terminó su participación con una frase que generó risas contenidas: “Como se suele decir, ‘el tiempo es tirano’ y yo siempre he respetado a los tiranos”.
El chileno Latorre sorprendió con su discurso abiertamente apologético de las dictaduras latinoamericanas. “Las Fuerzas Armadas han sido siempre la reserva moral de la nación y tienen capacidad para hacerse cargo del gobierno del Estado en momentos de crisis”, señaló y se quejó que los civiles, “atacan a los militares por los excesos y abusos después de que salvaron a la nación”. «