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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: alí-babá  (Mensaje original) Enviado: 01/09/2014 01:59



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 01/09/2014 02:02


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 01/09/2014 02:12

Parte de un discurso de Fidel  en la decada de los 60 ... cuando el Ché dejó Cuba para combatir en el Congo y en Bolivia .-

"Hay un hecho que voy a tomar como ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que es un hecho extraordinariamente interesante.  Me refiero a la campaña realizada por el imperialismo yanki y sus agentes en relación con la partida de nuestro compañero Ernesto Guevara (APLAUSOS).  Creo que este es un asunto que hay que “tomar por los cuernos” (RISAS) para esclarecer algunas cosas. 

El compañero Ernesto Guevara, unos cuantos revolucionarios de este país y unos cuantos revolucionarios fuera de este país saben cuándo salió, qué ha estado haciendo en este tiempo y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en saber, con todos los detalles, dónde está, qué ha hecho, cómo lo hace y, desde luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho (RISAS). 

Pero, desde luego, estas son cosas que el tiempo, cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento.  Pero los revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se vale de estas circunstancias para tratar de intrigar y para tratar de confundir y para tratar de calumniar. 

El compañero Guevara se unió a nosotros cuando estábamos exiliados en México, y siempre desde el primer día tuvo la idea, claramente expresada, de que cuando la lucha terminara en Cuba, él tenía otros deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra de que ningún interés de Estado, ningún interés nacional, ninguna circunstancia, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el cumplimiento de ese deseo, o de esa vocación.  Y nosotros cumplimos cabal y fielmente esa promesa que le hicimos al compañero Guevara (APLAUSOS). 

Naturalmente que si el compañero Guevara iba a salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado llamando a periodistas, es lógico que no haya estado dando conferencias de prensa, es lógico que, dadas las tareas que se propuso, debiera hacerlo en la forma en que lo hizo.  Y, sin embargo, cuánto provecho han tratado de sacar los imperialistas de esta circunstancia y cómo lo han hecho. 

Es por eso que yo traje algunos papeles.  No se vayan a asustar ustedes pensando que les voy a leer todos los papeles que aquí hay, solo les voy a leer algunas cosas, porque aquí está lo que han escrito todos los periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el mundo.  Y vamos a ver quiénes han sido precisamente los principales voceros de la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al caso del compañero Guevara.  En primer término, ciertos elementos que han sido utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento revolucionario.

Y así, si ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos datos voy a buscar uno muy interesante.

¡Ah, lo encontré!  (RISAS Y APLAUSOS)  Es un cable de la UPI de diciembre 6 de 1965 que dice:  “Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro (EXCLAMACIONES) por orden de la URSS (EXCLAMACIONES) —declaró Felipe Albaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declaraciones a “El Universal”.  Agrega que el Che fue liquidado por insistir en poner a Cuba en la línea china (EXCLAMACIONES).

Esto, naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.

Y así, con fecha octubre 22, en el semanario “Marcha”, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo Gilly, afirma que “el Che salió de Cuba debido a discrepancias con Fidel por el conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la dirección.”  Dice que “el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la Revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética.”  Dice que “la dirección cubana está dividida entre un ala conservadora, que incluye a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che, y Fidel y su equipo en una posición de oscilación centrista conciliadora.”  Dice que “el Che salió de Cuba por carecer de medios para expresarse y que Fidel temió enfrentarse a las masas para explicar el caso Ché.”

Este mismo teórico del trotskismo el 31 de octubre de 1965 como reportero de “Nuevo Mundo”, un periódico italiano, escribe un artículo calificando a la dirección cubana de “filosoviética” y acusando a Fidel de “no haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che”.  Dice que “el Comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equipo castrista”; critica al Che por “no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis” y concluye que “el Estado cubano, paralizado por su propia política, no apoyó abiertamente a la revolución dominicana”.  y sobre esto me voy a referir más extensamente un poco más adelante. 

En el número de octubre de 1965, el periódico “Batalla”, de los trotskistas españoles, declara que “el misterio que rodea el caso del Che Guevara debe ser aclarado”.  Dice que “amigos del Che suponen que la carta leída por Castro es falsa y se preguntan si la dirección cubana se orienta hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin”.

Por la misma fecha aproximadamente, el órgano oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che está muerto, o preso en Cuba.  Dice que “entró en conflicto con Fidel Castro por el funcionamiento de los sindicatos y la organización de las milicias”.  Agrega que “el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro, especialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de Moscú”. 

Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y más indecentes es el que escribió el dirigente del Buró Político Latinoamericano de la Cuarta Internacional en el periódico “Lucha Operaria”, de Italia.  Sobre este artículo, largo por cierto, solo voy a leer tres párrafos.  Empieza diciendo: 

“Un aspecto de la agudización de la crisis mundial de la burocracia es la expulsión de Guevara.  Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses.  Ocho meses ha durado la discusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron bebiendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muertos, quizás se ha discutido a golpes de pistola.  No podemos decir si han matado o no a Guevara, pero existe el derecho a suponer que lo hayan matado.  ¿Por qué Guevara no aparece?  No lo han presentado en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero en definitiva, al esconderlo, producen el mismo efecto.  La población dice:  ¿Por qué Guevara no sale, no aparece?  No hay ninguna acusación política, existen elogios políticos en relación con él.  ¿Por qué no han presentado a Guevara?  ¿Por qué no ha hablado?  ¿Cómo es posible que uno de los fundadores del Estado obrero cubano, que hasta hace poco tiempo recorría el mundo en nombre del Estado obrero, imprevistamente diga:  'me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a hacer la revolución en otra parte'?  Por otra parte, no dicen dónde ha ido y no se presenta.  Si no hay ninguna divergencia, ¿por qué no se presenta?  Todo el pueblo cubano comprende que hay una lucha enorme y que esta lucha no se ha terminado. 

“Guevara no estaba solo ni está solo.  Si toman estas medidas contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que está de su parte.  Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme preocupación del pueblo. 

“Hace poco tiempo el gobierno cubano publicó un decreto bastante severo:  'es necesario restituir todas las armas al Estado'.  En aquel momento la cuestión era un poco confusa, ahora está claro qué fin tenía esta resolución, era contra la tendencia Guevara.  Tienen miedo de un levantamiento.”

Otro párrafo:  “¿Por qué han hecho callar a Guevara?  La Cuarta Internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido, exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y discutir, a hacer apelación a las masas, a no fiarse de las medidas tomadas por el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos.  Han eliminado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Guevara.  No obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista revolucionario, porque tendía hacia la armonización de sus posiciones en la tendencia revolucionaria.”

Y más adelante dice:  “Esto demuestra, no la potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las condiciones en el resto de los estados obreros para que en breve tiempo estas posiciones fructifiquen.  No se engaña a la burocracia con maniobras y medidas de este género.  La eliminación de Guevara significa para la burocracia la tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencias revolucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mundial.  Esta es la base de la liquidación de Guevara y no solo por el peligro que representa a Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución latinoamericana. 

“Al lado de Cuba está Guatemala, al lado de Cuba está Guatemala con el programa de la revolución socialista y, no obstante, su fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que el Movimiento '13 de Noviembre' se transforme en un movimiento socialista revolucionario y que luche directamente por el socialismo.”

No es absolutamente casual, ni mucho menos, que este señor dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ufano el caso de Guatemala y del Movimiento “13 de Noviembre”, porque precisamente con relación a este movimiento el imperialismo yanki ha usado una de las tácticas más sutiles para liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los agentes de la Cuarta Internacional, que —por ignorancia, por ignorancia política del dirigente principal de ese movimiento— lo hicieron adoptar nada menos que esa cosa desacreditada, esa cosa antihistórica, esa cosa fraudulenta que emana de elementos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanki, como es el programa de la Cuarta Internacional. 

¿Cómo ocurrió esto?  Yon Sosa era, sin duda, un oficial patriótico.  Yon Sosa encabeza el movimiento de un grupo de oficiales del Ejército    —en cuyo aplastamiento, por cierto, participaron los mercenarios que después invadieron Girón—, y a través de un señor que era comerciante, que se encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la política y de la historia del pensamiento revolucionario, le permitiera a ese agente del trotskismo —acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda de que es un agente del imperialismo— que se encargara de redactar un periódico en el cual se copiaba “de cabo a rabo” el programa de la Cuarta Internacional. 

Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue un verdadero crimen, contra el movimiento revolucionario, para aislarlo del resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nauseabunda que hoy es en el campo de la política el trotskismo (APLAUSOS).  Porque si en un tiempo el trotskismo representó una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas políticas, el trotskismo pasó a convertirse en los años sucesivos en un vulgar instrumento del imperialismo y de la reacción. 

De tal manera piensan estos señores que, por ejemplo, con relación a Viet Nam del Sur, donde un amplio frente revolucionario ha unido a la inmensa mayoría de la población a distintos sectores de la población, los ha unido estrechamente alrededor del movimiento de liberación en la lucha contra el imperialismo, para los trotskistas eso es absurdo, eso es contrarrevolucionario.  Y esos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movimiento revolucionario, a expresarse de esa forma. 

Afortunadamente, en Guatemala el movimiento revolucionario se salva.  Y se salva gracias a la clara visión de uno de los oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento revolucionario y que comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento “13 de Noviembre” y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza las Fuerzas Armadas Rebeldes de Guatemala (APLAUSOS PROLONGADOS).  Y ese oficial joven que tuvo tan clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento revolucionario de Guatemala en esta conferencia, el Comandante Turcios (APLAUSOS PROLONGADOS). 

El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito no solo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber salvado al movimiento revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más pérfidas del imperialismo yanki, y levantar las banderas revolucionarias de Guatemala y de su movimiento antimperialista, rescatándolas de las manos sucias de estos mercenarios al servicio del imperialismo yanki. 

Y tenemos la esperanza de que Yon Sosa, cuyas intenciones patrióticas al iniciar la lucha, nadie duda, y cuya condición de hombre honrado nadie duda —a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar de su actitud como dirigente revolucionario—, no tarde mucho en desentenderse de esos elementos y vuelva a unirse al movimiento revolucionario de Guatemala, pero ya esta vez bajo otra dirección, bajo otra guía que sí demostró, en momentos como esos, claridad de visión y actitud de dirigente revolucionario (APLAUSOS PROLONGADOS). 

Esta posición de los trotskistas es la misma que adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanki, la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el continente y en el resto del mundo.  Es decir, que esta campaña de calumnia y de intriga contra la Cuba revolucionaria en relación al caso del compañero Guevara, hizo coincidir de una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución Cubana. 

Porque es incuestionable que solo a la reacción y solo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana, destruir la confianza de los movimientos revolucionarios en la Revolución Cubana, destruir la confianza de los pueblos de América Latina en la Revolución Cubana, destruir su fe. 

Y por eso no han vacilado en el empleo de las armas más sucias y más indecentes. 

Este mismo señor Gilly, que de vez en cuando posa entre otros intelectuales norteamericanos en la revista “Monthly Review” de Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo.  Dijo así: 

“Un punto culminante de esta crisis tiene que haber sido la revolución dominicana, donde el Estado obrero cubano quedó paralizado por su propia política, sin apoyar abiertamente a la revolución, mientras en Cuba había una tremenda presión interior para una política de apoyo activo.  Si la crisis era muy anterior a Santo Domingo, indudablemente Santo Domingo precipitó la revolución.”

Este señor tiene la villanía de acusar a la Revolución Cubana de no haber dado un apoyo activo a la revolución dominicana.  Y mientras los imperialistas acusaban a Cuba, mientras los imperialistas trataban de pretextar su intervención diciendo que elementos izquierdistas y comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento, mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la revolución dominicana, no como un problema interno, sino como un problema externo, este señor acusa a la Revolución de no haber dado un apoyo activo.

¿Y qué se entiende por apoyo activo?  ¿Acaso se pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo?  Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y en una correlación infinitamente inferior a los imperialistas, armas defensivas. 

Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan responsabilizar a Cuba de no haber impedido...  Porque ¿qué otra cosa quiere decir apoyo activo?  Porque todo cuanto Cuba podía hacer dentro de aquellas circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo.  Y pedirle a Cuba que impidiera el desembarco es como pedirle a Cambodia, en el sudeste de Asia, que impida los bombardeos a Viet Nam del Norte y que impida la ocupación, por la infantería de marina yanki, de Viet Nam del Sur (APLAUSOS). 

Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son limitadas.  Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera más óptima posible, y de la manera más decidida, a la vez que más adecuada a las circunstancias, presta y prestará a la revolución su máximo apoyo. 

A aquellos que crean que este país teme a los imperialistas, a aquellos que creen —con espíritu de superioridad o con insolente delirio de superioridad sobre nadie— que este país teme a los imperialistas, bien les valdría haber vivido unas horas aquí en este país, cuando la Crisis de Octubre, y cuando por primera vez un pueblo pequeño como este, se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su territorio, la actitud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno Revolucionario (APLAUSOS). 

Muchas tonterías, muchas tonterías y muchas boberías se escriben, y sobre todo se escriben por los irresponsables, cuando ciertos documentos no pueden ser dados a la luz; pero algún día la humanidad sabrá y algún día la humanidad reconocerá todos los hechos.  Será ese día cuando los miserables vean que no hubo ningún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca con lujo de detalles cada uno de sus pasos, cuando se conozca igualmente cuál fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles, y cuál fue la serenidad de este pueblo; cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por provocador que sea, que se atreva a poner en duda el sentimiento de solidaridad de este pueblo y el valor de este pueblo.  Valor que lo demuestra el hecho de su conducta.  No obstante ser este un país que está a 90 millas de la metrópolis imperialista, sobre cuya cabeza en los años venideros pesarán enormes peligros, en la misma medida en que el movimiento revolucionario crezca, movimiento revolucionario que crece sobre todo a partir del ejemplo de la Revolución Cubana, movimiento revolucionario que crece, que se agiganta, por el ejemplo de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al enemigo. 

Y hay que tener en cuenta que cuando este país desafía ese peligro, este no es un país que posea millones de hombres sobre las armas, este no es un país que posea armas termonucleares, porque aquí nuestros cohetes son morales (APLAUSOS); y el número de millones no es lo infinito, el número de hombres no es lo infinito, sino la dignidad y el decoro de este pueblo. 

Y serán los años venideros los que hablen por nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los calumniadores:  no a estos, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar y sirven de instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución. 

Altamente compensador es el hecho de lo que en esta conferencia se demostró, porque en esta conferencia se demostraron muchas cosas.  Se demostró, en primer lugar, cómo las discusiones pueden girar, por encima de todo, alrededor de lo que realmente interese, sobre todo alrededor de lo que interese a los pueblos que luchan:  cómo los pueblos —independientemente de sus fuerzas, independientemente de sus recursos, independientemente de su tamaño— tienen voz y tienen opinión, y cómo los pueblos son capaces de tener criterios propios y voces independientes. 

Eso se demostró en esta conferencia. 

Pero, además, nos cabe a los cubanos la satisfacción de que juntos, en las mismas posiciones, estuvieron siempre los cubanos y los movimientos revolucionarios, sin distinción de continente; y cómo la fuerza unida, cómo los criterios revolucionarios, cómo las posiciones más honradas, fueron imponiéndose; y cómo en esta conferencia —como una compensación frente a los intrigantes y a los calumniadores— los pueblos, los movimientos revolucionarios de liberación siempre, en todo instante, demostraron una grande, una inmensa confianza en Cuba y en su Partido revolucionario, y cómo por eso se hizo a este país el honor de concederle la Secretaría General y la sede temporal de la organización.

fidel castro


Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 01/09/2014 02:15
Respuesta a un crítico anónimo del Partido Obrero 
sobre Lanata versus Chávez
Por Atilio A. Boron
Terminar radicalmente con el lenguaje injurioso no es cosa fácil 
si se tiene en cuenta que el desenfreno en el lenguaje tiene raíces psicológicas 
y es una consecuencia del escaso grado de cultura de los suburbios. … El lenguaje 
es el instrumento del pensamiento. La corrección y precisión del lenguaje es condición indispensable de un pensamiento recto y preciso
.
León Trotsky, Problemas de la vida cotidiana (1924) 
 
Estimado anónimo del Partido Obrero: fiel a las inveteradas costumbres de su organización usted responde con insultos a una crítica política, dura pero sin agravios. Lo hace, además, escudado en el anonimato. Se asoma a la polémica tratándome de caradura. ¿Le parece que un debate entre marxistas puede hacerse cuando uno de ellos actúa desde las sombras? Ni yo soy Marx ni usted es Lasalle, pero por lo menos podríamos aprender algo de aquel debate y hacerlo a cara descubierta y con argumentos en lugar de agravios. Allá usted.
Vamos al grano: le aseguro que leí su artículo sobre las desventuras de Lanata en Venezuela con mucho cuidado, porque jamás imaginé que su extravío ideológico pudiera llegar tan lejos como para defender al periodista estrella del Grupo Clarín y atacar a Chávez, a quien define como líder de un “bonapartismo nacionalista”. Se puede y se deben discutir los logros y los problemas del chavismo, pero  su toma de partido en favor de Lanata raya en lo ridículo. Su gente se enoja conmigo y me ha obsequiado un interminable torrente de insuotos; pero debería más bien enojarse con quienes son incapaces de establecer alguna diferencia entre un líder de masas  -así como Trotsky apreciaba al general Lázaro Cárdenas aunque no fuera socialista- y un provocador enviado por el mayor oligopolio mediático de la Argentina, incondicional aliado del imperialismo y la reacción. Con todo respeto le digo que el sesgo conservador del artículo es decepcionante: a  Lanata le reprocha su falta de espíritu crítico, un pecadillo venial; pero a Chávez lo acusa de algo gravísimo como la censura y la represión que supuestamente ejercería sobre sus opositores, haciéndose eco de la prédica que a diario realiza el Grupo Clarín y el diario La Nación. Además permítame que le diga que su artículo peca de incoherencia. Comienza criticando al periodista de marras por haber repetido “como un loro lo que soplaban los medios internacionales” para luego rematar su nota con un frontal ataque a Chávez, precisamente la persona que combatía a esos loros. Todo mal. ¡Por una vez llame las cosas por su nombre! En el marxismo eso que usted denomina eufemísticamente  “medios internacionales” se llama IMPERIALISMO, y hay que escribirlo así, con mayúsculas. Perdone que use esta palabrota que parece haber desaparecido de su vocabulario pero le aseguro que Trotsky jamás le hubiera perdonado este desliz lingüístico. Sabe, la lucha de clases también se libra en el lenguaje. Hablar de “medios internacionales” en lugar de imperialismo revela una ambiguedad ideológica que es la segura antesala de un extravío político, cosa que se comprueba a medida que se avanza en la lectura de su artículo.
Luego de esa infeliz referencia termina su órgano de prensa victimizando a Lanata, haciéndolo aparecer como un inocente corderito cuyas libertades democráticas fueron conculcadas por  Chávez.  Decir que Lanata y su equipo fueron a “laburar” es de una ingenuidad asombrosa; se lo puede contar a un niño de un jardín de infantes pero es inadmisible en alguien que lleva toda una vida haciendo política. Hable con la gente común y corriente, no sólo con sus correligionarios y tome nota de lo que opinan acerca del objetivo del viaje de Lanata y sus “laburantes”. Para colmo, en su crítica a mi nota usted vuelve a defender a Lanata ante "lo que hizo el gobierno de Chávez con su equipo periodístico", lo cual ratifica la certeza de lo que afirmara en mi blog. Ante su corroborada incapacidad para comprender los procesos revolucionarios –de ahí sus virulentas diatribas en contra de Fidel, Chávez, Evo, Correa- reacciona como un pequeño burgués indignado: se rasga las vestiduras y  formula una defensa abstracta de la libertad democrática de Lanata y el Grupo Clarín, arrojando por la borda las radicales objeciones que el joven Marx había hecho acerca de esta clase de argumentaciones que soslayan por completo las condiciones históricas  que definen el ejercicio concreto de esa libertad. Si hubiera reparado, como lo aconseja el materialismo histórico, en esas condiciones (verbigracia, la lucha de clases que se libra en la Argentina y en toda América Latina) se habría dado cuenta de que Lanata y su equipo no fueron a Venezuela para hacer periodismo sino para operar en contra de un gobierno que hoy por hoy es el enemigo número uno del imperialismo norteamericano, tema que no me parece para nada  irrelevante. Por si le queda alguna duda acerca del verdadero objetivo del viaje de Lanata le paso la dirección del video en donde se lo ve exclamar furioso, una vez que terminara la emisión de su programa desde Caracas: “¡perdió .. la c..  de su madre”!  (http://www.youtube.com/watch?v=vILtuYvCcOs&fb_source=message )

Convénzase: el enemigo principal e inmediato del imperialismo norteamericano es Chávez, no el Partido Obrero. Y el Grupo Clarín mandó a los “laburantes” aquellos que usted  defiende a pelear en contra de Chávez e, indirectamente, a favor de la derecha de aquí y de allá y, sobre todo, a favor del imperio. Creo que coincidirá conmigo en que esos son nuestros enemigos. Tenga usted la seguridad de que si esa gente llegara a tomar el poder no harán ninguna distinción entre usted y yo: en las fosas comunes estaremos todos hermanados, como lo estuvieron quienes fueron apresados, torturados y desaparecidos por la genocida dictadura cívico-militar de 1976. No entiendo como es que usted puede defender a los enviados del Grupo Clarín mientras fulmina con su crítica a un personaje, Chávez, y a un proceso, la revolución bolivariana,  a quienes el imperialismo norteamericano viene combatiendo desde hace trece años. ¿Por qué será? ¿No le parece que algo hace ruido en su cabeza? ¿No advierte alguna contradicción entre su retórica y la prosaica realidad de la vida política? ¿No cayó en la cuenta de que tras el “affaire Lanata” el Grupo Clarín se abstuvo de realizar cualquier análisis del triunfo de Chávez (o la derrota de Capriles). ¿Por qué habrá sido? Mi opinión: porque no le interesaba en lo más mínimo la labor periodística que pudieran hacer Lanata y su equipo sino que su objetivo era montar una operación dirigida a desprestigiar al gobierno bolivariano. No hubo tal atentado a la libertad de prensa o de expresión; lo que hubo fue la neutralización, por parte de las autoridades venezolanas, de una grosera maniobra de un equipo que llegó no con la misión de  informar sino con el propósito de provocar.
El desgraciado caso de Mariano Ferreyra –como tantos otros héroes de nuestras luchas populares: Maxi, Darío, Carlos Fuentealba, Teresa Rodríguez, Cristian Ferreyra y ahora Miguel Galván, del Mocase, etcétera- merece el mayor de mis respetos. Como  todos ellos fue víctima del accionar de los aparatos represivos del estado y las patotas con las cuales se dividen la tarea de “disciplinar” y, llegado el caso, de eliminar a quienes luchan y resisten la explotación y la dominación de los capitalistas. Pero no se evitará la recurrencia de estos asesinatos insultando y difamando a compañeros que tienen una opinión diferente sobre un hecho político o sobre una coyuntura. Le aclaro, además, que jamás he sido invitado a un acto del gobierno de CFK:  mis críticas al kirchnerismo son públicas y notorias. Lucho, como puedo y con las armas que tengo a mi alcance, por el socialismo y su etapa superior, el comunismo, objetivo político irrenunciable de todo mi actuar. El kirchnerismo, en cambio, cree en un “capitalismo serio”.  Las diferencias son notorias pero como el mundo real -no el que se ve desde una capilla- presenta muchas complejidades no puedo caer en el maniqueísmo  que oprime el cerebro de muchos de sus amigos. ¿Cómo no voy a reconocer la importancia de la política de derechos humanos de este gobierno, aún cuando alimente la ilusión de un “capitalismo serio”? ¿Cómo desconocer que los asesinos de Mariano Ferreyra llevan varios meses detenidos y que casi con seguridad van a terminar en la cárcel? ¿O para usted estas son minucias? ¿Cómo voy a desconocer la importancia de la Unasur para tratar de erigir una valla en contra de los avances del imperialismo norteamericano y sus bases militares en la región?  ¿Cómo desconocer que en Mar del Plata se derrotó al ALCA? Desconocer tales realidades me impedirían hacer eso que, tras las huellas de Marx, recomendaba Lenin cuando decía que “el marxismo es el análisis concreto de una situación concreta”. El reconocimiento de aquellos avances, a los que se le podría sumar la renovación de la Corte Suprema, por ejemplo, o de programas económicos como la Asignación Universal por Hijo (aún con sus limitaciones) no me impide percibir la explotación del trabajo asalariado inherente a toda sociedad capitalista, el trabajo “en negro” tan extendido en nuestro país,  la extranjerización de la economía, la sojización del agro, la megaminería a cielo abierto, la trampa del INDEC, la regresividad del régimen tributario, el lento despojo de la inflación, la crisis energética, el desplome del transporte público y muchas otras cosas más. Espero que también coincida conmigo en que Trotsky era un comunista inclaudicable. Pero él, a diferencia de usted, distinguía matices. Su mundo no era de blanco o negro. Por eso cuando llegó a México no titubeó un segundo en aplaudir la política petrolera de un régimen burgués nacional como el de Lázaro Cárdenas, y se acogió de buen grado al asilo que le otorgaba su gobierno aunque reconociera, al mismo tiempo, las limitaciones y contradicciones del régimen. Aplaudiendo, en suma, los adelantos del reparto agrario -de nuevo, aún con sus limitaciones- y la nacionalización petrolera a la vez que censuraba el contenido burgués del proyecto cardenista.¿Por qué no imitar esa correcta actitud de Trotsky para analizar concretamente el caso argentino? He criticado hasta el cansancio las limitaciones y contradicciones de lo que el oficialismo denomina “el modelo”, pero quien habla de contradicciones asume que hay algunos aspectos positivos en la gestión del gobierno nacional aunque en el balance los negativos tengan un peso insoslayable. Ignorar esto tiene como precio caer en una metafísica fundamentalista del “todo malo vs. todo bueno”, o en una historia concebida como la interminable cadena de traiciones de los dirigentes –Lenin, Stalin, Mao, Ho Chi Minh, Allende, Fidel, Chávez, Evo, Correa- perpetradas en contra de masas eternamente frustradas en sus aspiraciones revolucionarias. Pero, repito, esto es metafísica y el tema no me interesa. Entre otras cosas porque es políticamente estéril y a mí me interesa cambiar el mundo, no tan sólo denunciar sus iniquidades.
Por último: si de ir a lugares se trata, déjeme decirle que tampoco fui a tomar champán con periodista alguno del Grupo Clarín o Radio Mitre, algo que repugna mis más profundas convicciones. Por eso, contrariamente a lo que usted dice,  me sobra autoridad moral para hablar de todos estos temas aún con una persona como usted, que no tolera la disidencia y la discusión política y que su único reflejo ante ello es la diatriba y la descalificación de su interlocutor. ¡Ah!, de paso, más vale que se preocupe por educar a sus muchachos porque están haciendo un papelón inigualable con sus comentarios e insultos en mi blog,  convirtiéndose en los hazmerreir de quienes me visitan. Hubo uno que calificó a la Venezuela bolivariana como un “estado policial”, que es lo que dicen a coro los periodistas del Grupo Clarín. Sin embargo, en ese “estado policial” un candidato afín a sus ideas, Orlando Chirino, pudo participar en las últimas elecciones presidenciales, proponer su candidatura y hacer su campaña criticando acerbamente al gobierno sin que nadie lo molestara. Lástima que sólo pudo obtener unos 4.000 votos, contra más de 8.000.000 de Chávez. Conviene que se pregunte por las razones de tan resonante derrota. Otro de sus compañeros, anónimo también él, me acusa de haberme tomado “en serio el cuentito del imperialismo”. Fiel a las enseñanzas de dirigentes como usted, para este compañero el imperialismo es apenas “un cuentito”.  Hágase un favor a usted mismo y mándelos a estudiar. Si tiene desconfianza de los demás hay un par de notables trotskistas -lamentablemente fallecidos ya- y de cuya amistad me enorgullecía: Ernest Mandel y Daniel Bensäid que escribieron varios libros sobre el “cuentito” del imperialismo. Ojalá que sus muchachos le hagan caso y se pongan a estudiar.
 
Postsciptum:
Apenas terminé de redactar estas líneas fui advertido por mucha gente en la web de que había salido una nueva nota, esta vez firmada por Gabriel Solano y Jorge Altamira, en donde mi persona era objeto de un vitriólico ataque enhebrando una sarta de mentiras, calumnias e insultos tan absurdos que lejos de enojarme me produjeron lástima. De ahí el epígrafe de Trotsky al comienzo de esta nota. Tiene toda la razón cuando escribió que “la corrección y precisión del lenguaje es condición indispensable de un pensamiento recto y preciso”, como  debe ser el marxismo. Y también cuando recordaba que “terminar radicalmente con el lenguaje injurioso no es cosa fácil si se tiene en cuenta que el desenfreno en el lenguaje tiene raíces psicológicas y es una consecuencia del escaso grado de cultura de los suburbios.”  Por un momento pensé en responder a ese desenfreno pero luego caí en la cuenta de que el esfuerzo no valía la pena. Al fin y al cabo son expresiones de un sector residual de la izquierda mundial que jamás protagonizó ninguna de las grandes revoluciones que cambiaron la historia universal en el siglo XX.  Ni la revolución mexicana, ni la rusa, ni la china, ni la vietnamita, ni la  boliviana, ni la cubana ni la sandinista se beneficiaron con su arrojo y su sabiduría; tampoco fueron favorecidos con su apoyo Salvador Allende en Chile, Juan Bosch en República Dominicana o Jacobo Arbenz en Guatemala. Vino entonces a mi memoria una apropiada frase de Marx en el Prólogo del Primer Tomo de El Capital con la cual pongo fin a una controversia que pretendió ser política pero que no lo fue ni tiene las menores condiciones para serla. La frase decía así: Bienvenidos todos los juicios fundados en una crítica científica. En cuanto a los prejuicios de la llamada opinión pública, a la que nunca he hecho concesiones, será mi divisa, como siempre, la del gran florentino:Segui il tuo corso, e lascia dir le genti! [¡Sigue tu camino y deja que la gente hable!].
¡Hasta la victoria, siempre!
Atilio A. Boron
 
¿Qué opinan pues?
 
 

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 01/09/2014 02:59
Acerca de la nota anterior
año 2012

 La impecable respuesta de Atilio Borón a un pibe trosko del PO

 
Días atrás compartí la crítica de Borón hacia la posición de los troskos del Partido ¿Obrero? que se solidarizaron  con el impresentable Lanata y defenestraron a un líder popular como es Hugo Chavez. Luego algunos troskos trasnochados, empachados de panes rellenos y de lecturas de las solapas (leer completo sería demasiado) de los libros de Trostky, salieron a responderle a Atilio Borón de la única forma que saben hacer desde su concepción paleoizquierdista: autovictimizándose, relativizando todo y poniendo a todos dentro de la misma bolsa, agraviando y alegando con argumentos que habrán sacado de algún resumen que hablaba de marxismo. La respuesta del doctor Borón no se hizo esperar y es imperdible.
Estos son las cosas que decimos en cuanto a pensamiento crítico, al verdadero rol del intelectual: Borón (es sabido) no se lo puede tildar de kirchnerista, pero aún así, con sus criticas hacia algunos aspectos de este proceso, sabe reconocer y diferenciar. Algo que no figura en el diccionario trosco. 
Dr. Amor


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