La imagen del coronel, los relatos salvajes del movimiento obrero, y “La izquierda diario”
El 30 de julio de 2014 un provocador de gendarmería, infiltrado de civil, fue descubierto metido en la columna de los trabajadores de LEAR, y las organizaciones solidarias que luchan contra los despidos en la planta de Pacheco. Como es debido el tipo fue sacado a empujones, aunque su condición merecía más. Esa secuencia del provocador sería de una lamentable “rutina”, si no fuera por el registro fotográfico y audiovisual de ella.
Las imágenes que tomamos y difundimos en >este articulo< no tenían nombre, por lo que solo cabía la descripción literal del animal, apelando al color del pelaje. Un mes después el periodistaHoracio Verbistky clasificó la especie “El canoso de barba es el coronel (R) del arma de Caballería Roberto Angel Galeano, un comando de 55 años que estuvo en las Malvinas con Mohamed Ali Seineldín, fue jefe de Inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba, y de Contrainteligencia en la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército.” Puede leerse en >este artículo<.
La imagen del coronel nunca hubiera existido sin la denuncia que el PTS y el CEPRODH realizó, señalando una vez más la continuidad del “proyecto X“. Aparato que consiste justamente en la infiltración y el registro de imágenes de manifestantes para su persecución y criminalización.
En los últimos días, la película “Relatos salvajes” es éxito de taquilla, aunque las claves de su éxito no sea solo la empatía del público con las historias, sino el apoyo de los tanques de distribución. Sea como sea, la película de Damián Szifrón se queda corta, como se plantea en >éste articulo<: “se pueden encontrar muchos elementos de una realidad social, pero para expresar la idiosincrasia argentina faltan muchos personajes a esta historia”. Se me ocurre que los mejores relatos están surgiendo en el movimiento obrero.
Los trabajadores de LEAR con sus delegados legítimos a la cabeza vienen enfrentando los despidos de una patronal bien “buitre”, que está siendo defendida por la burocracia del SMATA, que dice sin más que los despidos en la industria automotriz son justificados. También del lado de los empresarios están Berni y la gendarmería, reprimiendo, y plantando provocaciones de dudosa inteligencia, como las del comando inteligente Roberto Angel Galeano. Pero es importante señalar que todo esto no tiene nada que ver con una película, en esta historia se juegan procesos reales, que involucran a centenares de familias, miles de personas, bajo amenaza directa, literal, de represión y persecución. Enfrentando el objetivo capitalista de convertir obreros en nuevos pobres.
Vivimos en una sociedad dominada por el lenguaje de las imágenes, al punto que los mejores slogans de propaganda son aquellos que pueden generar una imagen en la mente. La ideología fluye más fácil apelando a esos torrentes del inconsciente. “Patria o buitres” es uno de ellos, producida en las usinas del gobierno. “Familias en la calle, nunca más”, es otra de ellas, producida por los trabajadores en lucha y la izquierda. La consigna de los trabajadores arraiga en la historia reciente, en el recuerdo del 2001 y la crisis que los capitalistas tiraron sobre el pueblo. La consigna del gobierno arraiga también en la historia nacional antiimperialista. Pero, aunque las imágenes, tomadas desde un punto de vista materialista, preexisten a las ideas como las piedras, solo pueden vivir apoyadas en fuerzas reales, fuerzas sociales. Esa es la condición para cualquier relato.
En este sentido “Patria o buitres” tiene alcance corto, en tanto es una frase para la tribuna mientras se busca pagar taca taca y se defiende a las empresas, es el lenguaje de la “imagen pura”, es “puro medio” que si o si termina en el rostro de Pignanelli. Mientras que “Familias en la calle nunca más” se vuelve fuerza material en los trabajadores que ponen a funcionar la gráfica Donnelley bajo control obrero.
La secuencia del provocador de la Gendarmería, el comando salvaje de la panamericana de pelo blanco, que ahora sabemos es el coronel Roberto Angel Galeano; junto a la secuencia del gendarme que se tira sobre el capot del auto, revalorizan con todo la necesidad de poner en pie nuevos medios desde la izquierda. Potentes, amplios, masivos.
En este sentido creo que viene a cubrir el espacio el proyecto de “La izquierda diario“ que estamos llevando adelante.
Me viene a la mente citar a Umberto Eco cuando abordaba el tema de los medios ya en 1963 y sobre todo su relación con la inmediatez de la información:
“el hombre de la era “visual” recibe una mole vertiginosa de informaciones sobre todo cuanto está ocurriendo en el espacio, en detrimento de las informaciones sobre los acontecimientos temporales (y dado que la noticia visual envejece, la comunicación periodística está fundada en la novedad, el hecho de ayer no es ya noticia, y se da el caso de que el ciudadano de la ciudad actual sabe todo cuanto acontece hoy en Nueva York, pero no recuerda nada, ni siquiera las fechas, del conflicto coreano). Esta pérdida del sentido histórico es sin duda grave, pero lo que Cohen-Séat deja quizás en la sombra es que la información sobre todo cuando “está ocurriendo” es siempre una garantía de libertad. Saber, como el esclavo egipcio acababa finalmente por saber, aunque quizá diez años más tarde, que algo ha ocurrido, no me ayuda a modificarlo; en cambio saber que algo está ocurriendo me hace sentirme corresponsable del acontecimiento. Un siervo de la gleba medieval nada podía hacer para aprobar o desaprobar la primera cruzada, de la cual tenía conocimiento años después; el ciudadano de la metrópoli contemporánea, el día mismo de la crisis cubana, pudo tomar partido por uno u otro de los contendientes y contribuir a determinar el curso de los acontecimientos…”
Tomando en cuenta este último párrafo cabe la pregunta, volviendo a la imagen del Coronel ¿Qué van a hacer vos? trabajador, estudiante, artista, documentalista o lo que seas, sabiendo esta información.