Fecha de publicación 11 septiembre 2014
Han
pasado 13 años desde los atentados contra el Centro Mundial del
Comercio (WTC en inglés) de Nueva York en el que murieron 2,843
personas. A la fecha todavía hay quienes cuestionan la versión
oficial. Phillip Marshall, un expiloto de la CIA y la DEA y autor de
dos libros sobre la conspiración interna que permitió la tragedia fue
encontrado sin vida, junto a sus hijos y su perro, en su casa el año
pasado.
Hace 13 años, el 11 septiembre de 2001, el Centro
Mundial del Comercio de la ciudad de Nueva York, uno de los núcleos
financieros más importantes del mundo, fue atacado por militantes de la
organización Al Qaeda, para ese entonces liderada por Osama Bin Laden,
un antiguo socio de Washington, armado y entrenado por la CIA.
Los sucesos de este día, que mataron a casi 3.000
personas, cambiaron la historia del mundo y desencadenaron la "guerra
contra el terrorismo" que EEUU extendió por varios países de Medio
Oriente, que aún sufren sus consecuencias.
El relato oficial de lo que sucedió ese día, y lo que cientos de medios se encargaron de replicar, ya lo conocemos.
Pero voces alternativas se han atrevido a cuestionar
la versión oficial de lo sucedido aquel 11 de septiembre. La mayoría
coinciden en que de ningún modo la primera potencia militar del mundo,
pudo haber permitido un ataque semejante, lo que nos deja dos hipótesis
posibles:
- No fue un “ataque” externo, todo fue “autoatentado” para justificar la guerra.
- El Gobierno lo sabía, y lo permitió para justificar sus planes belicistas.
Proteger a los Bin-Laden
En Fahrenheit 9/11, el documentalista estadounidense
Michael Moore afirma que, pese a existir sospechas de que el ataque fue
perpetrado por Al-Qaeda, es decir por Osama Bin Laden, y de que existía
una orden de no permitir vuelos sobre territorio estadounidense, 24
miembros de su familia fueron evacuados vía aérea.
“En
los días posteriores al 11 de septiembre todos los vuelos comerciales y
privados fueron retenidos en tierra (...) en realidad ¿quién querría
volar?. Nadie. Excepto los Bin Laden (...) La Casa Blanca aprobó planes
para recoger a los Bin Laden y a otros muchos saudíes. Al menos seis
aviones privados y casi dos docenas de aviones comerciales sacaron de
EEUU a los saudíes y a los Bin Laden después del 13 de septiembre. En
total 142 saudíes, incluídos 24 miembros de la familia Bin Laden fueron
autorizados a abandonar el país”.
La Casa Blanca aprobó planes para recoger a los Bin Laden y a otros muchos saudíes
Reacción lenta
Quien fuera el encargado de la oficina
antiterrorista de EE.UU. para el 11 de septiembre de 2001,
Richard Clarke, declaró que, en comparación con la magnitud de la
"amenaza" que representaba Al-Qaeda y Bin Laden, cuya base estaba en
Afganistán, sólo fueron enviados 11 mil soldados y no fueron enviados
directamente al lugar donde se escondía el saudí.
“Su
acción fue lenta y de pequeña envergadura. Enviaron sólo 11 mil
soldados a Afganistán. Hay más policía aquí en Manhattan que tropas
estadounidenses en Afganistán. El Presidente (George W. Bush) convirtió
la respuesta al 11-S en una burla. Debió de ir directamente por Bin
Laden. Nuestras tropas especiales tardaron en llegar a la zona donde
estaba Bin Laden dos meses” . Richard Clarke. Encargado de la oficina antiterrorista de EEUU durante el 11-S
El objetivo es Irak
Además, Clarke recuerda que el 12 de septiembre de
2001, se reunió con Bush y éste le pidió que los informes de lo ocurrido
24 horas antes arrojaran que detrás de los ataques estaba una "mano
iraquí".
"El
Presidente (George W. Bush) de forma muy intimidatoria nos dio a mi
equipo y a mi indicaciones muy claras de que quería que volviéramos con
la conclusión de que detrás del 11-S había una mano iraquí, porque
habían estado planeando hacer algo con Irak antes de acceder al poder
(...) Fue Irak-Saddam, investigue e infórmeme (...) Donald Rumsfeld,
cuando hablamos de bombardear la infraestructura
de Al-Qaeda en Afganistán, dijo que no había buenos objetivos
en Afganistán, bombardeemos Irak. Entonces le dijimos: 'pero Irak no
tiene nada que ver con esto', pero eso no pareció importarle mucho". Richard Clarke. Encargado de la oficina antiterrorista de EEUU durante el 11-S
Quería que volviéramos con la conclusión de que detrás del 11-S había una mano iraquí
¿Hay un video del impacto en la primera torre?
El internacionalista francés Thierry Meyssan publica
en su libro: 11 de septiembre de 2001: La Terrible impostura, la
transcripción de una entrevista a George W. Bush donde habla de haber
visto en la escuela primaria en la que se encontraba en Florida, el 11
de septiembre de 2001, un video del primer avión que chocó contra la
Torre Norte del World Trade Center.
"Estaba sentado fuera de la clase, esperando
el momento de entrar, y vi un avión que chocaba contra la torre —la
televisión estaba, claro está, encendida—.Y como yo mismo he
sido piloto, me dije, pues vaya, qué mal piloto. Dije, debe tratarse
de un horrible accidente. Pero me llevaron (a la clase) y no tuve tiempo
de pensar en eso. Estaba pues sentado en el aula y Andy Card, mi
secretario general que puede ver sentado allí, entró y me dijo 'Un
segundo aparato se ha estrellado contra la torre, Norteamérica está
siendo atacada'", dijo Bush a un periodista.
“Así
pues, según sus propias declaraciones, el presidente de Estados Unidos
vio imágenes del primer choque antes de que ocurriera el segundo. Esas
imágenes no pueden ser las que tomaron por casualidad Jules y Gédéon
Naudet. En efecto, los hermanos Naudet estuvieron todo el día filmando
en el World Trade Center y su video sólo lo difundió la agencia Gamma
trece horas más tarde. Se trata, por lo tanto, de imágenes secretas que
le fueron transmitidas sin demora en la sala de comunicación de
seguridad que se había instalado en la escuela primaria en previsión de
su visita. Pero si los servicios de información estadounidenses pudieron
filmar el primer atentado es porque habían sido informados previamente.
Y en ese caso, ¿por qué no hicieron nada para salvar a sus
compatriotas?”. Thierry Meyssan. 11 de septiembre de 2001: La Terrible impostura (2002).
Por un nuevo Pearl Harbor
Phillip Marshall (1) escribió dos
libros que echan abajo las teorías oficiales de la tragedia del 11 de
septiembre. En su libro “El gran engaño”, Marshall asegura que los 2.843
muertos en N. York hace 13 años, sirvieron de excusa para provocar los
cambios que han ocurrido desde el 11 de septiembre, era necesario un
ataque estilo Pearl Harbor en Estados Unidos.
Cita un documento publicado por Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC), "Reconstruyendo las Defensas de America": 'la transformación sería muy larga, por falta de algún evento catastrófico o catalítico como un nuevo Pearl Harbor'.
Marshall afirma que al culpar a Osama bin Laden del
ataque, esto se podría usar para justificar una política de guerra
preventiva en contra de Irak, y finamente contra Siria e Irán.