Fidel Castro promete leer y comprender a Stephen Hawking en cuanto se lo permita su actual tarea relacionada con 'la producción de alimentos en cantidad y calidad suficientes'.
En la noche del pasado miércoles, la Televisión Cubana transmitió la acostumbrada Mesa Redonda, esta vez dedicada al trigésimo aniversario del Instituto Superior de Diseño (ISDI). Antes de pasar al tema en cuestión, como es también costumbre, se leyó la noticia del día, que no fue la reducción del pronóstico de crecimiento económico mundial por parte del FMI, ni la inminente conquista de la ciudad siria de Kobani por los yihadistas; ni siquiera algún homenaje rendido al llamado Guerrillero Heroico, Ernesto Guevara de la Serna, en el aniversario de su captura en Bolivia.
De hecho, la noticia del día no fue un texto informativo sobre algún acontecimiento importante para el mundo o solo para Cuba, como el aumento de rendimiento agrícola en áreas cañeras.
La noticia del día fue el artículo de opinión "El porvenir incierto", firmado por Fidel Castro Ruz. El texto había sido publicado en la edición del Granma y leído en el informativo matutino "Buenos Días", y durante el noticiero de mediodía. Y la única información importante que puede desprenderse de su lectura es que en nuestro país no ha cesado el culto a la personalidad.
En términos netamente periodísticos, es difícil determinar el tema del artículo del llamado Eterno Líder de la Revolución Cubana. ¿La evolución del Homo Sapiens y su capacidad para pensar? ¿La creación del universo? ¿El empeño del nuevo Secretario General de la OTAN en promover la guerra contra la Federación Rusa?
En un momento del texto, el líder promete leer y comprender el libro de Stephen Hawking Historia del Tiempo, cuando su actual tarea relacionada con "la producción de alimentos en cantidad y calidad suficientes" se lo permitan.
¿Tendrá en mente Fidel Castro nuevos experimentos para "sacar adelante" la producción de alimentos en Cuba? En una edad en que podía esperarse de él más lucidez que ahora, cuando el tiempo ha tenido los lógicos efectos en sus capacidades físicas e intelectuales, tuvo ideas funestas para la economía y la producción en el país: la siembra del café caturra, la Ofensiva Revolucionaria que eliminó "los últimos vestigios de la burguesía", (léase cualquier timbiriche que garantizaba el sustento a algún cubano).
Otro de sus experimentos fue la pomposamente llamada Zafra de los Diez millones, que no se alcanzaron, y hoy solo se conoce con el modesto nombre de Zafra del 70. A aquella zafra nuestros medios se refieren como la más grande en la historia de la Isla, no como la más costosa, al punto de casi implicó arrasar el país. No mencionan que Fidel Castro fue advertido por especialistas de la imposibilidad de llegar a 10 millones de toneladas de caña de azúcar en una zafra y que él desoyó los criterios especializados.
No se habla en los medios oficiales del fracaso de la siembra del café caturra, ni de la eliminación incluso de la pequeña propiedad privada, aunque ahora se intente, tibiamente, revertir ese error (sin reconocer que se cometió un error). Y es que no podemos aspirar que nuestros gobernantes procuren revertir sus errores (o algunos de ellos) y además los admitan.
Es casi deseable que Fidel Castro dedique su tiempo a leer la obra de Stephen Hawking, e incluso que luego intente explicárnosla. Aún cuando resulte insólita la relevancia concedida a un artículo firmado por él, sobre otros de más peso y mejor argumentados, esto será preferible a la posibilidad de cualquier nuevo experimento suyo con la producción de alimentos y la economía del país.
Comentarios [ 28 ]
Caballeros !!!! A Moringon lo van a llevar a Miami por Halloween y se va a llevar el primer premio sin disfraz, si acaso le van a poner un sombrero de bruja, y ya esta !!!!!!