En
las localidades ocupados de Novorrussia los militares ucranianos
continúan el terror contra la población civil. Y, además, si antes
trataban de "justificar" sus acciones ilegales como lucha contra el
"separatismo", ahora ni siquiera intentan hacer parecer sus crímenes
como algo "legal"
Según
los residentes locales, en Rodinskoye, cerca de Krasnoarmeisk, el 19 de
octubre fascistas que estaban allí, entraron en la casa de un civil,
Alexander Ferents. Lo golpearon fuertemente y le cortaron los dedos,
ahora él está en el hospital, a su esposa le cortaron una oreja. Además
de hacer esta atrocidad los castigadores se llevaron también todos los
electrodomésticos de la casa y cerca de 20.000 grivnas.