Vagabundos en un parque de Santa Clara. (VANGUARDIA)
La prensa oficial villaclareña reconoció este miércoles la proliferación en Santa Clara de vagabundos y ancianos limosneros y dijo que el tratamiento del problema no admite "dilaciones ni titubeos". No obstante, señaló a la familia como principal responsable y "olvidó" mencionar las pensiones miserables que paga el Gobierno a los jubilados como la causa de que muchos sean incapaces de sostenerse.
Un reportaje publicado por el periódicoVanguardia recurrió al eufemismo "deambulantes" para referirse a los mendigos, cuya presencia se ha disparado en las ciudades de la Isla en las últimas décadas.
"Hace mucho que los deambulantes de Santa Clara evolucionaron de triste espectáculo en una esquina cualquiera a asiduos protagonistas de la cotidianidad", admitió la publicación, que describió a los vagabundos, en su mayoría, como alcohólicos y personas con problemas psiquiátricos.
Según Vanguardia, Villa Clara tiene los mayores índices de envejecimiento a nivel nacional y las personas de la tercera edad conforman la mayor parte de los mendigos.
Aileen Garriga Miranda, jefa del Departamento Provincial de Salud Mental, dijo que en el caso de los adultos mayores, el asunto adquiere matices más preocupantes.
"Con los abuelos sucede algo muy doloroso: aun cuando es cierto que algunos no tienen a nadie, hay hijos y nietos para quienes el anciano es una carga, y si tienen que escoger entre trabajar o atenderlos, prefieren abandonarlos a su suerte casi todo el día o los despojan de sus viviendas y posesiones", dijo Garriga Miranda.
"Es inadmisible que esto ocurra en nuestras comunidades, a la vista de cualquiera, dado que existen grupos de prevención en todos los municipios. Se supone que desde la atención primaria de salud el propio médico de la familia deba caracterizar los casos potenciales e informarlos a tiempo para que actúen los trabajadores sociales, la PNR, los CDR, la FMC, Salud, Fiscalía y todos los demás implicados en el control de las tendencias deambulantes", afirmó.
Ni la funcionaria ni la autora del reportaje, la periodista oficialista Liena María Nieves, mencionaron que las jubilaciones que reciben los ancianos cubanos en muchos casos no llegan a los 10 dólares al mes y ni siquiera son suficientes para pagar la cada vez más exigua cantidad de productos que vende el Gobierno a través de su sistema de racionamiento.
Tampoco que los salarios que reciben sus familiares son igual de magros, de unos 20 dólares mensuales.
Atacar el problema y no su causa
Vanguardia recordó que el Código Penal cubano contempla el delito de "abandono de menores, discapacitados o desvalidos", en el cual incurre "el que abandone a un incapacitado o a una persona desvalida a causa de su enfermedad, su edad o por cualquier otro motivo, siempre que esté legalmente obligado a mantenerlo y a alimentarlo". Las penas de cárcel van de los tres meses a los 12 años, según la gravedad del caso y las consecuencias para el afectado, incluida la muerte.
El periódico provincial defendió al Estado, dijo que éste "no puede ocupar el puesto de nodriza que corresponde a las familias", calificó de "excesivos los gastos que pueden suponer la atención a estas personas marginadas y señaló "la carencia de capacidades" para recibirlos.
Según la publicación, en marzo pasado los consejos de administración provinciales recibieron para su análisis y discusión un informe elaborado por el Ministerio de Economía y Planificación, "cuya esencia se centra en una propuesta para la atención a personas con conductas deambulantes".
El paso implica que las autoridades conocen la gravedad de la situación, aunque por ahora la reacción ha sido tratar de ocultarla cuando se producen acontecimientos que llevan a la Isla a personalidades internacionales, como la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños o la visita del papa Benedicto XVI.
En ambas ocasiones el régimen realizó "recogidas" forzosas de vagabundos, que luego volvieron a las calles en la misma situación de indefensión.
El Gobierno ha creado una "comisión de prevención" de la cual forman parte al menos tres instituciones represivas —el Ministerio del Interior, los Comités de Defensa de la Revolución y la Fiscalía—, además del MINSAP, la Centra de Trabajadores de Cuba (CTC, el sindicato del régimen) y el Ministerio de Comercio Interior, indicó Vanguardia.
Funcionarios cubanos reconocieron el año pasado que el país necesita más hogares de ancianos y geriatras, ante el veloz envejecimiento de la población.
En Villa Clara existen 1.063 capacidades en hogares y casas de abuelos, pero 278 de ellas están desocupadas debido al deterioro de las instalaciones y la falta de mantenimiento, dijo Rafael Ibáñez Azán, director provincial de Salud Pública.