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Los círculos de poder en Cuba temen perder sus prebendas

El Partido Comunista Cubano deberá acelerar las reformas a su interior.

Banderas de EEUU y de Cuba ondean en un balcón de la Habana Vieja tras el anuncio del acercamiento

FRANK LÓPEZ BALLESTEROS | EL UNIVERSAL

domingo 21 de diciembre de 2014 07:28 AM

El Gobierno de Cuba se enfrenta a su mayor prueba de supervivencia política, por lo que deberá acelerar las reformas al interior del Partido Comunista Cubano (PCC) que le permitan, al mismo tiempo, actualizar el modelo económico si no quiere dejarse arrastrar por la "corriente capitalista".

La historia de Cuba cambió el miércoles 17 de diciembre. Estados Unidos ha modificado su política hacia la isla luego de 53 años de distanciamiento "porque fue un enfoque obsoleto", como reconoció el propio presidente estadounidense, Barack Obama. Ambos países acordaron restablecer relaciones diplomáticas y en este sentido los desafíos al interior del régimen son arduos.

Al interior del monolítico sistema cubano es difícil medir la temperatura de las tensiones internas, por lo que en un ambiente de transformación histórico lo primero será demostrar unidad al exterior por más que no llegase a existir.

El presidente cubano Raúl Castro encabezó este viernes la sesión semestral de la Asamblea Nacional que ratificó por unanimidad acuerdos de reconciliación con la Casa Blanca, con lo que ratifica su postura.

Para Castro las relaciones con Washington le ofrecen una oportunidad para dinamizar los procesos de reforma económica, liberalización política y apertura que lentamente conduce, a pesar del rechazo de ciertos círculos de poder temerosos de perder prebendas.

El PCC acumula desafíos clave. "La transición generacional, la transición de un modelo económico y el proceso de liberalización política son los objetivos pendientes", resaltaba Arturo López Levy, prominente académico de las universidades de Denver y Colorado, en Estados Unidos.

El proceso de "adaptación del socialismo" que adelanta Castro desde 2011 ha generado una incipiente clase media que roza con la ya instituida élite económica del Estado, donde los militares ostentan el mayor espacio y se relacionan cada vez más con el emergente empresariado local.

Un relajamiento de las sanciones de Estados Unidos, como ha prometido Obama, se traduce indudablemente en la entrada de capitales extranjeros que oxigenarán la economía cubana, y es allí donde manejar y canalizar esos recursos puede desatar una lucha de poderes.

Ahora, además, las fuerzas armadas pujan porque el control de las finanzas y el poder sea heredado por ellos y no civiles, a la luz de que el teórico sucesor del poscastrismo es Miguel Díaz Canel, un civil de 55 años, elevado a la categoría de primer vicepresidente del Consejo de Estado en 2013.

El PCC "apuesta por facilitarle a los herederos un gobierno lo más tranquilo posible con Estados Unidos, encaminado a mantener una dictadura fuerte, pero con un poder político controlado por los comunistas y con una economía entre privados y públicos", explicaba Luis Enrique Ferrer, dirigente de la Unión Patriótica de Cuba, la mayor organización opositora dentro de la isla.

Castro ha tratado de crear un gobierno a su medida, con figuras vinculadas a sus visiones tras asumir las riendas de Cuba en 2006, y si bien los " líderes históricos" que triunfaron con la revolución aún toman decisiones, sus allegados temen ver reducidos sus beneficios.

"Ese pequeño grupo de la vieja guardia, de 70 y 80 años de edad, está tratando de perdurar hasta donde pueda, porque son los que tienen las manos llenas de sangre. Ellos son los más re ticentes a esa apertura porque la 'marea capitalista' en la propia casa es un reto ideológico contundente", matizaba Ferrer.

Poder verde oliva

En Cuba 70% de la economía la dirigen generales veteranos de la revolución así como un séquito de uniformados que controla negocios de alimentos, energía, recursos minerales, industria militar o turismo, éste último la segunda mayor fuente de ingresos del país.

López-Levy advierte que "los retos al sistema político de la isla, a sus nudos totalitarios y su falta de transparencia y competitividad partidista, crecerán ante la ausencia de argumentos de emergencia" como lo eran el "enemigo norteamericano, la invasión y el antiyanquismo".

Hay una dinámica que está llevando a un modelo en el cual el PCC tiene más voz, se ha institucionalizado y los mandos militares básicamente retienen sectores clave del área económica, pero un escenario de ansiedad democratización en la isla aún está por verse.