Hoy voy a contarles la leyenda de tres Reyes Magos llegados de Oriente que fueron elegidos por Dios para que adoraran a su hijo Jesús. Los Magos se guiaron por una misteriosa estrella que los llevó hasta Belén, encontrando en un humilde establo a un niño que acababa de nacer. Muy silenciosos se acercaron y arrodillaron frente al niño para ofrecerles sus presentes.
El primero fue Melchor que ofreció oro al niño y le dijo... "Te traigo oro porque reconozco en ti al que ha de tener más poder que todos los reyes de la tierra, al que ha de ser Rey de los Reyes".
El turno llegó para Gaspar que depositó a los pies del niño un cofre conteniendo incienso y le dijo... "Te traigo incienso porque reconozco en ti al que todos han de reconocer como a un Dios verdadero".
Y por último en acercarse fue Balthasar, que dejando un cáliz a sus pies conteniendo mirra le dijo... "Te traigo mirra por reconocer en ti al Hijo del Hombre que ha sufrir y derramar su sangre por salvar a la humanidad doliente".