La noticia más esperada llegó al mediodía con millones de cubanos aguantando la respiración: Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los tres agentes que guardaron prisión por más de 15 años en cárceles norteamericanas, ya pisaban tierra insular. El contratista estadounidense Alan Gross, prisionero en La Habana por cinco años, y un espía de Washington retenido por dos décadas y cuyo nombre no ha sido revelado, desembarcaron en la base militar Andrews, en el estado de Maryland.
Desde su despacho, el presidente cubano Raúl Castro hizo la alocución que fue transmitida por la radio y la televisión locales, mientras Barack Obama habló desde la Casa Blanca. La simultaneidad de las declaraciones oficiales coincidieron con el tono respetuoso de ambos mandatarios, que anunciaron el restablecimiento de sus respectivas embajadas. Poco después, John Kerry anunciaba una futura visita a la Isla –el primer Secretario de Estado que lo haria en casi 60 años-, y el Departamento del Tesoro emitía un comunicado donde declaró que las sanciones financieras a Cuba serán enmendadas en las “próximas semanas”.
La reacción de los cubanos ha sido de felicidad y estupor. Nadie estaba preparado para semejantes noticias, todas juntas. La gente se abrazaba y felicitaba en las calles. “Es un milagro de San Lázaro”, aseguró María Candelaria, una ama de casa del barrio de Luyanó, devota del santo más popular de Cuba, que cada 17 de diciembre celebra su día.
Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), reaccionó ante la prensa diciendo “si alguien me preguntara qué es la felicidad, es esto que estamos viviendo nosotros”. El reverendo Raúl Suárez, director del Centro Martin Luther King Jr, admitía que su primer pensamiento había sido para Fidel Castro, que vivía lo suficiente para ver este momento. Muchos recordaban este miércoles que en julio de 2001, el líder de la Revolución había anunciado que volverían los Cinco –quedaban en EEUU tres, porque René González y Fernando González habían regresado tras cumplir íntegramente sus condenas-. “Fidel lo prometió, y Raúl lo cumplió”, dijo a La Jornada Evelio Martínez, un maestro jubilado.
Expertos en las relaciones de Estados Unidos y Cuba, reconocían que difícilmente se olvidará este día. El Presidente Obama anunció, sin decirlo directamente, el fin de bloqueo, aseguró el abogado cubano José Pertierra, cuyo bufete está en Washington y se encuentra en La Habana participando en un encuentro académico sobre las relaciones entre ambos países. “Cuba logró que se levantara el bloqueo, sin hacer ni una sola concesión a los Estados Unidos”, añadió.
Los cubanos han reaccionado con desbordada emotividad ante la noticia del regreso de los agentes cubanos encarcelados en EEUU, que la población considera como héroes. “Los Cinco tuvieron que ir a los Estados Unidos a defender a los cubanos del terrorismo que se originaba desde Miami, y la USAID mandó a Alan Gross a Cuba como subcontratista, parte de un proyecto clandestino de Washington para desestabilizar al gobierno cubano”, recordó Pertierra.
Pero no es menos significativo que el Presidente de EEUU utilizó su autoridad ejecutiva para anunciar la normalización de relaciones, y el relajamiento de las restricciones de viajes para los estadounidenses a Cuba. También, amplió y flexibilizó las transacciones comerciales y financieras entre los dos países.
“Lo que queda del bloqueo es un cascarón, que el Congreso de los Estados Unidos tendría eventualmente que acabar de enterrar”, dijo Pertierra. El Presidente no puede legislar el fin del bloqueo. Tiene, sin embargo, la discreción para licenciar, dentro de los parámetros de la ley conocida como Helms-Burton, los viajes de estadounidenses a la isla.
“Anunció que lo iba a hacer. Tiene la potestad de licenciar el comercio con Cuba, y anunció que así hará. Tiene la potestad de licenciar trámites bancarios con Cuba, y anunció que así hará. Tiene la potestad para quitar a Cuba de la lista de países terroristas, y anunció que así hará”, añadió el abogado.
El Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, reconocía por su parte que el retorno de Alan Gross a los Estados Unidos, combinado con la liberación de Gerardo, Tony y Ramón marcan una nueva etapa en la relación entre los dos países. Es una señal del fin de las hostilidades de Washington hacia La Habana, aseguró en una entrevista con la televisora Cubavisión Internacional.
(Tomado de La Jornada)