El Departamento de Defensa estadounidense baraja esa opción bajo el
pretexto de que Rusia habría violado el tratado de 1987 de misiles
nucleares de mediano y corto alcance (INF, según su sigla en inglés).
Se trata de volver a desplegar misiles de crucero con ojivas
nucleares de EE.UU. en Europa, retirados del viejo continente al final
de la guerra fría.
El pretexto formal para ello es el desarrollo por parte de Rusia de
un nuevo misil de crucero, que según los Estados Unidos viola el tratado
de 1987 sobre la reducción de armas nucleares de mediano y corto
alcance. Así lo informa el portal estadounidense The Washington Free
Beacon, citando a un alto funcionario del Pentágono que habló en el
Congreso este miércoles.
Brian P. McKeon, subsecretario adjunto de Defensa para políticas,
dijo que el despliegue de misiles de crucero figura entre las opciones
que se barajan por el Pentágono si Rusia no vuelve al cumplimiento del
Tratado de Armas Nucleares de Corto y Medio Alcance (Intermediate-Range
Nuclear Forces Treaty – INF) de 1987.
Cabe recordar que el tratado supuso la prohibición de misiles
balísticos y de crucero con un alcance de entre 500 y 5000 kilómetros,
cuya destrucción fue concluida por ambos Estados en 1991-1992. El misil
ruso que tanta rabia provoca al Pentágono es el R-500, con el que se
prevé dotar los sistemas de misiles rusos Iskandér-M (desplegados por
Rusia en su frontera occidental en respuesta al despliegue del sistema
antimisiles estadounidense en Europa).
De acuerdo con los resultados de sus ensayos realizados en 2007, en
el polígono de Kapustin Yar, el misil es invisible para los radares
enemigos y en la etapa final puede realizar giros bruscos y lanzar
señuelos, haciendo su interceptación prácticamente imposible.
RT