Uno de los testimonios de ma­yor relevancia fue el del ministro de Planificación Federal, Julio de Vido. En un extenso comunica­do, el integrante del gabinete na­cional hizo un pormenorizado detalle de porqué Argentina ja­más podría haber negociado al­go (impunidad por el atentado a la AMIA o cualquier otra cosa) bajo la premisa comercial “gra­nos por petróleo”. 

“Nunca se me consultó a mí ni a ningún área bajo mi dependen­cia si era necesario bajo la actual matriz energética contar con pe­tróleo iraní”, arrancó su publica­ción, antes de desglosar porqué jamás se podría haber presenta­do tal propuesta de intercambio. 

“Argentina importa menos del 1% del total de petróleo procesa­do y el mismo tiene que ser livia­no similar al medanito de Neu­quén a efectos de completar la capacidad y calidad de los reque­rimientos de los procesos de refi­nación y el más próximo y simi­lar se encuentra en Nigeria". 

Acto seguido, destacó porqué el crudo iraní sería inútil para las refinerías argentinas: “no cum­ple con los parámetros de cali­dad del crudo requeridos por las refinerías locales atento al alto contenido de azufre y la densi­dad del mismo”, aclaró. 

Además, consideró “indignante que se pueda denunciar sin prue­bas y sin hechos, y me resulta in­tolerable que una autoridad ju­dicial pueda decir que la denun­cia del Fiscal Nisman es una version hipotetica no demostra­da”.