Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Herramientas
 
General: Confirmado el procesamiento del vicepresidente de Argentina
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: t-maria2  (Mensaje original) Enviado: 20/02/2015 21:30

Confirmado el procesamiento del vicepresidente de Argentina

Los tres jueces que integran la Cámara Federal ratifican la sentencia que acusaba a Boudou de recibir el 70% de la empresa que imprimía billetes del Estado

 
Amado Boudou

Amado Boudou, el pasado 9 de junio. / GUSTAVO AMARELLE (AFP)

 

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, observa estos días cómo a medida que se acerca el fin de su tercer y último mandato ante las presidenciales de octubre, la Justicia estrecha el cerco sobre ella y su Gobierno. Por un lado, los tres magistrados que integran la sala I de la Cámara Federal ratificaron este jueves la sentencia promulgada en junio por el juez Ariel Lijo contra el vicepresidente del Gobierno, Amado Boudou. Confirmaron así el procesamiento de Boudou “como autor de los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho pasivo”. Boudou es el primer vicepresidente argentino procesado durante el desempeño de su cargo en dos siglos de historia del país. Pero la presidenta decidió mantenerlo en su puesto desde que hace tres años estalló el escándalo por el que ha ido acumulando pronunciamientos judiciales adversos.

Amado Boudou, que ejerce también de presidente del Senado, puede recurrir ante dos instancias superiores y eludir así sentarse en el banquillo de los acusados durante el desempeño de su cargo. No obstante, el fallo de la Cámara Federal compromete aún más la posición de Cristina Fernández y debilita la carrera política de un hombre que vio cómo el abogado que lo representaba, Diego Pirota, presentaba su renuncia la semana pasada “para encarar desafíos profesionales distintos”.

Pero no terminan ahí las malas noticias para la presidenta. El juez Claudio Bonadio, que investiga supuestas operaciones de lavado de dinero en el hotel patagónico Hotesur, propiedad de la presidenta y de sus dos hijos, Máximo y Florencia, fue ratificado el jueves en su puesto. La sala I del Tribunal de Apelaciones de la Cámara Federal rechazó la recusación que había planteado contra el juez Romina Mercado, sobrina de la presidenta e imputada en el caso.

Ambos pronunciamientos llegan después de que unas 400.000 personas respaldaran el miércoles en Buenos Aires la marcha silenciosa que convocaron cinco fiscales como homenaje a Alberto Nisman, el fiscal que falleció cuatro días después de denunciar a la presidenta por encubrimiento de terroristas. Mientras tanto, el juez Daniel Rafecas decidirá estos días si admite la denuncia contra la presidenta por encubrimiento de terroristas que presentó Alberto Nisman el 14 de enero y hace una semana impulsó el fiscal Gerardo Pollicita.

La situación para el Gobierno no tiene nada que ver con la que disfrutaba hace tres años, cuando sobrevinieron las primeras acusaciones contra Boudou. El 6 de febrero de 2012 el periodista del Grupo Clarín Jorge Lanata emitió una entrevista en la que Laura Muñoz, exesposa del empresario Alejandro Vandenbroele, aseguraba que su marido era testaferro, hombre de paja, de Amado Boudou. Ése fue el inicio de lo que entonces se conocería como el caso Ciccone.

Laura Muñoz afirmaba que la conexión entre ellos venía a través de un íntimo amigo de Boudou llamado José María Núñez Carmona. El dato era importante porque Vanderbroele estaba vinculado al fondo de inversión The Old Fund, que se hizo con la propiedad de la empresa Ciccone, encargada de la impresión de los billetes de 100 pesos. Si la denuncia de Laura Muñoz resultaba cierta, se probaría que en realidad el propietario de Ciccone era Amado Boudou.

A partir de aquel programa, el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo comenzaron a investigar a Boudou. El Gobierno de Cristina Fernández se encontraba en su máximo apogeo. Fernández acababa de ganar unas presidenciales con un 54% de los votos, a una distancia abismal del segundo candidato que se quedó con un 16%. Los rumores sobre si Fernández terminaría soltándole la mano a Boudou resultaron falsos. Y dos meses después de la denuncia, el 5 de abril de 2012, Boudou pronunciaba en el Congreso una conferencia de prensa de 40 minutos, sin derecho a preguntas. Se presentó confiado, relajado y sonriente. Cargó contra el fiscal general, Esteban Righi, contra el fiscal Rívolo y contra el juez Rafecas. Se declaró víctima de una operación mafiosa orquestada por el grupo Clarín. Días después de aquella comparecencia, Righi presentó su dimisión y Rívolo y Rafecas fueron apartados inmediatamente del caso por la Cámara Federal. Eran otros tiempos. Ahora, Rafecas será quien decida si acepta la denuncia de Nisman y Gerardo Pollicita contra Cristina Fernández por encubrimiento de terroristas.

Mientras tanto, el jueves la Cámara Federal ratificó el falló en el que Ariel Lijo señaló que Boudou aprovechó su condición de ministro de Economía entre 2009 y 2011 para que la imprenta Ciccone recibiera beneficios fiscales. Y, a cambio, el entonces ministro se quedaría con el 70% de la empresa. ¿A través de quién? De una persona interpuesta, el empresario Alejandro Vandenbroele. Boudou siempre negó conocer a Vandenbroele. Pero los jueces no creen necesario ese conocimiento directo para que el empresario actuara como testaferro del vicepresidente. En ese esquema, Vandenbroele se limitó a “acatar las órdenes” recibidas por Boudou a través de intermediarios, según señala el tribunal.

El tribunal explica de forma muy detallada el entramado en el que Boudou fue una parte decisiva. Para que la imprenta Ciccone pudiera contar con un certificado fiscal que le permitiese operar con el Estado “y convertirse, sin obstáculo alguno, en la próxima proveedora de billetes”, era necesario saldar el dinero que adeudaba al organismo recaudador de impuestos, la AFIP. Y para eso, debía “perfeccionarse un plan de pagos para salir de la quiebra”. (…) “Este es el recordado plan de pagos en el cual Amado Boudou tomó intervención y que el magistrado tildó de ilegal”, aclara el fallo.

Ahora, el caso Ciccone y el caso Hotesur avanzan de forma inexorable en los tribunales. Sin olvidar, la denuncia de Nisman y Pollicita y la investigación sobre la muerte del fiscal.



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: t-maria2 Enviado: 21/02/2015 11:37

Detenido el supuesto testaferro del vicepresidente de Argentina

El empresario vinculado por la Justicia a Amado Boudou está acusado en una causa por lavado de dinero en Uruguay

 
Amado Boudou

Amado Boudou, el pasado 9 de junio. / GUSTAVO AMARELLE (AFP)

 

El cerco judicial sobre el kirchnerismo se estrecha después de la masiva marcha del pasado miércoles para reclamar el esclarecimiento de la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman. Este viernes por la noche fue detenido en la provincia de Mendoza, Alejandro Vandenbroele , el supuesto testaferro que habría usado el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, para quedarse con la imprenta que imprimía los billetes de 100 pesos, según el procesamiento judicial que afecta a ambos. Pero esta vez no es la justicia de Argentina la que apunta contra Boudou sino la de Uruguay, que pidió a Interpol su detención por una causa sobre lavado de dinero.

Un juez contra el crimen organizado de Montevideo, Néstor Valetti, quiere indagar a Vandenbroele por sospechosas inyecciones de fondos en una sociedad holandesa, The Old Fund, a través de otra radicada en Uruguay. A través de The Old Fund, Vandenbroele compró con la imprenta de billetes Ciccone. En 2012, su exposa lo acusó ante el periodista Jorge Lanata de ser el supuesto testaferro de Boudou. A partir de entonces comenzó una investigación judicial contra el economista que la presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fernández de Kirchner, había elegido como candidato a vicepresidente en las elecciones en las que juntos habían conseguido el 54% de los votos en 2011.

Boudou, que sonaba entonces como el posible sucesor de Fernández, rápidamente vio truncada sus aspiraciones políticas, pero nunca renunció a su cargo ni pidió una excedencia. La jefa de Estado siempre lo ha respaldado. En 2014, el juez Ariel Lijo lo procesó por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y sobornos. En su escrito de procesamiento Lijo presume que, cuando era ministro de Economía de Fernández entre 2009 y 2011, Boudou diseñó un plan de facilidades de pago de impuestos para que Ciccone saldara deudas con Hacienda y pudiese recibir contratos para imprimir los billetes de 100 pesos. También lo enjuició porque sospecha que realmente Vandenbroele era el hombre de paja del ahora vicepresidente argentino.

Boudou está procesado por presuntos sobornos en la causa que involucra al supuesto testaferro

El procesamiento de Boudou fue confirmado este jueves por un tribunal superior, pero el fiscal de la causa prevé que el juicio contra él solo se inicie después de las elecciones en las que en octubre próximo se votará al sucesor de Fernández. El supuesto testaferro del vicepresidente ha quedado arrestado, pero ahora habrá que ver si Argentina lo extradita a Uruguay. El Gobierno de Fernández tiene la última palabra.

El escándalo de la imprenta Ciccone, que fue estatalizada en 2013, se suma a las investigaciones judiciales contra la jefa de Estado. A diferencia de Boudou, Fernández no ha sido procesada en ninguna. En enero pasado, cuatro días antes de morir, Nisman la denunció por supuesto encubrimiento de terroristas islámicos. La semana pasada, el fiscal Gerardo Pollicita tomó esa acusación y la incriminó de manera formal. Habrá que ver si el juez a cargo, Daniel Rafecas, desestima la imputación o decide investigarla. Hay prestigiosos juristas que consideran difícil que se pruebe que Fernández cometió un delito en este caso.

Además, el juez Claudio Bonadio investiga a Fernández, sus dos hijos y su sobrina por presunto lavado de dinero a través de la compañía familiar Hotesur. En este caso, un hotel de los Kirchner mantenía contratos con el empresario kirchnerista Lázaro Báez, procesado por blanqueo de capitales.



 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados