Reafirmamos nuestra solidaridad con el Presidente Nicolás Maduro y el pueblo venezolano. Invitamos a la oposición a que respete la Constitución, canalice sus propuestas por la vía electoral, y entienda de una vez que en Venezuela no hay retorno en la construcción de una sociedad justa, libre y democrática.
Demandamos a Estados Unidos que cese en su intento por derrocar a la Revolución Bolivariana y que se dé cuenta que América Latina y el Caribe no es ya su patio trasero, que existen pueblos y gobiernos que han dicho basta a su tradicional política hegemónica e intervencionista.
Convocamos a la solidaridad internacional. No sólo están en riesgo los grandes logros sociales y la democracia participativa bolivarianas, sino la propia estabilidad regional y la perdurabilidad de mecanismos de integración como ALBA, UNASUR, CELAC y MERCOSUR, legado del comandante Chávez.
Como la CELAC y UNASUR, exigimos respeto para Venezuela y sus autoridades legítimamente establecidas, y llamamos a las naciones del mundo a condenar los nuevos atropellos y a apoyar el orden constitucional en la patria de Bolívar.
Venezuela no está sola, Venezuela se respeta.
REDH (Capítulo México)