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General: ELEGIDO POR SU PRONTUARIO
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De: Matilda (Mensaje original) |
Enviado: 28/02/2015 00:11 |
Elegido por su prontuario
Aníbal Fernández, ex hombre de Duhalde que fue también figura fuerte del kirchnerismo durante todo el ciclo K, vuelve al centro del gobierno. Su rol político como defensor de cualquier causa. La Masacre de Avellaneda y el caso Julio López. Las acusaciones por la crisis ferroviaria contra Pino Solanas y la izquierda. Su defensa del rol de la Policía Federal en el asesinato de Mariano Ferreyra.
El regreso de Aníbal Fernández al centro del gobierno nacional como Jefe de Gabinete vuelve a colocar en primera plana política a un hombre que estuvo junto al kirchnerismo desde el comienzo. Pero cuya carrera política comenzó bastante antes. Veamos los rasgos más salientes del prontuario del hombre elegido por Cristina Fernández para comandar el gabinete en el último tramo de su gobierno.
De Menem y Duhalde al kirchnerismo
Entre los principales cargos que ocupó, Aníbal Fernández fue designado en 1997 Secretario de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Eduardo Duhalde. Ya con Carlos “mano dura” Ruckauf en la gobernación, ocupó la cartera de trabajo provincial, y con la llegada de Duhalde a la Presidencia de la Nación, tras las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 que acabaron con el gobierno de Fernando de la Rúa, ocupó la Secretaría General de la Presidencia.
En ese último cargo se desempeñaba cuando tuvo lugar la Masacre de Avellaneda en la que fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón. Aníbal Fernández era entonces un alto funcionario de un gobierno que llevó adelante un crimen planificado para poner orden en plena crisis nacional, disciplinando a los sectores de lucha más combativos. Una semana antes de aquel 26 de junio de 2002, Duhalde había declarado que los “intentos de aislar a la Capital no pueden pasar más, tenemos que ir poniendo orden”. Sus ministros Atanasof, Alvarez (hoy jefe de campaña de Massa) y Matzkin, reiteraban la advertencia: “Se van a impedir los bloqueos como sea”.
Mientras Clarín titulaba que “la crisis” había causado dos nuevas muertes, desde el gobierno se quiso instalar la teoría de que había sido una “pelea entre piqueteros”. Aníbal Fernández, con un tono “servicial”, mostraba lo que luego sería recurrente en él, la capacidad de defender cualquier hipótesis en función de las necesidades políticas del momento. Decía entonces que “nosotros conocíamos desde hace 20 días que iba a suceder una cosa de estas características, porque nos habían hecho los comentarios y sabíamos que se organizaba para el 22 y el 23, en el estadio Gatica, en Villa Domínico, una asamblea de piqueteros en la que se iba a discutir los pasos a seguir. En esa asamblea se habló de lucha armada, en esa asamblea se definió lo que ellos llaman un plan de lucha, que no es otra cosa que un cronograma de hostilidades”.
Pero las evidencias documentales que muestran el rol asesino de las fuerzas de seguridad, y la gran movilización popular como respuesta a la masacre, dieron vuelta la historia. Duhalde tuvo que acelerar la transición y convocar a elecciones.
Aníbal Fernández versión K
Multitudinarias movilizaciones exigían durante la crisis de 2001 “que se vayan todos”. Pero el kirchnerismo, con doble discurso para dialogar con los nuevos aires, y aprovechando el repunte económico, se encargó de restaurar el poder del Estado, tan cuestionado por aquel entonces. Eso incluyó conservar a la mayor parte de la casta política de los partidos tradicionales. Aníbal Fernández fue uno de ellos, y se incorporó al gobierno K, primero como Ministro del Interior, luego como Ministro de Justicia, Seguridad y ¡Derechos Humanos!, y finalmente como Jefe de Gabinete, cargo al que vuelve ahora luego de su paso por el Senado desde fines de 2011.
Durante el desempeño de sus distintos cargos, siempre locuaz, fue uno de los principales encargados de poner la cara ante situaciones difíciles para el gobierno, armando versiones increíbles de distintas crisis y montando acusaciones insostenibles.
La famosa afirmación de que Julio López podía estar en la “casa de una tía”, fue uno de los ejemplos en este sentido. Esa versión insostenible frente a la desaparición del testigo contra Miguel Etchecolatz el 18 de septiembre de 2006, buscaba sostener la primera versión del gobierno nacional, que negaba su desaparición, y desviar la atención de los indicios de sobra que conducían a la responsabilidad de la Policía Bonaerense en el caso. Hombre fuerte de las fuerzas de seguridad, Aníbal Fernández estaba bien dispuesto a jugar ese papel.
Otro rol importante que jugó Aníbal Fernández fue el de intentar deslindar al gobierno nacional de las crisis estructurales que el kirchnerismo no resolvió a pesar de los años de crecimiento a “tasas chinas”, especialmente en lo que respecta al sistema ferroviario. Buscó, por ejemplo, en 2008, responsabilizar a Pino Solanas y al Partido Obrero por incidentes ocurridos en el ex ferrocarril Sarmiento ante la bronca por el mal servicio.
Pero más grave sería en 2010 su rol en ocasión del asesinato de Mariano Ferreyra, cuando el ya Jefe de Gabinete defendió el accionar de la Policía Federal: “hizo lo que tenía que hacer”, dijo Aníbal Fernández. Por el contrario, desde el lado de los manifestantes se denunció la connivencia entre la policía y la patota asesina de José Pedraza, dejando una “zona liberada”.
Casi un año después del asesinato de Mariano Ferreyra, fue detenido junto a otras cuatro personas el dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, uno de los referentes de la oposición a José Pedraza en la Unión Ferroviaria. En una burda operación, se lo acusó de asociación ilícita por el incendio de tres formaciones del Sarmiento en mayo de 2011. Frente a las críticas y movilizaciones contra la criminalización de la protesta social, y exigiendo la libertad de los detenidos, Aníbal Fernández salió a defender el accionar del juez que ordenó las detenciones: “Debe tener elementos contundentes. Existió algo preparado. Nadie viaja con bidones de nafta para quemar vagones”.
A este prontuario se agrega el asesinato de tres inmigrantes en el Parque Indoamericano por parte de la Policía Federal, fuerza con la que Aníbal Fernández, hombre fuerte de las fuerzas de seguridad, siempre tuvo una estrecha relación. Por otro lado, en distintas ocasiones se lo ha denunciado por supuesto vinculo con el narcotráfico y operaciones de espionaje.
El gabinete y los funcionarios del fin de ciclo K
Un hombre con este prontuario ocupará entonces el centro del gabinete para los últimos meses del ciclo kirchnerista, reemplazando al ya desgastado Capitanich, que además tenía que regresar al Chaco a ocuparse de sus múltiples problemas en la política provincial. El cambio fue acompañado por el nombramiento de "Wado" de Pedro en la Secretaría General de la Presidencia, un cambio pejotista con formato camporista.
Fernández es un "todo terreno" capaz de defender cualquier causa, y eso puede ser de utilidad para un gobierno que llega con crisis al final de su mandato. Por estos servicios, como fue revelado en los últimos días, los que forman parte del gabinete cobran sueldos brutos de hasta 100.000 pesos mensuales (a la vez que buscan cerrar las paritarias docentes con salarios muy por debajo de la canasta familiar). El último año de CFK requerirá de estos trabajos, ya que la “crisis Nisman” puso al desnudo el oscuro entramado de relaciones entre los servicios de inteligencia y los poderes del Estado, en el cual están comprometidos tanto el gobierno nacional como la oposición de los partidos tradicionales. Como denunció ayer en el Congreso Nacional el Diputado del PTS-FIT Nicolás del Caño, con la reforma de inteligencia votada por el kichnerismo, el aparato de espionaje sigue intacto.
Este 24 de marzo, contra la polarización del gobierno y la oposición, marchemos contra el espionaje y la impunidad, por las demandas de los trabajadores, las mujeres y la juventud, para darle otra salida a la crisis nacional. |
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De: Matilda |
Enviado: 28/02/2015 01:46 |
Alberto Santillán: “Aníbal Fernández debería estar preso por su responsabilidad en la Masacre de Avellaneda”
La Izquierda Diario conversó con el padre de Darío Santillán, el joven asesinado junto a Maximiliano Kosteki hace trece años en el Puente Pueyrredon. Su opinión sobre el nuevo “ascenso” de Aníbal Fernández, quien fue secretario general de la Presidencia de Eduardo Duhalde cuando mataron a su hijo.
Foto: Indymedia Argentina
Si bien Aníbal Fernández nunca se fue del gobierno, hace poco volvió al centro de la escena cuando lo nombraron secretario general de la Presidencia. Y ahora sube un escalón más, volviendo a ser Jefe de Gabinete ¿Qué opinás?
Cualquier opinión que tenga sobre Aníbal Fernández nunca va a ser buena ni positiva. Hay que tener en cuenta sus antecedentes, desde cuando en los 90 lo buscaba la policía y él se había fugado, cosas que quedan en el pasado y la gente se olvida. En lo que hace al asesinato de mi hijo, a él le cabe la misma responsabilidad que al resto de los funcionarios de aquel gobierno. Es uno de los tantos personajes sueltos que son culpables de las muertes de Darío y Maxi y siguen enquistados en el poder. El pensamiento que tengo sobre él es el mismo que tengo sobre este gobierno. Yo estuve reunido con Néstor Kirchner, que se comprometió a investigar y no lo hizo. Así que en ese sentido este gobierno ha sido cómplice del asesino Duhalde. Es otra de las tantas vergüenzas de este gobierno. Uno se pregunta cómo carajo pueden mantener a personajes como Boudou como vicepresidente. Y esa soberbia que no les permite reconocer el más mínimo error frente a tantas cagadas que se mandan. Aníbal Fernández no sólo no tendría que estar ahí, ocupando ese puesto, sino que debería, cuanto menos, estar siendo investigado por la responsabilidad que le cabe en la Masacre de Avellaneda.
Muchos de los responsables políticos de esa masacre, como Duhalde, Solá, Juanjo Álvarez, Atanasof y Aníbal Fernández hoy están enfrentados unos con otros. Pero a la hora de cubrirse las espaldas por aquellos asesinatos están todos juntos.
Siempre lo hemos dicho. Nosotros sabemos que hacia fuera aparecen enfrentados o con distintas ideas, pero hacia adentro siempre se arreglan. Las complicidades de unos y otros son las mismas. Duhalde, por ejemplo, ya casi no está. ¿Pero por qué Reutemann ahora vuelve a aparecer, con todas las responsabilidades que le caben por lo del 19 y 20 de diciembre de 2001 y por las inundaciones en Santa Fe? Con tanta gente inocente que murió. Y sin embargo vuelve a estar enroscado con el resto. Esta política les permite eso, decir una cosa y hacer otra.
En septiembre del año pasado se desarchivó la causa que investiga las responsabilidades intelectuales y políticas de la denominada Masacre de Avellaneda, donde están imputados desde Duhalde hasta Aníbal Fernández. ¿En qué estado está esa causa?
Si bien logramos que se desarchive, en realidad la causa prácticamente no se ha movido. En todo este trayecto lo único que hubo fue un entorpecimiento de las cosas y una falta de voluntad política y de la Justicia. El papel que cumplió en su momento el fiscal (Miguel Ángel) Osorio, que ahora está ascendido, tuvo el objetivo de entorpecer las investigaciones. Lo mismo le cabe al juez Ariel Lijo, con quien tuve una charla y me reconoció que archivó la causa por pedido del fiscal sin siquiera haberla leído. Una causa con una enorme cantidad de irregularidades, brutalidades e hijaputeses, con pruebas que desaparecieron, conversaciones de la SIDE perdidas y tantas otras cosas. Yo no soy un letrado pero cuando vi todo eso me dí cuenta de cómo no fueron capaces de investigar y llegar hasta donde tenían que llegar. Además está el hecho de que la acusación que tuvieron Fanchioti y Acosta (los policías condenados por apretar los gatillos, NdR) no es la misma que hay para Ruckauf, Duhalde y compañía. En el caso de los policías es “homicidio agravado por alevosía”, lo que permitió que los condenaran a perpetua. En cambio la carátula contra los políticos es “homicidio simple”. Y también está el tiempo que corre y puede terminar haciendo que la causa prescriba. Nosotros estamos tratando de que, primero, cambie la carátula. Y en segundo lugar que quede determinado como un delito de lesa humanidad, porque el mismo Estado que supuestamente te tiene que proteger es el que te mata. Esta causa no tiene que prescribir y por eso seguimos luchando.
Ustedes fueron víctimas, tanto con el crimen de Maxi y Darío como en la impunidad que le siguió, de un ataque conjunto de todos los poderes del Estado. ¿Qué opinás de la polarización que se plantea hoy entre el Poder Judicial y el gobierno?
La complicidad entre la política, la policía y la Justicia es lo que permitió llevar adelante la Masacre de Avellaneda. No hay que olvidarse que mientras asesinaban a Darío y a Maxi salieron a los pocos minutos a decir que había sido un enfrentamiento entre piqueteros y se habían matado entre ellos. Ese mismo 26 de junio el hijo de puta de Solá recibe a Fanchioti y lo felicita por su labor, prometiéndole un cargo más alto. Si no hubiese sido por las fotos que sacaron “Pepe” Mateos y Sergio Kovalevsky, que se las dieron a Página/12 porque tenían miedo que nunca salieran a la luz, todo se hubiera cajoneado y hubiese quedado como un enfrentamiento entre piqueteros. Por eso la complicidad entre la Justicia, la política y la policía existe siempre.
A fines de 2003, cuando tuvieron esa reunión con Néstor Kirchner, ¿hablaron de la culpabilidad de Aníbal Fernández en la Masacre de Avellanera? Recordemos que entonces era su ministro del Interior.
Efectivamente Fernández dio un salto directo del gobierno de Duhalde al de Kirchner. Puntualmente ese día no hablamos de él. En realidad Kirchner conmigo no quiso hablar nunca. Pero como en ese momento estaba la cosa tensa con todo el tema de los desocupados, el movimiento Aníbal Verón (que era compacto y no se había dividido todavía) logró entrevistarse con él y, gracias a los compañeros, yo pude meterme en la reunión. Y ahí le planteamos directamente el tema de la Masacre de Avellaneda, aunque sin hablar puntualmente de Aníbal Fernández. En ese momento las palabras de Kirchner fueron que él se comprometía a llegar hasta las últimas consecuencias. A mí me pasó la mano por el hombro y me dijo “Santillán, quédese tranquilo, que a mí no me importa el político de que se trate pero si es responsable de la muerte de su hijo y de Maximiliano, lo vamos a condenar”. Una gran mentira.
Algo más que quieras agregar
Les agradezco a ustedes. Para mí es importante que tengamos este espacio, porque sabemos que en esta prensa que hacen ustedes y en la que nace de los lugares genuinos es donde se dice la verdad. No en los grandes diarios donde todo tiene su precio.
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Qué te pasa, Matilda ?????
Tenés miedo que en vez de Scioli, Aníbal Fernández sea el nuevo Presidente ???
Dejala decidir a Cristina, y no embarrés la cancha, que para eso está Clarín.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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no estaría mal eh? |
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De: Matilda |
Enviado: 01/03/2015 15:28 |
La verdad que no, me divierto soberanamente de ver como les llueven sapos y ustedes tragando. Patético! |
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Para mí, el mejor candidato a Presidente es Kicillof.
Pero si no es él, será otro.
Lo importante es que no sea Scioli.
Como bien dijo el Intendente de Berazategui : "Mejor perder con uno de los nuestros, que ganar con un infiltrado".
Lo patético es que vos, Matilda, estés pronta a demonizar a todo aspirante K, revolviendo en un supuesto pasado. Entiendo que son las directivas que te imparten tus referentes.
Aquel era de la UCD, el otro viene del menemismo, ese era duhaldista, etc, etc.
Lo que vos en verdad querés es que se interrumpa este proceso de inclusión social, recuperación económica y soberanía política para que el país vuelva a subordinarse al capital financiero transnacional.
Cuanto peor, mejor. ¿No?
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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De: Matilda |
Enviado: 02/03/2015 17:03 |
Parrrrrrdóoon??? Demonizar? demonizar???
Acaso miento? invento? o no existe ningún problema en haber sido de la UCEDE como Boudu? y haber sido duhaldista o menemista como Aníbal Fernández?Por qué no la nombran a María Julia que ya fué de los dos juntos!!???
Francamente, ésa es la falta de ideología que siempre los lleva para allá y los trae para acá. Pero no te preocupes todo ese rejunte lo que hace es poner en evidencia lo que en realidad son: nada. Y nada , es lo que van a dejar, van a pasar ,lo mismo que el menemismo, sin pena ni gloria.
PD: yo conozco un viejo ex nazi que les puede servir....jijiji |
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