Los kirchneristas, nerviosos con la denuncia de la izquierda
Luego de la intervención en la Cámara de Diputados en la que Nicolás del Caño (PTS-FIT) demolió el relato oficial según el cual el kirchnerismo se acordó después de 12 años de "democratizar" los nefastos aparatos de inteligencia que tuvo a su servicio durante todo su mandato, desde el bloque oficialista intentaron responder fallidamente, con agravios y descalificaciones.
Otra vez no pudieron explicar cómo es que durante todo su gobierno -e incluso antes cuando muchos kirchneristas eran menemistas y duhaldistas- mantuvieron el entramado de espionaje e impunidad de la ex SIDE.
Así quedó en evidencia cuando la diputada María Emilia Soria (FPV- Río Negro) planteó una cuestión de privilegio contra Nicolás del Caño. El diputado mendocino recordó durante su intervención que en junio de 2002 la SIDE armó un “informe” en el que decía que las organizaciones piqueteras habían montado un complot para derrocar a Eduardo Duhalde, con un plan insurreccional cuyo primer acto sería el corte del Puente Pueyrredón. La Masacre de Avellaneda planeada desde la Rosada y ejecutada por la Bonaerense dejó como saldo decenas de heridos y a dos compañeros asesinados: Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Esa evocación del plan criminal del que fueron parte varios ex duhaldistas hoy reconvertidos en kirchneristas es la que se pretendió silenciar, así como el rol y la continuidad de las nefastas tareas de los servicios de inteligencia. Carlos Soria, fallecido años atrás y padre de la diputada kirchnerista, era el Jefe de la SIDE durante aquellos hechos.
También la diputada misionera ultrakirchnerista Silvia Risko salió al cruce de Nicolás del Caño dedicándole una parte importante de su intervención, durante el cierre que el bloque del Frente para la Victoria dio al debate sobre la ley. Aunque tampoco pudo oponer ningún argumento serio a las denuncias fundadas de la izquierda sobre la verdadera estafa que se pretende con la nueva Ley de Inteligencia y sobre los casos denunciados por espionaje e infiltración durante la "década espiada". Molestó escuchar Proyecto X, el Coronel Galeano infiltrado en Lear y Américo Balbuena de la Federal en la Agencia Walsh. Molestó escuchar que tienen al frente del Ejército a un general como Milani, acusado por delitos de lesa humanidad. Molestó escuchar que fueron socios de Stiuso hasta hace poco nomás.
Nuevamente sin fundamentos serios, nerviosos y sin más recursos que el agravio, no pudieron callar a la izquierda. Luego de los ataques de Soria y Risko, Del Caño respondió contundentemente planteando una cuestión de privilegio donde manifestó que "de ninguna manera podemos aceptar este tipo de agresiones y el nerviosismo que hay en el bloque del Frente para la Victoria por una denuncia certera de impunidad que nosotros estamos haciendo. Si han convivido durante doce años con los servicios de inteligencia y han puesto al frente a Stiuso, entonces que se han cargo".
“Todos los 26 de junio, tal como lo hice el año pasado, nos movilizamos al puente Pueyrredón junto con el padre de Darío Santillán y las organizaciones convocantes para exigir justicia y que paguen los responsables intelectuales del crimen de Maximiliano Kosteki y de Darío Santillán. Fanchiotti disparó pero hubo responsables políticos como Aníbal Fernández, quien en ese momento también era secretario general de la Presidencia, o el mismo Eduardo Duhalde. Entonces, no somos cobardes ni irresponsables sino que estamos junto a todas las organizaciones y a los familiares exigiendo justicia y que los responsables intelectuales del asesinato paguen y vayan presos”, agregó el diputado mendocino.
Todo un síntoma que el kirchnerismo haya tenido que cerrar el debate parlamentario en el Congreso sobre la nueva Ley de Inteligencia teniendo que dedicar tantas palabras a atacar a la izquierda.