El juez federal Ariel Lijo ayer desestimó una denuncia penal contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por los informes, obstruir la investigación de la misteriosa muerte del entonces AMIA Alberto Nisman fiscal especial.
Lijo rechazó ayer la denuncia diciendo que no hubo delito, tras el dictamen emitido por el fiscal federal Diego Iglesias, quien pidió al magistrado a abandonar el caso.
La demanda fue presentada por el periodista Cristián Sanz, quien acusó a Fernández de Kirchner, el Procurador General Alejandra Gils Carbó, el secretario de Seguridad Sergio Berni y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de tratar de encubrir la muerte de Nisman. El fiscal especial AMIA fue encontrado muerto el 18 de enero, cuatro días después de presentar cargos contra el presidente por haber firmado el Memorando de Entendimiento con Teherán con el fin de proteger a los autores intelectuales iraníes del atentado de AMIA que mató a 85 en 1994.
Según Sanz - un periodista que por lo general hace acusaciones explosivas pero no logra reunir pruebas para sostenerlos - los funcionarios tomaron medidas para impedir la sonda. Por ejemplo, acusó al presidente de los informes, teniendo públicamente dicho que Nisman se suicidó y luego lo que sugiere que fue asesinado.
"La denuncia se basaba en la especulación de un individuo que tiene la información de los medios de comunicación acerca de la forma en que se está llevando a cabo la investigación sobre la muerte de Nisman. Sin embargo, no hay evidencia de un crimen ", escribió Lijo.
Lijo es el juez que procesó el año pasado el vicepresidente Amado Boudou por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública por su papel en la venta de Ciccone, la empresa de menta que imprime los billetes de pesos en el país. Nombrado durante la era kirchnerista, Lijo se dice que es el cerebro detrás de una embestida judicial contra la Casa Rosada en el juzgado de Comodoro Py.
El 14 de enero, Nisman presentó su denuncia penal ante Lijo - que estaba de vacaciones y siendo reemplazado por su colega María Romilda Servini de Cubría. Nisman decidió llevar el caso a la corte de Lijo como el 46-años de edad, es magistrado a cargo de investigar el encubrimiento del caso AMIA durante la década de 1990. Fuentes cercanas a Lijo dijeron al Herald que el juez había estado en contacto con el fiscal de la AMIA antes de ser encontrado muerto y también asistió a su funeral. Sin embargo, decidió abandonar el caso - que fue enviado a los tribunales Daniel Rafecas.
La semana pasada, Rafecas - otro juez designado durante la era kirchnerista cuya imparcialidad ha sido cuestionada por Boudou - desestimó el caso diciendo Fernández de Kirchner no trató de encubrir a los sospechosos iraníes.
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