Diego Lagomarsino era el empleado del fiscal Alberto Nisman encontrado muerto la semana pasada en Argentina.

Diego Lagomarsino, el hombre que vio por última vez con vida a Alberto Nisman y que además le prestó el arma con la que el fiscal perdió la vida, rompió el silencio.
“Me dijo que el arma era para llevar en la guantera”
Lagomarsino, rodeado de los medios locales y tratando de responder a cada pregunta en medio del alboroto, contó cómo fue la última vez que vio a Nisman.
"Nisman me llamó a las 16.25 para decirme que fuera a su departamento". Lagomarsino dijo que tardó solo 20 minutos en llegar y que una vez que entró a la casa, vio una mesa llena de papeles.
“En la mesa del fiscal había mucha documentación sobre el caso cuando llegue a su apartamento”, explicó.
"'¿Tienes un arma?'. Me dejó totalmente mal parado, no entendía nada, porque imaginense que están con una persona que es su jefe y les pregunta eso. No podía creer que me estuviera preguntando eso. Lamentablemente le dije que sí. 'Pero tú tienes seguridad', respondí. 'Pero ya no confío ni siquiera en la custodia'", le argumentó Nisman.
 

El periodista que dio la primicia sobre la muerte de Alberto Nisman dejó Argentina por miedo a su seguridad.

Después, según el relato de Lagomarsino, el fiscal le dijo que sus hijas tenían miedo de que algo les pasara por estar con él. Y luego el fiscal remató para convencer a su empleado: "Me dijo que el arma era para llevar en la guantera por si un loquito viene con un palo y me dice traidor hijo de puta”.
Nisman, debido a su cargo, era custodiado por varios agentes, pero él mismo ya no confiaba ni en la gente que le rodeaba.
Lagomarsino volvió a su casa para recoger la pistola, regresó al departamento de Nisman, en donde lo vio entregar un sobre a uno de sus custodios, y le dio el arma para después marcharse.
"Nisman me había dicho que nos veríamos después de la declaración que haría el lunes". El fiscal se iba a presentar el lunes ante el Congreso para ofrecer detalles sobre sus acusaciones a la presidenta Kirchner y a varios altos funcionarios.
Pero el domingo Nisman no respondió a los llamados de Lagomarsino.
 La presidente cambio de opinión y expresó a través del Internet que al funcionario lo utilizaron y luego lo mataron.
Hoy por hoy, este joven es el único imputado en las investigaciones sobre esta polémica y cuestionada muerte. La razón es la de haberle prestado a Nisman el arma Bersa calibre 22 que fue encontrada junto al fiscal, sin vida, en el piso del baño de su departamento en un exclusivo barrio de Buenos Aires, Argentina.
Dan el último adiós al fiscal Nisman
"Nisman somos todos" o "¡Queremos justicia!" fueron los reclamos que decenas de personas, con pancartas en mano, realizaron mientras aguardaban el carro con los restos del fiscal argentino Alberto Nisman, que tras un ritual judío, será velado en la intimidad por sus familiares y amigos.
Tres patrullas policiales cortejaron el vehículo que trasladó el cuerpo de Nisman de la morgue, tras once días de investigación de su misteriosa muerte, hasta un edificio de la mutual judía AMIA, donde realizaron "el lavado ritual del cuerpo de acuerdo a lo establecido por las normas judías", informó la organización.
Con la ayuda de creyentes ortodoxos y agentes de la policía porteña, el vehículo abandonó el barrio de Once, tradicionalmente judío y en pleno centro de Buenos Aires, para ser velado en una casa funeraria en Belgrano, al norte de la capital.
Allí las fuerzas de seguridad acordonaron a unos 100 metros los diferentes accesos a la funeraria.
En las vallas para cortar las calles, ciudadanos fueron colgando espontáneamente pancartas con mensajes de apoyo a los allegados a Nisman, encontrado muerto con un disparo en la cabeza el domingo 18 de enero.
Líderes de la colectividad judía en Argentina, la mayor de América Latina con unas 300,000 personas, habían pedido que se declarara día de duelo nacional en coincidencia con el sepelio.
Los cruces de versiones e hipótesis sobre la muerte de Nisman están a la orden del día por este caso que se ha convertido en un policial en entregas para los argentinos.
Cuatro días antes de su muerte, Alberto Nisman denunció a la presidenta Cristina Kirchner y a varios de sus colaboradores más cercanos, por el supuesto encubrimiento con respecto a la causa AMIA y el memorándum con Irán, que se hizo para investigar y juzgar en aquel país a los sospechosos. El atentado contra el centro judío de Buenos Aires, que ocurrió en 1994, terminó con la vida de 85 personas.
"Tengo más miedo de tener razón que de no tener razón", le advirtió Nisman a Lagomarsino cuando hablaron de la acusación.
Lagomarsino, que trabajaba con el fiscal, aceptó que había callado por pedido de Viviana Fein, a cargo de la investigación.
Horas antes de que este técnico se presentará ante los medios, Fein reconoció que existen "graves irregularidades en el registro de entradas y salidas de la torre Le Parc, el lujoso edificio donde vivía Nisman.
El código penal prevé penas de entre uno y seis años de prisión al que entregue un arma de fuego por cualquier título a quien no acredite su condición de legítimo usuario.
©Univision.com