Ha aparecido estos días la
noticia de que Felipe González va asumir la “causa” (“noble
tarea” atribuída a éste “señor”) de algunos dirigentes de
“la oposición” venezolana, entre quienes se encuentran Leopoldo
López o el conspirador perpetuo, Antonio Ledezma. De estos dos
personajes qué voy a decir: mejor me callo. Son, al fin y al cabo,
aunque vendidos al imperio, venezolanos.
De quien sí querría decir
algo es del amigo de Carlos Andrés Pérez de infausto recuerdo y
refugiado, por ladrón, en los Estados del Norte de América, como
por casualidad en Miami y despedido en su último viage, por George
Bush.
Recordemos que fue
vicepresidente, junto con su amigo González de la Internacional
Socialista, y presidente de Venezuela por aquel mismo entonces.
Del expresidente del Consejo
de Ministros de España, Felipe González querría remarcar algunas
cosillas.
Últimamente ha adquirido la
nacionalidad colombiana ¿Curioso no?
Todos sabemos la inquina que
ha tenido siempre hacia la Revolución bolivariana.
Conocemos su rencor hacia
Chávez por haber defenestrado a su amigo del alma C.A.P. del Poder.
Sabiendo que es asesor
económico del feudalista Rey Marruecos podemos imaginarnos hasta
donde llega su condición de demócrata.
Imaginamos que el gobierno
español nunca habría dicho ni mú sobre el repentino interés por
la democracia en Venezuela de González si no fuera por la defensa
que va a hacer de la carroña que sangra ese gran país suramericano.
Comprendemos que el PSOE
aplauda la decisión de su antiguo dirigente. No olvidemos el apoyo
de José Luis Rodríguez Zapatero al opositor Uruguayo, el
derechista Goli Stroessner conocido por su herencia política ultra
derechista, y dirigente del Partido Colorado .
No podemos dejar de tener en
cuenta quienes son los apoyos latinoamericanos que ha recibido el
exvicepresidente de la Internacional Socialista.
José Miguel Insulza, centro
derecha y candidato a regañadientes de EE.UU. a la Secretaría
General de la OEA.
Los expresidentes de Chile
Ricardo Lagos o Sebastian Piñeira y no menos sospechosa del
expresidente peruano Alejandro Toledo desprestigiado por su
servilismo de los intereses yanquis o la envenenada recomendación
del Departamento de Estado de Estados Unidos, de respetar, lo que
nunca hacen ellos, el derecho a contar con un juicio justo y con
todas las garantías procesales a los “disidentes” venezolanos.
Bueno, parece ser que las letras salen amontonadas 