Nisman había comenzado en 1997 su camino hacia la actual Fiscalía, en Morón, provincia de Buenos Aires. En su historia hay un caso que marcó su camino y fue la investigación sobre el destino de Iván Ruiz y José Díaz, dos de los participantes en el fracasado ataque al cuartel de la Tablada en enero de 1989, dirigido por el ex jefe guerrillero Enrique Gorriarán Melo, durante el gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Ambos detenidos, después del cruento enfrentamiento que dejó varios muertos y heridos, fueron vistos por última vez brutalmente torturados y llevados por militares y policías en un automóvil Ford Falcon.
Hasta ahora están desaparecidos, pero Nisman y un juez que lo puso a cargo de la investigación apoyaron la versión oficial del Ejército de que «habían muerto en combate» a pesar de las evidencias de su desaparición forzada.
En julio de 1997, el entonces procurador general Nicolás Becerra lo convocó para sumarse a los fiscales que investigaban el atentado contra la mutual judía AMIA, José Barbaccia y Eamon Mullen, por pedido expreso de ambos.
De acuerdo con Infojus Noticias de Argentina «el equipo de Nisman, Barbaccia y Mullen trabajó hasta el juicio oral, pero no terminó bien». Durante ese juicio por la llamada «conexión local», muchos testigos dijeron que ellos y el juez Juan José Galeano habían cometido una serie de irregularidades que se comprobaron.
Al final del debate, el Tribunal Oral absolvió al delincuente Carlos Telleldín, a quien el propio juez entregó 400 000 dólares para que acusara a funcionarios iraníes y a policías, con el visto bueno de Rubén Berajas, entonces presidente de la poderosa Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas.
En los fundamentos del fallo se acusó a Galeano –quien terminó destituido y procesado–, a su equipo y a los fiscales Mullen y Barbaccia, también procesados.
«En el juicio oral quedó demostrado que no se investigó absolutamente nada» en la Causa AMIA , afirmó a Infojus Noticias el abogado Juan Carlos García Dietze, defensor de Ariel Nizcaner, quien fue absuelto de haber participado en la adulteración de la camioneta Traffic, que supuestamente fuera usada en el atentado.
«Siempre hubo un tema parádojico: Barbaccia y Mullen quedaron imputados, y Nisman siguió a cargo. Es extraño», reflexionó García Dietze.
En 2004 Nisman, ya a cargo de Unidad Especial para concentrar todas las investigaciones vinculadas al atentado, se acerca a un hombre clave de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado, la antigua SIDE, Antonio Stiusso, alias “Jaime”. Éste había sido desplazado de la Causa AMIA por ser parte de las irregularidades del juicio, pero con Nisman recuperó un lugar de importancia. Ambos trabajaban con la CIA y el Mossad.
La Unidad Especial recibía importantes sumas de dinero para investigar. Pero Nisman sólo se dedicó a clasificar los expedientes de Galeano y continuó responsabilizando a los iraníes, sin haber producido, en los últimos 10 años, ninguna prueba para confirmar la acusación. Su primer pedido de alerta roja contra 12 iraníes, diplomáticos y funcionarios acusados, fue devuelto por falta de pruebas. Como sucedió con el pedido de extradición enviado a Londres contra el ex embajador iraní en Argentina, Hadi Soleimanpour, cuando la justicia británica devolvió la solicitud por falta de pruebas, indemnizando al diplomático en 2004. Una vergüenza para la justicia argentina.
Nisman y la Embajada de Estados Unidos
Durante 10 largos años, los expedientes que investigaba Nisman siguieron incorporando «informes basados en deducciones y armados» sin prueba real, imposibles de comprobar, que proveían la CIA y el Mossad, al igual que hicieron al proporcionar los falsos testigos.
En 2010, cuando se publicaron en Argentina una serie de cables secretos referidos al caso AMIA, del Departamento de Estado de Estados Unidos revelados por WikiLeaks, quedó en evidencia que el fiscal Nisman anticipaba las medidas que iba a tomar en esta causa a diplomáticos de esa Embajada.
Estos descubrimientos no dieron lugar a tomar una medida clave, la de separar al fiscal de esta causa ya que no se puede ser “juez y parte”, como sucedía en su relación de subordinación a Estados Unidos e Israel.
La pista iraní no lograba reunir pruebas concretas, pero sin duda favorecía los intereses geopolíticos de ambos países, que continúan intentando invadir Irán, enlazando esta situación con el anunciado plan imperial de un Oriente Medio ampliado, que significó invasiones y ocupaciones coloniales de varios países en esa región en el siglo XX. Jamás la inteligencia estadounidense o israelí debieron haber participado, monitoreado y armado la Causa AMIA.
En un despacho del 22 de mayo de 2008, desde la sede diplomática estadounidense en Buenos Aires, se especificaba: «Los oficiales de nuestra Oficina Legal le han recomendado al fiscal Alberto Nisman que se concentre en los que perpetraron el atentado y no en quienes desviaron la investigación.»
Eso fue precisamente cuando el entonces juez federal Ariel Lijo ordenó la detención e indagatoria del ex presidente Carlos Menem, de su hermano Munir –ya fallecido–, del entonces titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, y otros, como el magistrado Juan José Galeano y del ex comisario Jorge Palacios, por encubrir el atentado.
Nisman no había informado de esa medida a la Embajada estadounidense como lo hacía normalmente. Otros cables de WikiLeaks demostraron que el fiscal de la Causa AMIA se había disculpado con los oficiales estadounidenses por no haber anticipado los pedidos de detención. Hay varios cables referidos al tema, publicados por el periodista Guillermo O’Donell.
Ya en 2013, Memoria Activa y familiares y amigos de las víctimas del atentado de julio de 1994 se pronunciaban por un alejamiento de Nisman de la Causa AMIA. En noviembre de 2013, en una carta abierta al fiscal, los familiares respaldaron el Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán y cuestionaron «la falta de compromiso de Nisman y la inacción en la causa», por considerarlo «funcional a los intereses de los que siempre nos quieren alejar de la verdad».
El Memorándum de Entendimiento con Irán es un verdadero documento de política exterior que podía sentar precedentes en la resolución de conflictos sin salida, como era el caso AMIA. Se trataba de que los jueces de la Causa AMIA pudieran ir a Teherán a indagar, ante la presencia de una Comisión de personalidades reconocidas y neutrales, a los altos funcionarios iraníes acusados –sin pruebas– del atentado. Por primera vez se podría saber la verdad, fuera la que fuera.
Al cumplirse 20 años del atentado, el 19 de julio de 2014, los familiares de las víctimas no sólo reclamaron una vez más el esclarecimiento del hecho, sino que solicitaron formalmente que se apartara a Nisman del caso por «haber mostrado su total incapacidad para investigar en esta Causa», como denunció entonces Diana Malamud de Memoria Activa.
Irán siempre ofreció su cooperación, pero la CIA y el Mossad rechazaban toda posibilidad. Ningún país soberano en el mundo iba a entregar a un grupo de funcionarios acusados sin que se presentaran las pruebas necesarias a la justicia de terceros países. Incluso surgió de Irán una propuesta de crear una Comisión mixta, argentina-iraní, para investigar el tema AMIA.
En Irán no existe extradición y por eso el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner trató de hallar un camino, que fue rechazado incomprensiblemente por el gobierno de Israel.
La DAIA y la AMIA, que habían apoyado en principio el Memorándum debieron plegarse al mandato israelí. La oposición argentina rápidamente se alió a este rechazo y surgieron jueces que declaraban la inconstitucionalidad de la ley, lo que era una aberración jurídica.
Irán quedó a la expectativa frente a esta situación. Lo que nadie sabía es que, con base en falsas denuncias, convertirían este tema en una maniobra golpista contra el gobierno de Fernández de Kirchner, el que más trabajó a favor de la verdad, como se puede constatar en los esfuerzos ante la Organización de las Naciones Unidas y en el propio Memorándum.
El 12 de enero de 2015, en plena Feria Judicial, e interrumpiendo un viaje que lo había llevado a recorrer Europa para festejar el cumpleaños 15 de una de sus hijas, el fiscal Alberto Nisman, al frente de la investigación sobre el atentado contra la mutual judía AMIA decidió regresar imprevistamente a Argentina, según él mismo comunicó a las amistades más allegadas en un mensaje de WhatsApp.
Sólo 1 día después de llegar a Buenos Aires, Nisman anunció que iba a presentar una denuncia contra la presidenta de la nación, el canciller, el diputado Andrés Larroque, dirigente del movimiento juvenil La Cámpora y contra 2 dirigentes sociales, Luis D’Elía y Fernando Esteche, por intento de presunto encubrimiento de los iraníes acusados mediante un pacto secreto con Irán por «intercambios comerciales», un pacto que nunca existió,.
Trama de guerra sucia
El 18 de enero, Nisman fue encontrado muerto, como se conoce, en su departamento. Y la rigurosa investigación fiscal continúa para no dejar ningún espacio de duda en su conclusión final.
La Feria Judicial permitía a Nisman elegir el juez, y buscó a Ariel Lijo, quien lleva causas creadas contra funcionarios gubernamentales por denuncias basadas en informaciones periodísticas y sin pruebas. El 14 de enero Nisman presentó la denuncia, generando un gran escándalo, sin aportar pruebas de sus incriminaciones, pero tampoco nada sobre el atentado que mató a 85 personas en 1994.
De inmediato la dirigencia opositora salió a respaldarlo, porque esta noticia les permitía montar un ataque brutal contra el gobierno en año electoral.
Prometía Nisman dar a conocer escuchas telefónicas (ilegales hasta ahora) para justificar su acusación, y el 19 de enero iba a hablar de su denuncia ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, citado por la oposición, aunque iba a asistir también el oficialismo, que pedía hacer público este evento, y no cerrado.
Las escuchas trasmitidas ilegalmente por un canal de televisión opositor de conversaciones entre dirigentes sociales y una persona de la comunidad islámica jamás podrían ser pruebas de nada. Pero el 19 de enero, la muerte de Nisman conmocionaba al país, atrayendo la atención también fuera de Argentina.
En las declaraciones que hizo ante la fiscalía, la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien estaba en Barcelona, España, con otra de las hijas del matrimonio, señaló que Nisman la llamó el 12 de enero desde el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, para decirle que debía regresar urgentemente a Buenos Aires porque su madre se iba a operar de un brazo y que luego iba a volver a Europa para continuar su viaje.
Arroyo Salgado dice haber discutido porque se negó a que Nisman regresara con su hija a Buenos Aires y convinieron en que la dejaba en el aeropuerto para que su madre llegara a recogerla desde Barcelona.
Se agrega a esto que la propia madre de Nisman, Sara Garfunkel, declaró en la causa que ella ya se había operado del brazo antes. Nisman había mentido a su familia en un regreso muy apresurado.
Por eso la pregunta es: ¿Quién llamó a Nisman tan urgentemente para presentar una denuncia sólo 2 días después de su regreso, nada menos que contra la presidenta?
La fiscal que ahora investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, a todas luces bajo intensa presión, dijo que el occiso había comprado el pasaje de regreso del día 12 de enero desde el 31 de diciembre. Esto abre entonces otra interrogante: ¿Por qué envió un mensaje de WhatsApp a sus amigos más cercanos, según transmitió la propia prensa opositora antes que la fiscal revelara la compra anticipada del boleto, de que tenía que regresar de forma intempestiva? ¿O era una trama ya urdida de antemano?
La incriminación fue la noticia bomba de comienzos de un año electoral y la diputada derechista Patricia Bullrich, de Unión Por Todos-Propuesta Republicana, organizó rápidamente que Nisman explicara la denuncia a una Comisión del Congreso.
Bullrich, quien habló varias veces con el fiscal antes de su muerte, está vinculada a varias fundaciones estadounidenses en Argentina, y de la misma manera la diputada Laura Alonso, destacadas ambas por apoyar a los sectores más fundamentalistas de Estados Unidos contra Cuba, Venezuela, Argentina o cualquiera de los países claves en la integración latinoamericana.
El domingo 18 de enero por la tarde, el fiscal Nisman fue encontrado sin vida, por su madre, llamada por dos custodios ante la falta de respuesta de éste. El departamento estaba cerrado por dentro, incluyendo la puerta de servicio, que tiene dos cerrojos; el de arriba, que podía abrir la madre, pero el de abajo tenía una llave trabada por dentro y debieron llamar al cerrajero para que la abriera.
El cuerpo de Nisman obstaculizaba abrir la puerta del baño. Tenía un disparo en la cabeza, una pistola y un casquillo de bala calibre 22 estaban en el piso a su lado. Una imagen desoladora. Tenía 51 años. Y los primeros resultados de la autopsia realizada por reconocidos forenses con presencia de expertos peritos determinaron que «no habían intervenido terceros».
Toda la información, incluyendo lo que se conoció después, mencionaba un disparo sólo a poco más de 1 centímetro de la sien derecha, lo que llevaba a pensar en un suicidio. La muerte se clasificó como «dudosa» hasta que se terminen las pericias, algunas repetidas para que no queden dudas.
La presidenta Fernández de Kirchner, en su primera carta en Twitter, nunca dijo que fuera un suicidio. Incluso lo puso en duda al escribir la palabra entre signos de interrogación. Y en su segunda carta sostuvo con mayor precisión que no creía en un suicidio. En todo caso en un suicidio inducido, y no precisamente por el gobierno, ya que en realidad es el gobierno el único afectado en este juego de servicios de inteligencia extranjeros y locales y de la oposición interna, mayoritariamente dependiente de Washington y sus fundaciones.
Desde Bolivia, el presidente Evo Morales definió certeramente esta situación: le pusieron una emboscada a la presidenta argentina, dijo al denunciar los sucesos.
Es de un simplismo aterrador pensar que a un gobierno a cuya presidenta se acusa sin prueba alguna, con una denuncia tan deficiente que ni siquiera parece redactada por el fiscal, podría convenirle la trágica muerte de éste.
La oposición política local, que ya armó varios escenarios golpistas en el país, se tomó el hecho como una bandera para acusar al gobierno. Los medios de comunicación y especialmente el Grupo Clarín, que se niega a cumplir con la Ley de Medios Audiovisuales que debe terminar con los nefastos monopolios mediáticos, comenzaron a especular confundiendo a la población, cautiva de ese enorme poder desinformador.
Es tal la intoxicación informativa, que nadie sabe distinguir entre el informe de la Fiscalía investigadora y los “juicios paralelos” que se escenifican en televisión.
Fue el gobierno el que insistió para que la reunión en el Congreso fuera pública, es decir, para que todo el mundo pudiera ver lo que se iba a debatir allí, lo que curiosamente la oposición rechazaba. Los legisladores del oficialismo desde el primer momento que Bullrich convocó la audiencia especial, afirmaron que concurrirían para interrogar profundamente al Fiscal con la determinación de llegar al fondo del asunto. La muerte del fiscal se lo impidió.
La muerte de Nisman está siendo utilizada de una manera perversa por los medios de comunicación opositores y por toda la red de desinformación mundial al servicio del poder hegemónico, intentando responsabilizar al gobierno en una de las campañas más duras que se recuerde.
El golpismo encubierto está siendo desarrollado por un sector del Poder Judicial, una estructura decadente que nunca se democratizó, y por los medios de comunicación masiva, la oposición y la acción de los servicios de inteligencia locales que fueron desplazados por el Ejecutivo y venían desde la pasada dictadura y antes de ésta. Pero, indudablemente, también por Estados Unidos e Israel.
El Estado israelí publicó en Estados Unidos un breve comunicado en la mañana del 19 de enero de 2015 sobre «la trágica circunstancia» de la muerte de Nisman, término que se utiliza para describir un suicidio; y el mismo día el secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits, dijo a los medios argentinos –como está registrado– que «creían que era un suicidio» y que esa entidad estaba preocupada por el destino de la Causa. ¿Por qué luego cambiaron de rumbo?
Siguiendo el lineamiento del Estado israelí, exhortaban a continuar con la Causa –como si alguien hubiera hablado de abandonarla– y además a llevar a la justicia a los culpables del hecho y continuar con lo que estaba actuando Nisman. Es decir –y esto no puede perderse de vista– mantener la acusación contra Irán, lo que significa continuar en el cerrado círculo que comenzó en julio de 1994 con pistas y testigos falsos. ¿Qué hay en las sombras de esta Causa?
Los peritos de Arroyo Salgado afirman que Nisman "estaba de rodillas" cuando lo mataron
En el informe que presentaron ante la Fiscalía, los técnicos contratados por la ex esposa del fiscal revelaron que en el departamento Puerto Madero, había manchas "lavadas" en la canilla y en la bacha del baño.
La torre donde vivía el fiscal. Los peritos de la familia dicen que hallaron manchas "lavadas" en el baño. (Foto: Reuters)
El informe de los peritos designados por la familia de Alberto Nisman reveló que el fiscal murió de frente a la bañera, con el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso. Los especliastas contratados por Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa de Nisman, arribaron a esa conclusión y brindaron más precisiones sobre lo que pudo ocurrir en el departamento del funcionario judicial el 18 de enero pasado.
Para los peritos de la querella, Nisman no tenía marcas de golpes en la espalda, en la cabeza ni en sus miembros. Y que la sangre que cayó sobre el lavatorio, a su derecha, vino de una altura baja, por lo que la cabeza estaba cerca. Y la conclusión a la que arribaron fue que el fiscal "estaba arrodillado.
De acuerdo a lo publicado hoy por el diario La Nación, junto a Nisman, en el baño, los peritos de la querella ubican a un posible "atacante", parado atrás.
"La víctima tenía una talla de 1,82 m, muy probablemente se encontraba en un plano inferior con respecto al atacante ubicado detrás y a la derecha", dice el informe. Advierte, además, que parte de la mano derecha de Nisman, con la que se habría disparado, estaba limpia y que el único motivo para eso es que hubiera habido algo tapándola, como "un objeto o una mano".
Los peritos de la querella no trabajaron sobre el cuerpo, sino sobre fotos y videos. También, con visitas al departamento de Puerto Madero. Allí dicen haber descubierto, el 13 de febrero, manchas "lavadas" en la canilla y la bacha. El documento, de 93 hojas, lleva las firmas de los especialistas Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli. Parte de sus conclusiones habían sido adelantadas por la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, la semana pasada. Pero los datos de cómo murió fueron mantenidos en reserva.
Este estudio tiene profundas diferencias con la autopsia oficial realizada por el Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema, pocas horas después de hallado el cuerpo. Para resolver el conflicto, la fiscal Viviana Fein planea convocar a una junta médica con los autores de ambos peritajes y otros especialistas del país y del extranjero.
Pero antes, Fein recibirá a Raffo, Ravioli y Salcedo, a quienes convocó para que ratificaran lo que sostuvieron en el informe.
Una de las diferencias con la autopsia es que ellos consideraron probado que hubo "agonía" y que el corazón "siguió latiendo después del disparo", afirmaron. Por eso, la enorme mancha de sangre en el piso.
En cuanto a la sangre del lavatorio, sostuvieron que salió del orificio de entrada de la bala, hacia atrás, "como una suerte de reflujo por efecto de la presión intercraneal". De acuerdo con la querella, esa sangre debió haber manchado necesariamente el arma, la mano y el antebrazo de quien empuñaba la pistola. También, una toalla que colgaba debajo del lavatorio. Pero esa toalla estaba limpia. Entre medio, "algo o alguien se interpuso", afirmaron los peritos de Arroyo.
Cuando la noche del domingo 18 de enero la madre de Nisman y uno de los custodios lo encontraron muerto, él estaba acostado en el piso, paralelo a la bañera, con los pies del lado del lavatorio y la cabeza contra la puerta, algo torcida. Lo rodeaba una enorme mancha de sangre y debajo de su hombro izquierdo estaba la pistola Bersa calibre 22, arma "históricamente utilizada por sicarios", sostuvieron los peritos en un pasaje menos técnico de su informe.
No se explica cómo llegó la pistola allí, advirtieron. Ellos consideraron que el cuerpo fue movido porque "para quedar en esa posición final debió haber girado asistidamente".
En algunos pasajes, los especialistas fueron totalmente asertivos y en otros, algo menos. "Tal posición final resulta poco probable dentro de lo posible que se provoque sin la participación de un tercero en el lugar del hecho", afirmaron.
Una prueba central de esta intervención de un tercero es, para los peritos, la mancha de sangre que tenía Nisman en su mano izquierda (el disparo habría sido con la derecha). "Como si algo o alguien manchado de sangre hubiese tomado la misma después del hecho", dijeron. Afirmaron que no podría haber ocurrido esa "transferencia" desde su propia mano derecha dada la posición en la que se encontraba y por la cantidad de sangre que tenía en esa mano.
Otro elemento que ratifica, según ellos, el movimiento luego de la muerte es una mancha "absorbida por capilaridad" en la remera que Nisman llevaba puesta. Lo que acreditaría que lo movieron es que debajo de la remera no había sangre.
Los peritos convocados por la familia de Alberto Nisman sostienen en su informe que el fiscal murió frente a la bañera, con el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso.
Para llegar a esa conclusión tuvieron en cuenta que no tenía marcas de golpes en la espalda, en la cabeza ni en sus miembros; y que la sangre que cayó sobre el lavatorio vino de una altura baja, por lo que la cabeza estaba cerca.
Para ellos, entonces, estaba arrodillado: no hay otra razón posible. Según publica hoy el diario La Nación, en el baño junto a Nisman, los peritos ubican a un posible "atacante", parado atrás.
"La víctima tenía una talla de 1,82 m, muy probablemente se encontraba en un plano inferior con respecto al atacante ubicado detrás y a la derecha", dice el informe de los peritos Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli.
Y que parte de la mano derecha de Nisman, con la que se habría disparado, estaba limpia y que el único motivo para eso es que hubiera habido algo tapándola, como un objeto o una mano.
Los peritos de la querella no trabajaron sobre el cuerpo, sino sobre fotos y videos y con las visitas al departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero. Allí dicen haber descubierto, el 13 de febrero, manchas "lavadas" en la canilla y la bacha, según detallan en un documento, de 93 hojas.
El informe termina con tres páginas dedicadas a las "conclusiones". Doce de las trece habían sido dadas a conocer por Arroyo en su conferencia. Entre ellas, la que discrepa del día de muerte establecido en la autopsia y la que dice que no hubo espasmo en la mano derecha. No leyó la número doce, un párrafo que resume que "al momento de recibir el disparo la víctima debió haber estado en posición rodilla a tierra" y que así lo probarían las manchas del baño y la falta de golpes en el cuerpo.
Tras la publicación de esta nota en La Nación, este jueves habló la fiscal Viviana Fein. Por la FM Vorterix, señaló: “Yo no tengo ningún punto 12. No sé a que se refieren. De mecánica no se esta hablando. El punto 12 no existe. Sobre el contenido yo no puedo hablar. La querella se tomó su buen tiempo para presentar las opiniones. Pudo haber habido una segunda autopsia, que no pidieron”.
Pero finalizada la charla en el programa “Guetap”, llamó la jueza Sandra Arroyo Salgado para contradecir a la fiscal que instruye el caso: “"El contenido del punto 12 que sí está en el expediente y está en la fiscalía, habla de la mecánica del disparo".
“El punto 12 tiene ocho líneas y remite a algo que se explica en la página 30 y remite a la ejecución. Por esa mecánica deberían disponerse de inmediato, remite ala página 30 del informe. Tiene 93 carillas", detalló la ex mujer de Nisman.
Y aseguró: “Es imposible que la fiscal Fein no conozca estos puntos”, dijo hoy la ex mujer de Nisman en FM Vorterix.
Este estudio tiene profundas diferencias con la autopsia oficial realizada por el Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema, pocas horas después de hallado el cuerpo. Para resolver el conflicto, la fiscal Viviana Fein planea convocar a una junta médica con los autores de ambos peritajes y otros especialistas del país y del extranjero.
Hoy, los tres expertos de la querella declaran ante Fein para ratificar el informe presentado. El plan de la fiscal es llamar después, cuanto antes, a la junta médica que revise en conjunto todos los peritajes presentados en la causa.
Peritos del caso Nisman aseguran que el fiscal estaba de rodillas al recibir el disparo
El círculo se estrecha
Según los peritos del caso, Alberto Nisman estaba de rodillas al recibir el disparo que le dio muerte. Aseguran también que había manchas lavadas en la canilla.
Foto: EFE
El caso Nisman generó una nueva controversia en Argentina, tras hacerse públicas las conclusiones sobre la muerte que realizaron los peritos Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli.
Los peritos (convocados por la familia de Alberto Nisman) sostienen en su informe que el fiscal murió frente a la bañera, con el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso.
Para llegar a esta conclusión tuvieron en cuenta que no tenía marcas de golpes en la espalda, en la cabeza ni en sus miembros, y que la sangre que cayó sobre el lavatorio vino de una altura baja, por lo que la cabeza estaba cerca.
Además, los peritos ubican a un posible "atacante" parado atrás, de acuerdo al informe que publicó hoy La Nación.
"La víctima (...) se encontraba en un plano inferior con respecto al atacante ubicado detrás y a la derecha", dice el informe.
También concluyen que parte de la mano derecha de Nisman (con la que se habría disparado) estaba limpia, como si un objeto o una mano la estuviera tapando.
Los peritos aseguran haber descubierto manchas "lavadas" en la canilla y la bacha, según detallan en el documento.
La fiscal Viviana Fein sin embargo, aseguró hoy a Radio Vorterix que en el informe que tiene no figuran las conclusiones que indican que Nisman estaba de rodillas. Estas declaraciones fueron negadas por la mujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo, quien dijo que la información figura en el expediente y que "es imposible que la fiscal Fein no conozca estos puntos".
El estudio es muy distinto a la autopsia oficial, por lo que la fiscal convocará a una junta médica con los autores de los dos peritajes, además de acudir a especialistas extranjeros.
Los peritos de Arroyo Salgado ratificaron todos los puntos del informe ante la fiscal Fein
Política
Los especialistas Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli se presentaron en la fiscalía para ratificar lo que sostuvieron en el documento sobre la muerte de Nisman; "El punto 12 estuvo siempre", advirtieron
Los especialistas Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli se presentaron esta mañana en la fiscalía para certificar sus firmas en el trabajo presentado por la querella, que representa la ex esposa de Nisman. Según concluyeron en el documento, el ex titular de la UFI-AMIA fue asesinado.
"Ratificamos absolutamente lo que leyó Arroyo Salgado, que descartamos la hipótesis del suicidio y del accidente", dijo el criminalista Salcedo en diálogo con los medios.
El especialista, además, ratificó que el punto 12 del documento de 93 páginas "siempre estuvo" en el trabajo. Fein había dicho esta mañana que ese punto no existía. Ante la reacción de la ex esposa de Nisman, que la acusó de mentir, la fiscal aclaró que había negado la existencia de la parte del informe que explica cómo murió Nisman, según la querella, por pedido de Arroyo Salgado.
"Eso son cosas de las que no podemos hablar [ante el riesgo de impugnación], sé que ha llegado a los medios. El punto 12 se refiere específicamente a la mecánica del suceso", explicó Salcedo.
Fein les ratificó que en los próximos días "oficialmente va a llamar a una junta de expertos criminalistas y médicos legales" para resolver las diferencias entre el estudio de la querella y los resultados de la autopsia oficial realizada por el Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema de Justicia.
¿Qué dice el punto 12 del informe?
LA NACION reveló hoy la parte del informe que había sido mantenido en reserva. Según el trabajo realizado por los peritos de la querella, Nisman estaba de rodillas al recibir el disparo que terminó con su vida.
"12.- Al momento de recibir el disparo la víctima debió haber estado en posición rodilla a tierra (página 30 del presente informe). Esta altura, además, coincide con las manchas de sangre observadas en la escena y, en particular, la que se hallaba sobre la mesada del baño. De haber estado la víctima en bipedestación al caer (y por el proceso de agonía que demuestra el análisis médico legal) debería presentar alguna lesión contusa además del disparo, en alguna zona como la espalda, la cabeza o alguno de sus miembros. Estos signos patognomónicos no están"..
"Agarre y deslizamiento de los dedos de una mano sobre uno de sus brazos". Según uno de los peritos contratados por la familia del fiscal, Alberto Nisman fue corrido de un brazo después de recibir el tiro que le provocó la muerte.
El dato figura en el informe preliminar que redactó Daniel Salcedo, licenciado en Criminalística y ex jefe de la policía Bonaerense, según publicó el diario Clarín en su edición de hoy. Ese escrito fue incorporado a los elaborados por Osvaldo Raffo y por Julio Ravioli, y el resultado final es el documento de 93 páginas que presentó el jueves de la semana pasada la jueza Sandra Arroyo Salgado , ex mujer de Nisman y querellante en la causa en representación de sus hijas.
Según ese estudio, Nisman murió de frente a la bañera, el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso. Para llegar a esa conclusión tuvieron en cuenta que no tenía marcas de golpes en la espalda, en la cabeza ni en sus miembros, y que la sangre que cayó sobre el lavatorio, a su derecha, vino de una altura baja, por lo que la cabeza estaba cerca.
Junto a Nisman, en el baño, los peritos de la querella ubican a un posible "atacante", parado atrás. "La víctima tenía una talla de 1,82 m, muy probablemente se encontraba en un plano inferior con respecto al atacante ubicado detrás y a la derecha", dice el informe.
El escrito advierte que parte de la mano derecha de Nisman, con la que se habría disparado, estaba limpia, y que el único motivo para eso es que hubiera habido algo tapándola, como "un objeto o una mano".
Los peritos de la querella no trabajaron sobre el cuerpo, sino sobre fotos, videos y con visitas al departamento de Puerto Madero donde vivía el titular de la Unidad Fiscal AMIA. Allí dicen haber descubierto, el 13 de febrero, manchas "lavadas" en la canilla y la bacha.
El estudio con las firmas de Salcedo, Raffo y Ravioli tiene profundas diferencias con la autopsia oficial realizada por el Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema, pocas horas después de hallado el cuerpo. Para resolver el conflicto, la fiscal Viviana Fein , a cargo del expediente, planea convocar a una junta médica..
Más allá de la gran cantidad de preguntas sin respuestas y los polémicos cruces entre la fiscal Viviana Fein y la jueza Sandra Arroyo Salgado, el "Caso Nisman" aún encierra más dudas que certezas. En el marco de este misterio, todas las miradas vuelven a estar puestas sobre Diego Lagomarsino, el colaborador que, el día antes de su muerte, le prestó al fiscal el revólver calibre 22 con el que se habría quitado la vida.
En un nuevo capítulo de la investigación en torno a la muerte de Alberto Nisman, el gran protagonista es, nuevamente, el empleado informático de la UFI Amia, actualmente imputado por haberle entregado la pistola. Las dudas en torno a su figura:
¿NISMAN Y LAGOMARSINO TENÍAN UNA CUENTA BANCARIA EN EL EXTERIOR?
Tal como se supo recientemente, la fiscal penal de instrucción investiga si Nisman tenía una cuenta bancaria secreta en una entidad financiera estadounidense en co-titularidad con Lagomarsino.
Fein ya inició los primeros trámites para constatar la existencia de esa cuenta bancaria, de la que tuvo noticias sólo por la declaración testimonial que prestó a principios de semana la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, en su rol de querellante en la causa por la muerte de su ex pareja.
¿Cómo supo Arroyo Salgado de la misteriosa existencia de esa cuenta que supuestamente Nisman compartiría con Lagomarsino? Según ella misma narró en su declaración, la semana pasada su ex cuñada, Sandra Nisman, le comentó de su existencia. Le informó que originariamente esa cuenta tenía varios titulares, pero que había devenido en la actualidad en que estaba a nombre del propio fiscal; su madre, Sara, y ella misma.
Fein investiga si Nisman tenía una cuenta bancaria secreta en una entidad financiera estadounidense en co-titularidad con Lagomarsino
Arroyo Salgado declaró que, pese a más de una década de convivencia con Nisman, con quien tiene dos hijas menores de edad, desconocía la existencia de esa cuenta. De acuerdo con el relato, la cuenta estaría radicada en un banco con sede central en Nueva York pero con oficinas en Buenos Aires.
¿LAGOMARSINO TENÍA COPIA DE LAS LLAVES DEL DEPARTAMENTO?
Se trata de una línea de investigación que le sugirió Sandra Arroyo Salgado a la fiscal. En una reunión que mantuvieron el lunes, la ex esposa le habría detallado que el vínculo entre Nisman y su asesor en informática era de "confianza mutua" y hasta deslizó la posibilidad que pudiesen tener "intereses económicos en común".
A partir de esto, la fiscal podría orientar la investigación por la muerte del ex fiscal a determinar si el experto en informática tenía copia de las llaves del departamento de la Torre Le Parc de Puerto Madero.
Arroyo Salgado le sugirió a Fein que Lagormarsino podría tener copia de las llaves del departamento de Le Parc
En la reunión con Fein, la ex mujer de Nisman aludió a un episodio en el que Lagomarsino presuntamente habría accedido al departamento del fiscal pese a que él no se encontraba en el lugar. Ese episodio sería el que despertó las sospechas que decidieron a la jueza federal de San Isidro a impulsar esa línea de investigación.
LOS CRUCES POR LA DATA DE MUERTE
De acuerdo a las conclusiones del equipo de peritos que Arroyo Salgado designó para investigar la muerte del fiscal, y que difiere con la pesquisa que lleva adelante Viviana Fein, Nisman habría sido asesinado -tal como aseguró la jueza- el sábado, entre las 4 de la tarde y la medianoche. El lapso coincide con las dos visitas que declaró haber hecho a Le Parc Diego Lagomarsino.
Al respecto Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino, intentó despejar sospechas y aseguró que está comprobado que el domingo 18 de enero, a las 7.25 de la mañana, alguien utilizó la computadora del fiscal para chequear mails y leer los principales portales de noticias.
La data de muerte que señalaron los peritos de Arroyo Salgado coincide con las dos visitas que Lagomarsino declaró haber hecho a Le Parc
"Suponemos que es el fiscal Nisman. Eso surge de una búsqueda racional por parte del usuario. Hay ciertos parámetros que podrían determinar que es un tercero. Pero acá los movimientos fueron totalmente compatibles con el rol funcional del fiscal", aseguró Rusconi.
De acuerdo a la mirada del abogado, el informe realizado por Arroyo Salgado genera "confusión" porque si la causa adopta "un solo camino probatorio" impide que la gente se entere de lo que realmente sucedió en el piso 13 de la torre Le Parc donde vivía el fiscal Nisman.
El caso Nisman acaba de sumar una nueva pista que empezó a ser investigada por la Justicia. El analista de sistemas Diego Lagomarsino, único imputado en el expediente, no le contó a las autoridades todo lo que sabía respecto al menos a un aspecto sensible de la vida del ex fiscal del caso AMIA: su patrimonio.
En declaraciones radiales, el abogado de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, admitió la situación y aseguró que su defendido no tendría inconvenientes en referirse al asunto si la fiscal de instrucción Viviana Fein lo convocara de nuevo a declarar.
Tanto Fein como la jueza Fabiana Palmaghini estarían investigando si Nisman tenía una cuenta bancaria secreta en una entidad de Nueva York, con sucursal en Puerto Madero, que podría tener a Lagomarsino como co-titular de sus depósitos. La versión fue difundida en medios periodistícos y está bajo estudio de la Justicia.
Rusconi avaló la nueva línea de investigación al respecto: “Hay alguna información que él no volcó (al declarar) en homenaje a la memoria de Nisman y a las hijas de Nisman”, dijo, y agregó: “Si lo llaman a declarar tendrá que darla con enorme precisión y la misma transparencia que actuó hasta ahora”.
El abogado explicó que Lagomarsino no habló sobre esta cuestión “porque tenía mucho temor, justamente, de hacer el daño que, según dice la querella, se pretende evitar en el sentido de hurgar sobre la intimidad de una persona que está muerta” y porque “lesiona la imagen de un fiscal que falleció tristemente”.
Para Rusconi, que la fiscalía y el juzgado investiguen la supuesta cuenta bancaria en el extranjero de Nisman “es perder el tiempo porque no son actividades del momento del hecho” si no anteriores, tampoco “instala ningún móvil económico”, y “no tienen nada que ver con el objeto de la investigación, es un intento de desviarla”.
Consultado por radio Continental sobre la versión que circuló ayer acerca de que Lagomarsino habría tenido llaves del departamento del fiscal, el abogado replicó sin vueltas que su cliente “no solo no las tenía sino que es imposible que Nisman permitiera que tuviera la llave de su casa (...) era una persona que extremaba su intimidad”.
Lagomarsino es experto en informática. Nisman lo había contratado como colaborador en la fiscalía del caso AMIA, y también acudía a él para resolver problemas en sus computadoras personales.
Es el único imputado en el expediente que investiga la muerte de su ex jefe: fue él quien le entregó la pistola Bersa calibre 22 de la que salió la bala que mató al fiscal. Esta información se conoció porque la declaró el propio Lagomarsino ante la Justicia.
El perito es señalado ahora como el principal sospechoso de haber cometido el supuesto crimen, tanto por parte de la ex esposa de Nisman como desde el Gobierno. La mismísima Presidenta echó dudas sobre él y sobre su relación “íntima” y “muy cercana” con el fiscal fallecido en su departamento de Puerto Madero en enero pasado. Son varios los funcionarios que fueron a fondo con sus especulaciones, y dijeron que “en cualquier país del mundo Lagomarsino ya estaría preso
Arroyo Salgado pidió apartar a Fein de la dirección de la causa
La jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fallecido fiscal Alberto Nisman, presentó un escrito en el que describe presuntas irregularidades y errores en los que habría incurrido la fiscal Viviana Fein durante los casi dos meses de investigación por la muerte del extitular de la UFI-AMIA y solicitó que la jueza porteña Fabiana Palmaghini asuma la dirección de la investigación.
Aún en caso de que fuera aceptado el pedido de Arroyo Salgado, la fiscal Fein permanecerá en la causa, pero ya no tendrá el rol preponderante en la dirección de la pesquisa. La jueza Palmaghini debería ordenar los próximos pasos a seguir en la investigación, en la que según el informe de los peritos presentado por Arroyo Salgado se debería seguir la hipótesis de un "magnicidio", delito que corresponde a la justicia federal.
La exesposa de Nisman había criticado públicamente la labor de la fiscal.
Determinada a que el fallo sea por homicidio y contra Lagomarsino, Arroyo Salgado bloquea toda posibilidad de discusión, publica fotos escabrosas del fiscal muerto e impugna peritos. En el fárrago, una foto con una pista que puede ser determinante.
Por Raúl Kollmann
La guerra entre la jueza Sandra Arroyo Salgado y la defensa del informático Diego Lagomarsino convirtió la causa por la muerte de Alberto Nisman en un vale todo que puso patas para arriba la investigación. Llama la atención que, siendo jueza, la ex esposa de Nisman esté dando una pelea tan feroz para que lo ocurrido en el piso trece de Le Parc sea, sí o sí, un homicidio. No les otorga la menor chance a los forenses y criminalistas para que en la junta médica y en la audiencia de criminalistas esbocen si Nisman se suicidó –como sugieren los forenses de la Corte Suprema– o si fue asesinado. En la guerra, Arroyo Salgado les hizo llegar el informe de sus peritos –incluyendo las escabrosas fotos del cuerpo de Nisman– a dos canales de televisión. También tiró sobre la mesa que Lagomarsino podría haber matado a Nisman a raíz de un conflicto económico y habló de la cuenta no declarada en Nueva York, impugnó peritos y celebró que la jueza Fabiana Palmaghini le haya quitado una pericia clave a la Policía Federal para pasársela a la Metropolitana, con la que Arroyo Salgado se siente más cómoda. Anoche, la Policía Federal anunció una investigación sobre cómo se filtró el informe de Arroyo Salgado y también cómo llegó a las redes sociales una foto del cuerpo del fiscal (ver aparte). En el tumulto, se pasó por alto una evidencia no categórica, pero que naturalmente reforzaría la hipótesis del suicidio: la foto en que se ve el paño verde con el que Lagomarsino llevó el arma a lo de Nisman. Ese paño está sobre la mesada del baño, al lado de donde estaba el fiscal antes de morir, lo que indica que la pistola se sacó del envoltorio segundos antes del disparo final (ver aparte).
Fotos I
En su desesperada ofensiva para instalar que Nisman fue asesinado, Arroyo Salgado puso en circulación el estudio que realizaron sus dos forenses, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli, y el criminalista Daniel Salcedo. Las carpetas les fueron entregadas a C5N y TN, según le consta a este diario, por un hombre del equipo de la jueza. Es significativo que Arroyo Salgado haya esbozado una queja muy tímida e indirecta por la filtración, cuando en filtraciones de muchísima menos envergadura salió a la cancha con máxima dureza. El material incluye descarnadas fotos del cuerpo sin vida del fiscal, capturas de video de la autopsia y los textos redactados por el equipo de Arroyo Salgado. En la carpeta hay una foto de la canilla, con luminol aplicado, que indica que la imagen fue tomada durante la inspección ocular que hicieron los peritos de la ex esposa del fiscal y se ven los textos redactados por esos especialistas. Un elemento que puede ayudar a demostrar el origen de la filtración es que sólo habría dos versiones de la carpeta con las fotos en color: una quedó en manos de la fiscalía, la otra en manos del equipo de Arroyo Salgado, porque a ellos les dieron copias de las fotos en colores originales. La defensa de Lagomarsino, en cambio, contaría con una fotocopia pero en blanco y negro.
De cualquier manera, la difusión del material le conviene a la querella que encabeza Arroyo Salgado: la intención es convencer a quien lea la carpeta de la hipótesis de asesinato. Son 98 páginas dedicadas a eso. Sobre el contenido ya opinaron varios especialistas, entre ellos el ex titular de la cátedra de Medicina Legal de la UBA, Mariano Castex, “todo lo que se afirma allí admite opinión en contrario”. “Es asombroso y hasta impropio en peritos tan prestigiosos que hayan descartado la hipótesis del suicidio. Es extraño”, sostuvo el criminalista Luis Olavarría (ver aparte).
Pero no sólo eso. La difusión trató de poner también énfasis en imágenes en las que se ve a numerosos funcionarios policiales y judiciales –entre ellos la fiscal–, por lo que se alegará que la escena fue contaminada. Es una forma de preparar el terreno para sostener que no es posible llegar a conclusiones válidas en la investigación.
El arma
Las fotos que filtró la querella permitieron apreciar, por primera vez, la pistola Bersa calibre 22, modelo 62, que produjo la muerte del fiscal. El arma llama la atención por la antigüedad (ver foto) y no encaja, desde ya, con un plan pensado por un superespía o un sicario.
A esto se agrega que Nisman no sólo le pidió el arma prestada a Lagomarsino sino también a su custodio de mayor confianza, Rubén Benítez, quien negó tener una para suministrarle. Pero todo el cuadro indica –en favor de la hipótesis del suicidio– que quien estaba buscando una pistola era el fiscal. Y los datos indican que la estaba buscando con ansiedad: cuando Lagomarsino fue a Le Parc a las 16, Nisman –en versión del informático– lo mandó a Martínez a buscar el arma y, como se demoraba, lo llamó para preguntarle si ya tenía la pistola y cuándo regresaría. El fiscal lo hizo volver a Le Parc desde Martínez ese mismo sábado a las 20. Las dos visitas al edificio de Puerto Madero están registradas, el paso por los peajes también y lo mismo ocurre con la llamada. Todo podría ser un invento del informático, pero está reforzado por el pedido del arma que Nisman también le hizo a Benítez.
El mayor argumento de defensa de Lagomarsino, hoy por hoy, es que si el informático fue el asesino, no hubiera dejado el arma en la escena. La pistola está a su nombre en el Registro Nacional de Armas (Renar), con lo cual dejar el arma era dejar una firma en ese baño. Y lo mismo vale para la hipótesis de que Lagomarsino no haya sido el homicida pero sí parte del plan criminal. A ninguna organización o servicio de Inteligencia le conviene dejar en la escena y nada menos que en el arma, el nombre y apellido de uno de sus integrantes.
Estos elementos abonan mucho más a la hipótesis del suicidio que a la del homicidio, algo que va en la misma línea que lo planteado por los que hicieron la autopsia. En sentido contrario, pesa el hecho de que no hubiera restos de fulminante en la mano de Nisman, aunque es algo que sólo se da en el once por ciento de quienes se disparan con un calibre 22, según la bibliografía norteamericana.
Cuentas
En su ofensiva para instalar que la muerte de Nisman fue un crimen, Arroyo Salgado viene señalando a Lagomarsino de forma implacable. “Miente cuando dice que le prestó el arma a Nisman. El fue parte del plan criminal”, afirman los colaboradores de la jueza. A esto le agregan un cálculo más que arriesgado de la data de muerte, situando el deceso el sábado a las 20, justito cuando estaba Lagomarsino en el departamento.
De entrada, Arroyo Salgado sugirió que Lagomarsino integró un servicio de Inteligencia y fue parte de un plan criminal sofisticado. Su principal argumento es que tiene una costosa estructura detrás para su defensa. Nuevamente no encaja bien el uso de una pistola tan antigua, que está a su nombre y el hecho de que Nisman también le haya pedido prestada el arma a un custodio.
A raíz de ello, la jueza empezó a cambiar el móvil presentándose ante la fiscal Viviana Fein y sugiriendo que entre Lagomarsino y Nisman hubo un conflicto económico. En esa asombrosa declaración, Arroyo Salgado contó que Lagomarsino era cotitular en una cuenta en Nueva York, con la madre de Nisman y la hermana del fiscal. Las dos mujeres iban a declarar en la semana que pasó, se excusaron por razones de salud, pero la versión es que se abrió una pelea con la ex esposa. En cualquier caso, Arroyo Salgado develó que el fiscal manejaba, como apoderado, una cuenta no declarada en Merrill Lynch. La versión indica que en esa cuenta había unos 600.000 dólares.
Lagomarsino contestó, a través de un escrito de su defensor, Maximiliano Rusconi, que no había conflicto económico y que el informático le prestó el nombre para la cuenta, es decir que fue testaferro de Nisman, sobre todo para realizar dos transferencias a Uruguay. Lagomarsino afirma que el dinero fue enviado para pagar expensas de un terreno, que –según parece– tampoco está declarado.
En el texto, Rusconi insiste en que la relación entre Lagomarsino y Nisman no era entre pares: sino que el fiscal tenía un fuerte dominio sobre el informático, al punto que se quedaba con la mitad de su sueldo. La revelación de Página/12 se basó en el escrito judicial presentado por Rusconi: el abogado sostiene que el vínculo Lagomarsino-Nisman era de patrón a empleado y que el informático no tenía margen para negarse a las órdenes y presiones de Nisman porque en los papeles éste le pagaba una cifra descomunal, 41.000 pesos por mes, y aunque Nisman se quedaba con 20.000, Lagomarsino cobraba casi sin trabajar. Rusconi argumenta que Nisman convocaba al informático a cualquier hora de cualquier día, lo hacía subir y bajar por el ascensor de servicio y en ese marco de patrón-empleado le resultaba imposible negarse a prestar el nombre para la cuenta de Nueva York o rebelarse ante la quita –reintegro lo llamaba Nisman– de la mitad de lo que cobraba.
Todo esto entra en un terreno dudoso que la Justicia tendrá que evaluar. Y también habrá que ver si marca o no un conflicto económico que pudiera derivar en un homicidio. Por ahora, el expediente no marcha en esta dirección, pero faltan medidas de prueba importantes; la pericia informática, la de los celulares y, nada menos, de las juntas médica y criminalística.
Juntas
El encuentro entre forenses, citado en principio para el día 30, anticipa pocos acuerdos en algunos puntos clave de los 25 puntos de pericia planteados por la fiscal. La cuestión de si Nisman estaba arrodillado y si hubo agonía no parecen decisivos para dirimir la alternativa suicidio/homicidio. El fiscal, sostienen los expertos, pudo haber sido asesinado, pero también pudo suicidarse arrodillado o de pie y el tiro pudo no haberle producido la muerte inmediata.
Igualmente, a la mayoría de los forenses les parece extraño que si se ejecuta a una persona arrodillada –como sostienen los que trabajan para Arroyo Salgado–, el disparo no sea de arriba hacia abajo. La autopsia afirma y Raffo y Ravioli admiten, que el disparo es levemente de abajo hacia arriba.
Un punto neurálgico que se va a dirimir es el que tiene que ver con la hora de la muerte. La autopsia, hecha por forenses de la Corte Suprema, evalúa que Nisman murió en la mañana o el mediodía del domingo 18 de enero. Para Raffo-Ravioli, en cambio, el deceso se produjo el día anterior e incluso estiran el horario posible hasta las 20, en el momento en que Lagomarsino estaba en el departamento de Le Parc. El debate sobre esta cuestión promete pocos acuerdos, pero la defensa de Lagomarsino insistirá en que no será posible dirimir el tema por vía de la medicina y en cambio exhibirán la apertura de la computadora de Nisman a las 7.25 del domingo como prueba categórica. Allí el debate se trasladará a la pericia informática.
Fein
En la asombrosa guerra desatada por Arroyo Salgado contra Lagomarsino y de éste contra la magistrada, no parece haber momentos de tregua. La ex esposa del fiscal arremetió contra la fiscal Fein tratando de sacarla de la investigación, en una movida que iba nítidamente contra lo establecido en el Código Procesal. La jueza Palmaghini le puso freno a una jugada demasiado irregular. El argumento tácito de Arroyo Salgado es que Fein deja entrever que cree que Nisman se suicidó.
Después Arroyo Salgado impugnó un perito designado por Fein, en esencia, porque registraba opiniones en las que diagnosticaba que Nisman se quitó la vida. En la pericia informática, de forma poco clara, apartaron a la Policía Federal para dejar a cargo a la Metropolitana, más afín a Arroyo.
En las últimas dos semanas aparecieron fotos y más fotos sobre los viajes de Nisman, así como comportamientos económicos irregulares del fiscal.
Finalmente, los colaboradores de la ex esposa de Nisman difundieron el estudio que hicieron y en el que se ve al fiscal muerto. En público, critican las filtraciones.
Parece una guerra sin reglas en que la verdad importa poco.
En una larga charla realizada el 16 de agosto con un periodista marplatense, el dirigente del ERP y del MTP contó su vida política, desde la campaña por Frondizi y las luchas por “laica o libre”, hasta el copamiento de La Tablada. Cómo planeó el atentado contra Somoza. La fuga de Rawson. El debate sobre el foquismo y la coordinación con Montoneros.
Por Juan Carrá
Enrique Haroldo Gorriarán Merlo vive en un amplio departamento en un edificio antiguo y muy bien cuidado. Su estudio atiborrado de libros tiene una mesa con una computadora y muchos papeles. A los 64 años, cuenta su carrera política en sus términos.
–¿Cómo empezó su vida política?
–La primera actividad política que hice, sin tener un grado de conciencia sino más que nada por cuestiones familiares, fue cuando tenía 16 años, al apoyar la candidatura de Frondizi en 1958. La segunda fue contra Frondizi el mismo año, cuando mandó al Congreso un proyecto para reglamentar la enseñanza libre. La enseñanza libre consistía en que las universidades privadas podían otorgar títulos habilitantes, entonces nosotros que estábamos con la enseñanza laica tomamos varios colegios, hubo meses de huelgas y conflictos que terminaron con una solución intermedia, a partir de una propuesta de un diputado radical. Para nosotros en el momento lo tomamos como una victoria, sin embargo, visto a la distancia, esto es lo que empezó la privatización de la enseñanza, porque se promulgó una ley que permitía que las universidades privadas otorgaran títulos habilitantes siempre y cuando lo aprobaran las universidades de Estado. A partir de este conflicto me tuve que cambiar de escuela, a una de Pergamino, y ahí conocía Luis Pujals, que ya era militante revolucionario, de izquierda, y fue el primero que empezó a hablar conmigo de un proyecto revolucionario, del socialismo. Al año siguiente terminamos la secundaria en lugares diferentes pero volvimos a encontrarnos en Rosario. El estudiaba Derecho y yo Ciencias Económicas, y al año siguiente volvimos a coincidir en el servicio militar. Ahí justo se produjo el enfrentamiento entre Azules y Colorados, del que participamos sin saber para qué era. Cuando salimos de ahí, yo ya lo acompañaba, él estaba en una organización que se llamaba Palabra Obrera pero estaba con divergencias con la cuestión del trotskismo y participamos en la campaña electoral de 1962 en la provincia de Buenos Aires, apoyando la candidatura de Andrés Framini, candidato peronista. Bueno, ganó y se anularon las elecciones. Después viene el golpe contra Frondizi, el reemplazo por Guido y después el gobierno de Illia. Esas elecciones de 1963 fueron las primeras en que yo voté y también las últimas hasta el año pasado. Más de cuarenta años hasta que voté por segunda vez. Asume Illia y empieza toda esa conspiración que termina en el golpe de Onganía. Yo, ya en el ’65 estaba incorporado al Partido Revolucionario de los Trabajadores.
–¿Cómo recordás los primeros pasos del PRT?
–Yo me incorporo cercano al sector de Roby (Mario Roberto Santucho), que venía del Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP), el otro afluente en la formación del PRT. En la fusión con Palabra Obrera se buscaba, desde la óptica nuestra, fundamentalmente de Roby, no una adhesión al trotskismo, sino extender la organización a nivel nacional y llegar a los sectores del movimiento obrero industrial. El PRT se funda el 25 de mayo de 1965 y su primer acto político es ir a las legislativas en Tucumán en alianza con el peronismo que encabezaba un tal Riera, un sector disidente. Esas elecciones fueron en marzo, unos meses antes de la fundación del PRT, pero ya era el PRT, nada más que todavía no tenía el nombre. Esas elecciones se ganaron, tuvimos dos diputados nacionales y un senador provincial, del lado nuestro. Ahí impusimos un método novedoso, y que creo que no se ha vuelto a repetir en la política argentina, que fue la elección de los candidatos por las bases y eso lo aplicamos fundamentalmente en los ingenios, donde las asambleas populares elegían los candidatos que nosotros llevábamos a la alianza que habíamos formado. Uno de los diputados era Benito Romano, del peronismo revolucionario, que siempre trabajaba con nosotros. El otro fue Simón Campos, secretario general del ingenio Santa Rosa, miembro de la dirección del PRT. El senador provincial era Leandro Fote, del ingenio San José, también del PRT.
–En 1966 se produce el golpe de Onganía. ¿Cómo lo viven en el partido?
–Lo primero que hacen es proscribir los partidos políticos, cerrar el Congreso, intervenir los sindicatos. Empezamos a promover movilizaciones con el objetivo de recuperar las libertades perdidas, sin plantear todavía la lucha armada, a pesar de que en América latina ya se discutía mucho este tema. La respuesta de la dictadura fue la represión arbitraria, la persecución indiscriminada y la muerte. Cayó primero Santiago Pampillón en Córdoba. Así hasta el ’69, hasta la muerte del estudiante Cabral, ahí se hacen marchas de repudio en todos lados. En estas marchas en Rosario matan a otros estudiantes. Ahí se viene el Cordobazo, los Rosariazos; comienzan las desapariciones con Alejandro Baldú en marzo del ‘70. Recién en junio de ese año se funda el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
–Usted estaba en Rosario, donde ya venían funcionando comandos.
–En enero de 1969 habíamos hecho una acción para recaudar fondos en el Banco de Escobar, la dirigió Roby, estaban Batalles y Negrín. En septiembre hacemos una acción en Rosario que recuperamos dos fusiles FAL y unas pistolas 45 que se las sacamos a los gendarmes. Estas fueron las primeras armas de guerra que tuvimos. Después, ya formado el ERP, se hacen las acciones explicando y firmando, también en Rosario.
–¿Qué los lleva a tomar el camino de la lucha armada?
–Nos decidimos abiertamente por la lucha armada cuando vimos que no había ninguna otra posibilidad de enfrentar a la dictadura, que tenía una particularidad respecto de las anteriores: se planteaba dentro del concepto de la Doctrina de Seguridad Nacional, impulsada por los Estados Unidos, sin “plazos sino objetivos”, pensando en veinte años. Este panorama ayudó a que surgieran diferentes organizaciones armadas.
–¿Tenían algún tipo de preparación militar? Se dice en varios libros que Santucho había tenido entrenamiento en Cuba.
–Roby viaja a Cuba en 1961. Mientras está ahí sucede lo de Girón y la declaración por parte de la revolución de su rumbo al socialismo. Este viaje lo define tajantemente por el socialismo. Ahí se dice que él hizo entrenamiento, pero eso no es así. Recién a fin de julio, principios de agosto del ’71, viajamos él y yo a Cuba y establecemos relaciones formales con el Partido Comunista de Cuba y con Cuba. En ese viaje arreglamos por primera vez para unos treinta y pico de compañeros que fueran a entrenar por algunos meses en táctica guerrillera, urbana, rural. Hasta ahí no teníamos demasiado entrenamiento, era todo imaginación.
–¿Y desde el punto de vista teórico?
–En esa época había diferentes modelos, estaba lo que se llamaba el foquismo cuyo teórico era Regis Debray, a partir de una tergiversación de la experiencia cubana. Nosotros no compartíamos esa teoría. Después está la guerra popular y prolongada que había descripto Mao. Había teorías insurreccionales. Nosotros intentamos, siempre influidos de alguna manera por las teorías predominantes de la época –al no tener experiencia uno se guiaba por lo que leía o podía conocer–, tratamos de elaborar una doctrina propia para el enfrentamiento militar a la dictadura, que constaba en la combinación de la lucha en el campo y la ciudad. Lo que pensábamos era que en la ciudad había que organizarse en estructuras pequeñas precisamente porque el enemigo ahí tenía más posibilidades de represión. Y pensábamos que, si bien socialmente en la Argentina la mayoría de la población se concentra en las ciudades, el campo albergaba una población favorable, más en Tucumán, donde paralelo a la montaña existían la mayoría de los ingenios de la provincia, donde había una tradición de lucha. Estos lugares ofrecían condiciones para formar grandes unidades militares, poder dar combate de igual a igual con el ejército enemigo. Los Montoneros, por ejemplo, a partir de la predominancia de la ciudad, de la composición urbana de la población y del movimiento obrero industrial, cosas que nosotros también considerábamos mucho también, pensaban que la guerrilla debía darse sólo en las ciudades. Esta posición de Montoneros se modificó a finales del ’75 y tres compañeros de ellos hicieron una experiencia con nosotros en Tucumán y después intentaron la instalación de una unidad guerrillera en el monte. Pero son sorprendidos antes de entrar y es donde, en una zona cerca de El Cadillal, al norte de la ciudad, muere el hijo del general Alsogaray, en febrero del ’76. Esto se da en el marco de retomar las relaciones de unidad que pretendíamos que terminaran en la creación de la Organización para la Liberación de Argentina (OLA)
–¿Cómo fue la fuga del penal de Rawson?
–Llego a Rawson con Humberto Toschi, Alejandro Ulla y Roby en abril del ’72, después de haber elaborado un plan de fuga en Devoto que se frustró porque nos trasladaron. En esa época, como no había una instancia legal, como ahora, que estuve preso por La Tablada, lo primero que planificábamos era la fuga. En lo de La Tablada apostamos a una defensa jurídica para lograr un pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a partir de ahí presionar por la libertad. Cuando llegamos a Rawson había un plan para seis compañeros basado en el apoyo de un guardiacárcel de apellido Fazio, de quien el “Gringo” Domingo Mena se había hecho amigo. Era para hacer un túnel que cruzara el muro, de ahí tomar un auto para ir hasta Bahía Blanca aprovechando el tiempo que va entre el último recuento de la noche y el primero de la mañana, lo que daba unas nueve o diez horas. Comenzamos analizar la situación vimos que Fazio podía entrar armamento, que es lo que hizo, y un uniforme militar. Eso nos permitía copar el penal desde adentro hacia afuera, que era fundamental porque el ejército tenía todo el sistema de seguridad previendo una incursión desde afuera y no desde adentro. Esto requería un apoyo externo muy limitado, tres vehículos para trasladarnos del penal al aeropuerto y ocupar el avión para lo cual iban a estar dos compañeros en el aeropuerto y otros dos en el avión que venía de Comodoro Rivadavia. Ahí se habló con las FAR y con Montoneros, todavía no estaban unidos, de las FAR estaban los dos máximos dirigentes: Roberto Quieto y Marcos Osatinsky, y Fernando Vaca Narvaja por Montoneros. Montoneros no apoyó el plan de fuga pero permitieron que participaran los que estaban adentro. O sea que el apoyo externo estaba a cargo de las FAR y del ERP. El responsable externo fue Jorge Marcos, del ERP. A este compañero se suman dos más del ERP que venían en el avión, Ana Weis de las FAR, que estaba con Jorge en el aeropuerto, y tres compañeros también de las FAR que son los que estaban encargados de los vehículos. Esta es la parte que falla del plan: cuando tomamos el penal se produce un pequeño enfrentamiento armado, entonces uno solo de los compañeros de los vehículos, Carlos Goldemberg, ingresa con el auto con el que nos íbamos nosotros a ver cómo podía ayudar. Mientras que los otros dos se retiraron, creyendo que se había abortado la operación.
–En la película Trelew el responsable de los vehículos dice que ve la señal de que la operación estaba abortada.
–Eso es falso. Había una sola señal, para entrar. Lo que pasa es que ellos tenían la concepción de que la operación podía fallar, así que cuando escucharon los disparos es como que se les confirmó la suposición.
Entonces se retiran y se van. Cuando los encuentra Jorge Marcos en el aeropuerto, Jorge les dice que fue un error y vuelve con ellos al penal. Peor: ya estaba todo rodeado. Después se da lo más conocido, llegamos nosotros al aeropuerto y el avión ya estaba carreteando. Vaca Narvaja y yo fuimos a la torre y les dijimos que éramos del ejército y que pararan el avión porque había una denuncia de atentado. Cuando los compañeros arriba del avión se enteran de que supuestamente el ejército lo había frenado lo ocupan. Nosotros vamos para la pista, copamos el avión, vamos para la cabecera de la pista y cuando nos enteramos que la represión estaba al tanto de todo decidimos salir para Chile. Ahí el gobierno de Chile nos dio las garantías de no devolvernos a Argentina, pero nos pedían los tiempos políticos para que la cosa no generara un resquebrajamiento brutal de las relaciones entre Chile y Argentina. Es lo que hizo Allende y cumplió estrictamente.
–¿El los recibió personalmente?
–No, a Allende nunca lo vimos, eso que se dice que se reunió con Roby es mentira y mucho menos que le regaló un arma. Allende te podía regalar un libro pero nunca un arma, era pacifista y murió creyendo en eso. Lo digo respetuosamente porque él creía en esa forma de actuar. El que hacía los contactos entre él y nosotros era Juan Bustos, secretario general del Partido Socialista de la zona centro, que ahora es diputado.
–Saltando un poco en el tiempo, ¿por qué siguen adelante con la acción de Monte Chingolo si, se supone, estaba cantada?
–Fue un error. No sabíamos que estábamos infiltrados, sino que había indicios de eso. Ahora eso se hizo público en seguida, y el que se hizo responsable fue Roby, que fue quien tomo la decisión. Eso sucede inmediatamente después, cuando se hace el balance de la acción, que fue dramático. La muerte de muchos compañeros. Algunos mueren arrojando granadas que, como el infiltrado estaba en la parte de logística, las había fabricado sin el retardo.
–¿Y cuál es la decisión política que hay detrás de La Tablada?
–Creíamos que no iba a haber repetición de intentos de golpes militares en esa época, fundamentalmente por el efecto psicológico que había provocado sobre las Fuerzas Armadas la derrota de Malvinas y porque calculábamos que la brutal represión que habían hecho sobre el pueblo los años anteriores iba a crear un repudio cada vez más grande, y no hay golpe que se pueda dar sin apoyo de los civiles. Entonces nos sorprendió Semana Santa en abril del ‘87, y lógicamente nos opusimos a la actitud del gobierno. La bandera que se ve en la plaza ese día que dice “Entre todos paramos el golpe”, era del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Nos opusimos a la política de Alfonsín, la considerábamos una política equivocada, pero una política. Alfonsín consideraba que iba a evitar el golpe haciendo concesiones a los militares. Nosotros lo que considerábamos era que eso iba a generar nuevas sublevaciones, cosa que ocurrió. Pero creíamos que según cómo evolucionaba la situación con el tiempo se podría revertir. Lo que políticamente nos alertó mucho fue cuando nos enteramos de las reuniones del menemismo con Seineldín. Eso lo averigüé por un informe de un agente de la Guardia Nacional panameña, que había estado conmigo en Nicaragua en la guerra contra Somoza. Corroboramos esa información, se la pasamos al gobierno. Ellos estaban seguros que podía ser, pero no sabían qué hacer, estaban impotentes. Y corroboramos las relaciones del menemismo con ese sector del ejército. Con todos los dirigentes menemistas con los que hablamos, lo que nos decían, más precisamente lo que nos dijo Jorge Busti, el actual gobernador de Entre Ríos, era que entre un ejército liberal y uno nacional preferían el nacional, con lo que nos daba a entender que apoyaban a Seineldín. Cuando nos enteramos de la primera reunión directa entre Menem y Seineldín, que se hizo en las primeras semanas de enero del ’89, hicimos la denuncia pública primero y la judicial después, presentamos dos testigos que tenían vínculos con los golpistas. A pesar de eso seguían con el plan y es por eso que decidimos tomar La Tablada. La causa política es que la alianza entre Menem y Seineldín tendía a repetir la sociedad cívico militar que fue el sustento de todos los golpes del ’30 en adelante y todos teníamos familiares, compañeros o amigos desaparecidos y los más grandes habíamos vivido en carne propia la persecución, la tortura, la prisión. No queríamos que de ninguna manera se volviera a repetir.
–¿Llegan a tener alguna reunión con Alfonsín?
–Todas las reuniones son con Nosiglia y con Gil Lavedra, ministro del Interior, con Alfonsín no. Le hicimos llegar a través de Nosiglia una grabación donde Seineldín explicaba el plan del golpe. Como no respondió, hicimos pública esa grabación, salió en muchas radios. Empezaron a decir que no era la voz, que podía ser un imitador.
–¿Cuál es el saldo de La Tablada?
–Hubo 43 muertos, 32 compañeros nuestros y 11 militares. De éstos, eran 5 militares, 2 oficiales de policía y 4 soldados. De los soldados tres cayeron por balas militares. Los otros son bajas hechas por nosotros, no con la intención de matar a los soldados sino por la ubicación en el combate. De los compañeros nuestros 13 fueron fusilados después de detenidos, 10 producto de las bombas de fósforo, o la quema de cuerpos que estaban muertos, cinco de ellos están todavía sin reconocer por este tema. A Pancho Provenzano lo reconoció su hermano por una operación que tenía de columna, no había quedado casi nada. Y tenemos todavía tres desaparecidos. Otros estuvieron presos 14 años, yo ocho y nueve Ana María Sívori.
–¿Cómo fue el atentado contra el dictador nicaragüense Anastasio Somoza?
–Esa, a diferencia de lo que se dice, no fue una acción por venganza, fue una emboscada al jefe de la contrarrevolución. El se escapa a los Estados Unidos, posterior al triunfo de la revolución sandinista, estaba Jimmy Carter como presidente, que fue una especie de pausa en la Doctrina de Seguridad Nacional, por lo tanto no recibió apoyo. Por eso Somoza se va a Paraguay, por el apoyo que le da Stroessner y los vínculos del paraguayo con la dictadura argentina. Desde ahí buscó el apoyo a través de un grupo de asesores, previo acuerdo con la dictadura que en ese momento gobernaba en Honduras, para que se establecieran ahí. La Argentina le dio ese apoyo y ahí se quedaron. Digamos que cuando actuamos contra Somoza ya estaba el grupo de asesores argentinos en Honduras, encabezado por el mayor Silveira, hoy acusado de la desaparición de 164 persona en Honduras. Anda por acá en la calle. Así se estaba conformando la contrarrevolución y ya hacían las primeras acciones para recuperar el poder en Nicaragua. A partir de eso surgió la idea de atentar contra él, lo único que sabíamos era que estaba en Paraguay. Fuimos unos cuarenta días, para poder ubicarlo la primera vez. Después, ya de acuerdo a los movimientos que íbamos observando, fuimos buscando las distintas formas posibles de actuar, hasta que nos dimos cuenta que mantenía movimientos muy irregulares. Por esto decidimos ubicarnos en un punto fijo en un paso obligado, sin llamar la atención, a la espera de que se den las condiciones para actuar.
–¿En el equipo estaba Hugo Irurzún?
–Claro, es el que maneja la bazuka. Eramos tres los que actuábamos directamente contra Somoza. Dos compañeros y yo. Mi tarea era contener a la guardia que venía en un auto detrás. Irurzún tenía que dispararle un cohete al auto y el tercer compañero servía de apoyo y cortaba el tráfico. Como se trabó el cohete, yo me encontré con Somoza a menos de tres metros, el auto estaba frente a mí. Entonces, desde la vereda disparé contra él. Para esto, los guardias que yo tenía que controlar, se parapetaron detrás de una casa y empezaron a disparar. Entonces el compañero que estaba cortando la calle dispara sobre ellos y tienen que esconderse. Eso me permite meterme adentro de la camioneta, cubrirme y cambiar el cargador. Lo mismo hace Irurzún, con el segundo cohete cargado. Lo tira y ahí culmina la acción.
Aquí, se escribió lo siguiente: Patricia Bullrich, la perra -Miente, miente que algo quedará- Ella estaba a las 2 de la mañana en la puerta de la casa del Fiscal Nisman al conocerse la noticia de su muerte. Dio datos sobre los llamados que habían intercambiado el día sábado para ponerse de acuerdo con la presentación de la denuncia por encubrimiento que debía exponer ante el Congreso. Es una de las últimas personas que habló con el occiso. Aparece en la puerta de su casa al conocerse la noticia. No dejó canal de TV sin visitar para hablar sobre el supuesto encubrimiento del gobierno hacia los supuestos iraníes, sin aportar más datos que su palabra que proviene de lo dicho por el fiscal que ya no puede hablar. Carolina Serrano era el nombre de "guerra" de Patricia Bullrich en la organización Montoneros. Era la hermana de Julieta Bullrich la pareja de Rodolfo Galimberti, jefe montonero encargado junto a Mario Montoto de la compra de armas. Se las compraban a Monzer Al Kassar, el traficante de armas y drogas que en los 70 les fue presentado por el empresario Jorge Antonio. Al Kassar, el traficante estaba vinculado no sólo al gobierno de Carlos Saúl Menem, sino también a su ex ministro del Interior José Luis Manzano (hoy en el Grupo UNO, junto a Vila y De Narváez) y a Emir Yoma, con quienes realizaron la venta de armas a Croacia y Ecuador. Estas transacciones de armas fueron prolijamente descriptas por Mariano Perel (asesinado) y por Lourdes di Natale ("suicidada") cuya causa por su extraña muerte fue juzgada y archivada por la jueza Fabiana Palmaghini (la misma que hoy debe investigar la dudosa muerte de Nisman). El financista de esas maniobras, según dijo Perel, era Rubén Beraja, titular de la DAIA en el momento de la explosión. Jorge Antonio, además de ¿amigo? de Monser Al Kassar era muy amigo, de la jueza Riva Aramayo. Jueza que junto al juez Galeano pergeñaron desviar la investigación plantando pistas falsas, y para eso coimearon a Telleldín, y al policía bonaerense Ribelli. Riva Aramayo es la que hizo nombrar juez a Gabriel Cavallo, hoy abogado de Clarín al igual que Jorge Anzorreguy, el hermano de Hugo, que cuando explotó la AMIA-DAIA, era jefe de la SIDE; de donde salió el dinero para esas coimas. Cavallo es el juez que sobreseyó a los involucrados en la causa ARMAS (Jorge Orlando Pacífico, procesado en la causa AMIA y en el robo de armas al ejército). Riva Aramayo, alias la Piru, falleció. En esos años, tenía como secretario a Ariel Lijo.
El mismo juez que debe juzgar el encubrimiento de la causa.
El mismo juez al que Nisman le llevó esta denuncia por el supuesto encubrimiento, de la que hoy nadie habla, pero sigue en el despacho del juez que habilitó la feria para darle curso.
El mismo juez que visita la embajada de EEUU y cuyo hermano era auditor en las reuniones de Galeano con Telleldín y Ribelli.
La Cámara le había pedido a Lijo que eleve a juicio oral este año, dicha causa
Al agregar una nueva denuncia con muchos involucrados y 350 fojas, podría estirar un poco los plazos y así no verse comprometido a resolver este nudo gordiano de pistas falsas que es esta causa.
En la misma causa se juzga por encubrimiento a Fino Palacios, que salvó del allanamiento a los sirios; a Galeano por sembrar pruebas falsas con Telleldín y Ribelli; y ahora el mismo fiscal que investigó todo eso, agrega al estofado el supuesto encubrimiento de los iraníes que la CIA y la SIDE de Anzorreguy le dijeron que debía culpar, pero no presentó nunca una prueba concreta de su responsabilidad en el atentado.
Es extraño que Patricia Bullrich ponga tanto énfasis en culpar a los iraníes, ya que su primo, Abdul Karim Paz, es el imán de la mezquita at Tauhid, donde iba Yusuf Khalil, el de las escuchas telefónicas que motivaron la denuncia de Alberto Nisman contra la presidenta de la nación.
Bueno, el nombre legal no es Abdul Karim Paz, es Santiago Ricardo Paz Zuberbühler Bullrich.
El “diálogo” de Patricia Bullrich con el fiscal Alberto Nisman el día domingo, probablemente encarne más que un fallido. Según denunció Stella Calloni, Bullrich Luro Pueyrredón pertenece a una organización estadounidense de extrema derecha que sostiene las actividades violentas en naciones designadas como enemigas. Está visto que más allá de la discusión sobre los restos de pólvora, alguien pidió un último servicio a Nisman. Es decir, Alguien, de extrema confianza y volumen político, tiene que haber hablado con él para analizar la gravedad de la situación y comunicarle la decisión organizativa de evitar contradicciones en público y soltarle la mano. Como elemento informativo de interés, vale consignar que la diputada cuestionó ácidamente, el pasado 17 de diciembre, los cambios en la Secretaría de Inteligencia. Tras conocerse la designación de Oscar Parrilli en el área, interpretó que se trataba de un intento del Poder Ejecutivo por controlar a los jueces federales y a los servicios de inteligencia. UNO BUSCA LLENO DE ESPERANZAS La organización es UnoAmérica (Unión de Organizaciones Democráticas de América) y se creó en 2008; su presidente es el venezolano Alejandro Peña Esclusa. Tiene vínculos directos con la Fundación Nacional para la Democracia, NED según sus siglas en inglés, de quien recibe financiación. La NED es una entidad encubierta que sostiene la CIA. Tanto UnoAmérica como NED han trabajado en América Latina tratando de voltear gobiernos populares. Patricia Bullrich está casada con Guillermo Yanco, vicepresidente del Museo del Holocausto de la Argentina. Es, además, presidente del Instituto de Estudios Argentinos (Idear) y miembro de la Red de Partidos Políticos. La Red es una organización impulsada por el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales -National Democratic Institute (NDI) en inglés- . Este instituto fue creado en 1983 por el ala derecha del Partido Demócrata norteamericano y a través de otras fundaciones tiene presencia en 50 países. En un círculo autoalimentado, recibe financiamiento, entre otras fuentes, de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). Cabe recordar, además, que esta fundación fue impulsada por Ronald Reagan para intervenir en la política interna de decenas de naciones en todo el mundo. Sobre el tipo de accionar de la NED, indica la investigadora norteamericana Eva Golinger: "Esta forma de intervención es muy sofisticada y compleja porque penetra a la sociedad civil y a las organizaciones sociales de una manera muy sutil. Es difícil de descubrir pero fácil de justificar con el argumento de la "promoción de la democracia", que es lo que el NED profesa hacer por todo el mundo, a pesar de la evidencia que demuestra lo contrario. El mero hecho de que en Venezuela el NED haya financiado exclusivamente a grupos antichavistas, muchos de los cuales participaron abiertamente en el golpe de Estado en abril de 2002, demuestra que la "democracia" está muy lejos de las intenciones del NED". Vamos a las expresiones de los mismos representantes de UnoAmérica a través de su acta fundacional. Fíjense dónde se sitúa Bullrich: "Los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2008, delegaciones de diversos países latinoamericanos, se dieron cita en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, con el objetivo de conformar una organización capaz de defender la democracia y la libertad en nuestro continente, que se encuentran bajo amenaza... Finalmente, resulta pertinente preguntarse sobre los contenidos reales de las conversaciones entre Patricia Bullrich y Alberto Nisman antes de la última determinación del fiscal. Es posible que la diputada haya fracasado en su intención de infundirle ánimo y confianza. Es probable, entonces, que Nisman se haya sentido abandonado por gente muy (pero muy) cercana. **Hace dos dìas Bullrich completó su operaciòn lanzando ante el diario La Nación: "Me cuesta creer que la Presidenta haya ordenado que lo maten". Un modo tremendo de orientar la duda sobre el Poder Ejecutivo.
Desde que M*nem la "rescató" en la década del 90 que creo que Patricia Bullrich es de la CIA. Su acción política, sus aliados, su discurso, su participación, jamás del todo aclarada, en la "operación retorno" en la que secundaba a Galimberti, otro agente de la CIA, todo va por ese lado.
y ya que estamos, el ciudadano que hace la denuncia, que inicia la causa contra Buodou, el que escucha la conversacion sobre las coimas en en bar, pero no vio los rostros de las personas, es Jorge Orlando Pacifico. Kau
Los tiramuertos siempre ansiosos. En el próximo post vamos con los muertos de Iron Mountain. Ahí también podés opinar con la lucidez que te caracteriza.
Es una maraña. Tirás de un hilo y empieza a salir barro a raudales. Todos conectados…
Quizás sea lógico que Pato Bullrich haya ido rodando hasta integrar esa maraña barrosa. “La Piba” no es cualquiera; no es Laurita Alonso, ni siquiera es una Lilita. A veces parece que actúa estúpidamente, que está alcoholizada o gagá. Pero ¿es así? No sé. Tiene una trayectoria extensa y densa. Es inteligente, o por lo menos astuta: hace cuarenta años que se las viene arreglando para estar cerca del poder. «Me cuesta creer que la Presidenta haya ordenado que lo maten»: es una frase de alguien que sabe ser jodido, porque cala más hondo que el gritar que Cristina mató a Nisman.
Es bueno tener toda esta data en la memoria. O a mano. Es información que la mayoría de nosotros no tiene.
El “diálogo” de Patricia Bullrich con el fiscal Alberto Nisman el día domingo, probablemente encarne más que un fallido. Según denunció Stella Calloni, Bullrich Luro Pueyrredón pertenece a una organización estadounidense de extrema derecha que sostiene las actividades violentas en naciones designadas como enemigas. Está visto que más allá de la discusión sobre los restos de pólvora, alguien pidió un último servicio a Nisman. Es decir, Alguien, de extrema confianza y volumen político, tiene que haber hablado con él para analizar la gravedad de la situación y comunicarle la decisión organizativa de evitar contradicciones en público y soltarle la mano. Como elemento informativo de interés, vale consignar que la diputada cuestionó ácidamente, el pasado 17 de diciembre, los cambios en la Secretaría de Inteligencia. Tras conocerse la designación de Oscar Parrilli en el área, interpretó que se trataba de un intento del Poder Ejecutivo por controlar a los jueces federales y a los servicios de inteligencia. UNO BUSCA LLENO DE ESPERANZAS La organización es UnoAmérica (Unión de Organizaciones Democráticas de América) y se creó en 2008; su presidente es el venezolano Alejandro Peña Esclusa. Tiene vínculos directos con la Fundación Nacional para la Democracia, NED según sus siglas en inglés, de quien recibe financiación. La NED es una entidad encubierta que sostiene la CIA. Tanto UnoAmérica como NED han trabajado en América Latina tratando de voltear gobiernos populares. Patricia Bullrich está casada con Guillermo Yanco, vicepresidente del Museo del Holocausto de la Argentina. Es, además, presidente del Instituto de Estudios Argentinos (Idear) y miembro de la Red de Partidos Políticos. La Red es una organización impulsada por el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales -National Democratic Institute (NDI) en inglés- . Este instituto fue creado en 1983 por el ala derecha del Partido Demócrata norteamericano y a través de otras fundaciones tiene presencia en 50 países. En un círculo autoalimentado, recibe financiamiento, entre otras fuentes, de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). Cabe recordar, además, que esta fundación fue impulsada por Ronald Reagan para intervenir en la política interna de decenas de naciones en todo el mundo. Sobre el tipo de accionar de la NED, indica la investigadora norteamericana Eva Golinger: "Esta forma de intervención es muy sofisticada y compleja porque penetra a la sociedad civil y a las organizaciones sociales de una manera muy sutil. Es difícil de descubrir pero fácil de justificar con el argumento de la "promoción de la democracia", que es lo que el NED profesa hacer por todo el mundo, a pesar de la evidencia que demuestra lo contrario. El mero hecho de que en Venezuela el NED haya financiado exclusivamente a grupos antichavistas, muchos de los cuales participaron abiertamente en el golpe de Estado en abril de 2002, demuestra que la "democracia" está muy lejos de las intenciones del NED". Vamos a las expresiones de los mismos representantes de UnoAmérica a través de su acta fundacional. Fíjense dónde se sitúa Bullrich: "Los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2008, delegaciones de diversos países latinoamericanos, se dieron cita en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, con el objetivo de conformar una organización capaz de defender la democracia y la libertad en nuestro continente, que se encuentran bajo amenaza... "
"El gobierno tiene todo el derecho legitimo de exigir que lleguemos a la verdad"
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a cuestionar las "inconductas" de la labor profesional del fallecido fiscal del caso AMIA, cuya denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner y otros fue rechazada en tres instancias judiciales, y resaltó la necesidad de "saber científicamente que fue lo que pasó" antes y después de que Alberto Nisman fuera hallado muerto.
El funcionario nacional reiteró sus cuestionamientos al extitular de la UFI-AMIA por su relación con el técnico informático Diego Lagomarsino, quien reveló que Nisman se quedaba con una parte del sueldo que le pagaba por sus servicios. De haber ocurrido esto, el exfiscal habría incurrido en "cohecho" y "malversación de caudales públicos" por el destino del dinero de la investigación, puntualizó Fernández.
"Como tengo un sentido de la ética y el decoro estoy cuestionando un sistema jurídico para que se analicen esas cuestiones", puntualizó el jefe de ministros y, si bien reconoció que "no hay acción posible" contra Nisman, por estar fallecido, puede hacerse un control sobre los fondos que se manejaba.
Por otra parte, aclaró que "nunca" habló "mal de la doctora (Sandra) Arroyo Salgado", ex esposa del fiscal, aunque resaltó que solo criticó "las inconductas de su esposo". "Si eso le molesto lo siento", dijo a radio América y subrayó que su aspiración es "saber científicamente que fue lo que pasó".
"El gobierno tiene todo el derecho legitimo de exigir que lleguemos a la verdad" sobre el deceso del fiscal que murió el 18 de enero de un balazo en la cabeza en el baño de su departamento en el barrio porteño de Puerto Madero, destacó.
Desde que M*nem la "rescató" en la década del 90 que creo que Patricia Bullrich es de la CIA. Su acción política, sus aliados, su discurso, su participación, jamás del todo aclarada, en la "operación retorno" en la que secundaba a Galimberti, otro agente de la CIA, todo va por ese lado.
ResponderQue pedazo de cáncer.
Respondery ya que estamos, el ciudadano que hace la denuncia, que inicia la causa contra Buodou, el que escucha la conversacion sobre las coimas en en bar, pero no vio los rostros de las personas, es Jorge Orlando Pacifico. Kau
ResponderEsas son las lacras que hunden a nuestra sociedad.Siempre tirando para abajo como dice el gran Charly.
Responder"Me cuesta creer que la Presienta haya ordenado que lo maten" Que tremenda hija de puta.
ResponderY encima en libertad y sin tener una miserable denuncia por traición en su contra.
23.25 creelo no te queda otra
Los tiramuertos siempre ansiosos. En el próximo post vamos con los muertos de Iron Mountain. Ahí también podés opinar con la lucidez que te caracteriza.