700 inmigrantes africanos mueren camino a Europa en el peor de los naufragios en décadas
Posted: 19 Apr 2015 03:07 PM PDT
A menos de una semana de que unos 400 inmigrantes africanos
fallecieran en el mar Mediterráneo intentando llegar a Europa, otra vez
un barco abarrotado de familias y personas desesperadas por encontrar
una mejor vida se hundió camino a las costas italianas y las autoridades creen que cerca de 700 de ellos murieron.
Como ya se volvió una costumbre en las costas del sur de Europa, los
guardacostas italianos recibieron bien temprano a la madrugada una
llamada de socorro de un barco que llevaba más de 700 inmigrantes que
había zarpado de Libia, según contó la vocera del ACNUR, la agencia de
la ONU para los refugiados, en Italia, Carlotta Sami.
Como no había ningún barco de la Guardia Costera italiana en la zona,
el Centro Nacional de Socorro pidió al barco mercante portugués King
Jacob, que navegaba cerca del Canal de Sicilia, que se desviara hasta el
lugar para ayudar.
Cuando el buque se aproximaba a la embarcación, los inmigrantes,
desesperados, “se colocaron todos en el mismo lado de la nave y
provocaron su hundimiento”, según relató Sami, citada por la agencia de
noticias EFE.
El buque portugués intentó salvar a los inmigrantes que habían caído
al agua, pero sólo logró sacar a 50 personas. Más tarde la Guardia
Costera italiana, la Guardia de Finanza y la Marina Militar y de la
Armada de Malta alcanzaron a recuperar 24 cuerpos ya inertes.
“Si se confirman estas cifras, en los últimos días habrían muerto más
de 1.000 inmigrantes”, sentenció Sami, dejando en claro el dramatismo
de la situación que viven las personas que se escapan de África y la
inacción de las autoridades europeas, que siguen sin asumir la
responsabilidad sobre la gente que llega a sus costas en situaciones muy
precarias.
Más tarde, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados, António Guterres, destacó en un comunicado que el de hoy
podría ser “la mayor pérdida de vidas en un incidente en el Mediterráneo
que involucra a refugiados e inmigrantes”.
La Comisión Europea, el Poder Ejecutivo del bloque, emitió un
comunicado en el que expresó su “tristeza” por lo sucedido y prometió
una cumbre inminente de los ministros europeos de Interior y de Asuntos
Exteriores de la UE para abordar el drama migratorio.
Más tarde, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini,
informó que va a incluir el tema migratorio como uno de los puntos
formales de la agenda del Consejo de los ministros europeos de
Exteriores, que se celebrará mañana en Luxemburgo.
Varios líderes europeos, entre ellos el presidente francés, Francois
Hollande, y el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, también sumaron
sus palabras de indignación; sin embargo, ninguno fue tan contundente
como el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Tras una reunión de emergencia de su gobierno, Renzi ofreció una
conferencia de prensa en la que denunció “un nuevo tráfico de esclavos”
de África a Europa y pidió a la UE que “no los dejen solos”.
“Tenemos que dejar de pensar que murieron números, murieron personas:
mujeres, hombres y niños”, reclamó el premier italiano, quien llamó a
una cumbre europea urgente para enfrentar el creciente flujo de
refugiados e inmigrantes que arriesgan todo para llegar a las costas de
la UE.
Renzi además destacó que uno de los temas centrales debe ser el
actual conflicto interno y el vacío de poder en Libia. “El 91% de los
inmigrantes que llegan a Italia proceden de Libia”, recordó.
El año pasado, unas 220.000 personas cruzaron el Mediterráneo desde
las costas del norte de África y se estima que al menos 3.500 de ellas
fallecieron en el intento, la mayoría ahogadas.
Después del gran naufragio en la isla italiana de Lampedusa, en
octubre de 2013, cuando cientos de personas murieron ahogadas en el
Mediterráneo, la UE reconoció que este era un problema comunitario y no
de los países costeros del sur del continente.
A finales de 2013 se creó la operación europea de rescate Mare
Nostrum, pero le pusieron fecha de vencimiento, diciembre de 2014. Desde
entonces, la operación comunitaria no fue renovada ni reemplazada por
otra.
Sin ninguna red de contención europea, la Organización Internacional
de las Migraciones advirtió esta semana, después de otro naufragio que
dejó unos 400 muertos, que sólo este año podrían morir unos 30.000
inmigrantes tratando de llegar al Viejo Continente.
En otros palabras, el número personas que morirán ahogadas en el
Mediterráneo en un intento desesperado por conseguir una mejor vida en
Europa se multiplicará por diez en un sólo año.
Mientras la mayoría de los dirigentes europeos señalan como
responsables a las mafias que trafican gente a través del Mediterráneo
en embarcaciones muy precarias y sin ningún tipo de medidas de
seguridad, lo cierto es que el inédito flujo de personas desde las
costas del norte de África al Viejo Continente no es un problema
meramente migratorio.
La mayoría de los llamados inmigrantes que intentan cruzar el mar
Mediterráneo son en realidad refugiados de los conflictos armados en
Medio Oriente y África, conflictos en los que Europa suele cumplir algún
rol. El caso más evidente es Libia.
Muchos de los barcos que trafican personas a Europa salen de Libia,
aprovechando el vacío de poder y el caos político y militar que se vive
en ese país desde que la OTAN, el brazo armado de la alianza Estados
Unidos-Europa, apoyó a los grupos de mercenarios armados de Libia a
derrocar a Muammar Al Gaddafi.
Las potencias occidentales y sus aliados permitieron el ingreso
masivo -se estima que fueron alrededor de un millón- de armas para los
mercenarios y, una vez que Gaddafi fue asesinado, esas nuevas milicias
se negaron a reconocer al nuevo gobierno y desataron una guerra interna
por el control del Estado.
Ahora, casi cuatro años después, el Estado libio no controla su
propio territorio y Europa no tiene con quien coordinar el control de
los barcos que zarpan para atravesar el Mediterráneo.
En estas horas, cuando los líderes europeos negocian qué se discutirá
en la cumbre europea que sin lugar a dudas se convocará en las próximas
horas, el jefe de la ACNUR, Guterres, le recordó a la UE otra
responsabilidad que debe asumir el bloque para evitar que el
Mediterráneo se convierta en un gran cementerio.
“Este nuevo desastre confirma lo importante que es restaurar una
operación de rescate robusta y ofrecer alternativas legales para
alcanzar las costas europeas. Si esto no ocurre, seguirá habiendo
personas que morirán intentando alcanzar la seguridad en Europa”,
sostuvo Guterres, haciendo una referencia indirecta a la drástica
reducción de casos de asilados y refugiados políticos aceptados por los
países europeos.