La unidad es el imperativo del momento, en lo político, lo ideológico, lo social y lo económico. El Frente Amplio por la paz con justicia social, generosa democracia y defensa de la soberanía nacional, es la consigna del momento, para la más amplia movilización.
Nelson Fajardo
La marcha del Primero de Mayo conmemora las víctimas de la represión y persecución sufrida por la clase obrera a lo largo de la historia. En la actual coyuntura, el evento expresa la decisiva defensa del movimiento sindical y popular del proceso de paz con justicia social, por la más amplia democracia y la defensa de la soberanía nacional y contra el Plan Nacional de Desarrollo 2014 a 2018 del Gobierno de Juan Manuel Santos. Éste último planteado bajo el lema “Todos por un Nuevo País, Paz, Equidad, Educación”.
Hoy, después de un nuevo ciclo de violencia, se busca la modernización del Estado, que sea realmente democrático y supere la mentalidad estrecha heredada de ese pasado más lejano y de la época de la guerra fría. La lucha por la paz con justicia social requiere superar la concentración de la riqueza y la redistribución de la tierra en el marco de una reforma agraria integral, que dé respuesta a la petición de la población campesina, movilizada en defensa de sus derechos desde el 2013.
Es una lucha que debe articularse con los diálogos de paz de La Habana, para abrir espacios a la asamblea nacional constituyente que reforme el país estructuralmente.
Para construir la más amplia democracia, es necesario, mediante la lucha unitaria, lograr la convocatoria de la asamblea constituyente, con la cual consolidar los derechos políticos y civiles, para poder afirmar el llamado estado social de derecho. Trabado por muchas salvedades en los Diálogos de La Habana, tales como el tratamiento a la oposición, el acceso democrático a los medios de comunicación y participación ciudadana, promover la participación política y dar garantías para organizarse políticamente, superando la fobia anticomunista; así como la movilización social por sus derechos.
Amplia democracia significa estimular y fortalecer la lucha y la organización sindical; en esa dirección, la participación en el Congreso Extraordinario de la Central Unitaria de Trabajadores en noviembre del año en curso es un compromiso de alta prioridad para fortalecer la corriente clasista y liberar la central de la corrupción y la parálisis que la acompaña.
Igualmente, este año, la lucha electoral y parlamentaria tiene alta prioridad, pues la derecha santista y la ultraderecha, representada en el Centro Democrático, aspiran a consolidarse y proyectar su triunfo a 2018. Para esto recurren a todos los métodos y formas violentas o legales de la manipulación de la información, para tergiversarla y desprestigiar cualquier propuesta que proceda de la izquierda.
Asumir la defensa de la soberanía nacional trae muchos beneficios, tal como lo confirman las nacionalizaciones hechas en América Latina, el fortalecimiento del integracionismo en la región y la reciprocidad en condiciones de igualdad y respeto, a través de un intercambio que se guía no solo por el mercado sino también por la cooperación, para salir al paso a la competencia desleal que practican las transnacionales.
El fracaso de la política exterior de los Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe quedó patentado en la Cumbre de Panamá, donde el latinoamericanismo se irguió como una sola entidad y cuestionó con fuerza a la potencia imperialista.
El Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País”, cuyo carácter eminentemente neoliberal, acompañado de las normas complementarias y el equilibrio fiscal, será una piedra en el zapato para el proceso de paz y para las familias trabajadoras colombianas. Afirmamos que, en términos del Plan, el déficit fiscal se convierte en excusa para decretar reducciones en las asignaciones de la política social.
Colombia vive una situación crítica que exige, para un desenlace progresista, un movimiento sindical claro en sus objetivos y firme y radical en su lucha, capaz de llevar la exitosa movilización del 9 de abril de 2015 a niveles superiores. Por tanto, la unidad es el imperativo del momento, en lo político, lo ideológico, lo social y lo económico. El Frente Amplio por la paz con justicia social, generosa democracia y defensa de la soberanía nacional, es la consigna del momento, para la más amplia movilización.