Repsol encuentra un nuevo yacimiento de gas en Bolivia

El presidente Evo Morales anunció este viernes la existencia de un nuevo yacimiento en el campo de Margarita, que está situado en la frontera de los departamentos de Tarija y Chuquisaca, al sur de Bolivia, que producirá tres millones de metros cúbicos de gas diarios. El descubrimiento fue realizado por la empresa que opera el campo, la española Repsol, y eleva la producción del mismo a 18 millones de metros cúbicos por día.

Este fue el principal anuncio del presidente boliviano durante el 1 de mayo, fecha en la que suele presentar importantes medidas y novedades para celebrar el Día Internacional de los trabajadores. Un día como este, en 2006, decretó la nacionalización de la industria gasífera, que ahora es estatal pero sigue realizando sus principales operaciones con contratistas privadas como Repsol. La compañía estuvo representada en el acto de declaratoria, que se realizó en el propio campo, por su presidente saliente, Antonio Bruffau, y el consejero delegado, Josu Jon Imaz.

Repsol invirtió 100 millones de dólares en el pozo que permitió hacer el descubrimiento, denominado “Margarita 7”. Esta inversión forma parte de un plan de inversiones de 1.200 millones de dólares en esta área gasífera, que la empresa ejecuta desde 2010. Margarita es uno de los cuatro “megacampos” del país y posee un tercio de sus reservas totales de gas. El 25 de febrero, Repsol anunció que su pozo “Margarita 8” había incrementado dichas reservas en 0,3 TCF. Margarita es operado por la compañía española en sociedad con British Gas y Panamerican Energy.

El descubrimiento permite al Gobierno de Morales responder con hechos a quienes critican su manejo de la industria gasífera, que no ha logrado atraer inversiones privadas para la exploración de nuevos yacimientos y, por consiguiente, ha encontrado poco gas. Del total de reservas con que cuenta el país, que son de 10,4 trillones de pies cúbicos, el 80% se descubrió antes de 2006.

En un congreso internacional organizado en Santa Cruz el año pasado por la empresa estatal del gas, YPFB, Daniel Monzón de WoodMackenzie alcanzó a colar entre los discursos optimistas la siguiente advertencia: "Si Bolivia no incrementa seriamente sus inversiones no podrá sostener su nivel actual de exportaciones al Brasil y Argentina en el largo plazo", esto es, en aproximadamente doce años, el lapso asegurado por las reservas actuales. Estas exportaciones, que constituyen el principal ingreso del país, son responsables de gran parte de la prosperidad económica que vive el mismo.

Repsol y las demás compañías que se encuentran en Bolivia están invirtiendo en los campos que ya poseen, pero no se atreven a incursionar en zonas inexploradas y más riesgosas, porque las condiciones fiscales, que son viables cuando se trata de grandes reservas, se tornan adversas para campos más pequeños y con menos rentabilidad. El Gobierno ha diseñado una política de incentivos impositivos más o menos atractiva para las empresas extranjeras, pero no la ha aprobado hasta ahora, principalmente por razones políticas, ya que un aumento de las ganancias de estas empresas iría en contra de una de las justificaciones iniciales del ascenso de Morales al poder.