Desde Rosario

“Miguel Del Sel miente, nunca fue abanderado de la escuela San Cayetano, como anda diciendo por ahí. Tampoco en esa escuela se tenía como metodología pedagógica pegarles varillazos a los alumnos, como los que Del Sel asegura que recibió. Esta es una falta de respeto hacia la escuela, a los docentes que lo educaron y hacia el padre Gatti, que la fundó. No se puede hacer política con la mentira.” De este modo se expresó ayer Pedro Bayúgar, secretario general de Sadop de la ciudad de Santa Fe, en alusión a los dichos del candidato del PRO sobre su educación.

El representante de los docentes privados aseguró que “Gatti tenía una gran sensibilidad social y una gran generosidad para con los que menos tenían, fue quien organizó inicialmente lo que hoy es un complejo educativo integrado por tres establecimientos educativos”. En el mismo sentido, Bayúgar recordó al padre Gatti como “un gran visionario, que apareció en una foto junto a Evita, plantando un árbol, en la primera edición de La razón de mi vida”.

–¿Usted conoce la escuela donde se educó Del Sel? –le preguntó Página/12.

–Por supuesto, porque soy docente de ese complejo educativo, soy director del secundario, y Del Sel fue a la escuela primaria. Es más, su madre fue miembro de la cooperadora y el padre Gatti fue el fundador de ese complejo educativo. Era el superior de la comunidad religiosa y en ningún momento ejerció violencia sobre los alumnos o cosas por el estilo. Y mucho menos se conoce que haya sido una persona violenta o que pretendiera educar a los varillazos, ni a Del Sel ni a nadie.

–¿Por qué usted sale a aclarar este punto?

–A raíz de estas declaraciones que hizo Del Sel diciendo que “cuando se portó mal lo llevaron a la dirección, le dieron un par de varillazos y lo sacaron abanderado”. Cuando lo escuché me puse a investigar si era verdad que había sido un alumno destacado con la bandera, porque no me parecía que hubiera sido abanderado. Y, efectivamente, vi en los registros que nunca fue abanderado, con lo cual está inventando una historia e inventando una acción totalmente antieducativa sobre un cura que no se puede defender porque ya se murió, y ofendiendo la labor de los docentes de esa escuela, que fueron sus propios maestros. Y pretendiendo mostrar un resultado exitoso, como que con violencia se puede llegar a ser abanderado, cuando la realidad es todo lo contrario. Creo que la pedagogía de la educación es la negación de la violencia. Así que hablar de la escuela San Cayetano, del padre Gatti y de que fue abanderado argumentando un éxito mentiroso, me pareció que estaba mal. Primero les quise dar la posibilidad a los docentes y los religiosos de la escuela de que lo digan. Como no lo dijeron, lo salí a decir yo, porque me parece que hay que plantear las cosas como son, porque no se puede hacer política con la mentira.

–¿Usted sabe qué tipo de alumno era Miguel Del Sel, qué calificaciones tenía?

–Era un alumno de notas entre siete y ocho. La verdad es que estaba lejos de la bandera.