El rival de Colombia en los cuartos de final de la Copa América no deja de ser peligroso. El actual subcampeón del mundo, Argentina, con un ataque de ensueño, encabezado por Lionel Messi y respaldado por Sergio Agüero, Javier Pastore y Ángel di María, es como para salir a la cancha con una alta dosis de respeto. Pero también es un equipo que no le va a jugar tan cerrado como los tres primeros rivales que tuvo en el torneo, una durísima Venezuela, un Brasil que se encerró atrás y un Perú complicado y fuerte.
Aparte de su ataque, la principal virtud de Argentina es el manejo de balón, con una circulación constante. Las estadísticas de posesión de balón en los partidos de la primera fase son impresionantes: 69 por ciento del tiempo contra Paraguay, 68 por ciento contra Uruguay y 73 por ciento contra Jamaica. Y con eso, es un equipo que, aunque apenas anotó cuatro goles, llega mucho: creó 18 opciones de gol en estos tres encuentros. Y sin contar 14 remates desviados y 17 tiros bloqueados.
Ante ese panorama, lo más preocupante para Colombia es el tema de los volantes de recuperación. Edwin Valencia se lesionó y es muy probable que la Copa haya terminado para él. Y Carlos Sánchez no estará por suspensión. Entonces, el técnico José Pékerman tendrá cuatro días para armar un esquema para detener a Argentina, bien sea reforzando la zona de marca, bien sea conformando un equipo que agarre la pelota y no deje que su rival la tenga. Y el otro problema para Pékerman y su cuerpo técnico es la generación de opciones de gol, en especial en el partido contra Perú, en el que solamente creó tres. Así, los delanteros se ven mal.
¿Cómo jugar? Hay varias opciones. Si Pékerman quiere mantener el 4-2-3-1, tendrá que improvisar un volante de marca. Podría poner allí, al lado de Alexánder Mejía, a un zaguero central improvisado, bien sea Pedro Franco, que jugó algunos partidos allí en sus comienzos con Millonarios, o bien Jeison Murillo, que en el último partido, contra Perú, fue el jugador con más pases acertados, 46.
Las opciones en formación. |
La otra opción es ubicar en esa primera línea de volantes a un lateral como Camilo Zúñiga o Santiago Arias, que tienen marca y manejo, o a un volante de segunda línea como Edwin Cardona, que ya jugó allí en el segundo tiempo contra Venezuela. Eso, para darle al equipo manejo de balón (el que llaman “primer pase”).
Pékerman también podría cambiar el esquema y jugar con un 4-1-4-1. Mejía sería el volante central. Delante de él, cuatro hombres con manejo (por ejemplo, Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez, Teófilo Gutiérrez o Cardona y Víctor Ibarbo). Y un solo delantero, bien sea Falcao, que ha sido titular en los tres partidos, o Jackson Martínez.
No es que a Argentina la hayan atacado mucho. Paraguay lo hizo en el segundo tiempo y le marcó dos goles. Jamaica lo hizo en los últimos diez minutos del partido del sábado y alcanzó a meterle un susto al equipo de Martino. Messi y compañía son muy peligrosos. Colombia tiene que volver a demostrar que contra los grandes se crece.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes