Miércoles 24 de junio de 2015 | Edición del día
Myriam Bregman: “Queremos saber cuántos Milani más hay en las Fuerzas Armadas”
La diputada del PTS/FIT y abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) analiza el pase a retiro de Milani, habla de las denuncias que pesan sobre el militar y demuestra que muchos genocidas siguen impunes y en funciones.
fotografía:Jav Ch/Enfoque Rojo
–¿Cuál es tu impresión sobre este pase a retiro de Milani?
–Ante todo, nadie puede creer que su pase a retiro se deba a razones estrictamente personales. A pesar de que el Gobierno lo viene sosteniendo y defendiendo, las denuncias en su contra son cada vez más. Esta renuncia se da en momentos en que las acusaciones contra el exjefe del Ejército se recrudecen. Nosotros, justamente, hace poco más de dos semanas presentamos una nueva querella y acompañamos en su denuncia a Oscar Schaller, quien señala a Milani como el responsable de decidir sobre su libertad en el centro clandestino de detención de La Rioja, que funcionaba en la prisión denominada Instituto de Rehabilitación Social.
–Justamente la semana pasada se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición de Ledo.
–Exactamente. Ledo desapareció el 17 de junio de 1976 en La Rioja, donde Milani cumplía funciones y donde firmó el acta de deserción de Ledo, que en esa época no era otra cosa que un eufemismo para no decir que había sido desaparecido. El pasado 17 de junio, precisamente, nos presentamos en los tribunales federales a interponer un habeas corpus por Alberto Ledo y acompañamos a su madre, Marcela, y a su hermana, Graciela, en la presentación de un amicus curiae en la causa que se sigue contra Milani en Tucumán. Lo hicimos junto a organismos de derechos humanos integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Ambos hechos tuvieron una gran repercusión. Hace más de dos años que denunciamos el rol de Milani en la dictadura y que tiene que ser juzgado de inmediato. Su renuncia no puede ser casual.
–¿Hasta ahora las denuncias fueron desoídas en los tribunales?
–Sí, absolutamente. Con la gran cantidad de denuncias que hay Milani no está siquiera imputado. En la causa por Ledo, el juez Brito desestima hace años los pedidos de la querella y la fiscalía. En la causa por el secuestro de Ramón Olivera, el fiscal subrogante de La Rioja, Horacio Salman, determinó que Milani no tiene responsabilidad penal porque en su legajo figura una oportuna sanción que casualmente lo obligaba a estar en su regimiento de Ingenieros el día del secuestro de Olivera. Como todo el mundo sabe, en la dictadura se respetaban mucho las normas…
No podemos dejar de recordar que Nora Cortiñas, la compañera Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, sigue esperando que Milani se presente en la causa por su hijo Gustavo, por quien presentó un habeas corpus y pide que el general dé explicaciones. Esto por nombrar solo algunos ejemplos.
Milani también está denunciado por el padre de Oscar, Plutarco Schaller, y por Verónica Matta, quien apenas salida de la secundaria fue secuestrada por Milani en su casa de la Rioja en julio de 1976. Pruebas y testimonios sobran, como también defensores del exjefe del Ejército y jueces que dejan correr débiles argumentos. Pero los querellantes que luchamos contra la impunidad, no.
–La postura del Gobierno es muy clara hasta ahora.
–Sí, por supuesto, lo sostuvo e hizo una defensa cerrada. Por otro lado, en muchas oportunidades la presidenta hizo alusión al rol de Milani en el Ejército como el garante de la reconciliación de las Fuerzas Armadas con la sociedad. Un hombre del Ejército acusado de ser parte de la maquinaria genocida en ese puesto no puede durar salvo por el pacto de impunidad sellado entre el Gobierno y sectores judiciales.
Tanta defensa hacia Milani puede tener varias explicaciones, aunque hay una que es fundamental: el cuestionamiento alcanza a la inmensa mayoría de los actuales altos mandos de las Fuerzas Armadas, y también a la suboficialidad con más antigüedad.
Resulta difícil para este gobierno autoproclamarse defensor de los derechos humanos manteniendo a un 14 % de quienes fueron parte del plan genocida, que pasaron por los centros clandestinos de detención. Nosotros lo dijimos claramente en nuestro alegato en el juicio por la causa ESMA II: esos militares que siguen en funciones fueron parte de esa estructura represiva que actuó contra una generación militante a la que era necesario aniquilar para imponer un proyecto económico, político y social que tenía como objetivo cambiar regresivamente la estructura del país; disciplinar y aumentar la explotación de la clase trabajadora; esto a la vez que al mismo ritmo se redoblaban las ataduras con los países imperialistas.
–Y en ese sentido no se deberían tener dudas sobre la actuación directa de Milani en la dictadura.
–Claro. César Milani ingresó en el Ejército en febrero de 1975, y a la Escuela de Inteligencia en 1982, para pasar luego al Batallón 601. Milani y 50 generales más son parte de un Ejército argentino que cuenta con 3.381 miembros que provienen de la dictadura. Una situación que se repite en la Armada, donde 543 oficiales y 759 suboficiales comparten ese origen. Varios de ellos pasaron por la ESMA, pero tienen la fortuna de que ningún ex detenido desaparecido los haya reconocido, por lo que se amparan en el pacto de impunidad que se mantiene con firmeza y efectividad gracias a que este gobierno mantiene ocultos los archivos de la represión. La Fuerza Aérea incluso supera esos números, con más de 600 oficiales y 1.700 suboficiales que aún están en funciones desde la dictadura.
Por eso siempre dijimos que defender a Milani es defender esa continuidad del aparato represivo de la dictadura en las Fuerzas Armadas actuales. Esa es la reconciliación pretendida. Nos seguimos preguntando cuántos Milani más hay, por eso exigimos la apertura de todos los archivos de la dictadura y que se hagan públicos los listados del personal implicado en la dictadura que hoy continúa en actividad que Nicolás del Caño le solicitó en la Cámara de Diputados al entonces jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
–A Milani lo reemplazará como jefe del Ejército Ricardo Luis Cundom.
–Aparentemente fue el propio Milani quien recomentó a Cuntom, un hombre del comando en jefe del Ejército, que además estuvo en Malvinas. Si revistió en ese entonces como oficial, sus lazos con la dictadura son directos. Hay un dato muy curioso: si hoy mismo alguien ingresa a la página del Ministerio de Defensa va a ver que el currículum vitae de Cuntom está, literalmente, vacío. Decía que hay 50 generales que vienen de la dictadura. No tenemos los nombres, pero sí sabemos que hay continuidad tanto en hombres como en la estructura de las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, seguiremos exigiendo no solo la apertura de los archivos sino el juicio y castigo a todos los que fueron parte del genocidio, empezando por Milani. Que haya renunciado es un triunfo, pero acá no termina nuestra pelea, seguiremos hasta verlo en la cárcel.