Fotografía: Flicker

“A mí me parece que el que viene es Astiz. Se me acerca y me dice que es un gran admirador mío. Instintivamente le doy la mano. “Ah, ¿sí?” le digo yo. Y me quedo en silencio, mirándolo. En el momento que yo le doy la mano, aparece un fotógrafo. “Me parece que es conveniente que me retire” dice. “Sí, creo que es lo mejor” le respondo y se va. Fue ahí me di cuenta que caí en una trampa, caí en una trampa”.

La repetición de la frase que pronuncia Mirtha Legrand para explicar frente a la televisión que ella no conocía ni frecuentaba los ámbitos de reunión y celebración de los represores de la última dictadura militar es del 2010, siendo que la foto fue publicada hace ya 20 años.

El domingo 19 de julio de 2015 la diva de los almuerzos se despachó contra Cristina Fernández a partir de la pregunta del periodista Luis Novaresio, quien participó del almuerzo televisado, diciendo que es una dictadora. Raro insulto viniendo de una señora que en el conocido almuerzo de 1978 recordó la reacción del genocida Videla ante el triunfo de Argentina en el mundial 78: “Yo lo vi al presidente Videla con lágrimas en los ojos".

Llama la atención que Mirtha critique a la Presidenta y no haya salido a festejar cuando nombro a Milani como jefe del Ejército o cuando se reconcilió con las Fuerzas Armadas.

"Digo lo que pienso y siento. La gente a fuerza de ocultar va creando odios y recelos"

La otra frase que "La Chiqui" le responde a Novaresio suena un tanto rara en ella. ¿No esperó 15 años en dar alguna explicación de la foto con Massera y Astiz? Tal vez ese fue un año de lucidez, ya que el 15 de junio de 2010 contó por primera vez que su sobrina - María Fernanda Martínez Suárez y su marido - Julio Enzo Panebianco quien militaba en la Juventud Peronista- fueron secuestrados y trasladados al centro clandestino de detención Club Atlético. Legrand rápidamente llamo al general de la Nación, Harguindeguy, para que liberen a su sobrina.

María Fernanda recupero su libertad en 48hs con una frase que nunca olvidará: “Te salvaste porque sos la sobrina de Mirtha”. Julio, quien fue torturado duramente, sigue desaparecido.

El ocultamiento y la nulidad de declaraciones por parte de Mirtha Legrand en causas sobre delitos de lesa humanidad donde está involucrado el Primer Cuerpo de Ejército es otra foto que sale a la luz y otra muestra más de la impunidad que continua en Argentina, y por más que les pese, se demuestra también en estos años de gobierno kirchnerista, que lo único que hicieron ante esta declaración de la señora, fue barajar la posibilidad de quitarle el título de ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

La archi conocida y repetida frase “no quiero ver más pobres en mi país” ¿Se convertirá en “demanda” para sus amigos personales y candidatos a presidente Daniel Scioli y Mauricio Macri?

Macri es conocido por no ser justamente un progresista. Fue el que incrementó más de un 300% la partida asignada a la supuestamente disuelta UCEP con la finalidad de “liberar” la ciudad de 10.000 indigentes sin techo registrados, tal como denuncia el Observatorio de DD.HH. de la Ciudad de Buenos Aires (Página/12, 7/12).

Scioli promovió la reforma al Código Contravencional quien le otorga a la maldita Policía atribuciones que les permiten ejercer detenciones arbitrarias a sospechosos de “merodear” o tener “actitud amenazante”, como a aquellos que pidan limosna y porten capucha. Una clara amenaza hacia los jóvenes plebeyos de los barrios más humildes, que aportan el 95% de los 26.000 detenidos en las cárceles bonaerenses y son las principales víctimas del gatillo fácil.

El derecho democrático que ejerce Legrand para hacer todo tipo de declaración reaccionaria lo goza desde siempre.

La eterna conductora dice en el video archivo de 1978 que “hay una campaña organizada anti Argentina” por la delegación que había mandado Francia para investigar las violaciones a los DD.HH. “Vino Cacharel con una delegación francesa y les pedí que respetaran lo que habían visto en el país. Les dije ¡Cómo atacan al país desde Francia!”.

El “no sabíamos nada” o la “campaña anti argentina” es de un cinismo asqueante.
Rodolfo Walsh ya denunciaba en su “Carta Abierta a la Junta Militar” de 1977 “quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados”.

Las declaraciones de Mirtha Legrand son parte de la fiesta de la democracia.

Actualmente hay 600 genocidas condenados cuando existieron más de 500 centros clandestinos de detención. Los empresarios participes y alentadores de la dictadura, machados de sangre obrera, defienden este modelo que no solamente los mantiene impune premiándolos con la cantidad de millones que se llevaron en pala sino también para que puedan seguir burlándose en la cara de las víctimas del genocidio.