- En Destacado, Mundo
- 16 agosto, 2015
- Prensa
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Hace 70 años, el mundo veía con asombro lo que había hecho EE.UU. Les extrajo el alma a más de 250 mil personas.
Hiroshima
y Nagasaki, la historia del comienzo. El comienzo de la revolución de
la amenaza, el comienzo de la zozobra, el comienzo de miles que se
murieron después, el comienzo del después de la era atómica.
Víctimas de cáncer que se han ido muriendo lentamente a través de los
años, y mutaciones genéticas. El comienzo de otra forma de vivir:
Godzilla, el monstruo de la ansiedad. ¿Cómo ese personaje de película
fue creado en base al terror de la bomba atómica y de los
sobrevivientes?
Todo, porque Estados Unidos es el único que ha bombardeado a la raza
humana con una arma nuclear. Ese EE.UU. el que se queja de los enemigos.
Ante tanta tragedia, ante las más o menos 15 mil cabezas atómicas que
en este momento están escondidas en algún lugar de la tierra listas
para atacar, el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) parece no
importar, se deja intacto, no se renueva, no se actualiza para desarmar
al mundo, querer un mundo mejor no es la prioridad, tragicómico.
En el día de la conmemoración de las bombas asesinas en Japón, el
secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dice que justo por eso, es
tan importante alcanzar un acuerdo nuclear con Irán.
Kerry olvida que EE.UU. ha sido el único enemigo de la vida humana que en tan sólo unos segundos arrasó la de decenas de miles.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, le dice al presidente de
EE.UU., Barack Obama, que se dé una vuelta para que le quede más claro
lo que significa una bomba atómica.
Esta noche: la bomba atómica, la lesión de EE.UU. que hizo que el
mundo no volviera a hacer igual, ¿qué le espera a la humanidad en el
futuro ante esta lección que dejó al mundo sordo con el hongo de la
muerte?
Detrás de la Razón, 70 años de brazas encendidas y de humo aún
saliendo. 6 de la tarde tiempo de Londres, 10:30 de la noche, hora de
Teherán.