Al menos 440 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán
(PKK) han sido asesinados y otros 400 han resultado heridos desde el 7
de julio hasta la fecha, durante operaciones del Ejército turco, según reportó este lunes la agencia Anadolu.
Según la fuente informativa, los integrantes de la guerrilla kurda
fallecieron debido a ataques aéreos ordenados por Ankara contra sus
posiciones en el país y en el norte de Iraq, bajo el pretexto de
enfrentar supuestas amenazas terroristas.
Tras un atentado en la localidad de Suruc, cerca de la frontera con
Siria, el gobierno turco inició el mes pasado operaciones en varias
ciudades bajo el pretexto de la lucha contra el Estado Islámico, pero ha
extendido los ataques al PKK.
Pese a tratarse de agrupaciones y conflictos diferentes, Ankara
insiste en igualar a los que considera sus enemigos y los acusa de
realizar acciones simultáneas contra Turquía.
Como resultado, unas 1.730 personas fueron detenidas, incluidos
menores de 18 años y algunos miembros del prokurdo Partido Popular
Democrático.
Dichos acontecimientos desataron la violencia e incrementaron los
enfrentamientos entre las fuerzas policiales y militares y grupos
opositores, los cuales provocaron la muerte de decenas de oficiales en
los últimos días.
Recientemente, el presidente Recep Tayyip Erdogan aseguró que las
operaciones continuarán hasta lograr que esos grupos depongan sus armas.
Asimismo, afirmó que el proceso de paz con la guerrilla kurda, iniciado en 2012, está “congelado”.
Por su parte, el líder izquierdista Selahattin Demirtas pidió el fin
de la violencia en el país e instó al gobierno y al PKK a retomar los
diálogos para hallar una solución a la situación existente.
PL