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General: Con ustedes... Borges, cantante de tangos
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 06/11/2013 10:13

Con ustedes... Borges, cantante de tangos

EL PAÍS ofrece grabaciones inéditas de las charlas que dio el escritor en Buenos Aires en 1965 y que Casa del Lector y la Fundación Borges editarán conjuntamente en un audiolibro

Las charlas de Borges sobre el tango han permanecido casi medio siglo en la oscuridad, pero ahora se difundirán a lo grande. La Casa del Lector y la Fundación Jorge Luis Borges coeditarán un audiolibro con las cinco horas de grabación, recogidas en Buenos Aires en 1965. Estas cintas fueron donadas por el escritor Bernardo Atxaga a la Casa del Lector.

Esta mañana María Kodama, viuda de Borges, explicó en Madrid que en las cintas se repite la estructura borgiana de El Aleph: “Parte de algo y lo va abriendo y lo lleva a otras cosas. Para Borges, el conocimiento era eso, no era algo rígido ni enclaustrado”. A pesar del dominio que muestra en las conferencias sobre el tango, Borges no acostumbraba a escucharlos en su casa. “Decía que era un sordo musical, no se sentaba a escuchar música, aunque le gustaban el jazz, el gospel, la música medieval y Brahms. De Beethoveen, sin embargo, decía que hacía mucho ruido”, contó Kodama a la prensa, poco antes de la audición de fragmentos de la conferencias.

Por su parte, César Antonio Molina, director de la Casa del Lector, indicó que el tango “es una disculpa para hablar del mundo”. Borges cita a Walt Whitman, a Homero o a Mark Twain. Deja entrever lo poco que le gusta Gardel. “No lo ataca directamente, es irónico pero le va dando”, señala Molina.

El autor de Historia universal de la infamia prefería los tangos de la guardia vieja y las milongas. En su opinión, Gardel había degenerado esa música. “Decía que lo había hecho sentimental y llorón”, recordó María Kodama.

Ahora los internautas pueden escuchar a Borges e imaginar su personalidad más tanguera con estos fragmentos de sus conferencias:

El Gaucho

El origen del tango

Los lugares del tango

El origen humilde del tango

El origen del tango



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 19/08/2015 14:16

PIAZZOLLA Y YO, DE HORACIO MALVICINO, REEDITADO POR AADI

Historia de una gran amistad

 Por Karina Micheletto

La Asociación Argentina de Intérpretes hará hoy una presentación que es tanto musical como literaria. Ocurre que, dentro de su colección Testimonios, dirigida por Susana Rinaldi, la entidad acaba de editar el libro Piazzolla y yo, de Horacio Malvicino. Se trata de una edición especial, de distribución gratuita, que reedita, en muy buena calidad, aquella semblanza que el guitarrista trazara de su colega y compañero de aventuras musicales bajo el título de El Tano y yo, publicada originalmente por Corregidor. Esta nueva edición será presentada en sociedad hoy a las 18.30, en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes (Rufino de Elizalde 2831). Estarán presentes el autor y la vicepresidente de AADI y ministro agregada cultural de la Embajada Argentina en Francia, y actuará Daniel “Pipi” Piazzolla, quien siguió a su modo el camino trazado por su abuelo, con formaciones como su actual trío.

“Esta es la historia, con fotos y anécdotas inéditas, de dos músicos que en 1954 se encontraron en la vida y forjaron una profunda amistad”, advierte la contratapa. “Juntos recorrieron el mundo. Uno, con su ingenio y enorme talento, logró –tras denodadas luchas y sacrificios– imponer su música en cada rincón del planeta. El otro, como guitarrista de sus grupos, fue su ‘ladero’. Ambos, Astor Piazzolla y Horacio Malvicino, dejaron un importante legado de música de Buenos Aires a la cultura universal.” En primera persona, con muchas anécdotas y pasajes graciosos, que muestran un código de humor compartido con el biografiado, Piazzolla y yo tiene el plus de tratarse también de la historia de una amistad.

Malvicino integró las distintas formaciones de Astor Piazzolla, desde su Octeto, entre 1955 y 1958, hasta la disolución de su último Sexteto. Esa historia íntegra, también su previa y su despedida, está narrada en Piazzolla y yo: “Nuestra primera presentación con el Octeto fue en la casa de un bacán, don Ignacio Pirovano, que vivía en el llamado Palacio Hume en la esquina de Avenida Alvear y Rodríguez Peña, años después fue sede del Ministerio de Cultura”, cuenta, por ejemplo, Malvicino. “La presentación debut del Octeto fue para algunos personajes de la cultura de esa época y para un gran director de orquesta europeo, quien se quedó maravillado de lo que escuchaba. La verdad es que esperábamos que todo circulara por los carriles normales, pero la revolución que causó nuestra aparición fue tremenda.”

El relato sitúa muy bien el clima de época: “La crítica que disfrutó de la innovación, del trabajo de Astor, de los arreglos, de los solistas y hasta de la inclusión de la ‘guitarra del jazz’. A todo esto los ‘progresistas’ lo consideraban una ‘bisagra’ que cambiaba de golpe y de ahí en adelante, el apacible camino que transitaba el tango”, cuenta. “Al revés, los ‘tradicionalistas’ se pusieron muy mal y comenzaron los epítetos contra el Octeto y contra el Tano: se dijeron verdaderas palabrotas para definir lo nuestro. Hasta llegaron a llamarme a la pensión donde vivía, para amenazarme anónimamente por desnaturalizar al ‘tango tradicional’. ¡De haber sido hoy seguro que habrían organizado algún piquete!”

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Astor Piazzolla.


 
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