Jeremy Corbyn era un desconocido cuando unos meses Jeremy Corbyn es el nuevo líder del Partido Laborista inglés, hace., pero demostró que se podía acceder al más alto cargo del partido apelando al espíritu socialista de la formación, pero ahora tendrá que asumir un desafío aún más difícil: que un admirador de Karl Marx puede ser primer ministro.
Corbyn, veterano parlamentario de 66 años y que hasta hace unos meses era relativamente desconocido, consiguió generar un fuerte apetito dentro de su partido para una alternativa radical a la agenda de austeridad del primer ministro conservador, David Cameron.Hijo de un ingeniero y una profesora de matemáticas, el nuevo líder pertenece a la familia laborista desde su juventud. En 1974 se ha casado con la militante Jane Chapman de la que se ha divorciado en 1979. Su segundo matrimonio lo ha formado en 1987 con la chilena Claudia Branchitta con la que ha tenido tres hijos varones. En 1999, se han separado tras una controversia sobre la escuela secundaria para su hijo mayor. Por cercanía les tocaba el centro estatal Holloway -considerada escuela ineficaz- a la que Claudia se ha negado a llevar a su hijo. Jeremy observó como su hijo ingresaba en el colegio selectivo -alumnos ingresan por test- Queen Elizabeth, en Barnet, lejos del hogar pariente. Jeremy es defensor del sistema público. El desacuerdo ha colmado el vaso de unas relaciones ya deterioradas.
Desde 12 de septiembre de 2015 líder del Partido Laborista tras ser escogido en primarias con el 60 % de los votos.
Apostaba por este vegetariano de 66 años, cuando empezó el procedimiento de designación del líder laborista nadie, pero paulatinamente ha sido sintonizando con las bases laboristas y tejiendo un discurso en contra de la Tercera Vía que representa Tony Blair hasta lograr una aplastante victoria y el voto de confianza del 59,5 por ciento de los votos.
Las señas de su candidatura son: nuevos impuestos para los ricos, el desarme nuclear y ambigüedad sobre la permanencia de Reino Unido en la UE, todo ello consecuencia de una vuelta a las raíces socialistas de un partido con 115 años de historia.
En el acto de cierre de la campaña de las elecciones laboristas en una antigua iglesia del norte de Londres, atestada para la oportunidad proclamaba: “Desafiamos la narrativa de que solo importa lo individual y de que lo colectivo es irrelevante”. “Por el contrario, mencionamos que el bien común es nuestra aspiración”, ha argumentado.
En su haber, una radical oposición a la guerra, su admiración por el difunto presidente venezolano Hugo Chávez o sus citas del ‘Manifiesto Comunista’ de Marx y Friederich Engels y su aspecto difiere poco del de un profesor universitario, siempre con bolígrafos asomando en su camisa.
Corbyn se desplaza por Londres en bicicleta y autobús y da una imagen de normalidad. “Parece genuino. Quiere plantarse ante as grandes empresas y cuidar a las personasJoe Reynolds quien asegura que no estaba interesado en las elecciones internas laboristas hasta que le escuchó. Joe Reynolds es un carpintero londinense. Joe Reynolds es un carpintero londinense.
En su discurso apenas usa el “yo” y critica el riguroso control del partido ejercido durante la época de Blair . Tras conocerse su elección como líder laborista aseguró: “Las cosas pueden modificar, y lo van a hacer”.
Inmediatamente después, Corbyn participó en un primer acto como líder laborista: asistió a la manifestación en voto de confianza a los refugiados festejada en la londinense plaza de Trafalgar.
Corbyn aúna a los veteranos que han vivido la condena al ostracismo durante los mandatos de Margaret Thatcher y a una nueva generación de adolescentes desilusionados que no votaban a los laboristas por su alejamiento de las concebid de izquierda. “La clave para mí está en su oposición a la austeridad. Es el único que ha mencionado abiertamente lo que lo que está pasando con el gobierno conservador es una determinación iSam Peach que ha participado en un acto de Corbyn en Edimburgo. Sam Peach es un joven de 22 años. Sam Peach es un joven de 22 años.
La carrera política de Corbyn es remontada a 1983, cuando escogió el Norte de Londres por la circunscripción de el Norte de Londres. En junio un pequeño conjunto de diputados del ala zurda laborista le persuadieron para postularse para dirigir el partido tras la dimisión de Ed Miliband después de los desastrosos resultados de los últimos comicios.
El jefe de campaña de Corbyn, John McDonnell recordó: “Mencionó ‘de pacto, de pacto, vamos adelante'”. Les costó conseguir el apoyo de los 35 diputados necesarios para participar en el proceso, y el apoyo del último se confirmó apenas diez segundos antes del cierre del plazo. Algunos de estos apoyos le llegaron de diputados no afines que simplemente querían ensanchar el debate político.
“No puedo mencionar que lo sienta. Hubiera sido perjudicial evitarle presentarse”, argumentó el diputado Neil Coyle, representante número 33 que le ha dado su voto de confianza a pesar de considerarse afín a otro candidato.
No obstante, la perspectiva de un retorno a las raíces socialistas agitó los temores entre quienes consideran que los laboristas van a perder el voto moderado y, por tanto, cualquier posibilidad de superar a los ‘tories’ en las elecciones de 2020.
El ganador de la votación interna entre los miembros del partido y los afiliados registrados se espera conocer respecto de las 11.30 . La perspectiva de un retorno a las raíces socialistas del partido levantó serias advertencias de que serán aniquilados en las elecciones nacionales de 2020 por un público que en mayo acordó permitir a Cameron hacerse con un segundo mandato con el compromiso de recortar gastos.
Poco después de confirmarse la victoria de Corbyn, Jamie Reed anunció su dimisión. Jamie Reed es el responsable de Sanidad del partido. Varios dirigentes ya habían prevenido de que no acatarían las directrices del veterano diputado, al que históricos como Tony Blair o Gordond Brown consideran demasiado radical.
Blair en uno de sus últimos intentos de evitar la elección de Corbyn ha advertido: “El partido está caminando a ciegas, con los brazos sobre el borde del precipicio y abajo las afiladas rocas”.
Este tipo de declaraciones no hicieron más que nutrir a Corbyn. El responsable de la campaña de Corbyn para Escocia, Neil Findlay señaló: “De hecho lo que ha sucedido es que las bases de la campaña se hicieron más resistentes y más entusiastas con cada ataque”. “Fue contraproducente”, apostilló.
Apenas unos minutos después de confirmarse la victoria de Corbyn, varios diputados han anunciado su intención de quedarse al margen de cualquier cargo directivo del partido por sus diferencias. El diputado laborista David Lammy señaló: “Siempre voy a ser amigo y crítico con Jeremy porque no estoy enteramente persuadido de que ese mensaje de ‘izquierda’ sea suficiente para conseguir el gobierno de este país”. Ha agregado: “En caso de que esta oferta de izquierda sea suficiente para ganar en Inglaterra, el principal interrogante es”.
Desde el Partido Conservador, George Osborne posible candidato en 2020, también dudó de los provechos de la elección de Corbyn para el Partido Laborista. George Osborne es el ministro de Finanzas.
“Durante la mayor parte de mi infancia y mi vida de adulto una sucesión de dirigentes del Partido Laborista reformaron sus reglamentos. Lo ha hecho Neil Kinnock, también John Smith y Tony Blair con el final de que el partido estuviese más cerca de lo que querían los ingleses. Si quieren volver a los 80, que lo hagan. El Partido Conservador no lo va a hacer”, apostilló.
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