Suárez: La “nueva política” lo que ha activado es la vieja socialdemocracia de siempre
- Sábado, 29 agosto, 2015, 10:00
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El diario digital Insurgente.org entrevista a Carmelo Suárez,
Secretario General del Partido Comunista de los Pueblos de España
(PCPE).
Las movilizaciones sociales parecen haber remitido en los
últimos meses. El cuadro de protestas sociales no parecen coincidir en
incidencia con la situación de precariedad y dramatismo social que vive
buena parte de la clase trabajadora.
En la situación más álgida de la movilización obrera y popular
–huelgas generales y otras protestas importantes- los centros
intelectuales del sistema activaron sus estrategias para revertir el
proceso de acumulación de fuerzas que se había puesto en marcha por
parte de la clase obrera en el escenario de la agudización de la crisis
capitalista.
Unas estrategias que tuvieron la habilidad de apoyarse en el malestar
evidente de amplios sectores -que incluían a la clase obrera y a
sectores de la pequeña burguesía-, y que buscaron facilitarle el
protagonismo a los sectores menos confrontados con la dominación del
capitalismo. Con un supuesto aire de innovación en la política lo que se
activó fue la vieja socialdemocracia de siempre, impulsada por una
pequeña burguesía que veía con horror el deterioro de sus condiciones de
vida y el ascenso de las luchas obreras más combativas.
El recorrido es conocido: 15M, rodea el Congreso, Marchas de la dignidad, Mareas diversas, etc.
Con estas estrategias se arma “la respuesta de la ciudadanía”, y se
le arrebata el protagonismo a la clase obrera y a otros sectores
populares en favor de la pequeña burguesía.
En lo político eso se concreta en el surgimiento de PODEMOS y en los
ajustes más recientes de la línea política de Izquierda Unida (IU).
El mensaje ahora es que ya no hay que luchar, que ahora en las
instituciones se gestiona a favor de “la gente”, que ya no se ejecutan
hipotecas (¡¡¡¡…!!!!), que el poder político está más cerca, etc.
Lo cierto es que las fuerzas del capital han conseguido desactivar la
lucha obrera más generalizada, y, con la colaboración de las fuerzas
oportunistas, ocultar la gran diversidad de luchas obreras que se siguen
dando en muchos lugares. Esas fuerzas oportunistas juegan un precioso
papel para esos fines de la burguesía, para darle continuidad a la
explotación en un escenario de mayor paz social.
La clase obrera sigue en una situación extrema. Paro,
sobreexplotación, subempleo y microsalarios, determinan su existencia.
Una situación marcada, además, por una agudización del terrorismo
patronal en los centros de trabajo, al amparo de esa colaboración de las
fuerzas oportunistas en el mantenimiento de la paz social, y con un uso
intensivo de las herramientas que pusieron en sus manos las
contrarreformas laborales más recientes.
¿Que no termine de cuajar un sindicato de unidad y de clase al margen de CC.OO y UGT a qué puede deberse?
Es un problema esencialmente ideológico, y que la reconstrucción de
un sindicalismo de clase después de lo que ha ocurrido en este país en
las últimas décadas no es una tarea fácil.
En buena medida la deriva que conocemos del sindicalismo estuvo
vinculada a la deriva eurocomunista del Partido Comunista Español (PCE),
en esa situación el sindicalismo se quedó sin el necesario paraguas
político que necesita el sindicato, y todo lo demás vino rodando solo.
Ahora la recuperación del sindicalismo de clase vendrá asociada a la
misma existencia de un Partido Comunista con la capacidad suficiente
para intervenir en el movimiento obrero y jugar un papel efectivo de
dirección política. Sin este requisito muchos de los sindicatos que se
reclaman de clase no tienen potencialidad para jugar el papel que
pretenden. Si en un lado hay una alta responsabilidad por el actual
desarme del movimiento obrero, en el otro hay mucho de miopía y falta de
propuesta práctica para modificar esta situación.
Por ello el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) apoya
el proceso de unidad clasista que son los Comités para la Unidad Obrera
(CUO). Una unidad que no se embarra en la disputa de siglas sindicales,
sino que va construyendo unidad de la clase en la lucha obrera y en la
práctica sindical dentro de los centros de trabajo.
Hoy el capital ejerce su dictadura sobre la clase obrera con una
posición de ventaja porque todavía no avanza de forma suficiente la
estrategia de unidad de la clase y del sindicalismo de clase, y esa
situación la tenemos que modificar con un inmenso trabajo.
¿Cuando dirigentes de IU y de Podemos hablan de “Unidad Popular” qué piensa el PCPE?
Como todo lo que toca el oportunismo, en este tema también pervierte el término.
No hay ninguna propuesta de candidaturas que merezca llamarse de
“Unidad Popular”. Estamos con la misma estrategia del engaño, de la
apropiación de términos con el objetivo de inutilizarlos para tratar de
impedir su utilización consecuente.
No ha sido necesario mucho tiempo para constatar el discurso falsario
de la “nueva política”. En la gestión de las instituciones sólo hay
cosmética y ningún cambio esencial. Lo mismo da que sea el Ayuntamiento
de Madrid o el de Las Palmas de Gran Canaria. En todo caso un toque “más
social”, esa es toda su aportación, el capitalismo no se inquieta lo
más mínimo.
Las candidaturas de Unidad Popular se construyen en la lucha
organizada de la clase obrera y los sectores populares, con una
estrategia de movilización social articulada en Comités Populares que le
dan un sustento de masas. Quienes hoy hablan de candidaturas de “Unidad
Popular” le dan al término un sentido pintoresco, casi de comic.
Pero… ¿es posible incidir politicamente sin masas/votos que respalden esa lucha?
Todo proyecto político transformador necesita de una estrategia de masas. En lo electoral, votos.
El PCPE lleva esa concepción de lucha de masas en su propio ADN desde enero de 1984.
Otra cosa es que hay que considerar que el desarrollo del trabajo de
masas no es algo que dependa en exclusiva del Partido Comunista, por
mucho que su militancia se esfuerce en avanzar en ese terreno. Hay otros
factores que vienen determinados por el desarrollo de la lucha de
clases, por las condiciones de la lucha ideológica, por las artimañas
del enemigo de clase, etc.
El Partido Comunista trabaja con una estrategia propia, y va dando
pasos en ese terreno que no son pequeños. Hay quienes se desesperan, o
menosprecian ese trabajo porque no da resultados de mayor dimensión en
plazo breve.
Quienes quieren resultados rápidos normalmente carecen de una
concepción fundada del proceso de construcción del Partido, y del
necesario desarrollo temporal del trabajo continuado para ganar
influencia en las masas. Se desesperan ante las convocatorias
electorales porque quieren resultados exitosos sobre la marcha, y van
dando bandazos de un lado para otro sin acumular nunca nada.
Yo recuerdo la experiencia de las Elecciones Europeas, en el año
2009, cuando se presentó la candidatura de Iniciativa Internacionalista.
Esa operación en la que no participamos -entre otras cosas porque no
había ninguna garantía de continuidad y era puro electoralismo-, llevó
aparejado un ataque a la presencia electoral del PCPE (desde dentro de
esa formación y desde las fuerzas del sistema), que tuvo incidencia
negativa en nuestros resultados. Pero, pasados los años, el PCPE sigue
aquí desarrollando su proyecto, y quienes defendían apasionadamente esa
propuesta como algo que iba a cambiar la situación política en España
andan cada cual por su lado sin ningún proyecto consistente.
¿Por qué se hace tan difícil una candidatura comunista de
unidad con posibilidades reales de entrar en el Parlamento? ¿qué
responsabilidad tiene en ello las propias organizaciones de clase?
Siguiendo con la contestación a la pregunta anterior, una candidatura
comunista con posibilidades reales será una consecuencia directa del
aumento de la capacidad de intervención política del Partido en la lucha
de masas.
Habrá representación comunista en el Parlamento cuando el Partido
Comunista tenga una mayor incidencia de masas, no se dará de otra
manera.
Personalmente tengo la experiencia de la elección de Fernando
Sagaseta al Parlamento español por la provincia de Las Palmas en el año
1979. En ese tiempo existía en Canarias un importantísimo movimiento
popular que, por ejemplo, nos llevó más adelante a ganar el referéndum
de la OTAN, en el año 1986, con el mejor resultado de todos los lugares
del Estado donde el NO ganó. Yo formé parte de la candidatura siguiente
en las elecciones de 1982, cuando Fernando ya no salió elegido. En ese
momento yo era concejal del Ayuntamiento de Santa Lucía, como resultado
de una amplia lucha popular de masas contra las Contribuciones
Especiales, que habíamos ganado.
En la campaña electoral de 1982 la conjunción de errores propios, y
del violento ataque de la burguesía y de sus aparatos del Estado, contra
la Unión del Pueblo Canario y contra todo el movimiento popular que
representaba, debilitó el movimiento de masas y no fue posible mantener
el acta de Sagaseta que volvía a encabezar la candidatura. También
coincidió el engaño socialdemócrata con la candidatura del Partido
Socialista Obrero Español (PSOE).
Trabajamos con esa experiencia y con muchas otras más. Nos son pocas
las experiencias en las luchas de masas existosas que tenemos los
cuadros del PCPE.
Es necesario tener una posición rigurosa en la estrategia de un
Partido Comunista para levantar un movimiento de masas que realmente
avance hacia el socialismo. Cualquier cosa no vale. Las fuerzas del
sistema siempre nos van a colocar enormes dificultades para el logro de
ese objetivo, pero no se puede ser víctima de la desesperación y avanzar
por caminos que no van a ningún sitio.
La clase obrera necesita que el PCPE avance en esa mayor influencia
de masas, y nuestra militancia trabaja con constancia y responsabilidad
en el logro de ese objetivo.
Cataluña, el 27S hay unas elecciones que pueden desembocar en
una declaración de independencia. ¿El PCPE cómo valora el concepto de
“autodeterminación de los pueblos” y el trabajo de organizaciones de
izquierdas como las CUP?
Lo primero es decir que el 27S no hay un proceso de autodeterminación
en Catalunya, creo que esa es una idea que hay que dejar clara para no
trivializar la cuestión.
Hay una parte de la burguesía -ya veremos si su grado de influencia
es mayor o menor- que coloca una propuesta política propia con una
estrategia que entiende que conviene a sus intereses clasistas.
No consideramos que en el sistema de la monarquía parlamentaria
española haya posibilidad para el ejercicio del derecho de
autodeterminación.
Los pueblos y naciones del Estado Español tienen derecho al libre
ejercicio del derecho de autodeterminación. España será una República
Socialista de carácter Confederal como resultado de la libre decisión de
esos pueblos y naciones. En ese proceso, que implica la derrota de las
actuales clases dominantes, es donde se podrá dar el libre ejercicio de
la autodeterminación de aquellos pueblos y naciones que lo decidan,
resolviendo en el sentido de la pertenencia o de la separación.
Por eso el PCPE tiene su formulación “de carácter confederal”, porque
es un tema que no está determinado históricamente, y depende en buena
medida de la fuerza con que se dé el proceso revolucionario en España.
La forma en que se dé ese proceso puede generar condiciones que impulsen
una rápida superación del carácter plurinacional del Estado Español, o
puede requerir de un tiempo político de mayor desarrollo temporal para
la superación de ese determinante histórico, para que la clase obrera de
todo el Estado se pueda constituir en clase nacional en el poder.
Nuestra posición permite el reconocimiento real de las diferencias. Esa
es la dialéctica propia de un estado-nación que se formó en unas
condiciones históricas concretas de gran complejidad, como es el caso de
España.
En cuanto a las CUP, en nuestra opinión, ocupan el espacio de un
partido que hace de la defensa de los derechos nacionales su objetivo
central, y donde han quedado muy desdibujadas las posiciones
antiimperialistas o de lucha por el socialismo.
¿Lo de Syriza en Grecia fue una traición o la constatación que dentro del sistema (UE, euro, deuda…) es imposible avanzar?
No creo que nadie pueda tener la ingenuidad de pensar que en la
Europa de los monopolios es posible la realización de políticas que no
se ajusten al dictado de estas grandes corporaciones económicas.
Yo creo que lo de Syriza ha sido un engaño puro y duro. Ellos tienen
una alta responsabilidad política por haber engañado al pueblo griego
con sus promesas mentirosas que, además, buscaban socavar electoralmente
los resultados del KKE (Partido Comunista griego) de una forma
consciente.
Es la misma situación que se da en España, donde donde los proyectos
políticos de PODEMOS e IU, prometen suavizar el capitalismo, y juegan un
papel activo -favorable a las clases dominantes- en la negación de la
vía de un proceso revolucionario de toma del poder por parte de la clase
obrera para construir el socialismo.
¿Saldrá reforzado electoralmente el KKE (partido hermanado
con el PCPE) tras el acatamiento a las directrices de la troika de
Syriza?¿Podrá haber un Frente unido con los que abandonaron Syriza por
su izquierda (Unidad Popular)?
En principio todo lo ocurrido juega a favor del KKE, tienen la
posibilidad de obtener un mejor resultado electoral. Pero el enemigo de
clase tampoco se quedará quieto en esta situación, ya veremos qué
tácticas desarrollan en este escenario.
En esta campaña electoral vamos a ver a Syriza haciendo un
anticomunismo activo; no tienen otra opción, es parte del papel que
tiene asignado cualquier fuerza oportunista en la lucha ideológica. En
ese sentido van los calificativos de sectarios que se dirigen desde
diversas posiciones contra el KKE. Ahí coinciden las fuerzas de la nueva
socialdemocracia, el trotskismo, y las mismas fuerzas burguesas.
La unidad con los sectores que han roto con Syriza no parece un
camino en esta situación. Desde esos sectores lo que se está
manifestando es una reafirmación del discurso de Syriza de antes de las
elecciones de enero. El discurso que llevó al engaño del tercer
memorándum. No se ha corregido la posición de fondo.
Hay que insistir en que lo determinante en la situación actual en
Grecia es el fortalecimiento de la unidad combativa de la clase obrera, y
la organización de Comités Populares. Esos pasos son imprescindibles
para ir estructurando las bases para el contraataque, y para la lucha
por el poder obrero y el socialismo. Ese es el papel fundamental del
KKE, en el que en las condiciones actuales irá avanzando sus posiciones.
Insurgente.org