AVIONCITOS DE PAPEL
Cuando yo era pequeña, a mi clase venía un niño que era muy guapo.
A mí me gustaba mucho. Y creo que yo a el también, ya que
un día cuando entré en clase, encima de la mesa me había
dejado un avioncito de papel, al siguiente día, tenía dos,
al otro, tres, hasta que llegó un día que tenía todo el pupitre
lleno de avioncitos de papel. Y aunque era muy tímida,
ya no pude aguantarme más y le pregunté...
- ¿Por qué me dejas tantos avioncitos de papel?
Y el me contestó:
- Porque tú eres mi cielo.