El primer ministro británico, David Cameron, ha justificado el uso de
bombas atómicas “en ciertas circunstancias”, acusando de “socavar la
seguridad nacional” a quien no tenga la misma opinión.
“Si cree usted, como yo, que el Reino Unido debe mantener la póliza
de seguro definitiva de la disuasión nuclear independiente, tiene que
aceptar que hay circunstancias en las que su uso estaría justificado”,
dijo Cameron el domingo en una entrevista en la cadena británica BBC.
Cameron respondía así a quienes, como el líder laborista, Jeremy
Corbyn, y el Partido Nacional Escocés (SNP, en inglés), reclaman el
abandono de las armas nucleares, acumuladas en los arsenales del Reino
Unido desde 1952.
El premier conservador, llegó incluso a acusar a quien disienta de su
visión estratégica, en cualquier modo que sea, de “socavar la seguridad
nacional”.
“Si da usted cualquier otra respuesta, estará minando nuestra
seguridad nacional y socavando nuestro elemento disuasorio”, dijo en su
entrevista, coincidente con el inicio del congreso anual del Partido
Conservador, en Manchester (noroeste de Inglaterra).
La semana pasada, Corbyn —elegido el mes pasado como nuevo líder
laborista pese a su vistoso conflicto con los sectores hasta ahora
dominantes de su partido— reiteró que, si llega a hacerse cargo del
Ejecutivo, no utilizará el arma atómica, y criticó el inmenso
presupuesto dedicado por Londres a tales armas.
“No creo que debamos estar gastando 100 mil millones de libras en la
renovación de Trident” —nombre del programa británico de desarrollo de
armas atómicas—, dijo Corbyn el miércoles de la semana pasada a la
emisora Radio 4 de BBC, refiere el diario The Guardian.
El veterano diputado mantenía así una postura con la que milita desde
hace años, apenas tres días después de que fuera rechazada en el
congreso del Partido Laborista, cuando el Parlamento británico se
dispone a votar la renovación del programa armamentístico.
La oposición de principio del nuevo líder laborista a las armas
atómicas, sumada a su clara oposición a la política exterior británica,
tanto en Oriente Medio como en Hispanoamérica, ha llevado ya antes a
Cameron a acusarlo de constituir una “amenaza para la seguridad
nacional”.
Hasta tal punto causa conflictos la línea exterior de Corbyn que la
prensa británica ha dado cuenta, en repetidas ocasiones, de un riesgo de
“motín” del estamento militar en caso de ser elegido el laborista como
primer ministro.
Sin embargo, la oposición al programa Trident no es asunto exclusivo
del nuevo líder laborista, sino que une también al Partido Verde y,
sobre todo, al SNP, que “barrió” a los laboristas de Escocia en las
elecciones de mayo, haciéndose con 56 de 59 circunscripciones (sobre un
total de 650 parlamentarios en Londres).
También critica Trident, en menor medida, el Partido Liberal
Demócrata, que aboga por un sistema de armamento atómico, pero de tamaño
más reducido y más asequible para las mermadas arcas británicas.
PressTV