
El Gobierno de Israel anunció el cierre de diversos barrios en
Jerusalén Este, donde viven civiles palestinos, y el reforzamiento de su
cerco militar en la zona que se mantiene en tensión desde hace un mes.
Durante una reunión de urgencia, el primer ministro israelí, Benjamin
Netanyahu aprobó “imponer un cierre en, o rodear, centros de fricción e
incitación en Jerusalén, de acuerdo a las consideraciones de
seguridad”, destaca EFE.
Asimismo, el Ejecutivo israelí anunció que demolerá “casas de
terroristas” y que, además, no permitirá construcciones de ningún tipo
en la zona y amenazó con confiscar la propiedad de quienes participen en
las protestas contra el Ejército.
Hasta la fecha se ha registrado la muerte de 31 palestinos y 3.730 heridos en la ola de violencia de los territorios ocupados.
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Adicionalmente, se dio a conocer el envío de cuatro batallones
israelíes a lo que calificaron como “puntos calientes” y el bloqueo de
entrada de palestinos a una de las mezquitas.
Netanyahu también ordenó la inversión de 18 millones de euros para
reclutar a 300 soldados con el fin “de resguardar el transporte público
en Jerusalén Este”.
“El Ejército recibirá instrucciones para destacar unidades en áreas
sensibles a lo largo de la verja de seguridad de forma inmediata”, reza
parte de un comunicado del Gobierno israelí.
Los civiles palestinos han decidido salir a las calles para protestar
en contra de la discriminación y represión ejercida por fuerzas
israelíes que ocupan Jerusalén Este.
Las movilizaciones se han incrementado tras el asesinato de un niño
palestino de 13 años, en Ramala, Cisjordania, cuando un militar israelí
le disparó en el cuello.
Este martes, los territorios palestinos protagonizaron una jornada
conocida como Día de la Ira, en rechazo a las acciones de Israel contra
la población árabe.
Telesur