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General: BIENVENIDO Mr CORBYN
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 13/09/2015 13:08 |
Bienvenido Mr Corbyn
La energía de los fieles que le votaron proviene de la indignación
La energía de los fieles que votaron a favor del radical de izquierdas Jeremy Corbyn, el ganador en las elecciones para el nuevo líder del Partido Laborista británico, proviene de la indignación. Ninguno de sus tres rivales se declaró con más nitidez o fervor en contra de las políticas de austeridad del Gobierno del conservador David Cameron.
Ante el consenso en el establishment político, compartido por la gran mayoría de diputados parlamentarios laboristas, de que la victoria de Corbyn representa un suicidio colectivo para el partido, la explicación la dio un columnista de Financial Times. “Échenle la culpa a los banqueros”, escribió hace un par de días, anticipándose a la victoria de Corbyn. Es decir, desde que se desató la crisis económica global en 2008 las grandes masas han pagado el pato de la austeridad mientras las élites financieras se siguen enriqueciendo como si no hubiera pasado nada. El voto a favor de Corbyn fue un grito de rabia contra semejante injusticia más que una ponderada reacción a la derrota laborista en las elecciones generales de mayo.
La euforia de los simpatizantes de Corbyn, muchos de ellos jóvenes, cuando se anunció el resultado puede que haya sido superada por la de los dirigentes del partido conservador, que llevaban varias semanas frotándose las manos ante la creciente certeza de que con el barbudo radical de 66 años al mando del principal partido de oposición tenían garantizada la victoria en las siguientes elecciones generales.
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Pero los conservadores harían bien, una vez pasada la juerga inicial, en tratar el fenómeno corbynista con cautela. El nuevo líder laborista, que nunca ha ocupado un puesto ministerial en sus 32 años como parlamentario, recuerda un poco al personaje que interpretó Peter Sellers en la película Bienvenido Mr Chance, un jardinero abstraído cuyas sencillas opiniones llegan a ser entendidas en Washington como ideas de una enorme profundidad política, con lo cual acaba siendo considerado como candidato a la presidencia de Estados Unidos. Pero la simple honestidad de Corbyn, la aparente ausencia de una calculada política mediática cuando se declara en contra de la guerra y a favor de la paz mundial, cuando establece como prioridad oponerse a todo recorte al estado de bienestar, cuando aboga por imponer más impuestos al gran capital: todo esto puede llegar a tener eco en un país en el que muchos de sus habitantes están hartos de la vieja forma de hacer política.
Lo más probable es que Corbyn no pueda imponer los cambios que propone y que se estrelle contra la misma dura realidad contra la que lo hizo Syriza en Grecia. Es posible incluso que llegue mucho menos lejos que el líder de Syriza, Alexis Tsipras, y no solo no llegue a gobernar sino que sea desbancado como líder de su partido antes de las elecciones generales. Pero mientras tanto, servirá la función, como Podemos en España, de sacudir al antiguo mundo político británico. A su manera, el viejo rockero de la izquierda Jeremy Corbyn ya ha propiciado una pequeña revolución.
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Amenaza sobre todo para Cameron porque lo va a dejar al descubierto como el fascista y genocida que es !
Cameron califica a Corbyn de “amenaza a la seguridad”
El primer ministro británico responde con un duro tuit a la elección del nuevo líder laborista
Ni 24 horas concedió el Gobierno conservador de David Cameron a Jeremy Corbyn para saborear su apabullante victoria el sábado en la contienda por el liderazgo de la oposición laborista, antes de desplegar toda su artillería contra el nuevo rumbo que el veterano diputado se dispone a imponer a su partido. Faltaban cinco minutos para las diez de la mañana cuando, desde su cuenta de Twitter oficial, el propio primer ministro arrojó la primera bomba: “El Partido Laborista es ahora una amenaza a nuestra seguridad nacional, a nuestra seguridad económica y a la seguridad de vuestras familias”, escribió.
La misma frase, junto a una fotografía del nuevo líder de la oposición en blanco y negro sobre un fondo rojo, fue enviada por el Partido Conservador a sus simpatizantes en un correo electrónico, horas después de que Coebyn se proclamara ganador el sábado. El mensaje selecciona algunas de las frases más polémicas de cuantas ha pronunciado Jeremy Corbyn en sus 32 años de rebelde vida parlamentaria. Comentarios sobre la muerte de Bin Laden -Corbyn calificó de “tragedia” que se le hubiera matado en lugar de sometido a juicio, en una entrevista en la televisión iraní en 2011-, sobre Hamás y Hezbolá -calificó de amigos a algunos de sus representantes en una manifestación contra la guerra en 2009- o sobre las armas nucleares, contra las que Corbyn tiene un largo historial de oposición.
La ofensiva fue secundada por otros miembros del Gobierno. Michael Fallon, ministro de Defensa, reiteró en un comunicado las advertencias ya vertidas en los días previos a la victoria de Corbyn, primero por el titular de Economía, George Osborne, y por el propio Cameron después, sobre el riesgo que, a su juicio, representa el nuevo líder laborista para el país. “Ya sea debilitando nuestra defensa, subiendo impuestos, endeudándonos y gastando más o encareciendo el coste de vida a base de imprimir más dinero, el Partido Laborista de Jeremy Corbyn perjudicará a la gente trabajadora”, dijo Fallon.
El ataque del ministro de Justicia, por su parte, llegó desde las ondas de la televisión pública. Los seguidores del nuevo líder laborista, advirtió Michael Gove, pretenden llevar la protesta a la calle. “Corbyn es a su manera una de las personas más educadas, honestas y encantadoras”, dijo, “pero hay gente detrás de él que tienen una tradición política muy diferente a la suya”. El líder de la oposición, añadió, “eliminaría unilateralmente nuestro sistema de disuasión nuclear, en un tiempo en que otros países y organizaciones terroristas están ansiosos por adquirir ellos mismos capacidad nuclear”. Y desde la radio, Priti Patel, secretaria de Estado de Trabajo, se negó en una entrevista a felicitar a Jeremy Corbyn, un líder que considera un “peligro” para las familias británicas.
Tampoco los liberales demócratas, relegados tras las elecciones del 7 de mayo a cuarta fuerza en el Parlamento, perdieron el tiempo en felicitaciones. “El estilo de hacer política de Corbyn puede generar mucho ruido pero solo hay una cosa que mantiene el escrutinio sobre el Gobierno: una oposición creíble”, dijo Sal Brinton, presidente del partido centrista.
Mejores vibraciones recibió Corbyn por parte de Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia y líder de los nacionalistas del SNP, el partido con el tercer mayor número de escaños en Westminster. Sus diputados, dijo, están preparados para trabajar con Corbyn en una alianza progresista contra la austeridad de los tories y las armas nucleares. En el mismo sentido se pronunció Natalie Bennett, líder de los Verdes, que obtuvieron un 4% de los votos pero solo un diputado en las generales.
Las distintas sensibilidades que aún existen en el propio Partido Laborista también afloraron el día después de la elección del nuevo líder. Desde las páginas de Sunday Times, el impulsor del Nuevo Laborismo Peter Mandelson animó a los blairistas a “luchar para recuperar” un partido que se enfrenta a la disyuntiva “existencial” de “continuar persiguiendo su histórico papel en el Gobierno o contentarse con operar en los márgenes de la política”. Paul Kenny, secretario general del tercer sindicato el país, el GMB, invitó a los diputados que se oponen a la elección de Corbyn a abandonar el partido si lo que pretenden es “atacarlo por la espalda”. Los críticos parlamentarios tienen todo el derecho a no participar en su equipo, reconoció, pero deberían abandonar antes que dañar al partido con especulaciones.
Tom Watson, recién elegido número 2 del partido –en una elección separada- y cuyo papel será clave para apaciguar las eventuales luchas internas que surjan en la bancada laborista en el Parlamento, aseguró en la BBC que hay “cero posibilidades” de que Corbyn caiga como consecuencia de una rebelión interna. Pero admitió que tratará de oponerse a la intención declarada por su jefe de no apoyar la millonaria renovación de la flota de submarinos nucleares del sistema Trident, sobre la que debe decidir el Parlamento el próximo año.
Jeremy Corbyn dedicó su primer día como líder de la oposición a asistir a una celebración para promocionar un centro público de salud mental en su barrio, antes de meterse en faena, y acudir al cuartel general laborista en Westminster para avanzar en la ardua tarea de elegir un equipo de oposición entre una bancada laborista relativamente hostil. El candidato celebró que en las 24 horas siguientes a su victoria 15.000 personas más se afiliaron al partido. Y, desde las páginas del Observer, esbozó algunas de las próximas decisiones a las que se enfrentarán los labristas en el Parlamento. Entre ellas, la pregunta de si apoyan bombardear Siria, algo que, dijo, “no ayudará a los refugiados, sino que creará más”.
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EL MUNDO › LA PRESIDENTA FELICITO A CORBYN POR SU TRIUNFO
“Triunfó la esperanza”
El gobierno argentino resaltó la trayectoria del nuevo secretario general del laborismo inglés, quien respaldó el diálogo por Malvinas y el reclamo contra los fondos buitre.
A través de una carta, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner saludó el triunfo del diputado Jeremy Corbyn en las elecciones del Partido Laborista británico. También expresaron su entusiasmo por la victoria del líder izquierdista el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus, y la embajadora de argentina en el Reino Unido, Alicia Castro.
“El gobierno de la República Argentina extiende sus felicitaciones al nuevo líder del Partido Laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn”, indica la misiva firmada por la mandataria. La jefa de Estado valoró positivamente la victoria del político británico, que se impuso en los comicios con el 59,9 por ciento de los votos. “Este es también el triunfo de todos quienes representamos la voluntad de poner la política al servicio de los pueblos, y la economía al servicio del bienestar de todos los ciudadanos”, subrayó. “También de quienes abogamos por la paz y la resolución pacífica de los conflictos”, señaló Cristina. La misiva de la Presidenta pone de relieve la buena relación del flamante secretario general del partido laborista con los países de América latina, a los cuales en distintas ocasiones manifestó solidaridad con sus reivindicaciones de soberanía. “Corbyn se ha expresado claramente en el Parlamento británico a favor de la Argentina en nuestra lucha por los derechos humanos, contra los intereses usurarios de los fondos buitre y acompaña activamente el llamamiento de la comunidad internacional a favor del diálogo entre el Reino Unido y Argentina en la cuestión Malvinas”, dijo. Por este motivo concluye, “hoy ha triunfado la esperanza”.
Por su parte, Filmus consideró que la victoria de Corbyn supone una buena noticia para aquellos que “quieren el diálogo como la forma permanente para la resolución de conflictos en el mundo, y en particular en la cuestión Malvinas”. Para el funcionario argentino, el triunfo del líder izquierdista refleja la postura de una gran cantidad de británicos en favor del diálogo. “A 50 años de la Resolución 2065 de las Naciones Unidas que manifiesta que la forma de resolución de la cuestión Malvinas es la negociación entre Reino Unido y la Argentina, es un buen momento para retomar el camino del diálogo que reclaman prácticamente la totalidad de las naciones del mundo”, sostuvo el funcionario. Al respecto, Corbyn recientemente se manifestó a favor de un cierto grado de administración conjunta entre Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas.
En tanto, la embajadora argentina en Londres aseguró que el triunfo del político izquierdista, que sucederá en el cargo a Ed Miliband, expresa el rechazo radical a las políticas de austeridad que afectan negativamente a los que menos tienen. “Corbyn denuncia lo que llama ‘grotescos niveles de desigualdad’ y sostiene que un cambio es posible y necesario. Estos ideales han animado a miles de jóvenes a acercarse ahora al partido para votarlo”, dijo. A su vez, resaltó que el flamante secretario general del Partido Laborista expresó la necesidad de recuperar la relación orgánica del laborismo con los sindicatos y los trabajadores. “Muchas veces puso a Argentina como el ejemplo de un país que mostró, en los últimos años, un modelo alternativo a las políticas de ajuste y que ha logrado la nacionalización de los servicios públicos para el bienestar de la mayoría de los ciudadanos”, expresó.
Al mismo tiempo, la representante argentina destacó que el liderazgo del político británico permite pronosticar el mejoramiento con las relaciones entre Gran Bretaña y los países de América latina, particularmente con Argentina. “La opinión pública podrá entender que al Reino Unido le conviene mejorar sus relaciones con nuestra región, no sólo en el plano económico, sino también en el plano político, y para ello no puede seguir negándose a dialogar con Argentina”, dijo. Por otra parte, la diplomática argentina se refirió al pronunciamiento del laborista sobre la cuestión Malvinas, y recordó que cuando llegó a Londres para desempeñarse como embajadora, Corbyn se integró al Grupo Pro Diálogo, donde participa activamente. “Se opuso a la guerra y aboga por encontrar una solución pacífica y diplomática al conflicto de soberanía”, recordó Castro. “El dirigente se ha opuesto también al despliegue militar en el Atlántico Sur y recientemente ha objetado en el Parlamento el aumento del gasto bélico en Malvinas.”
La Presidenta argentina saludó al nuevo secretario general del Partido Laborista británico. |
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Y yo me sumo al gesto de Cristina.....BIENVENIDO Mr Corbin! es la primera que miro con simpatía profunda y solidaria a un laborista inglés!! no sabe cuánto me alegra su presencia!
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No solo pòr nosotros, sino también por aquellos británicos idiotizados en la burbuja de un discurso vacuo.... |
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El pais › Entrevista a Alicia Castro sobre Jeremy Corbyn
Por Marcelo Justo
En diálogo con Página/12, la embajadora argentina en el Reino Unido analiza la figura del nuevo líder del laborismo y el posible impacto de su elección en el tema Malvinas
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De: Matilda |
Enviado: 14/09/2015 21:03 |
REALMENTE HAY QUE SER....PARA CELEBRAR EL TRIUNFO DE UN "LABORISTA" COMO EL DE OBAMA O EL DE PUTIN, ESO,HAY QUE SER PUTIN Y TENER EQUIVOCADOS EL EJE Y LA BRÚJULA. |
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Lunes, 28 de septiembre de 2015
El nuevo líder laborista británico buscará convertirse en una alternativa real de gobierno
Los cuatro desafíos de Jeremy Corbyn
El congreso anual laborista, que empezó ayer, es uno de los eventos más importantes del calendario político británico. Allí se definirá la agenda programática del partido opositor. Corbyn dará mañana su primer discurso como flamante líder.
Por Marcelo Justo
El nuevo referente del laborismo ocupa un lugar mediático tan central como el de Cameron.
Página/12 en Gran Bretaña
Desde Londres
Jeremy Corbyn no ha parado. El nuevo líder del laborismo británico se pasó el verano londinense haciendo campaña por todo el país (casi 100 actos en 2 meses), fue electo el 12 de septiembre y desde entonces ocupa un lugar mediático tan central como el primer ministro David Cameron. El congreso anual Laborista, que empezó ayer, es uno de los eventos más importantes del calendario político británico. En su primer discurso como líder mañana y en los debates y propuestas de diputados y militantes se definirá su agenda programática y sus posibilidades de convertirse en una alternativa real de gobierno.
El congreso puede mostrar a un partido unido detrás del nuevo líder o sumergido en una guerra civil interna. Un mensaje de mail enviado este viernes a todos los que lo apoyaron señala que Corbyn no se apartará de su lema (“straight talking, honest politics”; decir la verdad y ser honesto) y de las políticas que enunció durante su campaña, algunas de las cuales son particularmente conflictivas, como la eliminación del sistema nuclear Trident. Página/12 analiza cuatro retos que deberá superar Corbyn para convertirse en una alternativa real de poder.
Su propio partido
Corbyn se convirtió en líder del partido con más del 50 por ciento de los votos de los tres grupos participantes: los afiliados, los “adherentes” y los sindicatos. La victoria fue aplastante, pero el apoyo que tiene entre los 232 diputados electos el 7 de mayo es irrisorio: sólo 20 lo respaldan. Por el momento, Corbyn logró sobrellevar este déficit apoyado en el fuerte mandato de las elecciones internas. Contrario a lo que se había rumoreado antes de la elección y a los vaticinios pesimistas de la prensa conservadora (es decir, de casi toda la prensa), Corbyn logró formar un gabinete en la sombra (que replica el gabinete en el gobierno), representativo tanto de la izquierda como del centro y, más sorprendente aún, del blairismo. Pero ha sido a un doble precio. Algunos pesos pesado del partido declinaron formar parte de su gabinete porque las diferencias programáticas eran demasiado grandes mientras que entre muchos de los que aceptaron el cargo, muy pronto quedaron en claro posiciones antagónicas en torno a temas clave como defensa y la Unión Europea, expresadas abiertamente por el canciller en la sombra Hilary Benn, un centrista, y el blairista de Justicia, Lord Charles Falconer.
Entre los más rabiosamente blairistas se perfila una alianza non sancta con los medios conservadores para socavar la autoridad de Corbyn y llevar a una aplastante derrota en las elecciones de mayo próximo (alcalde de Londres, municipales y Parlamento escocés) que permita defenestrarlo con el argumento de que no es “elegible”. Los blairistas se librarían de su izquierda, pero los medios tienen un objetivo más ambicioso: aniquilar al laborismo en su conjunto, sea izquierda o blairista.
Los medios
La virulencia de los medios contra Corbyn en estas primeras dos semanas de liderazgo no respetó siquiera esas convenciones a la que son tan afectos los ingleses de dar un “breathing space” (tiempo para asentarse) a los recién elegidos. El mismo día en que fue elegido comenzó el bombardeo. Desde que no se abrochó el botón de la corbata en un acto oficial y no asistió a un partido de rugby de Inglaterra hasta que no había cantado el “God save the Queen”, abundaron las trivialidades convertidas en titulares estilo catástrofe. Pero el propio laborismo ha presentado flancos vulnerables. Las divisiones entre corbynistas y blairistas en torno a temas tan sustanciales como la economía de mercado, la reforma del sistema de bienestar social o el sistema nuclear no son invento de los medios conservadores.
El corbynismo también ha facilitado las cosas al no tener una política mediática afinada que permitió que pasos positivos (más de la mitad de los puestos del gabinete en la sombra ocupado por mujeres) fueran presentados como negativos (los puestos “top” –finanzas, cancillería e interior– los ocupan hombres). El mismo Corbyn tiene que tomar una decisión. Su enorme popularidad deriva en parte de que es un político alternativo y auténtico que dice lo que piensa (“straight talking”) y no deja que los medios fijen su agenda. Al mismo tiempo, en una sociedad compleja, los medios son inevitables canales de transmisión masiva que tienen el poder de significar a su manera cada cosa que diga o deje de decir un líder político. Lograr una síntesis de esta contradicción en un ambiente tan desfavorable no será fácil.
La presencia de la BBC neutraliza un poco la ofensiva televisivaradial privada, pero entre los diarios la oposición es casi unánime. Según un analista, Ian Dunt, Corbyn tendrá que diferenciar entre sus enemigos más recalcitrantes y aquellos a los que pueda atraer con alguna de sus políticas. “No tiene sentido que se gaste con el The Sun, Express, Mail, Times o The Telegraph. No lo van a oír. El Mirror, el The Guardian, el Independent, e incluso el Financial Times pueden apoyarlo en algunos temas, aunque nunca vayan a respaldarlo por completo”, señaló Dunt.
Una cosa está clara. Twitter o las redes sociales o los actos públicos fueron clave para su victoria en la interna laborista, pero no bastan para ganar un apoyo a nivel nacional.
Políticas para una coalición social
El Reino Unido es la cuna de la Revolución Industrial, uno de los más vastos ex imperios de la historia, la sexta economía mundial, la segunda o tercera (depende de la medición) de la Unión Europea. Una sociedad con este nivel de desarrollo tiene una compleja estructura social que obliga a Corbyn a formar una coalición de intereses dispares si quiere ganar una elección. Los votos de la clase obrera no bastan porque hoy el sector industrial representa el 16 por ciento del PBI británico y sobrevive a duras penas en la tierra arrasada que dejó el thatcherismo. Los más pobres y postergados tampoco bastan aunque en la regresión social que ha vivido este país en las últimas tres décadas uno de cada cinco trabajadores ganan menos del salario mínimo y precisan ayuda estatal para llegar a fin de mes. Los cuentapropistas se han multiplicado en los últimos años y son equivalentes en número a los empleados estatales (unos 5 millones y medio de británicos). “El laborismo tiene que representar a sus grupos naturales, como los obreros y los más postergados, pero necesita formular una política para otros grupos. Los que llevan adelante microemprendimientos o pequeñas empresas necesitan políticas diferenciadas que representen su aspiración al progreso económico”, señala Owen Jones, uno de los escasos periodistas que ha apoyado al corbynismo.
¿Cómo hacerlo? ¿Se puede bajar sus impuestos o subsidiar su crecimiento sin desfinanciar la ayuda social a otros grupos? ¿Hay una nueva síntesis de “capitalismo progresista” que evita la fórmula blairista?
La defensa de una potencia nuclear
El Reino Unido forma parte del consejo permanente de seguridad de la ONU con Estados Unidos, Francia, Rusia y China, todos países con armas nucleares. El sistema nuclear Trident debe renovarse el próximo año y tendría, en caso de aprobarse, un costo inicial de unas 20 mil millones de libras (27 mil millones de dólares) más unas adicionales dos mil millones anuales de mantenimiento en momentos de Austeridad y recortes del gasto social. Con una fuerte trayectoria pacifista, Corbyn no quiere renovar el sistema y se opone también a toda nueva aventura militar, como la que podría debatir el parlamento en noviembre respecto al posible bombardeo de Estado Islámico en Siria.
La mayoría de su gabinete en la sombra y los diputados está a favor de la renovación y, en menor medida, del bombardeo al Estado Islámico en Siria: los afiliados y los sindicatos están en contra de ambas medidas.
El primer ministro David Cameron y los conservadores saludaron la victoria de Corbyn con twits que lo pintaban como el hombre que pondría en peligro la seguridad del Reino Unido.
La mayoría de los británicos está a favor de Trident, aunque en Escocia, un lugar que el laborismo tiene que recobrar si quiere ser gobierno, la ecuación es la inversa. Así las cosas parecería que Corbyn necesitará algún pase de magia para resolver tantas contradicciones y no terminar en un callejón sin salida. El conejo que termine sacando de la galera será fundamental para su futuro político, el del laborismo y el del Reino Unido.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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No hay duda de que para Matilda y los troskos ... con Cameron est´´a m´´as cerca la Revoluci´´on y la devoluci´´on de las Malvinas que con Corbyn ....Asi son ellos ! |
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El fenómeno Corbyn
Por Marcelo Justo
Desde Londres
¿Puede Jeremy Corbyn ser el próximo primer ministro del Reino Unido? En medio de la artillería pesada que le disparan diariamente los medios desde que asumió como líder laborista, el 12 de septiembre, Corbyn y sus seguidores exhiben una calma zen y una fe inconmovible en el deseo de cambio de la sociedad británica. La encuesta más exhaustiva a la fecha sobre el impacto del nuevo líder muestra que el electorado está más a la izquierda de lo que se supone pero, al mismo tiempo, es extremadamente conservador en algunos temas clave.
El sondeo de YouGov/Prospect, que analiza la reacción del electorado a las quince principales medidas que propone el nuevo líder laborista, muestra que los británicos simpatizan con seis de las más radicales: nacionalización de ferrocarriles y compañías energéticas, aumento impositivo a las grandes corporaciones, mayor regulación de los bajos salarios y los alquileres privados, y mayor control municipal de la educación.
En algunas de estas políticas el apoyo es abrumador. A favor de un salario mínimo de 8 libras la hora fuera de Londres y 9 en la capital, se manifiesta el 80 por ciento, mientras que un 55 por ciento está a favor de nacionalizar los ferrocarriles y un 51 por ciento por hacer lo mismo con el gas y la electricidad.
El gigantesco talón de Aquiles de Corbyn es su política de defensa, que incluye la eliminación del actual programa nuclear, el rechazo a ataques militares contra Estado Islámico en Siria y la reducción del presupuesto de las fuerzas armadas. En todos estos temas, más del 50 por ciento de los votantes está en contra de las políticas que impulsa el líder laborista: el porcentaje que lo apoya no llega al 30 por ciento.
El tema inmigratorio, que desde hace tiempo figura entre los temas que más preocupan a los británicos, tampoco favorece a Corbyn. La propuesta de que el Reino Unido acepte un fuerte aumento del número de refugiados sirios solo sintoniza con un 31 por ciento de los británicos: un 59 por ciento está en contra. En cuanto al Estado de Bienestar los votantes están en contra dos a uno de su política de rechazar los límites que ha impuesto el gobierno conservador a los montos a recibir en beneficios sociales.
En un intento de “pensar lo impensable” el director de YouGov Peter Kernell se pregunta si Corbyn podría ganar las próximas elecciones virando sutilmente su política en defensa, estado de bienestar y refugiados sirios “sin que sus partidarios sientan que está traicionando sus propios principios” La respuesta es negativa. “La clave se encuentra en una pregunta que hicimos una y otra vez en las pasadas elecciones cuando Ed Miliband era líder de los laboristas. ¿Cómo reaccionarían los votantes a la idea de que fuera el primer ministro?”, señala Kernell.
Miliband jamás logró superar su falta de carisma. El sondeo muestra que el problema es más grave aún para Corbyn. En su caso no es tanto la falta de carisma como un problema de imagen. En una sociedad acostumbrada a los líderes fuertes —Winston Churchill, Margaret Thatcher, Tony Blair— pocos lo “ven” al frente del gobierno. El nivel de rechazo absoluto es muy alto: un 46 por ciento reacciona con horror a un Corbyn en 10 Downing Street. Sólo un 19 por ciento reacciona con entusiasmo.
En el lenguaje de los encuestadores esto equivale a un resultado negativo neto de menos 27 pro ciento (46 en contra menos 19 a favor). Miliband sólo tenía un 8 por ciento negativo cuando asumió como líder laborista, porcentaje que saltó a un 25 por ciento negativo a medida que se acercaba la elección. Corbyn tiene un largo camino por recorrer con un único consuelo. En el sondeo de Yougov/Prospect entre un 28 y un 36 por ciento se sitúan entre los que se inclinan por el “no sabe-no contesta”.
En las últimas elecciones un 40 por ciento de los británicos no votó. Corbyn y sus huestes han señalado a ese sector del electorado como una prioridad, aunque no hay garantías de que ese 40 por ciento se vaya a inclinar mayoritariamente por su figura.
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