SIRIA
Intensificación antiterrorista
No es simplemente una batalla local, resulta una ofensiva contra la hegemonía global unipolar
Por MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA
Los cazabombarderos rusos impactan de manera precisa
y certera. (www.rusiart.com)
Los cazabombarderos rusos Su-34 van desarticulando todo un complejo entramado de grupos que ya se sabe han sido financiados por aquellos interesados en sacar del poder a Bachar Al Assad y por destruir el Estado nación que hoy representa Siria en un intento por ajustarla como otra de las piezas clave del Oriente Medio en la reconfiguración neoliberal y transnacional que Washington y sus aliados quieren para esa zona. Y también como bien señala el analista Pablo Jofré Leal, en Rebelión, pretenden ejecutar una política de cerco contra Irán, además de un proceso de aislamiento territorial progresivo contra Rusia.
Desde el pasado 30 de septiembre los rusos entraron en el conflicto con una contundente cadena de ataques aéreos que impactan de manera precisa y certera contra los terroristas, ayuda solicitada por la nación árabe para defender a su gobierno legítimamente elegido, y de esta forma ayudar en la eliminación de sus enemigos dentro de los límites de la frontera. Actuación de total conformidad con el derecho internacional.
Al cierre de esta edición, el Estado Mayor ruso confirmó que hasta la fecha sus aviones de guerra habían destruido 456 objetivos del llamado Estado Islámico (EI o ISIS). Por ejemplo, el 19 de octubre, cumplió 33 misiones, y destruyó 49 objetivos logísticos. Entre los principales emplazamientos atacados estaban cuatro campos de entrenamiento, seis depósitos de armas y municiones, seis puestos de mando, 32 campamentos, dos búnkers subterráneos y una batería de morteros en las provincias de Hama, Latakia, Damasco y Alepo.
A pesar de los frutos de estas incursiones, la campaña propagandística occidental en contra de Moscú intenta minimizarlos, y poco les importa que estos contrasten sobremanera con la evidente inefectividad de los más de seis mil ataques aéreos efectuados por Estados Unidos desde agosto del pasado año. La precisión militar rusa en la provincia de Damasco ha suscitado un cambio cualitativo en la situación operativa de la zona, caracterizada, según Prensa Latina, por la estampida en masa de los efectivos del ISIS.
Aun cuando Moscú asuma el abordaje militar como opción, nunca ha descartado una visión perspectiva e integral de la crisis siria con llamados a explotar todas las posibilidades para una salida política de la situación. En eso gravita su gestión diplomática. Tal vez ese sea el trasfondo que llevó a Al Assad a Moscú, este 20 de octubre, en una visita de trabajo para intercambiar criterios con su homólogo Vladimir Putin y otros altos dirigentes de aquel país. El mandatario árabe tiene la esperanza de que con el desempeño nacional y el ruso, las fuerzas terroristas puedan ser derrotadas.
Polos opuestos
El analista Stephan Lendman denuncia en el sitio Global Research que a diferencia de la rusa, la campaña estadounidense va dirigida a la infraestructura siria y no del ISIS u otros grupos terroristas, aunque afirma falsamente lo contrario para deliberadamente engañar al público nacional e internacional. Se puede mostrar con hechos: este 11 de octubre, los aviones de la coalición impactaron contra una central eléctrica y una subestación eléctrica en las proximidades de Tell-Ala, y eso son espacios civiles, dirigidos por el gobierno sirio, y no controlados por terroristas.
En esta ofensiva hay que darle méritos igualmente al Ejército árabe sirio, a sus fuerzas terrestres y aéreas en un esfuerzo sostenido para recuperar el territorio perdido, liberando un pueblo tras otro, revirtiendo reveses pasados. En esto marcha unido a la población que es su principal puntal revolucionario por la soberanía patria. Unidades conjuntas del Ejército sirio, las milicias libanesas de Hizbolah, asesores militares iraníes y los Grupos de Defensa Popular, bajo cobertura aérea rusa, continúan avanzando por el este y sur en la provincia de Alepo, destaca Prensa Latina.
Lo anterior permite constatar que Siria cuenta con su propia coalición compuesta por Rusia, Irán, el Movimiento de Resistencia islámica del Líbano -Hezbolá-, el Ejército iraquí y su propio ejército. Y según fuentes militares gubernamentales, la zona sur de Alepo, ubicada a 350 kilómetros al noreste de esta capital, es escenario de una ofensiva impetuosa a cargo de estos actores, la cual ha permitido, en menos de una semana, liberar 15 poblados y varias elevaciones estratégicas.