La secretaria de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Deborah Lee James, declaró el martes que "somos extremadamente importantes, pero no podemos ocupar ni gobernar territorios", con lo cual "necesitamos desplegar tropas en Siria" para recuperar y gobernar los territorios ocupados actualmente por el Estado Islámico.
Por su parte, Todd Pierce explicó a RT que otros políticos norteamericanos, como los senadores Lindsey Graham y John McCain, también exigen que EE.UU. mande tropas a Siria porque "hay una facción militarista dentro del Gobierno del país que presiona para desarrollar una guerra y permanecer en Oriente Medio, como en los últimos 14 años".
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El exabogado militar recuerda que el presidente de EE.UU., Barack Obama, termina cediendo "cuando el clamor militarista es suficientemente alto", con lo cual "sí existe riesgo de que envíe tropas estadounidenses" a Siria.
"Fabricación del consentimiento"
En lo que respecta a la opinión publica, el excomandante Pierce parafraseó al intelectual Noam Chomsky cuando aseguró que la Casa Blanca "fabrica el consentimiento" y casi lo consiguió en 2013, cuando Hillary Clinton y otros demócratas "exigían que comenzáramos una guerra contra Siria". El antiguo letrado asevera que cada vez crean más propaganda e indica que no quiere que "la facción militarista nos mande a la bancarrota y nos meta en más guerras que van en contra tanto de los intereses del pueblo estadounidense como de los habitantes de Oriente Medio".
Pierce considera que los abogados estadounidenses "han aprendido cómo manipular la ley con juegos de palabras legalistas" y, en el caso de Siria, también intentarán inventar una "razón legal de por qué esto no es una violación del derecho internacional", con argumentos como "la responsabilidad de proteger al pueblo sirio o alguna otra reclamación legalista falaz".
Hay una facción militarista dentro del Gobierno de EE.UU. que empuja para desarrollar una guerra y permanecer en Oriente Medio
Finalmente, Todd Pierce valora que el fracaso de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Siria "era previsible" porque "no importa cuántos bombardeos hagamos, no tenemos el consentimiento de la población y utilizamos el pretexto de luchar contra el Estado Islámico, cuando lo que realmente estamos haciendo es intentar cambiar el régimen en Siria y quitar a Al Assad del poder".