La primera vez que se cantó el tango Cambalache fue en el año 1935, con la interpretación de la actriz y cantante Sofía Bozán en el Teatro Maipo de la ciudad de Buenos Aires. Ha sido grabada por infinidad de autores siendo la versión más famosa de todos los tiempos la del “Varón del tango” Julio Sosa. Enrique Santos Discepolo escribió este tango para la película “El alma del Bandoneón” que se estrenó en el año 1936 y protagonizó Libertad Lamarque. El tango Cambalache se hizo sumamente popular y se fue convirtiendo en uno de los clásicos de la música argentina.
Fue censurado por primera vez durante la dictadura militar del año 1943 por considerarlo sedicioso, tal como sucediera también durante todas las dictaduras posteriores que acontecieron en la historia de Argentina.
Fuente: Zorzal criollo.com
Interpretación en su contexto histórico
Tres lecturas de la canción
Una lectura de Cambalache 1
Una lectura de Cambalache 2
Una lectura de Cambalache 3
Letra de Cambalache (versión original)
Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé...
En el quinientos seis
y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quién lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!...
¡Y todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Que uno vive en la impostura
que otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que si es cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
vi llorar la Biblia
contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no roba es un gil!
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
se vamo a encontrar!
¡No pienses más séntate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de las minas,
que el que roba, que el que mata
o está fuera de la ley.