Mientras Washington multiplica los ataques contra Venezuela con toda la fuerza de su aparato mediático de difamación y que se evidencian sus planes de agresión militar contra esta nación, no descuida ninguno de sus objetivos en contra de la América Latina progresista. Así mismo la inteligencia norteamericana delegó a Madrid, hace unos días, a un conocido miembro de la oposición venezolana, asociado desde años a sus mecanismos de subversión, para orientar y entrenar a un grupo de “disidentes” cubanos en vista a la Cumbre de las Américas convocada en Panamá.
Aparentemente sin darse cuenta de lo poco sutil de la maniobra que identifica al personaje como uno de sus técnicos de confianza, los “servicios” gringos designaron al venezolano Ramón Guillermo Aveledo, Secretario de relaciones internacionales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para guiar en la capital española una brocheta de los más mediatizados de sus colaboradores cubanos o de origen cubano.
Ramón Guillermo Aveledo desde sus inicios en la política ha sido un dirigente del partido socialcristiano COPEI. El acto más “transcendental” de su carrera política: en 2003, cuando era presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) –por cuenta de la organización Cisneros y de las empresas Polar– decidió suspender la temporada de beisbol profesional para apoyar el desastroso paro patronal organizado por Fedecámaras contra el gobierno de Chávez.
Es conocido que fue Aveledo quién conformó la MUD según planes proveídos por EEUU para intentar poner de acuerdo a las distintas facciones de la oposición venezolana frente a los múltiples procesos electorales en Venezuela. Es también comprobado que la MUD recibió y sigue recibiendo grandes sumas de dinero destinado a acabar con la Revolución Bolivariana, a través de los programas de las agencias de subversión norteamericanas como: la NED, FREEDOM HOUSE, USAID, el IRI, el NDI, FUPAD, entre otras.
Así fue como el “doctor” Aveledo, que intenta desesperadamente desde Caracas vender al mundo una unidad inexistente dentro del sector opositor de Venezuela, presidió este reciente encuentro “Transiciones en Sociedades Iberoamericanas” que reunió a varios de los cubanos que tanto quieren las agencias de prensa en su distorsionada cobertura de Cuba.
Entre las “estrellas” de esta reunión de la “unidad” cubana, se encontraban:
- El ineludible Elizardo Sánchez, secretario vitalicio de la “Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional”, “organismo” que recibe desde siempre financiamiento de la NED –fachada de la CIA– y de la Fundación de Derechos Humanos en Cuba, adscripta a la FNCA –es decir de la mafia cubanoamericana.
- Jorge Luis García Pérez, alias “Antúnez”, autoproclamado líder del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata, financiado por el DDC, y este por el IRI y la NED.
- Manuel Cuesta Morúa, del Arco Progresista que recibe financiamiento de la NED.
- La diva Yoani Sánchez y su esposo Reinaldo Escobar (respectivamente directora y editor jefe de 14ymedio), cuya fortuna –conectada al sistema de pago PAL– supera el millón de dólares, según fuentes.
- Eliécer Ávila Cicilia, líder de Somos, que recibe soporte financiero de People in Need y del Instituto Político por la Libertad de Perú –estas organizaciones están a su vez contempladas en los programas del IRI, la NED y el NDI.
- Elena Larrinaga de Luis y Alejandro González Raga, Presidenta y portavoz del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, alimentado por la NED.
- Frisia Batista (Raíces de Esperanza), amamantada por Elena Larrinaga.
- Antonio José Ponte y María Matienzo Puerto, del llamado “Diario de Cuba”, otra criatura de la NED.
La sola lectura de este “listazo” permite entender de qué tipo de “sociedad civil” estamos hablando y su absoluta dependencia del gobierno norteamericano. La NED, constituye un soporte de financiamiento fundamental para la contrarrevolución cubana, según este guión norteamericano para la participación de la contrarrevolución cubana en la Cumbre de las Américas, en Panamá.
Reuniones de este tipo se han venido produciendo unas tras otras, desde el pasado mes de febrero, con los objetivos de pretender que existe un respaldo a los grupúsculos “disidentes” más allá del que les da el Gobierno de EEUU, quien las ha creado, dirigido y financiado a lo largo de los últimos 50 años.
Se trata de proyectar al margen de la Cumbre de las Américas, una aparente unidad entre los contrarrevolucionarios y una supuesta sociedad civil contraria al gobierno cubano.
La noticia del inicio del proceso de acercamiento Cuba-EEUU cogió desprevenidos a los cabecillas contrarrevolucionarios de uno y otro lado del Mar Caribe. Los grupúsculos internos han estado fuertemente divididos por razones de protagonismo y financiamiento, y a esos motivos se suman las diferencias con que han acogido la decisión del Gobierno de EEUU de negociar con Cuba. La muestra más fehaciente: las luchas intestinas entre las llamadas Damas de Blanco.
Es bien conocido que los “disidentes internos” en Cuba, incluidos los presentes en la reunión de Madrid, no tienen poder de convocatoria: están absolutamente descaracterizados.
El proceso de negociaciones entre Washington y La Habana será largo y complejo, en tanto las autoridades norteamericanas no renuncien a la injerencia y continúen trabajando con organizaciones y grupúsculos financiados por ellos para poder sustentar la tesis de que existe una oposición en Cuba, y dar fortaleza a sus acusaciones de que en Cuba no se respetan los derechos civiles y políticos. Según muchos observadores, este esquema continuará desgastando la política de la Administración norteamericana.
La oposición venezolana está dirigida –gracias a personajes como Aveledo– desde los Estados Unidos; que desde antes de que Chávez llegara a la presidencia, ya conspiraba abiertamente en contra de su proyecto y liderazgo.
Desde 1998 los líderes de la oposición antichavista han sido asesorados directamente por funcionarios de inteligencia del gobierno de Estados Unidos quienes financian, asesoran y dirigen de manera directa a las distintas organizaciones opositoras al gobierno chavista que se agrupan en la llamada Mesa de la Unidad Democrática.
Por eso los cabezones de Langley le hacen tanta confianza al “doctor Aveledo”, al punto de confiarle las sesiones de reeducación de los representantes de una contrarrevolución cubana desentorientada en la cual invierten, sin resultado, desde más de medio siglo.
(Tomado de Cubainformación)