Juan Pablo Gorbal / jgorbal@lanueva.com

En medio de la intensa deliberación para mitigar los efectos de la inseguridad, con reuniones multisectoriales como la que tuvo lugar ayer en la Municipalidad, un dato clave y necesario para afrontar el diagnóstico es la estadística, que en el caso de Bahía Blanca pareciera no tener índices alarmantes, más allá de la sensación imperante.

Los números oficiales -cargados en el sistema SIMP de la Procuración General a partir de los datos suministrados por la Fiscalía General del Departamento Judicial Bahía Blanca, según pudo averiguar ayer La Nueva.- marcaban hasta el pasado domingo un total de 258 robos o asaltos con características violentas en lo que va de 2015.

Quiere decir que entre el 1 de enero de este año y mediados de diciembre -poco menos de 350 días de 2015- ese tipo de delitos, los que más generan la temida sensación de inseguridad, se dieron a un promedio de uno cada 32 horas.

De sumarse los robos simples -con violencia, aunque sin la utilización de armas-, con más de 1.600 hechos denunciados en lo que va del año, el promedio pasaría a más de 5 casos por día, aún sin contar los hurtos, que son las sustracciones sin causar daño.

En cuanto a la clasificación de los robos violentos, en la estadística oficial, de los 258 hechos, figuran 153 por el uso de arma de fuego (artículo 166, inciso 2, párrafo segundo del Código Penal), 86 con otras armas (cuchillo, navaja, cuello de botella), 17 por uso de arma de fuego no apta para el disparo y apenas 2 por robo agravado (lesiones).

De todas maneras, en estos casos no se computa lo que en la jerga policial se denomina “cifra negra” del delito, es decir aquellos sucesos que no son denunciados por sus víctimas, que seguramente es más elevada en los casos de robos o hurtos simples que en los robos agravados.