Con unos resultados electorales llenos de sorpresas, el jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy, se enfrenta con la tarea casi imposible de formar un Ejecutivo sin la mayoría simple de un Parlamento fragmentado, donde la izquierda se planteó cerrarle el paso a como dé lugar.
Rajoy –que preside el Partido Popular, ganador de 123 escaños del Congreso–, deberá crear alianzas con los otros frentes para poder investirse como presidente. Sin embargo, sus adversarios de izquierda, Partido Socialista Obrero Español y Podemos, dejaron claro desde que se lo impedirán.
César Luena –secretario general del PSOE, que consiguió 90 diputados– aseguró que van a votar “No”, mientras que Pablo Iglesias –líder de Podemos, que obtuvo 69 curules– coincidió con Luena y dejó claro que no apoyará la investidura de Rajoy. "Ni por activa ni por pasiva, Podemos va a permitir la investidura del Partido Popular", afirmó Iglesias, y detalló una lista de reformas que presentará a los otros partidos, como condición para negociar la formación de una alianza que expulse al PP del poder y cree una nueva mayoría opositora en el Parlamento.
La coalición necesitaría obligatoriamente el respaldo de por lo menos una parte de los nacionalistas e independentistas catalanes y vascos, que suman 25 diputados.
Solo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con 40 escaños, se mostró dispuesto a ceder a favor de Rajoy para permitir la gobernabilidad de la cuarta economía de la Eurozona: "Lo que necesitamos es un gobierno en minoría que deberá tener la cintura suficiente para aceptar reformas".
El 13 de enero se constituirá el nuevo Parlamento tras lo cual el rey Felipe VI se reunirá con los representantes de los partidos para designar al candidato con más opciones de formar el Ejecutivo.
El candidato seleccionado debe ser investido por mayoría absoluta en primera vuelta o por mayoría simple después. Aun con el apoyo de Ciudadanos, Rajoy no tendría ninguna de las mayorías necesarias para asumir la Presidencia. De no llegar a un consenso en un lapso de dos meses, España tendría que convocar nuevas elecciones.
Alianzas por el poder
Pese a las declaraciones de las izquierdas españolas, Rajoy anunció que mantendrá una ronda de contactos con otros partidos para explorar la constitución de un gobierno que sea estable, luego de la fragmentación surgida de las elecciones.
El presidente del gobierno saliente expresó que apelará al "sentido de Estado y de responsabilidad" del resto de partidos para alcanzar un gobierno estable, que dé una "sensación de certidumbre, dentro y fuera de España".
Rajoy señaló que la fragmentación del nuevo Parlamento no puede ser motivo de parálisis, ya que sería "enormemente negativo para los intereses" de España, y rechazó la posibilidad de celebrar nuevas elecciones en caso de no alcanzar un pacto con otras organizaciones políticas. Aseguró que se siente respaldado por su partido.
Reacciones mundiales
Luego de los resultados electorales en España, líderes y voceros de gobierno expresaros sus opiniones.
La viceportavoz del gobierno de Alemania, Christiane Wirtz, felicitó al pueblo español, pero resaltó que por lo demás aún no tiene claro a quién felicitar.
El ex primer ministro de Portugal Pedro Passos Coelho felicitó a Rajoy y expresó que espera que sea respetada la voluntad de los electores españoles.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, opinó que los gobiernos que "aplican rígidas medidas de austeridad, aunque estén acompañadas de resultados positivos de crecimiento, están destinados a perder la mayoría".
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, consideró los resultados como una derrota de las políticas de recortes y austeridad