Agrupaciones kirchneristas y la CTA levantaron una marcha a Plaza de Mayo tras el anuncio del Gobierno

La marcha convocada para este 22 de diciembre por un bono de fin de año y contra el ajuste, se da en un marco particular. La víspera se convirtió en un capítulo del diciembre caliente que está dejando el gobierno de Mauricio Macri.

Por la mañana, trabajadores de Cresta Roja encabezaron una movilización a Plaza de Mayo exigiendo soluciones para su situación: 9 meses con sus empleos en riesgo y salarios a cuentagotas. Frente al reclamo, Vidal sigue el libreto de Scioli.

“No tenemos novedades”, fue la única respuesta del ministro Jorge Triacca. Los trabajadores decidieron entonces reforzar el corte que mantenían sus compañeros en la AU Riccheri, delante del Aeropuerto de Ezeiza. Fue un nuevo salto en las acciones de estos trabajadores en lucha, que realizan piquetes duros como lo hicieran los de Lear.

Siguiendo el protocolo represivo de Macri, la “respuesta” vino de los funcionarios de Seguridad. Ordenaron un operativo represivo que incluso sorprendió a los periodistas de los grandes medios. Camiones hidrantes, celulares y cientos de gendarmes rodearon y empujaron a los obreros sin salario y sin tareas. La militarización del gobierno también recuerda al conflicto de Lear.

Al cierre de esta edición, rodeados del gigantesco operativo, los delegados anunciaban un cuarto intermedio hasta el mediodía del martes. El gobierno promete respuestas por los salarios caídos, pero asegura que la continuidad laboral estaría en manos de la justicia y otros grupos empresarios.

Primer acción unitaria

El conflicto de Cresta Roja es una lucha testigo. Marca la decisión de los empresarios de que la crisis la paguen los trabajadores. Despidos, pérdida del salario ante la inflación, precarización de las condiciones de trabajo, amenaza de represión a quienes resisten.

Con esa pelea en curso, y con el golpe al bolsillo que se empieza a sentir en millones de trabajadores y desocupados, se realizará este martes la primera marcha unitaria. Las consignas: por un bono de fin de año, contra el ajuste de Macri y otra serie de reclamos. Como reflejamos en La Izquierda Diario, la marcha está convocada por organizaciones sindicales, sociales y de la izquierda clasista.

El pasado jueves se realizó la conferencia de prensa que fijó los objetivos generales y las características de la marcha, que partirá desde la 9 de Julio a las 16:30 horas. También se acordó un acto donde hablarán referentes de las organizaciones convocantes.

Allí participaron dirigentes de la CTA Autónoma, sindicatos y comisiones internas (ferroviarios, aceiteros, docentes, juntas internas de ATE), partidos políticos de izquierda (PTS, PO, IS, MST, MAS) y organizaciones sociales y de trabajadores precarizados (FPDS, AGTCAP y también la CTEP, donde participan sectores kirchneristas como el Movimiento Evita).

En la reunión preparatoria de este lunes, en medio de la amenaza represiva en Cresta Roja, se ultimaron los detalles de la marcha y acto.

Allí se conoció el cambio de actitud de la CTA Autónoma, dirigida por Pablo Micheli. Tras la decisión de la dirección de ATE Provincia de dejar en "libertad de acción" a sus afiliados y no organizar su participación, la convocatoria de la CTA Autónoma quedará reducida al MTL y el MST. Por otro lado, las organizaciones kirchneristas como el Movimiento Evita y la Tupac Amaru no participaron de la reunión. En un comunicado posterior algunas de esas organizaciones definieron “levantar la medida de fuerza prevista para mañana teniendo en cuenta el ofrecimiento del aguinaldo social”, refiriéndose así al anuncio de Macri de pagar una suma de 400 pesos por única vez a quienes cobran la Asignación Universal por Hijo y la jubilación mínima.

Nos parece un error la actitud de la CTA Autónoma. Las internas dentro de la conducción llevan a desperdiciar la oportunidad de sumar a los estatales a la primera acción unitaria contra el gobierno de Macri. En el caso de las organizaciones sociales kirchneristas, dejan un interrogante: ¿así piensan enfrentar el ajuste de Macri, negociando por su lado mientras el gobierno aplica una devaluación brutal y una baja de retenciones que transfiere millones a las grandes patronales? ¿Dónde quedan los discursos contra el ajuste? Evidentemente para las organizaciones kirchneristas era muy costoso marchar con la izquierda clasista que tanto criticaron por nuestras posiciones "duras" frente al gobierno anterior.

Todos a Plaza de Mayo

La marcha de mañana contará con una fuerza vital: encarna la decisión de los trabajadores en lucha, el sindicalismo combativo y la izquierda clasista, de comenzar a organizar la resistencia ante el ajuste. Será un mensaje al poder político, pero también será seguida con atención por esos millones de trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo, que no llegan a fin de mes, que cobran planes que los mantienen en la pobreza.

Será la primera acción unitaria contra el ajuste del gobierno de Macri. Como proponen distintos sectores, es necesario avanzar en la unidad y coordinación de los trabajadores y todas las organizaciones clasistas, antiburocráticas y de la izquierda combativa. La marcha de este martes será un importante paso en esa unidad de acción para enfrentar el ajuste y apoyar cada lucha.

El PTS, junto a nuestros compañeros del Frente de Izquierda, llama a movilizarse masivamente a Plaza de Mayo. Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretariado Ejecutivo por la minoría clasista del sindicato del Subte (AGTSyP), planteará nuestro programa y perspectiva de lucha frente al gobierno ajustador. Marcharemos junto a los obreros de Madygraf (ex Donnelley) y Worldcolor, que luchan por la expropiación de sus fábricas, junto a decenas de agrupaciones clasistas de distintos gremios.

Porque nos sobran los motivos.

 Defendamos el salario. Por un bono de fin de año para todos los trabajadores, privados y estatales, registrados y no registrados, jubilados, desocupados y beneficiarios de planes sociales. Por un salario mínimo igual a la canasta familiar y una cláusula gatillo que lo actualice de acuerdo a la inflación real. Por el adelantamiento de paritarias sin techo, con delegados elegidos en asamblea. Anulación del impuesto a las ganancias aplicado sobre el salario.

 Ni un despido. Con despidos, retiros voluntarios y no renovación de contratos, los empresarios quieren dejar más familias en la calle. Por la reincorporación de los despedidos de Metalsa, Hutchinson, Mondelez, Fel-Fort, Coca-Cola y demás empresas. Prohibición de despidos por 2 años, como lo propone el proyecto de ley presentado por Myriam Bregman y Nicolás del Caño en el Congreso. Reparto de las horas de trabajo sin tocar el salario; estatización bajo control obrero de toda fábrica o empresa que cierre o despida masivamente. Por la expropiación de Madygraf y Worldcolor.

 Contra la judicialización y represión de las luchas. Con la militarización del conflicto de Cresta Roja, el gobierno comenzó a aplicar su “protocolo de protesta social”. Quieren tener más herramientas para reprimir y perseguir a quienes encabecen las luchas de resistencia. Defendamos del derecho de huelga y protesta.

 Basta a la precarización laboral. Los empresarios buscan imponer peores condiciones de trabajo, a pesar de que el kirchnerismo terminó su gestión con la mitad de la clase obrera precarizada. Siderca utilizó el chantaje para despedir tercerizados (contratistas) y flexibilizar efectivos. Hay que luchar contra la tercerización y pelear por el pase a planta permanente, con el mejor convenio.

 Hay que rechazar el “Pacto Social” que prepara el gobierno junto a los empresarios y las cúpulas sindicales. Impulsemos asambleas y reuniones de coordinación en cada gremio, ciudad o provincia para apoyar cada lucha y exigir Que las centrales sindicales rompan con la tregua y convoquen a un plan de lucha contra los aumentos de precios, en defensa del salario y los puestos de trabajo.

 Que la crisis la paguen los capitalistas. Ante las medidas del gobierno hay que oponer una salida obrera y popular. Impuestos progresivos a las grandes fortunas. Nacionalización de banca, no pago de la deuda externa y la centralización del crédito para beneficiar al país en función de las necesidades populares (vivienda, infraestructura, salud, créditos a los pequeños comerciantes).