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General: Macri con un equipo económico que va contra el pueblo ...
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 29/11/2015 09:50

ECONOMIA › LAS MEDIDAS QUE PODRIAN ANUNCIARSE EN LAS PRIMERAS SEMANAS Y SUS CONSECUENCIAS

Riesgo de grieta social y económica

A esta altura, aunque sigue la discusión interna, el macrismo no podría optar por un dólar inferior a 15 pesos para lograr que se liquiden las exportaciones. El impacto tarifario de la supresión de subsidios. El ajuste a fondo que se viene.

 Por Raúl Dellatorre

Sturzenegger (Banco Central), Buryaile (Agricultura) y Aranguren (Energía). Los nombramientos despejan las dudas sobre la opción elegida.

Una megadevaluación que no podría llevar al dólar a menos de 15 pesos, para satisfacer a los exportadores y permitir que se liquiden las operaciones demoradas. Un tarifazo por eliminación de los subsidios a los servicios eléctricos para una amplia franja de la población. La búsqueda urgente de crédito financiero externo para fortalecer la posición de cambio antes de abrir el mercado a la venta de dólares a importadores y público en general. Así, aceleradamente y con un enfoque que favorecerá claramente a un sector empresario en desmedro del mercado doméstico, se prepara la primera batería de medidas que el macrismo aplicaría apenas asuma. En el camino, la devaluación anunciada ya provocó aumentos de precios internos que provocó el primer impacto sobre el poder adquisitivo de la población. Pese a las recomendaciones de moderación de parte de su propio equipo, el futuro gobierno parece no tener alternativas de gradualismo, preso de sus propias palabras.

Las expectativas con respecto al equipo económico quedaron despejadas. Finalmente, Alfonso Prat-Gay estará al mando del Palacio de Hacienda, en un ministerio renombrado. Federico Sturzenegger en el Banco Central y Carlos Melconian en el Nación lo acompañarán. A Agricultura va un integrante de la Mesa de Enlace, Ricardo Buryaile, un defensor a ultranza de la megadevaluación para “sacar del pozo al campo”. Entre las distintas variantes que se le ofrecían a Macri, optó por la “línea dura”. Prat-Gay y Melconian son los que expresan con mayor crudeza la necesidad de “sinceramiento” de precios y de la situación fiscal, inmejorable eufemismo para no mencionar las palabras “Inflación”, “tarifazo” ni “ajustazo”.

A la flamante cartera de Energía y Minería va Juan José Aranguren, otra expresión sin tapujos de la convicción de que los usuarios (que prefieren llamar “clientes”) deberán pagar el gas o la electricidad por lo que cuesta producirlos, y no en función del derecho social a su uso. En buen romance, multiplicar por tres o por cinco la tarifa subsidiada que pagan hogares y empresas. El “premio” por esa política sería un ahorro de 240 mil millones de pesos en subsidios, si se eliminaran por completo. Por consideración a los abonados se permitiría que ese aumento sea escalonado, y hasta se reconocerían excepciones para hogares pobres y jubilados con haber mínimo, a los que se les mantendría el subsidio.

Las opciones moderadas o “gradualistas” fueron dejadas de lado a la hora de decidir los nombramientos en áreas claves. Y sus recomendaciones empiezan a quedar a un costado en los hechos. Javier González Fraga, ex banquero central, radical y mentor, en algún sentido, de Martín Lousteau, opinaba hace menos de un mes que “devaluar más de un 25 por ciento (es decir, llevar el dólar a más de 12 pesos) es peligroso, sería inmoral, porque volvería a castigar al salario como en devaluaciones anteriores, y políticamente suicida”. Macri, evidentemente, no tomó el consejo y optó por lo que recomendaron Prat-Gay y Melconian.

Lo que a estas horas se redefine en las filas macristas es la gradualidad de las medidas, pero no la profundidad del ajuste. El argumento de que “no se sabe cuánto hay en las reservas” está resultando útil para justificar que no se eliminarán todas las restricciones cambiarias de una vez, el 11 de diciembre, como se prometiera. Lo impracticable de la medida se justifica, ahora, con el supuesto “ocultamiento” por parte de las actuales autoridades de datos claves. El objetivo inmediato deberá ser, entonces, obtener divisas, y no hay otra vía tan inmediata como lograr que los exportadores liquiden en las primeras dos semanas. ¿Aceptarían liquidar si le ofrecen un dólar de 13 o 13,50, después que el propio Prat-Gay y hasta Macri le hablaron de 15 o 16? Es decir, sabiendo que si el 11 de diciembre la divisa cotiza a menos de 14, será sólo por pocas semanas, tras la cuales treparía a más de 15.

La respuesta a esa pregunta la dio el propio ministro de Agricultura, que en una entrevista por Radio Nacional (en el programa A cara lavada) justificó, esta semana, la postergación de la liquidación de granos por parte de los productores. “Ustedes no entienden la lógica de los negocios”, le tiró a los integrantes de la mesa de periodistas que lo entrevistaba. Explicó que si los tres candidatos (Macri, Scioli y Massa) habían prometido bajar las retenciones, ¿quién iba a liquidar ahora si después del 10 de diciembre lo haría con un descuento menor? No mencionó que uno de esos tres candidatos prometió, además, una devaluación de más del 50 por ciento. Siguiendo la misma lógica que tan didáctico explicó Buryaile, ¿quién va a liquidar las exportaciones con una devaluación del 30 por ciento, si sabe que en pocas semanas será del 50 por ciento o más?

La lógica de los negocios, que no por casualidad es la misma con la que razonan Prat-Gay y Melconian, indica que la devaluación inicial deberá responder a las expectativas de los exportadores. Ello posibilitaría el ingreso de parte de las liquidaciones postergadas e iniciar el proceso de paulatino levantamiento de las demás restricciones. En la táctica del nuevo equipo económico, el segundo paso inmediato sería la obtención de algún crédito externo, tarea en la cual ya estarían trabajando dos colaboradores inmediatos de Prat-Gay: Pedro Lacoste y Luis Caputo. Si se cumple con éxito la apertura de estas dos vías de ingreso de divisas, el paso siguiente sería habilitar el mercado cambiario a la venta de dólares para las operaciones de importaciones relegadas, que se estiman en unos ocho mil millones de dólares. Recién en la etapa siguiente –recomiendan los técnicos a los que Macri les delegó la tarea–, se abriría el mercado a la venta libre de divisas al público sin restricciones de cantidad.

Ese es el horizonte de estabilidad que imaginan los mentores del plan: un dólar suficientemente alto como para desalentar especulaciones, exportadores satisfechos y liquidando sus ventas, importadores recuperando gradualmente su regularidad de pagos al exterior (y con menor demanda para nuevas operaciones, con un mercado interno menos comprador por la elevación de precios de los productos importados) y un sector externo brindando un flujo intenso de financiación en dólares, por un lado, y la entrada de inversiones que imaginan hoy demoradas por el “atraso cambiario”. Es el “país feliz” del que habló Macri en la campaña.

La contracara sería un mercado interno deprimido, que ya a esa altura habrá transferido a los precios finales el brutal impacto de la devaluación, tarifas de servicios públicos que se habrán elevado para una franja amplia de la población y un posible freno a las inversiones internas por el previsible debilitamiento del consumo. La caída del salario real sería importante, lo cual beneficiaría a quienes miden sus costos laborales en dólares, porque venden en moneda fuerte. Será cuestión de tiempo que ese debilitamiento del mercado interno se traduzca en caída de horas trabajadas (las extras primero, recorte de jornadas después) y, luego, pérdidas de empleo. La discusión paritaria del año próximo se daría (se prevé que no se suspendan, salvo que medie alguna fórmula de acuerdo empresario sindical que anda circulando) en un contexto muy diferente al de años anteriores.

Es la foto típica posdevaluación: un sector satisfecho, con márgenes de renta engrosados y con perspectivas de ver crecer sus negocios. En otro plano, una franja de población que ve recortadas sus posibilidades de consumo, en la que renace el temor a la pérdida del empleo y ve al futuro con inseguridad. No será la grieta sobre la que tanto se insistió en campaña, pero hay una fractura social y económica e perspectiva detrás de este plan y estas medidas.



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De: Ruben1919 Enviado: 29/11/2015 10:02

Norte, transición y después

El primer gobierno de derecha que llega por voto popular. Un gabinete que no deja lugar a dudas. Corporaciones, CEO y gerentes al poder. Una transición sosegada, con mensajes de la Presidenta a sus bloques parlamentarios. Macri ya no oculta a sus economistas. Nuevo alineamiento internacional: una promesa cumplida. Otras que están en riesgo. Y reflexiones sobre el mapa electoral.

 Por Mario Wainfeld

El ballottage funciona como el suplementario o la definición por penales en una final de fútbol. Un gol de diferencia basta para vencer. En este caso fueron menos de tres puntos porcentuales, que describen una elección reñida pero no empatada.

El presidente electo Mauricio Macri tiene legitimidad de origen y se encuentra con un legado mucho más propicio que el que recibieron anteriores mandatarios: Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Néstor Kirchner por no hablar de los provisionales que se sucedieron en 2001 y 2002.

En 2007 Macri explicó en la Embajada de Estados Unidos que “somos el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de ochenta años que está en condiciones de asumir al poder”, tal como reveló la nota de tapa de Página/12 del 21 de febrero de 2011, escrita por Santiago O’Donnell en base a los cables secretos de la Embajada desclasificados por Wikileaks. Le tomó un tiempo pero lo concretó, en comicios libres y pacíficos. Las comparaciones con la Revolución Libertadora u otras dictaduras son, pues, improcedentes. La remisión a los 90 es imperfecta entre otros muchos motivos porque después de esa etapa aciaga hubo largos doce años de gobierno kirchnerista.

Lo que sí es claro es que venció una coalición de derecha que, por remilgos muy argentinos, elude llamarse así. Los primeros pasos de Macri y las reacciones de poderes fácticos lo confirman sin ambages. La pregunta inexorable es si esa fuerza será capaz de construir gobernabilidad y preservar derechos, lo que le permitiría ser competitiva en 2017 y especialmente en 2019.

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La transición breve: La transición comenzó. El gabinete nacional no deja lugar a equívocos, las corporaciones no son “apenas” aliadas del gobierno. Integran su elenco, las patronales “del campo” en Agricultura, un cuadro de Shell en Energía. El conflicto de intereses está en germen. Ricardo Buryaille engrosará su patrimonio personal con las decisiones que tome, Juan José Aranguren puede mejorar a Shell...

CEO, patrones, gerentes por doquier, egresados de universidades pagas... Se sabe que hablar de clases sociales pasó de moda en los cenáculos VIP. Remando contra esa corriente falaz, son las clases dominantes las que ejercerán el poder votadas por una mayoría innegable que seguramente espera mejorar y no resignar derechos, ni patrimonio, ni empleo, ni capacidad adquisitiva, ni proyección de futuro.

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Señales y fotos: La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió a Macri en la quinta de Olivos. Macri criticó su gestualidad, lo que fue comprado sin beneficio de inventario por la prensa dominante que lo apoya sin fisuras y le brindará un blindaje absoluto. No se conoce el contenido del breve palique entre dos pero sí se sabe que Cristina les ordenó a sus ministros recibir de buen modo a quienes los sucederán. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, departió con Marcos Peña. El gobernador Daniel Scioli atendió con cortesía y buena información a la figura clave del comicio: María Eugenia Vidal. Los demás ministros actuarán en consonancia.

La presidenta convocó a los bloques parlamentarios del Frente para la Victoria (FpV). Se difundieron directivas claras y sistémicas: no dejar sin Presupuesto al futuro oficialismo (que incurrió en esa conducta contra el actual) y facilitar que la vicepresidencia provisional del Senado honre la tradición de ser ejercida por el partido del Ejecutivo.

También se dio vía libre al ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, para seguir en su cargo. La advertencia que le hizo Cristina es sensata y forzosa: que se sostenga el apoyo recibido por esa cartera, que supone recursos económicos. La asfixia presupuestaria pinta ser una de las herramientas del macrismo para disminuir la incidencia de determinadas políticas públicas.

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#Y sí, ganó Macri: La apodada “campaña del miedo”, en verdad campaña negativa que se ejercita en toda contienda, fue respondida con chanzas virtuales con el hashtag “#si gana Macri”. Uno de los motivos de broma era mofarse de quienes asociaban al pastor electrónico con economistas de derecha, representantes cabales del sector financiero. Los nombramientos comprobaron que la denuncia no era tan graciosa ni imaginativa. Alfonso Prat-Gay ministro de Economía, Carlos Melconian en el Banco Nación y Federico Sturzenegger a la espera de recalar en el Banco Central. Ninguno es sospechoso de ser desarrollista, productivista ni siquiera de conocer algo de la economía real. En sus manos está decidir una devaluación brutal o atenuada antes de que llegue el verano.

A pocos días de que se resuelva tal vez no valga la pena hacer vaticinios subjetivos, pero sí es sensato leer lo que dice un consultor sagaz y los propios cuadros intelectuales de Cambiemos.

Miguel Bein es el especialista no K que mejor siguió y describió la política económica del kirchnerismo, con la que tuvo ciertos acuerdos y varias discrepancias. Su más reciente informe estima el escenario de fin de año y 2016 con una devaluación alta e inmediata. Textualmente, con mínima edición: “un dólar a $13,8 a fines de diciembre de 2015 (...) y un tipo de cambio promedio de $14,8 para todo 2016, paritarias en torno al 28 por ciento (lo cual requiere un fuerte manejo de la política) y un aumento de la tarifa eléctrica en torno a 35 por ciento. En este escenario el déficit primario se estabiliza en la zona de 4,5 por ciento del PIB (...) En 2016 la economía caería en torno al 2 por ciento, con un consumo que lo hace algo más rápido y una tasa de inflación promedio en torno al 40 por ciento (34 por ciento en la punta), producto de la incorporación del cambio en los precios relativos, después de un 2015 donde la aceleración de la inflación en el último bimestre llevaría el índice del 22 por ciento de octubre a un número más cercano al 35 por ciento en diciembre”.

Bein no es catastrofista sino ponderado y costumbrista. Escuchemos otras veces, más afines al macrismo. El diario La Nación reseñó anteayer un cónclave con referentes intelectuales de la derecha o centro derecha: Ricardo Arriazu, Eduardo Fidanza y Mario Blejer (que fue asesor de Scioli, anyway). El periodista Germán de los Santos firma la nota, ajena a toda influencia populista. “Los expositores recomendaron reducir el costo laboral de los trabajadores en un 30 por ciento en dólares”. La gente linda nombra “costo laboral” a los salarios aunque hay quien predica que las ideologías no existen.

La idea del gobierno entrante es “mantener casi intacto el nivel de empleo”. Un modo casi encantador de decir que el neo conservadorismo compasivo se apresta a poner decenas o cientos de miles de argentinos en la calle. Fidanza calcula que hay “cierto consenso sindical de resignar algunos puntos de salario mientras no se pierdan puestos de trabajo”. Arriazu es sedante: “No se necesita un ajuste general como en 1989 y 2001 aunque sí se precisan ajustes micro sobre todo en el costo laboral y en las tarifas de servicios públicos”.

Aranguren afila los números para aumentar exponencialmente las tarifas eléctricas, diz que preservando a los argentinos de menos recursos. Mínima observación de este cronista que hasta acá solo citó a fuentes calificadas: lo primero está cerca de ser un hecho, lo segundo una intención proclamada.

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Entre el pressing y la ilegalidad: Sin dormirse en los laureles La Nación madrugó la semana con un editorial perverso exigiendo un viraje tremendo en la política de derechos humanos. Ni siquiera se apuró a saludar a Macri. Tan brutal fue la pieza que, en gesto que merece resaltarse, periodistas y trabajadores de ese medio manifestaron repudio. Una conducta digna que no fue acompañada por los columnistas invitados de ese diario o de Clarín, por académicos u opineitors.

Quienes se llenaron la boca hablando de equilibrio de poderes, de recuperar la república y las instituciones callan-otorgan. Su campeón llegó a la Casa Rosada, cambiemos el relato intelectual: se adscriben al nuevo oficialismo sin preocuparse por conservar coherencia discursiva. Por eso tampoco se interesan en los embates del macrismo contra funcionarios ligados al poder ejecutivo o del judicial.

Macri y sus adláteres les piden renuncias a Alejandro Vanoli, Martín Sabbatella, Tristán Bauer y Alejandra Gils Carbó. Maticemos: pedir “un paso al costado” es una movida política, acaso prepotente pero no ilegal.

Si se pretenden suplir los mecanismos legales de remoción de esos protagonistas por un poker de decretos ilegales, será muy otra cosa.

Si bien hay un patrón común, el caso más chocante es el de la procuradora general. Por mandato constitucional cuenta con acuerdo del Senado, revista en otro poder del estado, goza de estabilidad similar a los jueces, solo es removible mediante juicio político.

Los argumentos de funcionarios o dirigentes macristas son banales: “Se debe ir porque es militante, “es cierto que hay una norma pero también hay necesidad de buen gobierno” (sic, de veras). La Constitución no dice que la opinión de Macri, Hernán Lombardi o Sturzenegger supla al pleno del Senado como tribunal de Gils Carbó.

La jueza de la Corte Elena Highton de Nolasco hizo declaraciones periodísticas ayer en defensa de la legalidad. Gils Carbó –dijo-– solo puede ser removida por juicio político. Tuvo seriedad y apego de la ley, al cierre de esta nota es la única integrante de la Corte que no valida, con su silencio, el ataque a la Procuradora.

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Esa costumbre de fallar: La Corte apuró sentencias que tuvo encajonadas durante años. El tribunal ya no es el cuerpo respetable y prestigioso que conformó Néstor Kirchner. Los mejores exponentes, Enrique Petracchi y Eugenio Raúl Zaffaroni ya no están. Sensible y con problemas de salud, Highton de Nolasco se viene negando a suscribir o vota en disidencia fallos vergonzosos que promueve Lorenzetti. El presidente re-re-reelecto de la Corte apuró decisiones porque solo construye mayoría de tres con el concurso del juez Carlos Fayt. Una sentencia deplorable le devolvió poder al dirigente amarillo y patronalista Jerónimo Momo Venegas. Maná para empleadores como Buryaile quien declaró que las denuncias sobre trabajo esclavo son una pavada.

La resolución más alocada fue la que decidió sobre reclamos de tres provincias (que por esas cosas de la vida no son gobernadas ni por Cambiemos ni por el FpV). Es un sacudón de miles de millones de pesos, las estimaciones varían. En declaraciones periodísticas Lorenzetti confesó que no conoce el quantum del agujero fiscal que produce. Reconoce una irresponsabilidad llamativa. Desfinanciar la Anses y sisar el patrimonio de la AFIP no afecta personalmente a Lorenzetti quien gana un sueldo bastante superior al que percibirá Macri, no paga impuestos y tiene garantizada una de las jubilaciones más altas de la Argentina.

La Corte agregó un ítem indigesto al gobierno entrante: llegarán reclamos de otras provincias. Se habla de la necesidad (flagrante) de discutir una ley de Coparticipación pero se soslaya que la Constitución del 94 (que contiene aciertos, novedades, errores graves, como casi cualquier producto humano) impone requisitos imposibles de cumplir para dictarla.

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Promesas de campaña: El realineamiento internacional fue una promesa de campaña tanto como la supresión de ciertas retenciones y la reducción de las que gravan la exportación de soja y el aumento del mínimo no imponible de ganancias. El padrón ciudadano las convalidó. Sin caer en el oportunismo estadístico de cambiar de idea, a los opositores les cabe cuestionar las medidas pero no su coherencia inicial.

Wikileaks develó como Macri se puso al servicio de la Embajada. El presidente electo contó que para designar al vil comisario Fino Palacios requirió consejo a la CIA y al Mossad. Tal vez con el tiempo se revele la génesis similar de varios nombramientos de esta semana.

Hay otras promesas de Cambiemos que, todo lo indica, serán puestas en entredicho en los próximos meses o semanas. Aquella que expresó “conservarás todo lo que tenés, es tu derecho” enumerada en discursos y spots publicitarios. Es más que verosímil que el gobierno arranque con una formidable y regresiva redistribución de ingresos, que eleve el nivel de desempleo.

Las gentes de PRO se remiten al ejemplo del ex presidente Arturo Frondizi, cuyo rostro aparecería en billetes de quinientos pesos. Curiosamente, la comparación les hace poco favor: Frondizi recaló en la Casa Rosada merced a la proscripción del peronismo, no pudo completar su mandato y reprimió brutalmente la protesta obrera mediante el Plan Conintes. La posición inicial de Macri es cualitativamente superior: fue elegido en un clima de tranquilidad, sin proscripciones y con participación masiva.

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Esperando a Godot... o a los bárbaros: Vale la pena releer dos columnas excelentes publicadas en Página/12 esta semana. La del sociólogo Carlos Acuña (viernes: “La elección de Macri: paradojas y escenarios futuros”) y la del periodista Washington Uranga (ayer: “El contenido y las formas”. Parafraseándolas vale señalar que el FpV ha quedado como una oposición democrática consistente, que predomina en el Congreso, tiene “capacidad de calle” y gobierna varias provincias.

De cualquier forma, el oficialismo saliente necesita repensar y elaborar por qué perdió el favor de las mayorías sin autocomplacencia y sin quedarse en culpar exclusivamente a los medios o a los errores de campaña (ver asimismo nota aparte).

Nadie puede querer que el macrismo choque con la calesita de movida. Una catástrofe social es indeseable antes que nada porque genera privaciones y sufrimientos a los sectores más vulnerables. Mucho menos importante pero digno de mención es que las crisis de gobernabilidad no suelen terminar como la del 2001: en la formidable presidencia de Néstor Kirchner y la continuidad coherente de Cristina. En general, las debacles “tiran a derecha” como sucedió en 1975, 1989 o 1999.

Ojalá el nuevo oficialismo capte que el alto nivel de empleo, el desendeudamiento público y privado, las paritarias en alza, el amplio sistema de protección social son baluartes para conservar y mejorar. Es lo que comprometió en su astuta campaña: su contrato electoral. Habrá que ver como lo honra o arriesga. Las predicciones razonables sugieren que un shock lo deterioraría severamente y generaría un verano triste para muchos, acaso caliente.

Habrá que esperar, la iniciativa la tiene el gobierno entrante.

mwainfeld@pagina12.com.ar

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/11/2015 14:49

ECONOMIA › QUE PASOS NECESITA DAR MACRI PARA ELIMINAR LAS RESTRICCIONES CAMBIARIAS

La batalla por el control del Central

Marcos Peña, futuro jefe de Gabinete, reiteró ayer que buscarán eliminar el “cepo” en los primeros días de gobierno. El Banco Central es indispensable para implementar los cambios, pero no hay certezas de que Vanoli vaya a renunciar.

 Por Fernando Krakowiak

Marcos Peña, el jefe de Gabinete del futuro gobierno de Mauricio Macri, reiteró ayer que eliminarán rápidamente las restricciones para comprar dólares. “Es una decisión que se tomará al principio del gobierno; podrá variar en uno o dos días, pero se hará al principio del gobierno, apenas asumamos”, aseguró en declaraciones al diario La Nación. En el macrismo apuestan a una política de shock, tal como prometieron en la campaña electoral, pero la salida del “cepo” debe ser comandada por el Banco Central y por ahora no hay certezas de que Alejandro Vanoli, quien tiene mandato legal hasta 2019, esté dispuesto a abandonar su cargo.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aplicó las primeras restricciones a la compra de dólares el 28 de octubre de 2011, cuando la AFIP creó el programa de Consulta de Operaciones Cambiarias (COC) a través de la resolución 3210. Esa norma establecía que los bancos y las casas de cambio sólo podían efectivizar operaciones de venta de moneda extranjera si antes eran “validadas” por la AFIP a través de ese sistema online denominado COC basado en una formula que el organismo fiscal nunca reveló. Más allá de lo resuelto por la AFIP, para que las entidades que operan en el mercado de cambios cumplieran con esa directiva fue necesario que el Banco Central emitiera la Comunicación A 5239. Si el Central hubiese resistido la aplicación de esa norma no hubiera bastado la resolución de la AFIP, ya que los bancos solo responden a la regulación que impone la autoridad monetaria. Eso explica porque también fueron necesarias comunicaciones del Central cuando se decidió fijar excepciones a ese régimen y cuando se obligó a la validación mediante el COC de los pedidos de dólares para viajes y turismo.

A mediados de mayo de 2012, la AFIP redujo prácticamente a nada la venta de divisas para atesoramiento al dejar de validar la mayoría de esas operaciones. En ese caso, no fue necesaria la intervención del Central porque en lo formal el sistema siguió funcionando igual. La diferencia fue que cuando los bancos o casas de cambio tramitaban la solicitud a través del COC el sistema informaba, por ejemplo, que la capacidad contributiva de la persona era insuficiente, aunque ganara miles de pesos y estuviese queriendo comprar apenas un dólar. El 5 de julio se decidió finalmente formalizar esa restricción de hecho y entonces tuvo que entrar en escena nuevamente el Banco Central. La entidad, conducida en aquel momento por Mercedes Marcó del Pont, dictó la Comunicación A 5318 que prohibió la venta de moneda extranjera bajo el concepto de libre disponibilidad, suspendiendo de este modo la resolución que permitía comprar hasta 2 millones de dólares por mes, posibilidad que en los hechos ya no estaba vigente. Esa es la norma clave de lo que se conoce vulgarmente como el “cepo” cambiario.

Desde entonces, el Central siguió vendiendo dólares para operaciones de comercio exterior, para turismo y viajes (con validación), para pagar los gastos con tarjetas de crédito y débito en el exterior y para otros cientos de ítem específicos, pero ya no para libre disponibilidad. Esa posibilidad se flexibilizó parcialmente en enero de 2014 cuando se introdujo la compra de dólares para ahorro, destinada a trabajadores registrados con un ingreso mensual de al menos dos salarios mínimos, los cuales podían disponer hasta el 20 por ciento de su sueldo para esas compras con un tope de 2000 dólares por mes. La norma del Banco Central que habilitó los cambios fue la Comunicación A 5526 de enero de 2014.

Todas estas normas son las que prometió eliminar el gobierno de Macri a partir del 10 de diciembre, se estima que para volver a la situación previa a octubre de 2011. Para ello, el futuro presidente podría dictar un decreto de necesidad y urgencia, pero igual necesitaría que el Banco Central lo acompañe poniendo en práctica la normativa que se decida. Si Vanoli continúa al frente del Central, podría demorar la aplicación de esa normativa o eventualmente negarse a aplicarla con el argumento de que lo que le piden no coincide con las metas fijadas en el programa monetario aprobado por el directorio del Banco Central.

El último antecedente de este tipo lo protagonizó Martín Redrado entre fines de 2009 y comienzos de 2010. Cuando Cristina Fernández de Kirchner anunció el 14 de diciembre de 2009 la creación del Fondo del Bicentenario para pagar deuda con reservas, lo primero que hizo Redrado, por entonces titular del Banco Central, fue enviar el decreto presidencial a la subgerencia general jurídica para que analizara sus implicancias. Luego le giró el texto al estudio de abogados que los asesoraba en Nueva York para que analizara si existían riesgos de embargo por parte de fondos buitre. Veinte días después, el Banco no había tomado ninguna decisión y la postura que dejaba trascender Redrado a los medios enfureció a la Presidenta. “Todavía no tuvimos respuesta desde Nueva York ni tampoco finalizó el análisis interno. Mientras no contemos con esos dictámenes, el Banco no va a tratar el tema en su reunión de directorio”, aseguró el 5 de enero. Estaba claro que Redrado no quería cumplir con lo dispuesto por la presidenta. Por lo tanto, al otro día comenzó una puja para desplazarlo que se resolvió recién el 2 de febrero de 2010, cuando una comisión bicameral del Congreso recomendó su destitución.

fkrakowiak@pagina12.com.ar

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Los bancos modificarán el modo de vender dólares sólo si el Banco Central se los comunica por resolución.

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 03/01/2016 11:54
ONOMIA › MACRI DESIGNO COMO FUNCIONARIOS A DECENAS DE EJECUTIVOS DE LAS PRINCIPALES EMPRESAS DEL PAIS

El país atendido por sus propios dueños

En apenas veinte días, desembarcaron en ministerios y secretarías ex gerentes de Shell, Techint, General Motors, HSBC, Telecom, Grupo Clarín, LAN, Banco Galicia, Pan American Energy, JP Morgan, Citibank, Telefónica, Coca-Cola, Deutsche Bank, Farmacity y Axion, entre otras empresas.

 Por Fernando Krakowiak

En apenas veinte días, decenas de ejecutivos de las principales empresas del país desembarcaron en los ministerios y secretarías del Estado nacional, pero ya no para llevar adelante sus actividades habituales de lobby sino para hacerse cargo de la gestión pública. El presidente Mauricio Macri designó como integrantes de su gobierno a ex gerentes de Shell, Techint, General Motors, HSBC, Telecom, Grupo Clarín, LAN, Banco Galicia, Pan American Energy, JP Morgan, Citibank, Telefónica, Coca-Cola, Deutsche Bank, Farmacity y Axion, entre otras empresas. Algunos de los flamantes funcionarios trabajaron en esas multinacionales hasta hace pocos días y otros consolidaron su carrera profesional allí y luego pasaron a desempeñarse en otras organizaciones, de donde ahora fueron reclutados por “cazadores de talentos”, como Egon Zehnder y Stigol & Moore. La mayoría no tiene experiencia en la administración pública, pero se sintieron interpelados por un gobierno que se presenta como amigo de los mercados y reivindica la supuesta eficiencia del sector privado como modelo a seguir. Página/12 detalla quienes son los principales ejecutivos que decidieron pasar del otro lado del mostrador. La lista es apenas una muestra de lo que viene porque el libro de pases sigue abierto.

n Jefatura de Gabinete. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, designó como secretario de Coordinación de Políticas Públicas a Gustavo Lopetegui, CEO de la Aerolínea chilena Lan desde 2009 y fundador de la desaparecida cadena de supermercados Eki. También se sumó Mario Quintana como secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete. Este abogado dirigió hasta su asunción el Grupo Pegasus, controlante de Farmacity, Freddo y Tortugas Open Mall, entre otras firmas. Quintana llevó como subsecretaria de Evaluación de Proyectos con Financiamiento Externo a Natalia Zang, ex directora de Finanzas de Farmacity, quien también fue vicepresidenta de Pegasus, CEO de Jazmín Chebar, CEO de Grupo Monarca y directora de la minera Austral Gold. Como subsecretario de Relaciones Institucionales de la secretaría de Asuntos Estratégicos asumió Matías García Oliver, ex director de Asuntos Públicos de Directv. Otro que se ubicó en la jefatura de Gabinete fue Rosendo Grobocopatel, hijo de Gustavo Grobocopatel, presidente de Los Grobo, quien es uno de los flamantes asesores de Marcos Peña.

n Ministerio de Energía y Minería. El ministerio está encabezado por Juan José Aranguren, quien dejó su cargo de presidente de Shell el pasado 30 de junio luego de haberse desempeñado 37 años en la petrolera angloholandesa. Además, a su equipo se sumaron otros ejecutivos que venían desempeñándose en las petroleras a las cuales ahora deberán regular. El secretario de Recursos Hidrocarburíferos es José Luis Sureda, quien desde 1999 se desempeñó como vicepresidente de Ventas de Gas Natural de Pan American Energy (PAE), la firma que controlan los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni en sociedad con los chinos de Cnooc. Como secretario de Planeamiento Estratégico asumió Daniel Redondo, un ingeniero químico que desarrolló gran parte de su carrera profesional en Exxon Mobil, en las filiales de Argentina y El Salvador, donde llegó a ser CEO y presidente de la subsidiaria Esso Standard, y en cargos regionales con responsabilidad sobre América latina y el Caribe. También se sumó Sebastián Kind como subsecretario de Energías Renovables, un ingeniero mecánico que trabajó como especialista en energía eólica en British Petroleum, fue jefe de Energías Alternativas de PAE y presidente de la firma ítalo-argentina Aires Renewables SA. A su vez, al frente de la Subsecretaría de Refinación y Comercialización está Pablo Popik, un ingeniero químico recibido en el ITBA que trabajó un año en Repsol-YPF entre 1998 y 1999 y luego pasó a Exxon donde desempeñó diversos cargos en Argentina, Sudamérica e incluso Estados Unidos hasta septiembre de 2012. Los últimos tres años estuvo en la petrolera Axion. La petrolera estatal Enarsa, creada por Néstor Kirchner, está conducida ahora por Hugo Balboa, quien hasta el mes pasado era director del proyecto de expansión de Axion y antes ocupó diversos cargos gerenciales en Shell, Pecom Energía y Sociedad Comercial del Plata.

En los entes reguladores del sector energético, también desembarcaron gerentes del sector privado. Macri eligió como presidente de Enargas a David José Tezanos, presidente de Metrogas y director de Gas de YPF, un técnico eléctrico, que anteriormente trabajó en Wintershall Energía, Total Austral y TGS. En la presidencia del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) estará Juan Garade, un contador público socio en Management Consultants, quien antes de sumarse a esa consultora trabajó casi once años como director de Planificación, Control y Regulación de Edesur (marzo 2001-mayo 2012) y antes de eso fue gerente de Planificación Económica de Edenor (octubre 1992-marzo 1998). A su vez, como director del ENRE irá Ricardo Sericano, quien trabajó en cargos gerenciales de Edenor desde septiembre de 1992 hasta agosto de 2010 para luego sumarse a la consultora RHS.

n Petrolera YPF. La petrolera YPF renovó su directorio y una de las principales incorporaciones fue la de Miguel Ángel Gutiérrez. Este ejecutivo se desempeñó entre 1980 y 2001 en el banco estadounidense JP Morgan donde llegó a ser director general de Mercados Emergentes Globales. Fue CEO de Telefónica de Argentina entre noviembre de 2001 y junio de 2003, fecha en la que pasó a desempeñarse como Consejero Delegado de Telefónica Internacional. De marzo 2005 a Noviembre 2011 fue Consejero y miembro del Comité de Auditoría de Telefónica Sao Paulo (Telesp). En la actualidad es miembro del Consejo Asesor de Telefónica para Latinoamérica, y Consejero y Presidente del Comité de Auditoría y Control de la española Abertis Infraestructuras, entre otras empresas. También es socio fundador de The Rohatyn Group, un fondo de inversión para mercados emergentes creado en Estados Unidos en 2003. Otro de los directores que se incorporó a YPF es Carlos Felices, quien ya había trabajado en la compañía como CEO financiero entre 1994 y 2002, cuando la empresa estaba controlada por la española Repsol. Entre julio de 2002 y abril de 2008 trabajó en Telecom Argentina donde llegó a ser presidente y CEO. Una vez que abandonó la firma controlada por los italianos fue vice chairman de Centro de Estudios Financieros hasta mayo de 2012, mientras que los últimos años se desempeñó como gerente general de President Energy (ex President Petroleum), una firma británica dedicada a la exploración y producción de petróleo y gas en Sudamérica.

n Ministerio de Hacienda y Finanzas. Si bien hace más de diez años que se dedica a la política, el nuevo ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, hizo sus primeras armas en el sistema financiero como director del banco estadounidense JP Morgan, donde trabajó con Luis Caputo, a quien ahora designó secretario de Finanzas. Caputo trabajó en JP Morgan entre 1994 y 1997 y luego se incorporó a Deutsche Bank, donde estuvo hasta abril de 2008, llegando a ser presidente del banco en la Argentina. En los últimos años se venía desempeñando como presidente del fondo de inversión Axis. Al frente de la Comisión Nacional de Valores, una entidad autárquica dependiente del Ministerio de Finanzas, Prat Gay designó a Marcos Ayerra, otro hombre del mercado financiero. Si bien en los últimos años trabajó como director de Desa- rrollo Corporativo del grupo Biosidus, una firma argentina que produce biofármacos, el antecedente clave que lo catapultó al organismo regulador del mercado de capitales fue haber sido vicepresidente del Departamento de finanzas corporativas para América Latina de Chase Securities, un banco de inversión controlado por JP Morgan. Ayerra trabajó once años en el Chase, entre 1987 y 1998. Otra de las incorporaciones clave de la CNV es la de Rocío Balestra, una abogada que trabajó 14 años y medio en Bruchou, Fernández Madero & Lombardi, un estudio que asesora a grandes compañías financieras locales e internacionales. Balestra también se de- sempeñó como abogada internacional del estudio neoyorquino Shearman and Sterling, que ahora podría ser contratado por Argentina para negociar con los buitres.

n Banco Central. Es otro de los organismos que reclutó varios ejecutivos del sector privado. Demian Reidel es uno de los nuevos directores de la entidad. Es un físico recibido en el Instituto Balseiro, con un master en matemática financiera en la Universidad de Chicago y un doctorado en Economía en Harvard. Comenzó su carrera profesional en el sector financiero en septiembre de 1998 en el área de investigación sobre mercados emergentes en JP Morgan. En marzo de 2001 pasó a Goldman Sachs, donde estuvo a cargo del área de estrategia de deuda externa en mercados emergentes. Fue cofundador de QFR, compañía de manejo de activos financieros basada en Nueva York, donde se desempeñó entre abril de 2007 y septiembre de 2012. Otro de los nuevos directores es Horacio Tomás Liendo (nieto), un abogado que inició su carrera en el estudio Marval, O’Farrell & Mairal, dedicado a defender a grandes empresas. Desde julio de 2007 trabajaba como responsable del departamento legal del banco Industrial and Commercial Bank of China. Como gerente general del Central asumió Mario Flores Vidal, quien se desempeñó como director para Sudamérica y como Head de M&A para América Latina en la agencia Thomson Reuters. El último de los refuerzos provenientes del sector privado fue Agustín Collazo, flamante subgerente de operaciones del banco, un licenciado en Economía egresado de la Universidad Torcuato Di Tella, con un MBA en la Universidad de Chicago, que se venía desempeñando como director gerente en la administración de derivados de índices accionarios internacionales de Morgan Stanley, New York.

n Banco Nación. El nuevo presidente de la entidad, Carlos Melconian, decidió convocar a varios profesionales del sector financiero. Uno de los ejecutivos más conocidos que se sumó al directorio es Luis Ribaya, quien venía desempeñándose como director del Banco Galicia y presidente del Mercado Abierto Electrónico. En las empresas vinculadas al grupo también sobresalen los hombres de la city. Al frente de Nación Servicios quedó Alejandro Nigro, un ejecutivo que comenzó su carrera en el Citibank, luego fue gerente general del HSBC y después se dedicó al asesoramiento de banca de inversión. Como director en la misma firma se incorporó Alejandro Cavallero, quien fue vicepresidente de Citibank entre 1987 y 2000 y gerente de canales alternativos del HSBC entre 2000 y 2002. En los últimos seis años trabajó como CEO de la firma Guía Local LLC. El presidente de Nación Seguros es Juan Horacio Sarquis, un economista recibido en la UCA que hizo toda su carrera en el Banco Galicia, donde desde 2009 se venía desempeñando como gerente de Banca Minorista. El Banco Nación también incorporó a Jorge Lawson, quien, si bien se venía desempeñando como ministro de Comunicación Pública y Desarrollo Estratégico de Córdoba, es un reconocido lobbysta del Grupo Arcor.

n Ministerio de Transporte. El ministro Guillermo Dietrich, hijo del dueño de una importante concesionaria de autos del mismo nombre, también incorporó a varios ejecutivos del sector privado. En Aerolíneas Argentinas asumirá Isela Constantini, ex CEO de General Motors. A su vez, el PRO contrató a Egon Zehnder, la multinacional “cazadora de talentos” dirigida en el país por Marcelo “Grillo” Grimoldi, para seleccionar otros cuadros gerenciales de la firma. En Intercargo, la empresa estatal que presta servicios en tierra a las aerolíneas, pusieron a Mario Agustín Dell’Acqua, ex director de Proyectos de Techint. A su vez, Marcelo Orfila, gerente general de Grupo Monarca entre 2011 y 2014, director de Aeropuertos Argentina 2000 entre 2000 y 2007 y gerente general de Alpargatas entre 1994 y 1997, asumió al frente de Operadora Ferroviaria, la sociedad estatal que gestiona los trenes urbanos del Área Metropolitana de Buenos Aires, los servicios regionales y de larga distancia. Orfila puso como vicepresidente a Diego Kyburg, quien durante los últimos dos años fue gerente de operaciones de Biomac y antes de desempeñó en Logyt Sudamericana, L’Oreal, Home Depot, Alpargatas y Casa Tía. A cargo de la sociedad Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) quedó Guillermo Fiad, un ingeniero de Fundación G-25, con pasado en Duke Energy, Shell, Metrogas y BankBoston.

n Otros organismos. La canciller Susana Malcorra viene de trabajar como jefa de Gabinete de la Organización para las Naciones Unidas, pero tiene una larga trayectoria en el sector corporativo como gerente de IBM y Telecom. El caso de Francisco Cabrera es similar, no es una flamante incorporación del sector privado porque se venía desempeñando como ministro de Desa- rrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, pero el nuevo ministro de Producción transitó la mayor parte de su vida profesional en el Grupo HSBC. Además, trabajó en Hewlett-Packard, en Máxima AFJP y en el diario La Nación. Como secretario de Coordinación del Ministerio de Desarrollo Social, virtual viceministro del área que conduce Carolina Stanley, asumió Gabriel Castelli, un economista ex director de Loma Negra, HSBC y Farmacity, que también fue director nacional de Caritas. La secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo quedó a cargo de Miguel Angel Punte, ex jefe de Recursos Humanos de Techint. En el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses que administra los recursos previsionales, Macri puso a Luis María Blaquier, un economista egresado de la UCA que trabajó 13 años como director Ejecutivo de Goldman Sachs. También fue director de Transportadora Gas del Sur, Arcor, Ledesma, empresa propiedad de su tío Carlos Blaquier, y Grupo Clarín, donde se venía desempeñando cuando lo convocaron. Al frente de la Dirección Nacional de Relaciones Institucionales del flamante Ministerio de Modernización quedó Guillermo Baistrocchi, ex vicepresidente de Relaciones Institucionales de PAE, quien también trabajó en AES, Correo Argentino y Socma.

En el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales designaron a Alejandro Cacetta, quien entre 2001 y 2006 fue gerente de negocios y finanzas de la división cine y publicidad de la productora Pol-ka y desde 2009 ocupa el mismo cargo en Patagonik Film Group, cuyos accionistas son Disney, Artear (Grupo Clarín) y Cinecolor. Como Director Nacional de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Vivienda y Hábitat asumirá Guillermo Casanova, ex director de Asuntos Corporativos y Legales de Coca-Cola-Femsa. También postularon a María Eugenia Talerico como vicepresidente de la Unidad de Información Financiera (UIF). Talerico fue integrante el estudio Fernández Alonso y Becar Varela & Richards entre 2006 y 2012. Desde entonces trabaja como profesional independiente en temas de lavado y fue la encargada de defender al banco HSBC justamente ante la UIF, organismo que combate el lavado de activos.

El listado de ejecutivos se replica aguas abajo porque la mayoría comenzó a traer gente de su confianza, también proveniente del sector privado. Además, todavía resta completar puestos clave en varios organismos como, por ejemplo, el flamante Ente Nacional de Comunicaciones anunciado el miércoles. El desembarco de gerentes en semejante magnitud es un fenómeno novedoso, al menos desde la vuelta de la democracia, y de impacto incierto en términos de gestión. Habrá que dejar pasar un tiempo para ver qué resulta de este nuevo Estado atendido, ya sin intermediarios, por las principales empresas del país.

fkrakowiak@pagina12.com.ar


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