En una entrevista concedida al periódico alemán 'Bild' el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aborda varios temas del pasado común de Rusia, Europa Occidental y EE.UU. y sostiene que Rusia no ha mantenido en ningún momento una postura 'antioccidental'.
"Objetamos firmemente contra lo que estaba pasando en Irak, Libia y otros países. Dijimos que no hacía falta hacerlo, meterse allí y cometer tantos errores. No nos escucharon. Al contrario, consideraban que manteníamos una postura antioccidental, inamistosa respecto a Occidente. Ahora, cuando tienen cientos de miles o quizás millones de refugiados, ¿qué creen, nuestra postura era antioccidental o prooccidental?", se preguntó.
Un archivo hecho público
El presidente ruso citó durante la entrevista los protocolos de varias conversaciones sostenidas en 1990 entre el entonces canciller de Alemania del Oeste, Helmut Kohl, el ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, y el diputado de la Dieta Federal Egon Bahr y, por la parte soviética, Mijaíl Gorbachov y el diplomático y alto funcionario del Partido Comunista Valentín Falin. Estos documentos, comentó, no habían sido hechos públicos hasta ahora.
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"Si durante la reunificación de Alemania no se emprenden pasos decisivos para superar la grieta que divide a Europa en bloques contrincantes, el desarrollo puede tomar un rumbo muy desfavorable, que llevará a la URSS a un aislamiento internacional", citó Putin las palabras de Bahr.
El veterano, ya para aquella época, de la política alemana e ideólogo de la reunificación de Alemania Bahr propuso cosas concretas, destacó Putin. Habló de la necesidad de crear en el Centro de Europa una alianza nueva. La OTAN, especialmente sus estructuras militares, en su opinión, no deberían extenderse hacia la Europa central. Bahr incluso insistía en que la Unión Soviética no aceptara la propagación de la Alianza Atlántica, subrayó el presidente ruso. "Estaba convencido de que era preciso cambiar de formato completamente, alejarse de los tiempos de la Guerra Fría. Pero nosotros no hicimos nada para que así fuera", sintetizó.
La expansión de la OTAN
En los anteriores 20 o 25 años, específicamente después de la disolución de la Unión Soviética, cuando dejó de existir el segundo centro de gravedad en el mundo, surgió el deseo de disfrutar "la cima de la gloria mundial, el poder y el bienestar". "No existía ningún deseo de acudir al derecho internacional, a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas", dijo el líder ruso en referencia a Estados Unidos y algunos de sus aliados. "Y cuando alguien les molestaba, se declaraba inmediatamente que la ONU era algo vetusto".
Más allá de la expansión de la OTAN hacia el Este en materia de seguridad surgió el sistema de defensa antimisiles, que se está desarrollando en Europa bajo el pretexto de detener la amenaza nuclear iraní.
El actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que si la amenaza nuclear de Irán deja de existir no habrá ningún motivo para crear un sistema de defensa antimisiles, recordó Putin. "Actualmente se ha firmado un acuerdo con Irán, está en estudio el levantamiento de las sanciones, todo bajo control de la OIEA, el primer uranio está llegando al territorio de Rusia para su procesamiento, sin embargo el sistema de defensa antimisiles sigue desarrollándose. Se han firmados acuerdos bilaterales con Turquía, Rumanía, Polonia y España. En España se están desplegando las fuerzas navales en el marco de la defensa antimisiles. En Rumanía y ha sido creada una región de defensa, otra aparecerá en Polonia hacia el año 2018 y en Turquía se ha instalado un radar", dijo el presidente ruso.
Posibles soluciones
"Hemos oído mil veces, reiterado como un mantra por los políticos estadounidenses y europeos, que los países tienen el derecho a elegir la manera como garantizan su seguridad —recordó—. Es también verdad que otros países tienen el derecho a decidir sobre la extensión de su organización o no, actuar como consideren apropiado desde el punto de vista de la seguridad internacional en general". A partir de este derecho, cree Putin, los principales miembros de la OTAN podrían haber dicho que no querían la adhesión de nuevos países y la expansión de la Alianza, puesto que veían de otra manera el futuro de Europa.
"¿Está escrito en el Tratado del Atlántico Norte que aceptará obligatoriamente a todos aquellos que quieran ingresar? No. Debe haber ciertos criterios, ciertas condiciones. Si hubieran tenido voluntad política habrían podido hacer todo lo que hubieran querido. Pero no quisieron. Quisieron gobernar. Se aferraron al trono", polemizó Putin en referencia a la hipotética opción de no aceptar los nuevos miembros en la Alianza Atlántica en la época postsoviética. Las actuales situaciones críticas en Europa, en su opinión, son una consecuencia de aquel error.
Estas crisis no existirían si las potencias occidentales hubieran puesto en práctica lo que propuso el "viejo y listo alemán", Egon Bar: hubieran creado una nueva asociación de países capaz de unir Europa.
Los errores de Rusia
Rusia ha cometido varios errores en los casi 25 años transcurridos desde la disolución de la URSS, admitió el presidente ruso. "No declaramos cuáles eran nuestros intereses nacionales, y tendríamos que haberlo hecho desde el principio. El mundo sería más equilibrado". Entre los procesos destructivos dentro del propio país Putin enumeró la caída de la producción industrial, el desplome del sistema social y el separatismo, y recordó también la "evidente agresión del terrorismo internacional".
"Por supuesto, somos nosotros mismos los culpables, no hace falta acusar a nadie. Pero a nosotros nos parece evidente que nadie prestó atención a esto o, al revés, se prestó apoyo político, informativo, financiero y en ocasiones militar a las fuerzas subversivas en Rusia. Y al fin, de repente nos hemos dado cuenta de que, independientemente de cuál sea el discurso, los intereses geopolíticos existen aparte", afirmó el dirigente.
Pero los problemas de la Europa de hoy se deben a errores comunes cometidos desde los primeros pasos posteriores a la Perestroika. "El muro de Berlín cayó hace 25 años, pero la escisión en Europa no ha sido superada, los muros invisibles fueron desplazados hacia el Este", dijo el presidente ruso. "Esto creó los fundamentos para los futuros reproches mutuos, la incomprensión y las crisis".
"Cuando digo 'Crimea' pienso en las personas"
Cuando el periodista alemán planteo la cuestión de Crimea al presidente ruso, este reaccionó con una pregunta: "¿En qué piensa usted cuando dice la palabra 'Crimea'?". "Un cambio en las fronteras", contestó el corresponsal de 'Bild'. "Pues yo pienso en la gente: en dos millones y medio de personas", señaló Putin. Les asustó el golpe de Estado producido en Kiev, explicó. Implicó a fuerzas extremadamente nacionalistas, que en parte se quedaron con el poder y en 2014 amenazaron directamente a la población rusófona. Eso era un problema para Crimea, porque allí hay más personas de lengua materna rusa que en otras partes de Ucrania.
Putin recordó que el comportamiento de los militares rusos en Crimea no implicó ninguna víctima mortal sino que, al contrario, evitó muertes humanas. "Usamos las Fuerzas Armadas para contener a los más de 20.000 militares de Ucrania y para que no intervinieran durante el referéndum de la población de Crimea. Aquellas personasparticiparon en el referéndum y votaron. Quisieron formar parte de Rusia". Ese referéndum fue un acto de democracia, una expresión de la voluntad del pueblo, aseguró el líder ruso. "Para mí no es importante el territorio y las fronteras, sino el destino de la gente", afirmó.
Abordó también el aspecto de la legalidad del cambio de soberanía.
"Es imprescindible siempre observar el derecho internacional", admitió. "En el caso de Crimea el derecho internacional no fue violado. De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, todos los pueblos tienen el derecho a la autodeterminación".
El lado positivo de las sanciones y el bajo precio del petróleo
Imponer sanciones a Rusia en 2014 fue "una decisión estúpida y perjudicial", según Putin. "No es lo más complicado que estamos viviendo", aseguró. El mayor daño para la economía rusa proviene de la bajada de precios de los productos tradicionales de exportación. No obstante, en la influencia de ambos factores hay un lado positivo, opina el mandatario. "Cuando los precios del petróleo son altos existe la tentación de aprovechar todos los ingresos petroleros para ahcer frente a los gastos corrientes. Y el déficit inducido por el sector ha crecido hasta un límite peligroso. Ahora tenemos que bajarlo, y esto sanea la economía".
Rusia mantiene un alto nivel de reservas, informó el presidente: el Banco Central tiene más de 300.000 millones de dólares en reservas de oro y divisas, y existen otros dos fondos de reserva del Gobierno, de 70 y 80 millones de dólares respectivamente. Además, en Rusia se cree que la economía volverá a estabilizarse y a subir gradualmente. "Hemos adoptado una serie de programas, incluido el de desplazamiento de artículos importados, que implican inversiones en áreas de alta tecnología".
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Con Occidente, dijo, Rusia comparte amenazas comunes e, igual que antes, busca "mancomunar los esfuerzos de todos los países, tanto en Europa como en el mundo entero, para luchar contra estas amenazas". "No se trata solo del terrorismo, sino también de la delincuencia, la trata de personas y la lucha por proteger el medioambiente", enumeró el presidente ruso. "Hay muchos problemas en común. Sin embargo, esto no significa que cada vez tengamos que compartir la opinión de otros en una u otra cuestión. Declararnos enemigos cada vez que nuestra actitud no le guste a alguien no es la mejor opción. Quizás a veces sería mejor escuchar, reflexionar de manera crítica, aceptar opiniones y encontrar soluciones comunes".
"No soy su amigo, soy presidente de Rusia"
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Vladímir Putin ha descartado en su entrevista con 'Bild' que él o su percepción de los problemas globales hayan cambiado. Admitió también que puede ser amigo de ciertas personas, pero no como presidente ruso.
"Me preguntan: ¿su humilde servidor es un amigo o un enemigo?", dijo el dirigente. "Las relaciones entre Estados no se desarrollan de manera distinta a como se desarrollan entre las personas. No soy amigo, ni novia o novio, soy presidente de la Federación de Rusia. Son 146 millones de personas que tienen sus intereses y estoy obligado a defenderlos. Estamos dispuestos a hacerlo sin confrontaciones, a buscar compromisos, pero, por supuesto, a partir del derecho internacional, comprendido uniformemente por todos"