Víctor Hugo Morales, reconocido periodista y comentarista deportivo argentino de procedencia uruguaya, ha denunciado este lunes en directo por la emisora Radio Continental "la miseria" que vive el periodismo en Argentina. El conductor, que trabajó casi 30 años en la citada radio, fue despedido el mismo lunes, minutos antes de que empezara su programa informativo La mañana.
El propio periodista vinculó el cierre de su programa con la censura del Gobierno argentino, presidido por Mauricio Macri. Por su parte, la radio publicó el lunes el comunicado en que explicó su decisión de "resolver el vínculo que mantenía con Victor Hugo Morales" por los "reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones".
"Esto es lo que necesita la derecha política: silenciar voces. Desde hoy no tengo más programa", escribió el periodista en su Twitter oficial. "El poder de las corporaciones en el gobierno avanza contra la libertad de expresión", reza otro tuit suyo.
Una nota en Facebook de Julián Capasso, periodista y productor de La mañana, me golpeó con la noticia de que Víctor Hugo Morales había sido expulsado de ese programay de Radio Continental.
Él lo esperaba. En un mensaje del seis de enero me decía “la derecha ha entrado con una furia atroz, un revanchismo galopante, una crueldad diabólica, un egoísmo al uso nostro, y a mí no me queda demasiado en estas circunstancias. Sé que molesto más de lo que yo mismo pensaba y prontamente espero malas noticias. Eso se banca bien, claro son los riesgos de la profesión” y terminaba con un gran abrazo, como hace desde que me concediera una entrevista en marzo del pasado año.
Vi en Telesur la posición digna de Victor Hugo ante los enviados de Mauricio Macri para quitarlo del medio por ser un periodista que está de parte de la justicia. En Twitter mi amigo uruguayo argentino escribió “Esto es lo que necesita la derecha política: silenciar voces. Desde hoy no tengo + programa” y agregó “El poder de las corporaciones en el gobierno avanza contra la libertad de expresión. La democracia está en jaque. Por eso al ganar la derecha decidí quedarme aun sin convenirme. Quieren disciplinar al periodismo persiguiendo a alguien que les molesta demasiado.”
Sobre por qué estaba Telesur en la emisora, Victor Hugo explicó que fue temprano para un programa sobre el primer mes de Macri. “Después de llegar, me llegó una versión de lo que estaba sucediendo y efectivamente lo pudimos comprobar abajo. Está la gente de Telesur que venía para hacer una nota sobre el mes de Macri. Los había citado a las 7.30 de la mañana. Hasta estoy afeitado y peinado de manera televisiva. Y luego comencé a sospechar, por experiencia, porque ya me echaron de la radio, que me estaban tendiendo una especia de trampa. La habitual que se hace cuando no quieren que un profesional siga en un lugar”, explicó.
Y detalló: “Abajo me estaban esperando con escribano y evidentemente con fuerzas de seguridad o con esas personas que te impiden entrar si te ponés muy pesado. Y me quedé acá arriba. En un momento vino a buscarme un directivo de la radio. No me pudo decir la verdad. Me dijeron que querían hablar conmigo. Me dijeron que querían hablar ‘por lo de Closs’. Eso puede esperar les digo. Pero ese corroboraba que me quería echar”.
En un comunicado, Radio Continental informó que “desde hoy dar por finalizado el vínculo contractual con Morales, quien conducía los programas “La Mañana” y “Competencia”, debido a “reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones”.
Estos incumplimientos, estoy segura, se vinculan, entre otras acciones emprendidas desde la izquierda por el estelar periodista, a Telesur con programas como De zurda, De chilena o La entrevista decide. Si los dos primeros fueron dedicados al fútbol, aunque llenos de análisis sociales y contra la corrupción de la FIFA, el tercero fue dedicado a los procesos electorales por la presidencia en Argentina y por los diputados en Venezuela.
A esos espacios Víctor Hugo llevó artistas, deportistas y políticos de centro, derecha e izquierda, con los que sostuvo conversaciones siempre inteligentes y algunas muy polémicas por las concepciones de su entrevistado(a).
De Cuba, temprano recibí este correo de Fidel Díaz Castro, el director de El Caimán Barbudo,
“Paca, si dios no existe, se le fue la mano a Lezama con el azar concurrente. Me he pasado el domingo escribiendo un guión sobre fútbol que cierra con un homenaje a Víctor Hugo Morales (te adjunto el guión), haciendo pre ediciones, incluso de una entrevista a él.
Recuerdas que tengo su libro Audiencia con el Diablo que (gracias a una amiga argentina) lo tengo dedicado por él. Como verás en el guión (que lo que hago en él es apuntar las ideas pues después lo improviso) hasta me refiero a sus broncas con Clarín.
Quiero que le pases mi mensaje de solidaridad, y este correo incluso y le preguntes si el libro está en PDF y si quiere que lo pasemos a los joven club para que quienes quieran en Cuba lo puedan leer Por si él quisiera tener señas del programa, pásale estos links, que ahí hay ediciones de 15 minutos de varios programas.
www.la pupila.cu
www.facebook.com/lapupilaasombrada
lapupila@entumovil.cu
www.eldiablo-ilustrado.blogspot.com
www.lapupilainsomne.wordpress.com”
A su vez la locutora e investigadora de la radio, Josefa Bracero, me mandó estas líneas “Para el colega Victor Hugo Morales. Un micrófono se cierra. Se abrirán otros y la verdad en tu voz acrisolada recorrerá el mundo.”
Y por supuesto, Macri y su camarilla tampoco deben ver con gusto, la admiración y el amor que siente Victor Hugo por Cuba. Esta es la entrevista que me concedió en marzo del 2015:
Víctor Hugo Morales: Cuba es parte integral de mi vida
Estas respuestas me llegaron el 14 de marzo. Fue un buen regalo en el Día de la prensa, porque Víctor Hugo Morales es hoy una suerte de ícono en la narración de fútbol. Para algunos especialistas es el mejor de Iberoamérica en ese deporte. Cubanas y cubanos pudimos disfrutar de su buen decir gracias a Telesur. Primero fue Voces de Cambio y luego De zurda, otro proyecto de esa cadena, que nos hizo más cercano a Río de Janeiro con su Copa Mundial y nos permitió además ver las jugadas con “los ojos” de Diego Armando Maradona.
Pero el uruguayo argentino es más que un narrador, es un hombre de la radio, de la televisión, un periodista de altura y un latinoamericano convencido de que la unidad desde el Río Bravo hasta la Patagonia, es lo único que logrará la verdadera independencia de esta parte del mundo.
—A los 15 años le dijeron que el fútbol no era lo suyo ¿Qué significó para el adolescente aquella opinión? ¿Habría tenido otra vida de ser futbolista?
—Creo que yo sabía de antemano que no sería futbolista profesional. Eso se decanta rápidamente en la niñez. Es imposible imaginar qué hubiera sucedido, pero tengo la sospecha que no hubiera superado la felicidad de ser periodista.
—¿Por qué la radio? ¿Cómo llegó a ella? ¿Qué recuerda de esa época en “su pueblito”?
—Es una cuestión generacional, como para un chico de hoy la televisión y las redes sociales. Era el entretenimiento, lo compartido en los mediodías y noches con mis padres. El estímulo de la imaginación, eso tan portentoso. Así que, como me decían que tenía buena voz, me incliné rápidamente al mundo de la locución en la radio. A los 16 ¡ya tenía trabajo!
—¿Por qué ha firmado con Radio Continental un contrato que lo convierte, según sus palabras, en “un empleado raso”?
—Los contratos como parte de un negocio son más “presumidos”, tienen otra categoría porque se discute a partir del interés de la empresa en contratar a alguien. Este contrato es el común de un empleado, solo preservando mi absoluta libertad. En buen romance, he renunciado a mis 28 años de “antigüedad” a cambio de una indemnización y contrato nuevo, que si termina en conflicto, le genera a la radio una gran protección en caso de iniciar yo un litigio judicial.
—¿Se fue obligado a Argentina? ¿Por qué?
—Las circunstancias lo aconsejaban. Eran tiempos de una dictadura en Uruguay la cual, como lo demostrarían años después los archivos secretos de la misma, revelados por el gobierno actual, me seguían, criticaban, observaban, y debo pensar que, cosas que ocurrieron (cárcel por un tema menor durante un mes, prohibición de entrar a las canchas, llamados de atención) habían agotado la relación.
No eran decisiones directas de ellos, pero yo sabía, todos sabíamos, que esas cosas no podían suceder sin que ellos lo aceptaran o lo digitaran. Estando detenido por una pelea en un partido de futbol de muchachos, me visitaron colegas de Argentina y me ofrecieron trabajar en este país. En esa condición decidí partir. Es verdad que había otra dictadura, pero la de Argentina, declinaba en el 81 y era empezar la relación de cero.
—¿Qué sucede cuando se enfrentan Uruguay y Argentina?
—Agradezco mucho que los argentinos acepten con naturalidad que mi preferencia siempre es la camiseta de Uruguay. No se es bien nacido si se traicionan las raíces. Pero luego viene en un plan afectivo muy profundo todo lo que se refiere a la Argentina.
—¿Qué tiempo estuvo sin escuchar su narración del gol de Diego Armando Maradona en México 86? ¿Por qué ha dicho que “fue el último gran campeonato del mundo”?
—Unos años. Me provocaba un cierto pudor. En la trasmisión del partido entero, voz e imágenes, el cual está en mi página, se aprecia como ya, aquel día, yo ofrecía disculpas por el desborde emocional que había ocurrido durante el relato de ese gol. Fue un momento de cierta locura por la concurrencia de varios factores.
En cuanto a la calidad, el del 86 fue el torneo que tuvo mayor cantidad de buenos equipos. Había diez seleccionados por los menos en condiciones de ganar el Mundial: Brasil, Alemania, Uruguay, Bélgica, España, Unión Soviética, Inglaterra, Francia, el propio México que armó un gran equipo. Eso no se ha repetido. La calidad de muchísimos partidos es inolvidable.
—¿Qué lo une al Pibe de Oro además del fútbol?
—La gratitud. Ha sido la mayor fuente de inspiración para mi trabajo. El respeto, porque pudiendo darse a los poderes, está siempre enfrente de ellos. En síntesis: un gran amor por un hombre especial, lúcido como pocas veces he visto. Y un coraje, en el error o el acierto, a partir de sus convicciones.
— ¿Qué ha significado De zurda en su carrera?
Cubanas y cubanos pudimos disfrutar de su buen decir gracias a Telesur. Primero fue Voces de Cambio y luego De zurda, otro proyecto de esa cadena, que nos hizo más cercano a Río de Janeiro con su Copa Mundial y nos permitió además ver las jugadas con “los ojos” de Diego Armando Maradona.
—Lo primero que rescato, y la voy a sorprender, fue entrar a Cuba. Fue estando aquí en algún viaje, cuando, al ver la fuerte presencia de Telesur, me imaginé en su pantalla para llegar a los cubanos. Cuba es, para mi generación, la más alta, la más emocionante de las banderas en la construcción del mundo soñado.
En la curva de mi vida hacia el ocaso, aún más fuertemente. Porque he aprendido que algunos reparos eran el fruto de mi formación burguesa ese ámbito donde se habla de libertad tan solo como la manera de hacer negocios. La verdadera libertad del hombre no es posible sin igualdad.
Me fui algo lejos. Pero De Zurda es antes que nada, estar en Cuba, esa tibieza, nada menos. Y es Diego, y es América Latina. Un gran pretexto es el futbol, y lo es Diego para hablar de los sueños de emancipación e igualdad.
—¿Quién es “el Mesías”? ¿Por qué?
—Lo digo de Messi, jugando con su apellido y con la condición de sucesor de Maradona. Este es el Dios, y Messi, su enviado.
—De los miles de goles que usted ha narrado ¿Cuáles tres les resultan especiales?
—Final del Mundialito en Uruguay ante Brasil, anotado por Victorino. Y los de Diego, en especial los del 86, y el del 94 a Grecia, el relato más perfecto de mi vida. Tengo aprecio, aunque le parezca insólito, por el gol con la mano a Inglaterra. Es por el orgullo que me provoca que aun siendo gol argentino, de Diego y contra Inglaterra, dije las cosas tal como sucedieron. El periodista no se traicionó con la emoción o la conveniencia
—¿Qué opinión le merecen los premios? ¿Por qué nunca ha recogido los Martín Fierro?
—Si naciera de nuevo y tuviese personalidad, no aceptaría ninguno. No creo en ellos. El Martín Fierro es algo que se acomoda a circunstancias, intereses, lecturas del momento. Un día, muy al principio me advertí eso y no fui nunca más. Cuando debo aceptar otros, pagaría por no hacerlo.
Es distinto el tema de las distinciones. El reconocimiento no competitivo con otras personas tiene otra dimensión para mí. Los valores y el servicio que alguna vez hayamos podido prestar, reconocidos, son un estímulo. Es difícil pensarnos en hacer algo sin aspirar a un cierto reconocimiento. Los que hayan logrado eso, ya son seres superiores, pero no lo sabemos justamente por eso.
—En algún momento ha confesado que ama la información general “Me importa el mundo, la vida, la cultura, las luchas del hombre, y el deporte, claro”. ¿Es esa cultura general lo que posibilita ser un buen narrador deportivo?
—Yo no soy un hombre culto. Pero siento un profundo amor por la cultura. Y eso es curiosidad, búsqueda, hambre. En ese camino, uno es un poco mejor, haga lo que haga. El narrador usa muchas herramientas casi todas físicas, si lo asisten otros valores provenientes de la lectura, de las artes, al enriquecer su vocabulario, crece la calidad del pensamiento. Eso es lo que persigo, aunque nunca se llegue al horizonte.
—En 1998 publicó Un grito en el desierto. ¿Por qué ese tema? ¿Y cómo nació Audiencia con el diablo?
—Para Cuba sería más interesante Un grito…, una enérgica confrontación con el neoliberalismo, escrito en el año 97 cuando América, salvo Cuba, había caído en la más pavorosa ausencia de soberanía.
Audiencia… es la consecuencia de la misma lucha, pero encarada respecto a los medios de comunicación dominantes, la peor lacra, la más repugnante mentira del mundo. El hombre más poderoso de la Argentina, un tétrico personaje de apellido Magnetto, me hizo un juicio por mis supuestas injurias. Pero no se presentó cara a cara. Se quedó en la habitación de al lado de la jueza. El libro hace catarsis sobre lo que hubiera querido decirle si lo tenía enfrente.
—¿Se ha visto tentado a escribir pura ficción?
—Me gusta escribir. Me deslizo a veces hacia ciertas formas de ficción para mejorar la realidad de mis ensayos, pero no se me ocurren novelas ni cuentos. Ya estoy apto para aceptar que debo asumir lo del futbolista a los 15 años.
—No maneja su cuenta Twitter, ni se aferra al correo electrónico, ni al celular. ¿Qué piensa, entonces, sobre “el fin de la radio, la TV y el cine” como los conocemos hoy, y de la desaparición del papel según algunos?
—Me provoca melancolía anticipada. La misma que siento por las cartas de puño y letra, por las novelas que escuchaba con mis padres. Tengo una cierta inquina contra el progreso. Agudiza las injusticias. Ese recelo, y otras características, me dejan un poco afuera del mundo. Pero no siento que me pierda nada.
—¿Cuándo llegó Cuba a sus oídos? ¿Y cuándo pisó su suelo por primera vez?
—Cuba es desde el 59 y los años 60 parte integral de mi vida, de la de toda mi generación. La bandera, el sueño. La influencia en nuestras elecciones políticas. El grito interior de los vulnerables. Vine por primera vez a fines de los 90. Y luego, felizmente, en varias ocasiones.
—¿Qué le falta por hacer a ese “hombre, a veces estupendo, y a veces deplorable” que, según usted, es Víctor Hugo Morales?
—”Deplora” haber dicho que a veces es “estupendo”. Y saliendo de la tercera persona, creo que no me falta hacer nada que valga la pena para los demás. Quizás hay algo pero, ahora mismo, no se me ocurre.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, mostró su respaldo hoy al periodista Víctor Hugo Morales, cuyo domicilio particular fue allanado a raíz de un juicio iniciado por la empresa Cablevisión, perteneciente a la gran empresa mediática Clarín.
“No tiene que haber presión mediática y menos un allanamiento a un periodista. Mi solidaridad con Víctor Hugo Morales”, expresó la mandataria argentina.
Asimismo, Fernández reprochó que “otros que tienen causas por delitos de lesa humanidad o lavado de dinero no han recibido ni siquiera un llamado a indagatoria”. En este sentido, señaló que “hay jueces que le tienen miedo a los medios y en especial a Clarín. Es feo vivir en un país donde hay jueces que tienen miedo a los medios y a que los escrachen”.
“¿Hubo algún comunicado de ADEPA o de FOPEA condenando el allanamiento a la casa de Víctor Hugo?”, preguntó la presidenta Fernández.
“Esperamos las declaraciones de todos los argentinos de buena fe en contra de todo este tipo de actitudes, que parece ser que en este caso no afectan la libertad de prensa”, afirmó la mandataria suramericana.
Las declaraciones de Fernández fueron realizadas durante la inauguración de la quinta edición de la mega muestra de ciencia, arte y tecnología Tecnópolis, en Villa Martelli, localidad ubicada en el partido bonaerense de Vicente López, en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
Este jueves, la justicia argentina allanó el domicilio particular del periodista y locutor Víctor Hugo Morales, ubicado en avenida Libertador 2423 de la Ciudad de Buenos Aires (capital), a raíz de un juicio iniciado por la empresa Cablevisión, perteneciente al grupo Clarín.
La agencia oficial Télam reseñó que el procedimiento judicial fue ordenado por la Corte Suprema de Justicia, debido a un juicio que Cablevisión le iniciara a Morales por haber puesto al aire en su programa “Desayuno”, que se emitía por Canal 7, un tramo de la final entre Boca y el Real Madrid, disputada en Tokio en el año 2000, cuyos derechos de transmisión había comprado la empresa.
Cablevisión, en 2001, era una firma controlada por el fondo Hicks, Muse, Tate & Furst y Liberty Media, pero cinco años después fue adquirida por el Grupo Clarín, que la fusionó con su compañía de TV por cable, Multicanal. Aunque esta operación fue aprobada en 2007 por la secretaría de Defensa de la Competencia pero nunca obtuvo el visto bueno del Comité Federal de Radiodifusión.
El abogado del periodista, Miguel Andel Pierri, se mostró sorprendido por la medida a la que calificó de innecesaria.
Según declaró Morales al canal C5N, los momentos más tensos del allanamiento se produjeron cuando él no se encontraba en la casa: “le dijeron a mi mujer que si no los dejaban pasar podían tirar la puerta abajo”. Como parte del operativo participa el jefe de abogados de Clarín, Damián Cassino.
L PAIS › “SE ESTA ATACANDO LA LIBERTAD DE EXPRESION” > ECHARON A VICTOR HUGO MORALES DE RADIO CONTINENTAL MINUTOS ANTES DE QUE COMENZARA SU PROGRAMA
“Se trata de un despido político”
Tenía contrato hasta fin de 2016, pero la emisora en la que trabajaba desde hacía casi 30 años lo echó ayer de manera destemplada. Se sumó así a la seguidilla de programas críticos al Gobierno que son sacados del aire.
Por Emanuel Respighi
“Hola Paulino, perdón por la intromisión: me están echando de la radio.” Esas fueron las palabras que se le alcanzaron escuchar al aire de Radio Continental a Víctor Hugo Morales antes de que, minutos previos a las 9, hora en la que comienza su programa La mañana, lo silenciaran del aire tirándole la tanda comercial encima. Ante las miradas atónitas de Paulino Rodrigues, que está reemplazando a Nelson Castro en la conducción de La mirada despierta, y de su compañero Alejandro Elías, el periodista logró sortear el “operativo” que la emisora había planificado para notificarle la decisión de echarlo abruptamente de la radio, con el objetivo –frustrado, finalmente– de que no pudiera despedirse de los oyentes. “Fue una de las mañanas más tristes de mi vida, más que por lo que me pasó a mí, porque siento que estamos viviendo la mayor agresión a la república y a la democracia desde la dictadura”, subrayó a Página/12 Víctor Hugo Morales, que tenía un año más de contrato con la emisora. “No tengo dudas de que se trata de un despido político”, agregó el periodista, una de las voces más críticas (y escuchadas) al gobierno de Mauricio Macri.
No hay ningún sentimiento de bronca en la voz de Morales que se escucha del otro lado de la línea telefónica. Mucho menos algún signo de enojo ante el despido, que lo deja al periodista fuera de la emisora en la que trabajaba desde hacía casi 30 años, de manera ininterrumpida desde 1987. “Todavía me cuesta asimilar lo que pasó, lo que significa este despido. Todavía mi mente no asimiló la tristeza que me va a embargar en algún momento, cuando me dé cuenta del tremendo pechazo que me pegaron a la fuerza. Este año cumplía 10 años haciendo el programa periodístico y el 1º de noviembre cumplo 50 años de relatar fútbol, de los cuales 30 fueron en Continental. Estar sin relatar en el año que cumplo medio siglo va a fomentar mi tristeza, que vendrá después de la perplejidad de hoy. Y luego vendrán otras reacciones de corazón y de la mente”, reconoce el conductor de La mañana, el programa que en 2015 fue el más escuchado de Continental –intercala ese lugar con el ciclo de Fernando Bravo– y el tercero de la radio argentina, de lunes a viernes, de 9 a 13.
La decisión de Continental de despedir a una de las mayores figuras de la historia de la radiofonía argentina fue sorpresiva. Morales tenía aún un año más de contrato con la emisora (su vínculo finalizaba el 31 de diciembre de 2016). En realidad un doble contrato: uno que estipulaba la conducción de La mañana (programa que conducía desde 2007), y el otro por la tira deportiva Competencia y por los relatos de los principales partidos de cada fecha del fútbol argentino. En un comunicado, la emisora intentó imprimirle al despido alguna razón “artística” que justificara levantar de su programación a su ciclo de mayor audiencia, con más de 9 puntos de rating. “Radio Continental comunica que desde del día de la fecha ha decidido disolver el vínculo que mantenía con Víctor Hugo Morales –quien conducía los programas La mañana y Competencia–, debido a reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones. En los próximos días daremos a conocer la nueva programación de la radio, ratificando nuestro compromiso de informar y entretener con responsabilidad y profesionalismo”, señala el texto que fue leído al aire de la AM 590, durante el horario que debía emitirse La mañana. También ayer fue despedido sin causa de la emisora Matías Canillán, periodista y relator del equipo deportivo de Continental.
“A lo largo de los 9 años de aire, nunca he faltado al programa de la mañana”, aclara Morales, entre risas incrédulas ante los motivos que debió encontrar la emisora perteneciente a Prisa, el grupo español con participación de Telefónica, que el año pasado anunció una asociación comercial con Angel Remigio González González, el empresario dueño de Canal 9. “En Competencia solía preservarle algún día si relataba la noche anterior, por lo que si no iba al estudio salía por teléfono. Esa es la causa que adujeron para echarme: que a Competencia vengo menos de lo que me corresponde. Es como decir que me echan por tener mal aliento. Una burda excusa”, analiza el periodista uruguayo.
–¿Cree en las razones que le dio la empresa para justificar su despido? ¿Tuvo algún anuncio previo o un apercibimiento sobre esos supuestos “incumplimientos”?
–No, nada, nunca. Están muy flojos de papeles. Nunca he sido advertido ni apercibido, ni he recibido carta o telegrama. Ni de despido ni de apercibimiento. Esos argumentos son un festín para la abogada que tiene que hacerse cargo del juicio que ahora le iniciaré a los dueños. De cualquier manera, está claro que se trata de una decisión que trasciende a la misma emisora, que es responsable pero no la única. Son muchos los elementos que se unen en el último mes para considerar que mi despido no es un hecho aislado ni es algo personal. Hay un gobierno que está avasallando los derechos de la gente y para ese fin se llevan por delante la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y cualquier manifestación periodística crítica a ese objetivo.
–¿No tiene dudas de que la verdadera razón de su despido es su crítica al gobierno nacional?
–La radio está, como el resto de las emisoras, negociando la pauta publicitaria. Son prácticamente todas las radios las que en enero están a la búsqueda de la pauta publicitaria. Son muy pocas las que se pueden abstener de la pauta, o las que asumen el riesgo de que le den la pauta pero con un amplio margen de libertad para sus empresas y periodistas. Me da la sensación de que la empresa en la que yo trabajo, en esa negociación se dio cuenta con quienes se discute el tema de la pauta publicitaria, que estaba latente el pedido, la exigencia, el guiño o lo que fuera para que una persona como yo no estuviera más al aire. Yo soy un tipo que les molesta, que tiene un programa diario de cuatro horas, que piensa muy distinto a la derecha republicana neoliberal que se hizo cargo de la Argentina, a esta conjunción del poder real encabezado por el diabólico personaje que es Héctor Magnetto, que tiene como máscara en el gobierno a Mauricio Macri, a quien conozco desde su época de presidente de Boca y sé qué tipo de persona es para que ahora se lleve el mundo por delante, el Congreso por delante, la institucionalidad de la Corte Suprema de Justicia por delante y a todos los que les pide la renuncia, como lo que pasó con algún juez federal.
–¿Considera que, a través de la pauta publicitaria estatal, hay una intencionalidad de acallar o disciplinar las voces?
–El Gobierno, con los sectores periodísticos que están filosóficamente más cercanos, está determinando en estos momentos cuáles son los límites de la libertad de prensa en Argentina. Es un ocaso de la república. Es un ocaso de la democracia, que sólo lo es para la derecha republicana cuando ganan ellos; sino, no es democracia. Cuando la derecha republicana no está en el poder, se trata de populismo y de fraude. Muchos de los valores “republicanos” quedaron tambaleantes en la Argentina, ya no por lo que sucede conmigo, sino por todo lo que ha sido este mes trágico para la democracia, desde la asunción del gobierno de Macri.
–Bajo ese razonamiento, ¿las empresas periodísticas, atadas a su necesidad financiera, se convierten en cómplices?
–Como los medios de comunicación están atados a la pauta publicitaria, estamos dentro de un cepo moral ético y periodístico a los fines de un gobierno que va por todo. No creo que haya de parte de Continental un ataque a mi persona, sino la necesidad de manejar la línea editorial de la emisora. Algo que conmigo, obviamente, no puede contar. Las empresas no tienen que alinear a quienes piensan parecido a la derecha que hoy nos gobierna. Pero sí, claro, a alguien como yo que piensa completamente distinto en muchos aspectos, los cuales lo hago saber cada vez que me abren el micrófono. A mí sí me deben controlar para negociar la pauta publicitaria. El mundo de la radio necesita de la pauta publicitaria porque la publicidad privada se fue a otros medios, como a la TV por cable. Hace años, la TV por cable llegó con la idea de que era un negocio que se iba a financiar únicamente por el pago de los abonos. Pero resulta que después empezar a vender espacio publicitarios, cuyos anunciantes es los sacaron a la radio. Entonces, hoy la radio depende mucho de la pauta publicitaria. Y tener a un periodista que diariamente le dice cosas no muy agradables a los intereses del poder, afecta esos ingresos.
–¿O sea que, en este escenario, buena parte de la libertad de expresión está atada a la negociación por la pauta publicitaria estatal?
–Estamos viviendo algo muy parecido a una dictadura, clara y concreta. No hay Congreso, hay impudor para arrasar con decisiones, leyes y procedimientos que daña a la Justicia y las instituciones. Este mes hemos vivido el récord mundial de desinformación. La empresa necesita no estar mal con el Gobierno y, si no es posible controlar la línea editorial, debe tomar las decisiones más injustas. Fíjate que hasta echaron a Adrián Stoppelman. Ni al humorista dejaron. Lo mismo paso con Cinthia García.
–¿Piensa que es uno de los momentos más complejos para ejercer la libertad de expresión?
–El peor desde la dictadura. Ni siquiera hay un degradé hacia la opacidad de la libertad de expresión en las órdenes y decisiones que se toman desde el poder y desde las empresas envueltas en ese círculo vicioso. Hay un corte abrupto, en ese sentido. Cuando el gobierno anterior le quitó la pauta publicitaria a Perfil, decisión que yo critiqué en su momento, hubo tremendas y numerosas voces que se alzaron contra esa discriminación. Y era la quita de una sola pauta. O cuando Moyano no permitió la salida de los camiones de reparto de los diarios y productos del Grupo Clarín: hubo un revuelo bárbaro, interminable, repudiando estos ataques a la libertad de expresión. Estamos viviendo momentos en los que está agredida la república y la democracia. Se está atacando a la libertad de expresión de la misma manera en que se está atacando al Congreso y a las leyes votadas democráticamente. Están cometiendo atropellos graves durante los meses de verano para llegar a marzo con el trabajo sucio ya hecho y sin que nadie pueda reaccionar ya. Porque, además, la metodología es crear siempre un atropello nuevo, para que sea imposible volver la mirada sobre hechos anteriores. ¿En qué quedó el decreto para la completar la Corte Suprema?
–Nadie le quita de su cabeza de que su despido, entonces, se trata de un hecho político más que artístico-periodístico.
–Absolutamente. Tengo la convicción moral y la razón lógica y de sentido común de cuál es el mensaje que subyace a mi despido. Así me lo hacen saber las autoridades de Continental en la conversación privada que tuvimos. También las palabras de Macri y (Hernán) Lombardi que desde hace meses están diciendo que iban a cortar las cabezas que no les gustaban. De hecho, cortaron todas las de Radio Nacional, Nacional Rock, 6,7,8... ¡Qué duda cabe de que yo soy una continuidad de ese descabezamiento periodístico de los que piensan diferente! El mío es un despido estrictamente político, aún sin tener un papel que lo demuestre. Es un gobierno que se quiere hacer cargo de todo y para eso necesita silenciar voces críticas y penetrantes. Porque, claro, no los voy a molestar en una radio chiquita, casi sin potencia ni audiencia, desde la cual seguramente seguiré expresando mis ideas como siempre lo hice. Les molesta que las voces críticas formen parte de un Fórmula 1, de una radio importante como Continental, que está entre las cuatro más escuchadas del país. Lo que les molestaba era que yo usufructuara el aire de una radio que llega a muchos argentinos.
“Me esperaban con una trampa”
Fueron cuatro los minutos en los cuales Víctor Hugo pudo despedirse de sus oyentes. No por voluntad de las autoridades de la emisora, que habían planificado una suerte de “operativo” que impidiera que el periodista y relator pudiera hacerlo. En realidad, fue el más justo capricho del destino el que permitió –no sin la firme decisión de Morales– que quien hasta ayer era la más longeva figura de Continental pudiera explicarle a su audiencia lo que había ocurrido. “Las autoridades de la radio –cuenta– me esperaban en la emisora con una trampa que pude sortear por un golpe de fortuna. Llegué a la radio mucho más temprano de lo que llego habitualmente porque había quedado en conceder a las 7.30 una entrevista a la cadena Telesur evaluando el primer mes del gobierno de Macri. Como para no salir con los ojos achinados, me levanté más temprano, como para despabilarme un poco, y llegué a la radio a las 7 de la mañana. Esa situación hizo que la seguridad, el escribano y las autoridades de la radio llegaran después que yo, que ya estaba adentro. Estaban perplejos, no sabían cómo actuar. Al final tomaron carrera y faltando 15 minutos para el comienzo de mi programa me empezaron a leer el acta. En ese momento, como estaba cerca del estudio, entré al estudio y les dije: “O pasan publicidad toda la mañana o me abren el micrófono para poder despedirme”. Al final, pude explicarles a los oyentes los motivos por los que el programa no salía más al aire”.
–¿Le iniciará una demanda judicial a la emisora?
–Le voy a iniciar juicio a la radio. Ellos me ofrecieron que les pase a cobrar el resto del contrato, pero hay dinero complementario a mi sueldo. Tengo 16 pautas publicitarias, no todas vendidas, pero sí vendibles, que también pesan. Además, me dejan pedaleando en el aire en el mes de enero sin haber tenido tiempo para escuchar otras ofertas y con la mayoría de las emisoras ya con sus programaciones cerradas. A esta altura, ya está todo el pescado vendido para el 2016. Me causa una enorme tristeza que está situación amarga se dé, encima, en el aniversario de mis 50 años relatando y a casi 30 años trabajando en Continental. El perjuicio humano, afectivo y moral de este despido nada ni nadie podrá quitármelo. Nunca.
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Víctor Hugo Morales cumplía en 2016 treinta años en Radio Continental y 50 años relatando fútbol.
EL PAIS › “SE ESTA ATACANDO LA LIBERTAD DE EXPRESION” > VICTOR HUGO RECIBIO APOYOS Y HOY HABRA UNA MARCHA
Voces de solidaridad
Numerosas voces se alzaron en repudio a la decisión de Radio Continental, a la que consideraron un ataque a la libertad de expresión. A las 18 convocaron a una marcha a la Plaza de Mayo.
Luego de que el periodista Víctor Hugo Morales fuera sorpresivamente despedido de Radio Continental minutos antes de que comenzara su programa La Mañana, numerosas voces se alzaron en rechazo de la medida, a la que interpretaron como un ataque a la libertad de expresión. Bajo el hashtag #VHMCensurado cientos de personas manifestaron en las redes sociales su solidaridad con Morales, y organismos de derechos humanos, legisladores y gremios resaltaron cierta consonancia entre las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri y el “blindaje” que le ofrecen los empresarios mediáticos al tomar decisiones que silencian “miradas críticas”. Desde sectores cercanos al kircherismo convocaron a una marcha a Plaza de Mayo para hoy a las 18 en apoyo al periodista desplazado y en defensa de la pluralidad de opiniones. También Cristina y Máximo Kirchner expresaron su rechazo al despido (ver página 4).
“Los dueños de la emisora, evidentemente, quieren una relación amistosa con el Gobierno y para ello están dispuestos a alinear su discurso aún a costa de prescindir de su ciclo de mayor audiencia”, denunciaron desde Abuelas de Plaza de Mayo, y agregaron que “la ciudadanía tiene derecho a escuchar todas las voces”. El organismo presidido por Estela de Carlotto relacionó la decisión de los propietarios de Radio Continental con el nuevo rumbo del gobierno nacional que, según afirmó, “ha nombrado inconstitucionalmente a dos jueces en la Corte Suprema, ha avasallado por decreto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y ha avanzado contra las políticas de memoria, verdad y justicia”.
Desde el Serpaj que conduce el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) reclamaron en un comunicado conjunto “que la libertad de empresa no mate la libertad de expresión” y calificaron el cese de Morales en la emisora como una “mordaza más de las que viene poniendo el gobierno de Macri, en un intento de disciplinamiento a través de las empresas privadas”.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria rechazó la “censura” del periodista y manifestó preocupación por “la ejecución por parte del gobierno de Mauricio Macri de un plan para imponer a la sociedad una sola mirada de la realidad, acallando toda voz que pueda representar una disidencia con su gobierno”. Los diputados consideraron que el despido de Morales no representa un hecho aislado, sino que se da en el marco de “un verdadero apagón informativo”, y aseguraron que “como representantes del mandato popular y primera minoría política en la Cámara de diputados” seguirán “accionando para que se respete democráticamente la plena libertad de expresión de todos los sectores del periodismo”.
“Cuando el Estado elige la arbitrariedad y el autoritarismo, ciertos empresarios se sienten liberados de toda atadura y avanzan sin límites, cueste lo que cueste, para favorecer sus intereses o congraciarse con los gobernantes de turno”, opinó Agustín Rossi. El parlamentario del Mercosur por el Frente para la Victoria consideró que el despido de Morales “es un paso más en la reorientación de un Estado que deja de proteger a los más débiles y necesitados para ponerse del lado de los poderosos”.
Para Eduardo Jozami “la presencia en el aire de Víctor Hugo era intolerable para el gobierno de Cambiemos, el poder económico y el monopolio mediático”, porque fue “denunciante de tantos atropellos sucedidos en sólo un mes, vocero de todos los que fueron reprimidos o vieron recortados sus derechos”. El ex director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti agregó que “quienes prometieron más República y vigencia de la libertad de expresión hoy están silenciando prolijamente todas las voces opositoras, mientras violan la Constitución Nacional”.
En el mismo sentido, el referente de Socialistas para la Victoria, Jorge Rivas, consideró que la “censura” del gobierno de Macri era “previsible”. “Nadie que conozca mínimamente la historia reciente del país debería mostrarse sorprendido –dijo–, y si alguien esperaba de buena fe que la derecha se mostrara tolerante con el disenso, pecaba de una enorme ingenuidad.”
El Frente Progresista Popular de Aníbal Ibarra y sus partidos aliados consideraron que “la decisión de dejar sin micrófono a Víctor Hugo Morales es un hecho que excede una relación contractual entre un periodista y una radio” y sostuvieron que, por el contrario, “es una medida acordada con el gobierno nacional para sostener una hegemonía mediática que respalde un programa político y económico regresivo y represivo”. Desde el gremio Ctera calificaron la salida forzosa de Morales como “un nuevo retroceso democrático” y señalaron que “el blindaje demostrado a Mauricio Macri por las corporaciones mediáticas se ha expandido y bloquea y acalla las voces que tienen otras miradas y otras opiniones”.
Los repudios también llegaron desde el otro lado de la Cordillera. La diputada chilena Camila Vallejo envió su apoyo “al gran comunicador latinoamericano Víctor Hugo Morales frente a su despido arbitrario”.
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Estela de Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel, el bloque del Frente para la Victoria y Camila Vallejo.
EL PAIS › “SE ESTA ATACANDO LA LIBERTAD DE EXPRESION” > EL DIPUTADO MAXIMO KIRCHNER HABLO SOBRE VICTOR HUGO Y LOS DESPIDOS
“Es una caza de brujas”
El dirigente de La Cámpora dijo que la premisa de “gobernar para todos, el diálogo y el consenso está hecha añicos” y que el gobierno de Mauricio Macri siempre “tiene una excusa a mano para acallar voces”.
El diputado Máximo Kirchner denunció que los despidos en el Estado nacional son una “caza de brujas” de “aquellos que piensan diferente” al presidente Mauricio Macri, advirtió que “la premisa de gobernar para todos está hecha añicos”, y reclamó a la administración central tener “la paciencia de revisar caso por caso” de los cesanteados. “Este gobierno siempre tiene una excusa, cuando no es 6,7,8 es esto, siempre hay una excusa a mano para acallar voces, para cada cuestión que moleste siempre va a haber algún argumento”, dijo, además, al referirse puntualmente al despido del periodista Víctor Hugo Morales, a quien ayer echaron de su programa en radio Continental.
“A una parte se la quiere silenciar y a la otra se la calla. Da mucha pena que esté pasando todo esto. Parece que el espíritu crítico se ha abandonado y todavía siguen posados sobre el anterior gobierno. Y quienes piensan diferente al presidente tienen cada vez menos posibilidades de expresarse . Es una caza de brujas”, dijo el dirigente de La Cámpora.
Para el diputado kirchnerista “era una obviedad que todo esto iba a pasar. Cuando el partido judicial decidió cuando terminaba el mandato de Cristina (Kirchner) todo esto era esperable, mientras nos entretienen con otras cosas se despide gente, ya no hay más periodistas que puedan opinar según su parecer, asistimos a un Congreso absolutamente paralizado”, afirmó.
En la entrevista realizada por Radio del Plata, Máximo Kirchner alertó sobre los despidos que se están produciendo en la administración pública. Dijo que se trata del “comienzo de un proceso” donde se le empieza “a ver otra vez la cara de la desocupación”, al considerar que se inició “por los estatales y, después continúa hacia los otros sectores del trabajo”. “Si el Estado lo hace, creo que después los otros sienten que están habilitados para hacerlo”, argumentó el legislador del Frente para la Victoria. Y agregó que “a uno le llama la atención que se despida tanta gente y que se bajen las retenciones a la soja”.
Estas declaraciones se hicieron en el marco de los despidos en la administración macrista, entre los que figuraron los realizados por la vicepresidenta Gabriela Michetti en el Senado, donde se decretó la baja de 2035 designaciones. A estos despidos se suman los que hizo el intendente de La Plata Julio Garro, cuyos damnificados, además, fueron reprimidos el viernes pasado mientras protestaban frente a la municipalidad platense, los ocurridos en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, los que fueron dados de baja en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y la revisión de contratos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras dependencias estatales que están dejando a trabajadores y trabajadoras sin empleo.
El diputado nacional por Santa Cruz alertó que “la premisa de gobernar para todos, el diálogo y el consenso, está hecha añicos”. Al referirse a la baja de 2.035 contratos en la Cámara Alta, manifestó que “se puede trabajar desde la diferencia, pero es muy difícil cuando a todo el mundo se lo quiere echar o se lo trata directamente como a un ‘ñoqui’, como las decisiones que se tomaron en el Senado”.
Luego, criticó la no renovación de 600 contratos en el Centro Cultural Kirchner (CCK). “Cuando pasó lo del Centro Cultural Kirchner, los despidos, dicen que los tomaron a todos en el 2015, y, obviamente, si abrió en el 2015 el centro cultural.”
A su criterio, “hay que tener mucho cuidado, hay que tener la paciencia suficiente para revisar caso por caso. Obviamente, aquel que no vaya a trabajar no tiene sentido, pero el que estaba yendo a trabajar y los que tienen legalmente sus papeles de nombramiento, hay que tener mucho respeto por el más débil”.
Sobre su madre, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el diputado no quiso dar muchas pisas, dijo que no es su “exégeta” pero que es una persona que siempre está muy atenta a todo, que está disfrutando un poco a sus nietos, pero que es una militante política que tiene más espacio para analizar la realidad.
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Máximo Kirchner dijo que CFK es una militante política que ahora tiene más espacio para analizar la realidad.
0:36 › MACRI, SIN OPINION SOBRE EL DESPIDO DE VICTOR HUGO
“No estamos dedicados a ver qué periodista trabaja en qué medio”
El presidente Mauricio Macri fue consultado acerca del abrupto despido de Víctor Hugo Morales, a quien definió como un “fanático kirchnerista”. “No entiendo el foco de la pregunta”, respondió y dijo “haber declarado sistemáticamente” su “compromiso con la libertad de expresión”. Sobre la situación de los trabajadores del Grupo 23, Macri se limitó a expresar: “Espero que aquellos que estén adeudando salarios los paguen”. También afirmó que fueron apelados los fallos que frenaron los DNU contra la Ley de Medios y que eso “le da carácter suspensivo a las medidas”.
“En lo que hace a Víctor Hugo, este gobierno tiene una enorme tarea para llevar a cabo en los compromisos que hemos asumido, por lo que no estamos abocados a ver qué periodista trabaja en qué medio”, respondió Macri al ser consultado sobre el despido del periodista tras 30 años en Radio Continental.
“No es nuestra tarea”, insistió el Presidente y reiteró: "No vamos a opinar acerca de qué periodistas tienen que trabajar en cada medio y tampoco en los medios públicos”. Sobre Víctor Hugo Morales, dijo que ambos tenían buena relación antes de que el periodista se transformara en “un fanático kirchnerista”.
“Tengo una larga historia con Víctor Hugo. Como presidente de Boca conviví durante muchos años con él. Tuvimos distintas posiciones sobre muchos temas, pero siempre con mucho respeto. Me visitó muchas veces también cuando yo era jefe de gobierno, y me apoyó en muchas ocasiones, antes de transformarse en fanático kirchnerista post Ley de Medios, contra Clarín. Lamento que piense que tenemos algo que ver”, apuntó.
“Lamento que él crea que tenemos algo que ver”, insistió el mandatario y aseguró: “Hemos declarado sistemáticamente nuestro compromiso con la libertad de expresión y de prensa". También dijo que "espera" que "quienes han asumido compromisos, le paguen a sus trabajadores", al ser consultado sobre la situación que se vive en los medios periodísticos del Grupo 23.
Respecto a los dos fallos de jueces federales que ayer frenaron los DNU que intervinieron y disolvieron la Afsca y modificaron la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Macri dijo que fueron apelados y que esa apelación “e da carácter suspensivo a las medidas que tomaron los jueces”. “Por ahora no tienen aplicación los fallos”, aseguró.
Víctor Hugo: “Es lo que construyó Magnetto sobre mí, es natural que Macri lo repita”
El periodista despedido de Radio Continental le respondió desde su cuenta de Twitter al Presidente, quien en conferencia de prensa afirmó que tenían buena relación antes de que Morales se transformara “en fanático kirchnerista post Ley de Medios”. “Macri es Magnetto”, escribió Víctor Hugo al vincular al mandatario con el CEO del Grupo Clarín.
“En conferencia Mauricio Macri dijo que desde su gobierno no opinan de periodistas y luego dijo que yo me convertí en un ‘fanático kirchnerista’”, escribió Morales en su cuenta de Twitter (@vh590). Luego expresó que “eso que dice es lo que construyó Magnetto sobre mí. Es natural que Macri lo repita”, y concluyó con un #MacriEsMagnetto.
Despidieron a Víctor Hugo de Continental y hoy habrá una marcha de repudio
Gabriel A. Morini 12 de Enero de 2016 | 12:00
El conductor fue despedido en forma intempestiva y vinculó la decisión empresaria con un intento de acallar voces críticas del gobierno y un plan de Clarín.
"Me están echando de la radio." Esa frase no logró concluir antes de que el comienzo de la tanda publicitaria "pisara" la voz del periodista y relator Víctor Hugo Morales, despedido ayer de Radio Continental, de forma intempestiva, minutos antes de que comenzara su habitual programa La Mañana. Uno de los líderes en audiencia de la emisora no pudo, salvo por una fugaz mención al aire, despedirse de los oyentes ni realizar el último programa de su ciclo que había comenzado en 2007. Bajo la supuesta justificación de un "incumplimiento contractual", la empresa decidió concluir la relación laboral –incluyendo a gran parte de su equipo– con uno de los periodistas que se había mostrado más crítico, desde su espacio radial, con el gobierno de Cambiemos. Hubo cuestionamientos y repudio desde la mayor parte del arco político y mediático, incluido un mensaje de la ex presidente Cristina Fernández sobre la libertad de expresión. Desde el oficialismo, sin embargo, la dirigencia optó por el silencio sobre lo que fue calificado como un acto de censura indirecta. Hoy, dirigentes, referentes de organizaciones sociales y oyentes se concentrarán a partir de las 18:00 en la Plaza de Mayo para repudiar la medida contra el conductor y las crecientes amenazas a la pluralidad de voces. "Lo que quiero decir a la audiencia es que me echan de la radio. Que no voy a poder a hacer mi programa. Que trataré de buscar vías de comunicación", afirmó Morales poco antes de las 9 de la mañana, al ingresar a los estudios de Radio Continental donde el periodista Paulino Rodrígues estaba conduciendo el programa anterior. Relacionó inmediatamente su situación con un intento por cercenar la libertad de expresión y una represalia por haber sido crítico durante sus audiciones con el gobierno, a quien hizo responsable de presiones hacia la empresa que maneja Continental. Instantes antes, un escribano le había solicitado documentos al relator para pasar a leerle un acta en la que informaba el despido, acompañado por el apoderado de la empresa y el gerente de programación. Morales no esperó a que concluyera, y atravesó los pasos que lo separaban del estudio donde se estaba emitiendo el programa que habitualmente conduce Nelson Castro. Allí sorprendió a los conductores con la noticia de su despido, pero el aire dio paso al espacio publicitario apenas iba a concluir su primera frase. Unos pocos minutos de tensión y de discusión con el apoderado de la empresa propietaria de la emisora, Ramiro Vega, y con el gerente de programación, Julián Etchevarría, derivaron en la concesión de seis minutos para que el periodista pudiera hacer mención al aire de la situación que se había desatado en los pasillos de Continental. Toda la secuencia fue filmada a través de un teléfono celular y el video inmediatamente se viralizó en las redes sociales. "(Mauricio) Macri es una máscara de (el CEO del Grupo Clarín, Héctor) Magnetto y se han hecho cargo del país. Si no te diciplinás en las empresas no se puede trabajar. Las empresas están sujetas a la pauta que administra el Estado. Me echan porque esta empresa está atada a la necesidad de la pauta. No hay medio que pueda sobrevivir sin esa pauta. Saben que no pueden. Con Macri saben que tiene cuatro años de cepo moral", dijo Víctor Hugo ante la mirada atónita de los presentes, entre quienes estaba gran parte de su equipo que también fue despedido ayer. Así, la columnista política del programa, Cynthia García, y el humorista, Adrián Stoppelman, fueron anoticiados de su desvinculación, sin causa, de la emisora. Gran parte del peso editorial de los comentarios críticos del relator durante su programa estaban apoyados en ambas columnas. Continental emitió un breve comunicado en el que dio cuenta que la decisión estaba apoyada en un supuesto "incumplimiento contractual" de Morales. Los directivos le achacaron que no estuviera presente a diario en la tira deportiva que tiene la radio llamada Competencia. Según explicó Morales no existió ninguna advertencia previa por parte de la empresa que considerarse que sus intervenciones telefónicas o de manera remota constituían una supuesta falta al acuerdo comercial entre el relator y la firma. El periodista deportivo Matías Canillán –que integraba la tira vespertina– también fue echado, sin causa. El relator expresó su incertidumbre sobre los verdaderos dueños de la empresa y sobre quién estaba tomando la decisión de su despido, mientras le restaba un año más de contrato. Víctor Hugo había renovado su relación con la emisora en febrero de 2015 tan una tensa negociación en la que aceptó resignar sus años de antigüedad en la radio y modificar la modalidad de empleo a cambio de continuar en la emisora de la calle Rivadavia. Después de que hubiera cerrado un acuerdo por dos años, que culminaba a fines de 2016, Prisa –de capitales españoles– cerró un acuerdo comercial para el gerenciamiento de las radios que explotaba a nivel local. Las nuevas autoridades arribaron con mensajes conciliadores para con toda la programación de Continental, incluyendo la continuidad de Víctor Hugo. Pero esa aparente pluralidad de contenidos se quebró ayer cuando los gerentes de la emisora, junto a un escribano, aguardaron a Morales en la puerta de la radio, en su primer día tras haber estado fuera del país desde fin de año, conduciendo su programa de forma telefónica. Pero Morales, por una cuestión excepcional, se encontraba en el edificio desde más temprano abocado a la preparación de su habitual programa que se emitía de 9:00 a 13:00. Con vanos intentos para que descendiera a la planta baja, los directivos trasladaron el acto formal de desvinculación al tercer piso, lo que derivó en la inmediata irrupción del relator uruguayo al estudio para explicar a los oyentes lo que implicaba su despido. "Esto es lo que necesita la derecha política, silenciar voces. Desde hoy no tengo más programa", informó a través de las redes sociales, por lo que hizo responsable al gobierno y al Grupo Clarín por haber presionado a la empresa para desvincularlo. "Quieren disciplinar al periodismo persiguiendo a alguien que les molesta demasiado", aseguró luego de que la última semana fuera uno de los pocos medios –que con gran audiencia– había dado cobertura a la represión policial ocurrida en La Plata contra trabajadores municipales despedidos. «
UNA SOLA VOZ
"A una parte se la quiere silenciar y a la otra se la calla. Da mucha pena que esté pasando esto", dijo el diputado del FPV Máximo Kirchner. "Quienes piensan diferente al presidente tienen cada vez menos lugar para expresarse." "Esto es una caza de brujas. Parece que la premisa de gobernar para todos, que había anunciado el presidente, está hecha añicos."
EL PAIS › “SE ESTA ATACANDO LA LIBERTAD DE EXPRESION” > ECHARON A VICTOR HUGO MORALES DE RADIO CONTINENTAL MINUTOS ANTES DE QUE COMENZARA SU PROGRAMA
“Se trata de un despido político”
Tenía contrato hasta fin de 2016, pero la emisora en la que trabajaba desde hacía casi 30 años lo echó ayer de manera destemplada. Se sumó así a la seguidilla de programas críticos al Gobierno que son sacados del aire.
Por Emanuel Respighi
“Hola Paulino, perdón por la intromisión: me están echando de la radio.” Esas fueron las palabras que se le alcanzaron escuchar al aire de Radio Continental a Víctor Hugo Morales antes de que, minutos previos a las 9, hora en la que comienza su programa La mañana, lo silenciaran del aire tirándole la tanda comercial encima. Ante las miradas atónitas de Paulino Rodrigues, que está reemplazando a Nelson Castro en la conducción de La mirada despierta, y de su compañero Alejandro Elías, el periodista logró sortear el “operativo” que la emisora había planificado para notificarle la decisión de echarlo abruptamente de la radio, con el objetivo –frustrado, finalmente– de que no pudiera despedirse de los oyentes. “Fue una de las mañanas más tristes de mi vida, más que por lo que me pasó a mí, porque siento que estamos viviendo la mayor agresión a la república y a la democracia desde la dictadura”, subrayó a Página/12 Víctor Hugo Morales, que tenía un año más de contrato con la emisora. “No tengo dudas de que se trata de un despido político”, agregó el periodista, una de las voces más críticas (y escuchadas) al gobierno de Mauricio Macri.
No hay ningún sentimiento de bronca en la voz de Morales que se escucha del otro lado de la línea telefónica. Mucho menos algún signo de enojo ante el despido, que lo deja al periodista fuera de la emisora en la que trabajaba desde hacía casi 30 años, de manera ininterrumpida desde 1987. “Todavía me cuesta asimilar lo que pasó, lo que significa este despido. Todavía mi mente no asimiló la tristeza que me va a embargar en algún momento, cuando me dé cuenta del tremendo pechazo que me pegaron a la fuerza. Este año cumplía 10 años haciendo el programa periodístico y el 1º de noviembre cumplo 50 años de relatar fútbol, de los cuales 30 fueron en Continental. Estar sin relatar en el año que cumplo medio siglo va a fomentar mi tristeza, que vendrá después de la perplejidad de hoy. Y luego vendrán otras reacciones de corazón y de la mente”, reconoce el conductor de La mañana, el programa que en 2015 fue el más escuchado de Continental –intercala ese lugar con el ciclo de Fernando Bravo– y el tercero de la radio argentina, de lunes a viernes, de 9 a 13.
La decisión de Continental de despedir a una de las mayores figuras de la historia de la radiofonía argentina fue sorpresiva. Morales tenía aún un año más de contrato con la emisora (su vínculo finalizaba el 31 de diciembre de 2016). En realidad un doble contrato: uno que estipulaba la conducción de La mañana (programa que conducía desde 2007), y el otro por la tira deportiva Competencia y por los relatos de los principales partidos de cada fecha del fútbol argentino. En un comunicado, la emisora intentó imprimirle al despido alguna razón “artística” que justificara levantar de su programación a su ciclo de mayor audiencia, con más de 9 puntos de rating. “Radio Continental comunica que desde del día de la fecha ha decidido disolver el vínculo que mantenía con Víctor Hugo Morales –quien conducía los programas La mañana y Competencia–, debido a reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones. En los próximos días daremos a conocer la nueva programación de la radio, ratificando nuestro compromiso de informar y entretener con responsabilidad y profesionalismo”, señala el texto que fue leído al aire de la AM 590, durante el horario que debía emitirse La mañana. También ayer fue despedido sin causa de la emisora Matías Canillán, periodista y relator del equipo deportivo de Continental.
“A lo largo de los 9 años de aire, nunca he faltado al programa de la mañana”, aclara Morales, entre risas incrédulas ante los motivos que debió encontrar la emisora perteneciente a Prisa, el grupo español con participación de Telefónica, que el año pasado anunció una asociación comercial con Angel Remigio González González, el empresario dueño de Canal 9. “En Competencia solía preservarle algún día si relataba la noche anterior, por lo que si no iba al estudio salía por teléfono. Esa es la causa que adujeron para echarme: que a Competencia vengo menos de lo que me corresponde. Es como decir que me echan por tener mal aliento. Una burda excusa”, analiza el periodista uruguayo.
–¿Cree en las razones que le dio la empresa para justificar su despido? ¿Tuvo algún anuncio previo o un apercibimiento sobre esos supuestos “incumplimientos”?
–No, nada, nunca. Están muy flojos de papeles. Nunca he sido advertido ni apercibido, ni he recibido carta o telegrama. Ni de despido ni de apercibimiento. Esos argumentos son un festín para la abogada que tiene que hacerse cargo del juicio que ahora le iniciaré a los dueños. De cualquier manera, está claro que se trata de una decisión que trasciende a la misma emisora, que es responsable pero no la única. Son muchos los elementos que se unen en el último mes para considerar que mi despido no es un hecho aislado ni es algo personal. Hay un gobierno que está avasallando los derechos de la gente y para ese fin se llevan por delante la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y cualquier manifestación periodística crítica a ese objetivo.
–¿No tiene dudas de que la verdadera razón de su despido es su crítica al gobierno nacional?
–La radio está, como el resto de las emisoras, negociando la pauta publicitaria. Son prácticamente todas las radios las que en enero están a la búsqueda de la pauta publicitaria. Son muy pocas las que se pueden abstener de la pauta, o las que asumen el riesgo de que le den la pauta pero con un amplio margen de libertad para sus empresas y periodistas. Me da la sensación de que la empresa en la que yo trabajo, en esa negociación se dio cuenta con quienes se discute el tema de la pauta publicitaria, que estaba latente el pedido, la exigencia, el guiño o lo que fuera para que una persona como yo no estuviera más al aire. Yo soy un tipo que les molesta, que tiene un programa diario de cuatro horas, que piensa muy distinto a la derecha republicana neoliberal que se hizo cargo de la Argentina, a esta conjunción del poder real encabezado por el diabólico personaje que es Héctor Magnetto, que tiene como máscara en el gobierno a Mauricio Macri, a quien conozco desde su época de presidente de Boca y sé qué tipo de persona es para que ahora se lleve el mundo por delante, el Congreso por delante, la institucionalidad de la Corte Suprema de Justicia por delante y a todos los que les pide la renuncia, como lo que pasó con algún juez federal.
–¿Considera que, a través de la pauta publicitaria estatal, hay una intencionalidad de acallar o disciplinar las voces?
–El Gobierno, con los sectores periodísticos que están filosóficamente más cercanos, está determinando en estos momentos cuáles son los límites de la libertad de prensa en Argentina. Es un ocaso de la república. Es un ocaso de la democracia, que sólo lo es para la derecha republicana cuando ganan ellos; sino, no es democracia. Cuando la derecha republicana no está en el poder, se trata de populismo y de fraude. Muchos de los valores “republicanos” quedaron tambaleantes en la Argentina, ya no por lo que sucede conmigo, sino por todo lo que ha sido este mes trágico para la democracia, desde la asunción del gobierno de Macri.
–Bajo ese razonamiento, ¿las empresas periodísticas, atadas a su necesidad financiera, se convierten en cómplices?
–Como los medios de comunicación están atados a la pauta publicitaria, estamos dentro de un cepo moral ético y periodístico a los fines de un gobierno que va por todo. No creo que haya de parte de Continental un ataque a mi persona, sino la necesidad de manejar la línea editorial de la emisora. Algo que conmigo, obviamente, no puede contar. Las empresas no tienen que alinear a quienes piensan parecido a la derecha que hoy nos gobierna. Pero sí, claro, a alguien como yo que piensa completamente distinto en muchos aspectos, los cuales lo hago saber cada vez que me abren el micrófono. A mí sí me deben controlar para negociar la pauta publicitaria. El mundo de la radio necesita de la pauta publicitaria porque la publicidad privada se fue a otros medios, como a la TV por cable. Hace años, la TV por cable llegó con la idea de que era un negocio que se iba a financiar únicamente por el pago de los abonos. Pero resulta que después empezar a vender espacio publicitarios, cuyos anunciantes es los sacaron a la radio. Entonces, hoy la radio depende mucho de la pauta publicitaria. Y tener a un periodista que diariamente le dice cosas no muy agradables a los intereses del poder, afecta esos ingresos.
–¿O sea que, en este escenario, buena parte de la libertad de expresión está atada a la negociación por la pauta publicitaria estatal?
–Estamos viviendo algo muy parecido a una dictadura, clara y concreta. No hay Congreso, hay impudor para arrasar con decisiones, leyes y procedimientos que daña a la Justicia y las instituciones. Este mes hemos vivido el récord mundial de desinformación. La empresa necesita no estar mal con el Gobierno y, si no es posible controlar la línea editorial, debe tomar las decisiones más injustas. Fíjate que hasta echaron a Adrián Stoppelman. Ni al humorista dejaron. Lo mismo paso con Cinthia García.
–¿Piensa que es uno de los momentos más complejos para ejercer la libertad de expresión?
–El peor desde la dictadura. Ni siquiera hay un degradé hacia la opacidad de la libertad de expresión en las órdenes y decisiones que se toman desde el poder y desde las empresas envueltas en ese círculo vicioso. Hay un corte abrupto, en ese sentido. Cuando el gobierno anterior le quitó la pauta publicitaria a Perfil, decisión que yo critiqué en su momento, hubo tremendas y numerosas voces que se alzaron contra esa discriminación. Y era la quita de una sola pauta. O cuando Moyano no permitió la salida de los camiones de reparto de los diarios y productos del Grupo Clarín: hubo un revuelo bárbaro, interminable, repudiando estos ataques a la libertad de expresión. Estamos viviendo momentos en los que está agredida la república y la democracia. Se está atacando a la libertad de expresión de la misma manera en que se está atacando al Congreso y a las leyes votadas democráticamente. Están cometiendo atropellos graves durante los meses de verano para llegar a marzo con el trabajo sucio ya hecho y sin que nadie pueda reaccionar ya. Porque, además, la metodología es crear siempre un atropello nuevo, para que sea imposible volver la mirada sobre hechos anteriores. ¿En qué quedó el decreto para la completar la Corte Suprema?
–Nadie le quita de su cabeza de que su despido, entonces, se trata de un hecho político más que artístico-periodístico.
–Absolutamente. Tengo la convicción moral y la razón lógica y de sentido común de cuál es el mensaje que subyace a mi despido. Así me lo hacen saber las autoridades de Continental en la conversación privada que tuvimos. También las palabras de Macri y (Hernán) Lombardi que desde hace meses están diciendo que iban a cortar las cabezas que no les gustaban. De hecho, cortaron todas las de Radio Nacional, Nacional Rock, 6,7,8... ¡Qué duda cabe de que yo soy una continuidad de ese descabezamiento periodístico de los que piensan diferente! El mío es un despido estrictamente político, aún sin tener un papel que lo demuestre. Es un gobierno que se quiere hacer cargo de todo y para eso necesita silenciar voces críticas y penetrantes. Porque, claro, no los voy a molestar en una radio chiquita, casi sin potencia ni audiencia, desde la cual seguramente seguiré expresando mis ideas como siempre lo hice. Les molesta que las voces críticas formen parte de un Fórmula 1, de una radio importante como Continental, que está entre las cuatro más escuchadas del país. Lo que les molestaba era que yo usufructuara el aire de una radio que llega a muchos argentinos.
“Me esperaban con una trampa”
Fueron cuatro los minutos en los cuales Víctor Hugo pudo despedirse de sus oyentes. No por voluntad de las autoridades de la emisora, que habían planificado una suerte de “operativo” que impidiera que el periodista y relator pudiera hacerlo. En realidad, fue el más justo capricho del destino el que permitió –no sin la firme decisión de Morales– que quien hasta ayer era la más longeva figura de Continental pudiera explicarle a su audiencia lo que había ocurrido. “Las autoridades de la radio –cuenta– me esperaban en la emisora con una trampa que pude sortear por un golpe de fortuna. Llegué a la radio mucho más temprano de lo que llego habitualmente porque había quedado en conceder a las 7.30 una entrevista a la cadena Telesur evaluando el primer mes del gobierno de Macri. Como para no salir con los ojos achinados, me levanté más temprano, como para despabilarme un poco, y llegué a la radio a las 7 de la mañana. Esa situación hizo que la seguridad, el escribano y las autoridades de la radio llegaran después que yo, que ya estaba adentro. Estaban perplejos, no sabían cómo actuar. Al final tomaron carrera y faltando 15 minutos para el comienzo de mi programa me empezaron a leer el acta. En ese momento, como estaba cerca del estudio, entré al estudio y les dije: “O pasan publicidad toda la mañana o me abren el micrófono para poder despedirme”. Al final, pude explicarles a los oyentes los motivos por los que el programa no salía más al aire”.
–¿Le iniciará una demanda judicial a la emisora?
–Le voy a iniciar juicio a la radio. Ellos me ofrecieron que les pase a cobrar el resto del contrato, pero hay dinero complementario a mi sueldo. Tengo 16 pautas publicitarias, no todas vendidas, pero sí vendibles, que también pesan. Además, me dejan pedaleando en el aire en el mes de enero sin haber tenido tiempo para escuchar otras ofertas y con la mayoría de las emisoras ya con sus programaciones cerradas. A esta altura, ya está todo el pescado vendido para el 2016. Me causa una enorme tristeza que está situación amarga se dé, encima, en el aniversario de mis 50 años relatando y a casi 30 años trabajando en Continental. El perjuicio humano, afectivo y moral de este despido nada ni nadie podrá quitármelo. Nunca.
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Víctor Hugo Morales cumplía en 2016 treinta años en Radio Continental y 50 años relatando fútbol.