El dirigente de Gazprom aseguró en rueda de prensa que las fuentes potenciales de inversión no se limitarán a Europa y que también esperan atraer capitales de otros lugares del mundo.
El pasado 4 de septiembre las empresas Gazprom, E.On, OMV, Royal Dutch Shell, Wintershall y Engie firmaron un acuerdo para construir dos líneas adicionales a Nord Stream con capacidad anual de 55.000 millones de metros cúbicos, que duplicarán los suministros de gas a Europa.
Este proyecto, denominado Nord Stream-2, está previsto que comience en 2019 y sería "una victoria estratégica de Rusia", según el analista económico del canal Vesti, Alexéi Bobrovski, ya que "es muy probable que Nord Stream-2 ateste un golpe letal a la iniciativa de Polonia para establecer una unión energética". Este país propuso crear un organismo único de la UE que comprara gas para todos los países miembros, con el fin de asegurar los suministros y reducir la influencia de Gazprom.
Además de Polonia, que ya se ha mostrado alarmada por Nord Stream-2, el proyecto permitirá conocer las posiciones de Ucrania y Eslovaquia, otros dos países por donde pasa el gas ruso.
Asimismo, los países europeos "excluirían a Ucrania de la opción de suministros reversibles de gas ruso", agregó Alexéi Bobrovski, quien destacó que esta operación "no sólo permitiría que Gazprom tuviera una nueva vía de tránsito fuera de Ucrania, sino que le permitiría fortalecer su cooperación económica y política con Alemania, algo que podría condicionar la política de toda la Unión Europea".