Paro general en Grecia contra los ajustes en las pensiones
05 de Febrero de 2016 | 12:00
Es la primera medida de fuerza del año para rechazar reformas al sistema jubilatorio.
Grecia vivió ayer la primera huelga general con movilización en lo que va del año, en contra de la reforma del sistema de pensiones y la suba de impuestos, una medida que prácticamente paralizó al pobre y endeudado país europeo, cuya capital fue escenario de violentos choques entre manifestantes y policías. Comerciantes, marinos mercantes, jubilados, profesionales, transportistas y sobre todo agricultores han multiplicado sus movilizaciones contra la reforma de la seguridad social, necesaria según el gobierno para garantizar un sistema de pensiones “inviable” en su estado actual. La huelga, de la que participaron casi todos los sectores laborales, fue convocada por los principales sindicatos en contra de la reforma de pensiones prometida por el primer ministro Alexis Tsipras como parte del acuerdo de rescate financiero alcanzado el año pasado entre Grecia y sus acreedores internacionales. De hecho, el paro coincide con la presencia en Atenas de representantes de los acreedores -Comisión Europea (CE), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)- con la misión de revisar si Grecia cumple con lo pactado. El llamado Cuarteto de acreedores exige un recorte este año del 1% del PBI (1.800 millones de euros) en las pensiones, y de su evaluación depende el desembolso de un nuevo tramo del rescate por 86.000 millones de euros en tres años acordado el año pasado, el tercero que recibió Grecia desde 2010. Tsipras, líder del partido de izquierda Syriza, se consolidó en el poder en septiembre pasado tras ganar una segunda elección; sin embargo, también tuvo que iniciar negociaciones con sus acreedores para tratar de manejar una deuda que asciende a más de 300.000 millones de euros. Dentro del esquema que debe presentar a sus acreedores, Tsipras anunció un plan para reducir las pensiones que provocó un enorme malestar en la clase trabajadora. Las pensiones se han recortado 11 veces desde 2010, con una pérdida del 40% de su cuantía. En esta ocasión, los principales sindicatos y otras fuerzas se unieron para protestar en contra del plan de pensiones que prevé un recorte de casi el 35% para los nuevos jubilados. Tanto la Confederación General de Trabajadores (GSEE) como la Confederación de Empleados Públicos (Adedy), mayoritarias en el sector privado y estatal respectivamente, llamaron a todos los trabajadores a unirse a las manifestaciones que se desarrollarán en todo el país. El amplio seguimiento se notó también en la multitudinaria manifestación que recorrió el centro de Atenas, y en que se registraron algunos incidentes cuando grupos aislados de manifestantes lanzaron cócteles molotov a la policía, que respondió con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras. La manifestación fue la más multitudinaria de los últimos años, con unos 40.000 participantes, según la policía, y 100.000, de acuerdo con los organizadores. «