Luego de despedir a varios trabajadores del portal de la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas, las nuevas autoridades comenzaron con una tarea de limpieza de notas “incomodas” publicadas durante la anterior gestión.
La nota declaraba que el incendio del depósito de Iron Mountain habia sido intencional, y mostraba los vínculos de la documentación perdida con el lavado de dinero, el HSBC y el Grupo Clarín entre otros.
Mostraba también la relación con las investigaciones que se estaban
llevando a cabo luego del denominado “Swizz Leaks”, que dejo al
descubierto unas 4000 cuentas de argentinos en Suiza, que habían sido
usadas para fugar 3505 millones de dólares.
Según la nota eliminada por las nuevas autoridades de Infojus Noticias, el Grupo Clarin lideraba esta lista de evasores, con cerca de 100 millones de dolares, seguido por el Grupo Fortabat, y Telecom entre otros.
Es escandaloso que la actual gestión está eliminando estas notas que
relacionan a empresas amigas del Gobierno con un incendio supuestamente
intencional donde murieron personas inocentes.
A continuación la nota eliminada del Portal Infojus Noticias (ver captura completa al final del recorte)
HSBC: La pista del lavado de dinero detrás del incendio en Iron Mountain
| Fuente:Infojus Noticias
| Fecha de publicación: 2015-03-04
| Por: Infojus Noticias
Desde el Procelac se difundió un informe que compromete por
posible lavado dinero al banco HSBC, una de las empresas más afectadas
por el siniestro. La investigación judicial deberá establecer el posible
nexo entre el incendio y el escándalo financiero “Swiss Leaks”.
Antecedentes
- Según las pericias, el incendio de Iron Mountain fue intencional
- Swiss Leaks: “El daño de evasión al Estado es inmenso”
- Miguel Abadi, el contador argentino detrás de Swiss Leaks
A fines de febrero fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias
que el incendio al depósito de la empresa Iron Mountain en Barracas
había sido intencional. Ahora, desde la Procuraduría contra la
Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac) se difundió una
prueba que compromete aún más al banco HSBC, una de las empresas más
afectadas por el siniestro. De las cerca de 30 mil cajas de la empresa,
20 llevaban el sugestivo rótulo de “Lavado de Dinero”. Además, al
momento del incendio, HSBC estaba siendo investigada por el Procelac por
delitos de criminalidad económica. Según expresó Carlos Gonella,
titular del organismo, a esta agencia “el trabajo lo terminamos en mayo
del año pasado, pero ahora cobra importancia al comprobarse que el
incendio se trató de un hecho doloso, es decir, que hubo intencionalidad
en provocar el incendio”. Y agregó: “De los archivos, hay 29 de las 43
empresas que nosotros estábamos investigando por criminalidad económica.
Y la más comprometida es el HSBC”.
El documento al que accedió Infojus Noticias está caratulado como
“Incendio de depósito de documentación de Barracas –Iron Mountain s/
requerimiento de información a las empresas” y fue elaborado por el área
Mercados y Capitales de la Procuradoría en base a detalles recibidos
por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV). La investigación
judicial deberá establecer el posible nexo entre el incendio y el
escándalo financiero “Swiss Leaks”, donde se comprobó que existen más de
4000 cuentas de argentinos que fugaron 3505 millones de dólares a Suiza
tras consumar una trama de evasión fiscal. Para Gonella, con las nueva
evidencias “se deberá profundizar la investigación de quiénes fueron los
responsables de provocar el incendio y si querían ocultar información.
Si la hipótesis es que se destruyeron pruebas, sería un hecho gravísimo
por esa acción pero sobretodo porque estamos hablando de una tragedia
donde murieron personas y hubo cuantiosos daños materiales”.
La mayoría de las 30 mil cajas de HSBC contenía información contable,
de contratos varios, seguros, impuestos y todo tipo de documentación
administrativa de la firma relacionada con sus clientes. Lo que llamó la
atención de los investigadores es que más de una veintena de las mismas
llevaban el rótulo “Lavado de Dinero” o “Lavado de Dinero Premier” y
otras mencionaban la palabra “blanqueo”. Además, el informe menciona que
el Banco Patagonia S.A. y HSBC S.A. fueron los clientes que registraron
la mayor pérdida de documentación archivada en el depósito de Barracas.
La Procelac también difundió otro dato revelador. “Una gran mayoría
de las empresas involucradas en el siniestro retiraron, entre diciembre
del año 2013 y febrero del corriente, una numerosa cantidad de cajas
antes de que ocurriera el incendio”, dijo el informe que comprobó,
además, que HSBC no hizo ningún archivo de back- up como reserva de la
documentación perdida en el siniestro. La AFIP había denunciado meses
antes de la tragedia a la empresa Iron Mountain por transacciones
financieras que consideró sospechosas. Las firmas controlantes de la
multinacional, Iron Mountain South America Ltd. y Iron Mountain Chile
Servicios SA, fueron constituidas en paraísos fiscales. Según informó
por entonces la UIF, Iron Mountain South America es “una sociedad
pantalla, sin actividad real, utilizada como medio para ocultar al
titular real y el origen de los fondos”.
El año pasado, además, la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP) denunció a contribuyentes que abrieron cuentas bancarias en el
HSBC de Suiza sin declararlas ante el fisco. En las próximas semanas la
pesquisa averiguará si algunos de los documentos que habían sido
guardados en las cajas de “Lavado de Dinero” en Barracas tienen relación
de algún tipo con la evasión fiscal.
Ahora, con la nueva información que surge del “Swiss Leaks”, la
investigación a cargo de la jueza María Verónica Stracci avanzará con
nuevas pruebas. “Es un impacto social en las reservas y en el gasto
público”, reconocieron desde el Banco Central a Infojus Noticias. El
Grupo Clarín, con más de 100 millones de dólares depositados en el HSBC
de Suiza, lidera la lista de evasores. Le sigue el Grupo Fortabat, con
US$ 101.306.936; la generadora termoeléctrica Central Puerto, con US$
82.277.040; y Telecom Argentina, con US$ 18.822.872. De las más de
cuatro mil cuentas detectadas, sólo 125 fueron declaradas ante la AFIP.
HSBC, más comprometido
Otra novedad que compromete al HSBC en el caso “Swiss Leaks” fue que el
ex vicepresidente del banco de inversión JP Morgan, Hernán Arbizu,
confesó que la sucursal de Argentina “contrató empleados de la entidad
en la que yo trabajaba para asesorarse sobre el know how (procedimiento)
de la evasión”.
Consultado sobre esta información, Gonella dijo que “no le sorprende
que Morgan haya realizado ese tipo de prácticas. Por esos hechos está
siendo investigado en el mundo entero”. Arbiz se auto incriminó y
denunció públicamente hace cinco años cómo el JP Morgan ayudaba a los
principales grupos económicos a fugar divisas.
El ex banquero se refirió a la denuncia realizada por la
Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), sobre la
intervención del HSBC en las maniobras de evasión y fuga de capitales,
mediante la apertura de 4.040 cuentas de empresas e inversores
argentinos en Suiza,
“La culpa de que haya dólares argentinos fuera de la Argentina es de
los bancos que están en la Argentina”, consideró Arbizu. Cuestionó luego
la negativa de las autoridades del HSBC de entregar la documentación
requerida por la Afip, con el argumento de que se perdió durante el
incendio del depósito Iron Mountain, en febrero del año pasado.
“Me llama mucho la atención que los bancos no tengan back up de su
documentación”, dijo Arbizu, y añadió que “si se confirma que tuvieron
que ver con el incendio de Iron Mountain, los bancos van a sufrir penas
durísimas”.
“¿Quiénes se benefician con esto? No creo que sea un empleado de Iron
Mountain, hay algo más importante”, concluyó el ex banquero.
Se ha dicho que la sola asunción de un gobierno de derecha sin preludios golpistas constituye un avance en Argentina. Y la verdad es que no es cierto. Están los antecedentes de Carlos Menem y Fernando de la Rúa. Mauricio Macri no llegó con esa novedad y, en cambio, sus primeros dos meses de gobierno dejan un sabor a empobrecimiento democrático y a justificación paternalista de formas despóticas. El mismo discurso violento tiene una carga diferente cuando se realiza desde la oposición que cuando proviene del oficialismo y sobre todo del Estado. Aunque el Estado en Argentina es débil frente a las grandes corporaciones, es poderoso frente al ciudadano de a pie. Si el ciudadano le grita al Estado, es David contra Goliat. Si el Estado, en este caso regido además por las corporaciones, le grita lo mismo al ciudadano de a pie, es un atropello y un abuso institucional.
El macrismo, muy apoyado en las corporaciones mediáticas, usó un discurso muy violento desde la oposición, más allá del disfraz de los globitos y los pasitos de baile. El discurso verdadero estaba en los insultos, las amenazas, las agresiones a periodistas y los carteles con horcas que se vieron y escucharon en los cacerolazos, en las campañas mediáticas y en las intervenciones en las redes sociales. El discurso violento, naturalizado por esas corporaciones, justifica después consecuencias autoritarias cuando se llega al gobierno. El síntoma más característico de este tipo de gobiernos es la persecución ideológica, a veces como demostración de poder, a veces para satisfacer el odio que generaron en parte de la sociedad que lo respaldó. Que la derecha argentina tenga esa concepción del poder, baja la calidad democrática de la sociedad en general. Es un problema argentino, no sólo de la derecha. Pero la degradación es mayor si se busca extender esa concepción a toda la sociedad. Es el mismo efecto, el mismo arrebato que en un linchamiento, donde el grupo linchador es arrastrado por los lugares más repugnantes de la condición humana.
Los despidos de trabajadores del Estado están montados como un gran linchamiento público. Además de sacarles el trabajo, se alienta a ensañarse con los despedidos, a despreciar sus funciones, a humillarlos frente a sus familias y amigos y se naturaliza el espionaje en sus tuits y en sus páginas personales de Facebook para demonizarlos y lincharlos como una lacra antisocial. No existen antecedentes en treinta años de democracia. Ni siquiera Raúl Alfonsín, que recibió un Estado lleno de simpatizantes de la dictadura, usó este argumento ideológico para realizar despidos masivos.
Los ajustes de Menem tuvieron argumentos económicos. Aquí no. Es un linchamiento público de supuestos kirchneristas y camporistas. Está montado con esa escenografía. En todos los linchamientos se han visto energúmenos que alientan a la turba para darle y darse valor y autojustificación. Existen equivalentes. Periodistas oficialistas se burlan de los despedidos y hasta se produce una escena dramática entre un grupo de despedidos, algunos que se abrazan y lloran en la puerta del Ministerio de Cultura, y “vecinos” que les arrojan huevos y cubitos de hielo. En las redes, estos vecinos de Recoleta, padre e hijo, ex vicepresidente de una cadena de supermercados mayoristas el padre, abogado el hijo, activos participantes de los actos de Macri, han sido identificados y sus fotografías, muy claras, se han viralizado en las redes, es fácil reconocerlos. En esa escenografía, estos personajes son definidos como “vecinos”. Esa denominación busca que los huevazos se asuman como veredicto de la opinión pública. Y en el momento que eso ocurra habrá una sociedad al borde del fascismo. En el marco de ese drama para cientos de personas que pierden su trabajo y para una sociedad que asiste a un hecho que la deshumaniza por el sólo hecho de permanecer callada mientras sucede, trasciende que el ministro de Cultura despedidor, Pablo Avelluto, contrató a su novia Carolina Azzi. Despedir a 500 personas y contratar a su novia no es lo más ético para el máximo gestor de cultura.
Como sucede con el PRO, todo el discurso de los despidos transcurre por dos vías simultáneas. Una violenta y más difundida: “son todos ñoquis”, “con la plata de todos les pagan la militancia en La Cámpora”. Y la de los globitos amarillos a cargo del ministro de “Modernización” Andrés Ibarra: “Nosotros no tenemos la culpa de que los contratos tengan fallas”. La de Ibarra es real, pero es una excusa. Otro ejemplo lo aportó el ministro de Salud, Jorge Lemus, que paralizó todos los programas de prevención y ahora afronta la mayor epidemia de dengue, pero tuvo tiempo para la caza de brujas como primera medida. No hizo nada para prevenir un brote epidémico que ya tiene más de 1200 infectados en todo el país, pero tuvo tiempo para retirar el nombre de la Madre de Plaza de Mayo, Laura Bonaparte, del ex Cenareso. La excusa fue de globitos amarillos: se había aprobado en Diputados, pero faltaba el trámite en el Senado.
El dengue le cayó de sopetón porque no lo previó. Un ministro de Salud no puede no prever una amenaza que es conocida por cualquier sanitarista y que se contuvo durante seis años a duras penas en la frontera con estrictas medidas sanitarias. En Bolivia, Brasil y Paraguay, el dengue es endémico, no es nuevo, es imposible ignorarlo. Y hubo inundaciones en el litoral y el norte en pleno verano, cuando el mosquito se reproduce. Había que estar ciego para no ver. El hombre que asumió como ministro de Salud no pensó en el dengue. La primera acción pública en Salud fue quitarle a un hospital el nombre de una Madre de Plaza de Mayo. El Ministerio de Salud está paralizado porque Lemus está investigando la ideología de los empleados en medio de una epidemia de dengue y ni siquiera los directores designados tienen firma, por lo que no pueden ordenar el trabajo. La investigación incluye interrogatorios personales y el espionaje de Facebook y tuits de los empleados, como sucede en toda la administración pública.
En estos dos meses, lo único que se ha sabido de Cultura y Salud es este festival bizarro de despidos y cacería de brujas. El sólo hecho de ser kirchnerista o de La Cámpora amerita el despido. No se exhibió un solo caso de personas que cobraron sin asistir al trabajo, más conocidos como ñoquis. Es probable que los haya –y en ese caso estaría justificado el despido–, pero, llamativamente, no se los muestra. Solamente se dice que son kirchneristas o de La Cámpora. Dicen que se los echa porque son ñoquis pero no se muestra ningún ñoqui, sino que se enfatiza, como justificación, en la ideología de los despedidos porque ese es el mensaje que se quiere naturalizar. Se busca que la sociedad vea correcto que el nuevo gobierno despida trabajadores del Estado por motivos ideológicos.
Las situaciones extremas sacan a la luz muchas facetas de la condición humana, como la del padre y el hijo de los huevazos o los periodistas que justifican y alientan. Los dirigentes sindicales que traicionan su propia esencia para estigmatizar a los trabajadores despedidos constituyen la representación más triste de la alienación que produce la turba inducida por un poder no democrático. “Son todos ñoquis” fue la frase delatora que en ese contexto refiere a un Judas bíblico. Por ella, el sindicalista de judiciales Julio Piumato pasará a la historia del sindicalismo argentino. Enfrentado políticamente al kirchnerismo, Piumato podría haber priorizado su rol de dirigente sindical pero fue arrastrado por el sentido común de la turba.
El paro que convocó ATE para el 24 es como el acto solitario de la persona que trata de hacer razonar en medio de un linchamiento. Y seguramente será acusada de defender ñoquis. Desde el punto de vista gremial estará defendiendo el trabajo de sus compañeros. Pero en un clima político enrarecido por la forma en que esos despidos tienden a convertirse en un ensayo para que la sociedad naturalice la persecución ideológica, el gremio de los estatales que se movilizó ayer y hará un paro nacional el 24 estará defendiendo algo que va más allá de los propios despedidos, que es la integridad democrática de la sociedad en su conjunto.
En los noventa días de Macri, la delincuencia ( con la que prometio acabar) se centuplicó, en muertes, violaciones y VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS por parte de su mismo gobierno.
Es la primera vez en años desde la gripe a de la que solo se presentaron dos casos en 2009, que una epidemia sin control alguno afecta a nuestro país y se lleva tantas vidas.Esto es casi inédito en argentina y nadie hace nada por evitar la epidemia de DENGUE Y XICA....UNA VERGÜenza
Con cualquier archivo o documento que Macri destruya o esconda está cometiendo un delito de falsedad en documento público .... y por muy ingeniero que sea no podrá alegar después que desconocía la ley .-